Partida Rol por web

Recapacito sobre todo lo ocurrido y oído. Opino lo mismo que Nüll, es un tanto sospechoso. Aunque lo de la sangre de Lim Sidhe no me lo termino que creer, sinceramente. Personalmente creo que solucionar primero el problema que tenemos con el monarca de Alberia sería la prioridad y que simultáneamente deberíamos intentar recuperar los objetos robados. Cuanto antes empecemos antes acabaremos. Espero respuesta de alguien mientras me tomo un trago de la copa.

Vaya... Profecías... Héroes... Armas  de  Leyenda... Y  ahora  resulta  que  somos  descendientes  de  los  pueblos  del  norte... Bueno... Ahora  que  lo  dice... La  abuela  no  era  de  Ilmora, sino  que  venía  de  otro  sitio, además  me  contaba  muchos  cuentos  sobre  extrañas  bestias, grandes  héroes  y  armas  mágicas. Solo   me  lo  tomaba  como eso, cuentos, sin  embargo  ahora  todo  empieza  a  cobrar  más  sentido. ¿Será  coincidencia?

Justo  cuando  empiezo  a  unir  los  puntos, Null  duda  de  las  palabras de  Kisidan. Puede  que  no  conociera  al  caballero, puesto  que  si  lo  hiciera  no  le  provocaría  diciendo  que  todo  aquello  le  parece  "absurdo". 

Aunque  me  cueste  admitirlo, el  rubiales  tiene  razón. Por  un  lado  tenemos  al  monarca  de  Alberia, a  parte  de  Samael  y  a  saber  que  otras  organizaciones  tendrán  alguna  ficha  sobre  el  tablero. 

- En primer  lugar... - Empiezo  a  decir  mirando  a  Null. - Si  la  palabra  de  dos  caballeros  de  la  orden  del  cielo  no  te  valen  de  garantía, siendo  uno  de  ellos  el  guardaespaldas  personal  de  la  Emperatriz, no  sé  que  otra  cosa  podría  convencerte.

Tiene  una  apariencia dura  y  seguro  que  sería  una  persona con  la que  llevarse  bien... Pero  eso  no  quita  que  su  comentario  sea  algo... Tonto.

- Por  otro  lado... - Por  un  momento  me  detengo  a  punto  de  decir  "el  rubiales". - El  caballero  Novodar. - Y  le miro  ofreciéndole  una  sonrisa. - Tiene  razón, seguramente  más  personas  estén  buscando  esas  armas, de  manera  que  tendríamos  que  estar  preparados  e  ir  un  paso  por  delante.

Ignoro  el  comentario  de  Lautrec, si  el  imperio  "santificara"  a  todas  las  personas  que  les  ayudan, la  inquisición  carecería  de  importancia. Por  otro  lado  ignoro  la  pregunta  de  Nas... Nat... Nag... Nars-harz, no  soy  la  indicada  de contestar  esa  pregunta. Aunque  si  Samael  está  detrás  de  alguna  de  las  armas, esto  puede  ser  más  complicado si  la  situación  se  calienta...

- Lo  más  lógico  sería  que  algunos  de  nosotros  fueran  a Alberia  a... Recuperar... - Por  decirlo  finamente. - El  arma. Sobre  todo  aquellas  personas  familiarizadas  con... Bueno... Operaciones  nocturnas...

Mira  al  grupo... La  verdad  es  que  a  simple  vista  seguro  hay  un  par  que  seguro  que  se  les  da  bien  ese  tipo  de  cosas.

- Por  otro  lado, el  resto  deberías  buscar  otras  armas... Tal  vez  en  uno  o  incluso  dos  grupos, para  ser  más  efectivos... Lo  que  no  sé  es  cómo  podríamos  localizarlas...

En  ese  momento  me  callo...

- Bueno... Esto... Eh... Solo  es  mi  opinión... No  tengo  ni  idea  de  estas  cosas...

- Señorita, sin acritud, pero si voy a lanzarme a recorrer el mundo buscando armas legendarias, me gustaría hacerlo con algo más información que "el fin del mundo se acerca" y "desciendes de un pueblo legendario que conoces desde hace dos minutos" -respondió Nüll a Sophia- Por otra parte -sacó la carta del bolsillo de sus pantalones y la desplegó sobre la mesa- en la carta nos cita la propia Emperatriz en palacio, no en una taberna, y se refiere a si misma en primera persona cuando habla de dar detalles, así que que los honorables Caballeros de la Orden del Cielo disculpen mi suspicacia, pero yo no voy a ir a ningún lado hasta que no tenga información más concreta, como quien es el mago, como y cuando hizo la profecía, en que consiste ese supuesto "fin del mundo", y que pintan esas armas en todo esto. Y si además esa información la puede dar la propia Emperatriz, mejor.

Nüll no estaba siendo sarcástico; no iba mucho con su estilo. Pero era inevitable que se pusiera a la defensiva si tenía la impresión de que le ocultaban algo. A fin de cuentas, había sobrevivido a base de ser desconfiado.
 

¿Así que yo pertenecía a una raza antigua de soldados mágicos? Esto sí que era algo loco...

Todos parecen saber mucho más al respecto que yo sobre estas armas, aunque según las caras que pusieron todos, nadie sabía de su descendencia con estos extraños "Lim Sidhe".

Nüll no dice nada que yo no esté pensando... Todo esto huele muy raro. Toda la situación es tan extraña, que incluso me hace dudar de la Emperatriz y de sus Caballeros protectores. Hay que admitirlo: es muy disparatado.

Nüll tiene razón. - digo luego de un largo silencio - Además, algo que es más extraño para mí que todo esto: ¿Cómo hicieron para encontrar a los 10 únicos posibles descendientes de esta civilización antigua?

Luego miro a Lautrec y, ante su preocupación por ser confundidos por demonios, le digo: Chico, hay cosas peores que ser confundido por un Demonio... Y de todas formas, si te tienen miedo antes de conocerte, deberías usar eso a tu favor.

Luego miro a Kisidan y, sin un pelo en la lengua, le digo: No tengo problemas en ayudar pero, como dice él - señalando a Nüll - No me convencen con todo esto. Si la Emperatriz se presentara, quizás no aquí pero en su Castillo, tal vez pueda comenzar a querer entender esto.

Y, de todas formas, ¿qué tan pública es la noticia de "El fin del mundo"? ¿Habrá gente corriendo por las calles gritando al respecto, o sólo nosotros lo sabemos? Porque hablar de ello en una posada, simplemente me parece algo disparatado...

Y, con una voz más suave, digo en voz baja - Con todo respeto...

Kisidan parece no sorprenderse ante esas preguntas, es mas, parece como si se las esperara, asi que su respuesta fue casi inmediata:

-Aunque haya sido la Emperatriz quien os ha citado, por cuestiones de seguridad he decidido que ella sea quien se quede en palacio y ser yo quien os atienda. Al igual que vosotros, tambien pienso que este asunto es muy turbio, y he preferido evaluaros personalmente antes de permitiros el acceso a palacio.

La "noticia del fin del mundo" como la habeis llamado es un asunto de alto secreto, de forma que, ademas de los aqui presentes, solo 20 personas saben de ella: la Emperatriz, el mago que la formulo, el Santo que hizo la 2º profecia y unos cuantos caballeros del 6º y 7º Cielo. Y no os preocupeis, esta no es una posada normal, es un refugio de la Orden, y si os fijais, nadie mas que nosotros estamos aqui, por lo que no habra fuga de informacion a menos que una vez que salgais empeceis a proporcionarla vosotros.

Las armas resuenan antes otras armas y ante vuestra sangre, asi que los otro caballeros del 7º Cielo estan buscando pistas de la localizacion de las demas con las 3 que tenemos, ampliando las posibilidades de encontrar alguna que dejar a un unico grupo con todas.

Cuando Nüll pregunto sobre el origen del mago profeta, os parece notar un ligero malestar en el rostro de Kisidan, como si ese tema en particular no le gustar:

-Hace cosa de 3 meses, durante el cumpleaños de la Emperatriz, un mensajero nos entrego la 1º profecia. Como es logico, al enterarnos de su contenido reaccionamos como vosotros, que era una broma de mal gusto, pero cuando a los poco dias, un Santo realiza la 2º profecia que hace referencia a como salvar el mundo, la 1º profecia obtuvo mas peso. Rapidamente tratamos de encontrar el mensajero para poder localizar al profeta, pero cuando  lo encontramos, el chico que nos trajo la carta estaba muerto y de su cabeza se habia extraido el cerebro, negandonos toda posibilidad de rastrear al mago que envio la carta.  

Mirando a Narsharz, y mostrando una ligera sonrisa, le cuenta de Samael:

-Samael es una sociedad, no tan secreta como ellos creen, que esta formada por entidades sobrenaturales cuyo objetivo es sobrevivir. Dado que desde hace unos años la Emperatriz ha permitido lo sobrenatural, la Iglesia no les molesta, pero aquellos que si se muestran como sujetos peligrosos son rapidamente "contenidos". Creemos que el mago que anuncio la primera profecia pertenece a Samael, pero no hay pruebas que lo demuestren.

Luego mira a Yatusabi, la persona que habia preguntado como los habian localizado, y le contesta de forma un poco enigmatica:

-Al igual que nos enteramos de donde estaban las armas que ya hemos recuperado, nuestra informacion nos permitio localizar a los descendientes mas prometedores para esta empresa, porque hay mas como vosotros, pero no tan...  capaces.

Por ultimo-esta vez sus ojos se posaron en Lautrec-para aquellos que no me prestaron atencion antes, el Imperio os da carta blanca para que useis los metodos que os parezcan necesarios, lo que significa que si para encontrar una de las armas es necesario llamar a un ejercito procedente del inframundo, podeis hacerlo, la Inquisicion tiene orden de no interferir, solo espero que despues lo devolvais a su lugar de origen. Y recordad, se supone que vais a salvar al mundo, no ha destruirlo, por lo que espero que no os paseis mucho con los asesinatos indiscriminados.

Mientras  escucho  al  caballero  Kisidan, saco  uno  de  los  libros  en  blanco  de  mi  mochila  y  un  lapicero. Sé  que  la  tinta  es  mucho  mejor, pero  también  mancha  mucho  más... Empiezo  a  tomar  notas  como  una  frenética, no  quiero  que  se  me  olvide  nada... Porque  Kisidan  dijo  antes  esto... Y  Shiro añadió  esto... Luego  yo  sé  esto... Y  Fénix  también  conoce  esto... Entonces... De  manera  que... Si  esto  es  así... Samael... Alberia... La  daga... A  ver... Vale...

- ¡Bien! ¡Ya  está! - Aunque  solo  quería  decirlo  en  voz  alta, de  la  emoción  me  sale  un  pequeño  grito. - Perdón... - Dejo  el  lápiz  a  un  lado  y  miro  a  los  presentes. - En  primer  lugar, entiendo  que  al  ser  unos  desconocidos, la  Emperatriz  no  haya  aparecido. Sin  embargo  que  esté  aquí  su  guardaespaldas  es  algo  que  a  mí, personalmente, me  tranquiliza. De  manera  que  yo  me  fio  de  él.

Hago  un  pequeño  silencio  para  mirar  a  todos  los  presentes.

- Si  no  entendí  mal, basicamente  lo  que  tenemos  que  hacer  es  recuperar  las  13  armas  o sino  el  mundo  acabará... ¿Sí? - Antes  de  esperar a  la  respuesta, continúo. - Por  el  momento  sabemos  lo  siguiente...

Mientras  digo  esto, empiezo  a  recortar  pequeños  papelitos  que  tengo  escritos.

- El  Imperio  posee  3  de  las  13  armas: I, el  Bastón. - Y  coloco  un  papelito  donde  se  lee  "imperio"  sobre  el  dibujo  del  bastón. - V, el  martillo  y  el  VIII, la  lanza. - Hago  lo  propio  con  los  símbolos. - De  manera  que  esas  no  hay  que  buscarlas. ¡Por otro  lado!

Y  recorto  otros  dos  papeles.

- Samael  tiene  el  número  IV, el  mandoble. - Y  coloco  un  papel  sobre  el  dibujo. - Mientras  que  en  Alberia  tiene  el  VII, una  espada. - Y  coloco  otro  papel. - Como  tanto  la  VII  como  el  XIII  son  espadas, me  da  igual  una  o  la otra, lo  importante  es  que  tienen  1  de  las  13  armas. ¡Sigo!

Si  alguien  intenta  interrumpirle, le  lanzo  una  mirada  que  le  dejo  clavado  en  el  sitio.

- La  orden  de  Magus. - En  ese  momento  miro  a  Narsharz  o  como  se  llame. - Es  una  organización  formado  únicamente  por  magos  y  hechiceros. - Tras  esto  recorto  un  papelito  donde  pone  "robada: Magus"  y  lo  coloco  sobre  la daga. - Tenía  el  número  VI, la  daga. Sin  embargo  digo  tenía  porque  ha  sido  robada. 

Paro  un  momento  a  tomar  aire.

- Con  esto, por  el  momento, tenemos  3  armas  en  nuestro  poder, bueno  en  el  poder  del  imperio, sabemos  la  localización  de  otras  2  y  tenemos  una  pista  sobre  otra. De  manera  que  por  el  momento  tenemos  3  objetivos.

Aunque  no  he  terminado.

- Según  esto. - Y  señalo  la  mesa  y  mis  apuntes. - Yo  conozco  la  existencia  del  número  IX, el  escudo, y  Fénix  conoce  el  número  XIII, otra de  las  espadas. Parece  que  sabemos  algunos  de  sus  poderes  aunque, al  menos  yo, no  sé  donde  podemos  encontrarla. De  manera  que  no  tenemos  información  sobre: II  el círculo, III  el  hacha, X  la  tela, XI  la  vara-espada  y  el  XII. Si  le  sumamos  el  escudo  y  la  espada  de  Fénix  hacen  un  total  de  7  armas  de  las  que  no  tenemos  ninguna  pista.

Hecho  un  vistazo  a  mis  apuntes  de  nuevo.

- De  manera  que, a  parte  de  buscar  información  sobre  estas  7  armas, parece  que  nuestros  objetivos  más  cercanos  son  la  espada  de  Alberia, el  mandoble  que  tiene  Samael  y  la  Daga  robada.

Hago  otro  parón  para respirar.

- Dado  que  el  señor  de  Alberia  está  dando  largas  al  propio  Imperio, sugiero  que  las  personas  que  sean  más  diestras  en  operaciones... Nocturnas, por  decirlo  finamente, vayan  a  por  este  arma. 

Por  otro  lado.

- Samael  es  un  grupo  formado  por  "no  humanos", así  que  una  buena  opción  es  que  las  personas  de  este  grupo  más... Afines  con  la  organización... - Y  echo  una  mirada  a  Aramil, Yatusabi, Null  y  Nag, Nar, Nah... Na-rs-hars. - Se  dirijan  a  hablar  con  ellos.

Respiro  otra vez.

- Por  último, en  el  caso  que  quisieramos  dividirnos  en  tres  grupos. El  tercero  debería  ir  a  hablar  con  la  orden  de  Magus, sobre  todo  aquellos  que  comparte  el  interes  por  las  artes  arcanas. - Y  miro  a  Fénix  y  Huracano. 

Tras  esto, me  recuesto  en  el  asiento.

- Aunque  esta  es  mi  opinión... También  es  cierto  que  deberíamos  hacer  grupos  equilibrados  ya  que  seguro  que  nos  encontramos  con  dificultades... Ahora  necesito  beber  algo... Tengo  la  garganta  seca...

Tap, tap tap. Aplaudo e inclino la cabeza en señal de aceptación a lo dicho por la pelirroja.

Solicito permiso para ver y estudiar los artefactos que se hallan en su poder. Digo tras levantarme y dirigirme a Kisdan.

Desde el principio me he mostrado cooperativo y dispuesto a ayudar, pero no soy súbdito de Abel y me preocupa que semejante cantidad de artefactos poderosos estén bajo  el poder de un único estado. Así pues ¿que harán con los artefactos una vez solventada la crisis que afrontamos?, Pahión es un lugar que aprecio con todo mi corazón libre e independiente con una mentalidad mucho mas abierta que la de Abel, y no me gustaría que los artefactos que vamos a recuperar y usar para evitar el fin del mundo acaben siendo las armas definitivas para la expansión y conquista por parte de Abel de otos reinos y naciones, así como su uniformidad cultural.

Las explicaciones de Kisidan dejaron a Nüll algo más conforme. Al menos ahora ya sabía el origen de la supuesta profecía, pero las circunstancias en las que encontraron al mensajero que la transmitió no le tranquilizaban. Puede que la profecía hubiese sido ratificada por un Santo, pero... ¿y si el Santo estaba siendo manipulado por el supuesto "profeta" para hacerse él con las armas, o trabajaban juntos?

- Bien, ahora está mucho más claro. De todos modos supongo que los encargados de inteligencia de Abel seguirán investigando a ese extraño "profeta", ¿no? En lo que a buscar las armas se refiere, coincido con la señorita Sophia: lo mejor es separarnos en dos grupos y que uno vaya a Alberia y el otro le busque la pista a esa organización. Yo personalmente preferiría ir en el primero; las... "operaciones nocturnas" son una de mis especialidades, aunque necesitaría la ayuda de alguien con maña para las cerraduras.

-que de problemas ponemos,y  solo me importa una cosa,¿cuanto nos pagaran?-digo chulo y altivo.

La cosa sonaba demasiado buena para ser cierta, pero que demonios, podría ser una trampa, pero le prometían apoyo, impunidad e intentar salvar el mundo. A él le parecía una buena aventura, era algo nuevo, no tenía manera de saber si hacer aquello sería lo que toda su vida ha estado buscando, no sabía nada de sus ancestros, pero si de verdad eran Lim Shide, como decía Kishidan, a lo mejor por eso sentía necesidad de moverse.

Además, no les habían dicho estrictamente que les entregasen las armas al imperio, en principio eran sus alams, ellos, los que tendrían que tenerlas, aún así prefirió dejar a Kishidan las preocupaciones del rubiales.

-A mi me gustaría viajar al norte, y saber más sore eso de nuestro pasado y los Lim Shide, seguro que podemos encontrar más información sobre las armas allí, puede que incluso el monarca de Alberia no se muestre cooperativo a entregar su arma, pero podría tener información importante sobre las demás. Necesitaréis algo más que operaciones nocturnas para conseguir cualquier cosa de un noble de semejante calibre-

---Debemos ir al Bosque de Glenda en Alberia- digo en voz alta para hacerme oir- alli podremos  descubrir mas cosas hacerca de las 13 armas, tio Zif sabe muchas cosas y seguro que su ayuda puede sernos de utilidad...aparte de eso...¿podemos saber que dicen exactamente cada profecia? Me gusta oir los sonidos ritmicos y me gusta reolver enigmas de las canciones

Estuve escuchando todo con atención. Al parecer que la Inquisición se mantiene al margen. 

- Yo iré con el grupo de Alberia. Soy miembro de la iglesia, y dudo que a Samael le guste verme cerca de ellos, teniendo en cuenta nuestra reputación con los seres sobrenaturales. Ademas se me dan bastante bien las operaciones "nocturnas", aunque prefiero el termino encubiertas. 

-Los artefactos recuperados actualmente estan dispersos por el mundo a manos de los otros miembros del 7º Cielo, como ya dijo Kisidan, por lo que no podemos proporcionarle acceso a ellos de momento.-le dice Shiro a Etien, contestando la 1º de sus preguntas- Luego, debido que el balance de poder estaria claramente desequilibrado, una vez que la crisis estuviera resuelta, los artefactos o bien serian destruidos o se devolverian a sus correspondientes dueños en el caso de que entablasen un vinculo con alguien-contesta a la 2º.

Mirando a Huracano, con cara de mal humor, le dice:

-Por si no eres consciente, si no salvais el mundo, el dinero no te servira de nada porque, o bien estas muerto, o porque no habra nada en que gastarlo.  Aunque si tanto interes tienes en saberlo,-mira un momento a Kisidan, como si esperase que lo detuviera, pero este no hizo gesto alguno, como si aprobara lo que hace su subalterno-la recompensa que vais a obtener, si sales con vida, es la de un titulo nobiliario y si un arma te elige como dueño, podrias quedartela.

Volviendose al grupo en general, informa:

-Supongo entonces que optareis por separaros para abarcar mas terreno, ¿quienes van a ser los "lideres" de los grupos? Para facilitar la comunicacion, les daremos estos artefactos que permiten la comunicacion a distancia-dice mientras saca de un bolsillo dos juegos de pendientes de plata(4,vamos)-, asi nos tendremos informados, sobretodo cuando encontremos la localizacion de una nueva arma.

Miro a todos y me parece bien la idea,me ,acerco a Shiro y digo:

-Lo aceptaré, trabajaría aun sin recompensa, pero si no lo pregunto no sería un buen mercenario-sonrio y mirando a todos digo:

-Yo,quisiera ser el líder del 2 grupo, si a nadie le importa, y Fenix quisiera que vinieras conmigo,tengo otra pelota-dije afablemente.

Mi cara se ilumina.

--- Si!!!! Pelota!!!! Vale, iré contigo*- digo sonriendo y pegandome junto a  Huracano**

Presento mi candidatura para liderar el grupo 1, y en principio si nadie se opone solicitaría que nos encargáremos del tema de Alberia.

Si vamos a ser dos grupos equilibrados deberíamos indicar de manera general nuestras habilidades y capacidades, entiendo que a nadie le hace gracia comentar, aquí  y menos entre desconocidos los dones y parabienes que que los dioses o el destino nos hayan concedido pero dado que vamos a trabajar en grupo, conviene que sepamos que podemos esperar de cada miembro de del grupo que integremos.

El joven caballero Etien se ofreció para liderar el grupo de Alberia. Bien, al parecer tiene buenos modales y eso ayudaria a entablar relaciones con el monarca. Ademas, prefiero pasar desapercibido. Me levanté y me acerqué a él.

- Yo iré a Alberia contigo. - Le tendí la mano a modo de saludo. - Y no me importa hablar de mis puntos fuertes, ya que de todos modos los conoceréis. Mi especialidad es la infiltración, soy capaz de colarme en muchos lugares aun con fuerte vigilancia. También se bastante de asuntos místicos y criaturas sobrenaturales debido a mi instrucción. 

Me parecía innecesario añadir donde he aprendido lo que sé. Por lo que de momento ya había hablado bastante de mi.

-¿Y tu, Etien? El líder debería dar ejemplo hablando un poco de si mismo.

Soy un místico, puedo moldear la energía que imbuye a todas las cosas y seres, mago o hechicero son los nombres comunes, pero no soy un destructor si bien puedo desatar poderosas energías para abatir a mis enemigos, la violencia es mi último recurso. Puedo dar a poyo a los distintos miembros bien en combate, bien mediante hechizos de detección o de sanción, apertura de cerraduras, capacidad de vuelo, soy muy flexible y adaptable.

 Y mis habilidades más mundanas pero no por ello menos desdeñables se basan en los distintos campos del conocimiento.De hecho vivo de mi negocio de herbolistería y naturalismo.

Pongo mis manos una frente a la otra, y la energía empieza a acumularse, creando así un balón de energía.

-Soy un, mentalista, sería como una especie de hechizero con con la mente-dije, pasandole el balón a Fenix

No me importaba decirlo, soy inteligente, y decir lo que soy,no es mostrar mi debilidad.