Partida Rol por web

Las Aventuras del Rey Olvidado

"El Aprendiz y el Granuja" (Capitulo Personalizado)

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11/03/2011, 05:03
Director

Sólo el sonido del carruaje te mantenía despierto ya. Días andando sin ver un sólo pueblo, sin poder disfrutar de la compañía de nadie aparte de ti mismo (en todos sus sentidos).

El viaje desde el Paso había sido tranquilo, sin incidencias. Las últimas noticias que habias escuchado eran que el grupo de personas que habían salvado la ciudad del veneno de los orcos habían ido en esta dirección. Necesitabas unirte a algún grupo. El dinero que te gastabas en placeres era cada día más grande y si no conseguias una fuente de ingresos, aunque fuese mediante el mercenazgo o las aventuras, lo ibas a pasar realmente mal.

A medida que viajabas, pasabas a trevés de preciosos bosques y profundos valles, hasta que los pasos de los caballos te condujeron hasta Kingsholm. A pesar del nombre pretencioso, el pueblo es pequeño y tranquilo, Al menos lo era hasta que los problemas comenzaron...

 


 

Al llegar al pueblo, que no tenía ni murallas defendidas, los guardias salieron al paso. Tras reconocerte como un aventurero por tu comitiva, te dieron la bienvenida y las señales de la ciudad. Pensaste entonces en que el mejor lugar para empezar a hacer "turismo" en aquella ciudad, o preguntar por los mercenarios, era la Taberna de "El Maíz y la Col". Quizás conseguiría compartir camastro con algúna bella dama, si es que había alguna. Sino, quizás podría encontrar algún trabajillo que le permitiera seguir en el camino, aunque fuese por su cuenta.

Asi pues, te dirigiste hacia allí y una vez dentro te sentaste en una mesa. La posada estaba bastante tranquila y no había más de tres o cuatro personas en ella. Una bella (pero "gran") mujer se acercó a la mesa...

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11/03/2011, 05:18
Posadera

- ¡Oh! - Exclamó como si fuese algo raro - Un hombre que viaje sólo por estas tierras no suele ser habitual - Para ella significaba beneficios asi que te trataba con especial respeto - ¿Me dirá el caballero qué va a tomar?

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11/03/2011, 05:31
Izhan

Con una sonrisa, dirijió su mirada hacia la posadera.

- Será una cerveza, preciosa. A ver si el licor de este pueblo es tan bueno como bellas son sus mujeres.- Le guiñó un ojo. No tenía pensado acosatarse con ella, pero ya era parte de su forma de ser el tontear con todas la mujeres que veía.

Antes de que se vaya, le hizo la pregunta que le rondaba por la cabeza desde hace un rato.

- Por cierto, antes de que marches a por la bebida... Soy nuevo por la zona, como habrás notado... Y estaba interesado en encontrar algún medio para conseguir ganarme unas monedas de oro... ¿Sabes de alguien que necesite de mi sabiduría por aquí?- No estaba bien el irse presentando como un hechicero cuando llegabas a un lugar... Los practicantes de las artes arcanas no estaban del todo bien visto, y si quería que la mujer le diese información, tenía que usar sus encantos como mejor le conviniese.

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11/03/2011, 05:40
Posadera

La posadera mira con expresión dura a Izhan, pero de nuevo pensando en su bolsillo, decide guardarse las malas palabras.

- Claro, señor, estoy segura de que mi marido podría conseguirle algún trabajo.

En ese momento un fuerte golpe interrumpe a la posadera.

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11/03/2011, 05:42
Director

Una puerta se abre de golpe y una mujer grande, vestida con armadura, sale de la misma. Lleva una espada al cinto y parece muy enojada. Detrás de ella salen un hombre y un enano. El hombre parece asustado, el enano en cambio sonríe divertido.

 

 

 

- ¡No lo entiendo, Ian! ¡De verdad, no lo entiendo! - la mujer demuestra que su enfado es real, gritando sobremanera mientras da cuatro pasos hacia la salida. Justo después se detiene y se da la vuelta acercándose al hombre. Le toca con un dedo en el pecho, empujandole un poco, y después se da la vuelta hacia la puerta de nuevo - ¡No sabemos lo que está pasando!

 

El hombre tiene los brazos externdidos delante de él, como diciendo que no puede hacer nada.

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11/03/2011, 05:43
Ian Turbrand

El hombre se acerca a tu mesa. Su gesto es triste y preocupado. Inmediatamente comienza a hablarte.

- ¿Es vuaced mercenario, verdad? - Parece casi más una súplica y realmente es una pregunta estúpida, dado tu aspecto. Te mira en parte suplicante en parte desafiante, como si te retara a negar lo que eres - ¿Sois aventurero, verdad? Estamos preocupados. Necesitamos a más tipos valientes y capaces, y los necesitamos ya,... ¡Pagaremos con mucho gusto!

Casi dando por sentado que te había contratado, quizás por las prisas y los nervios, continúa hablando.

- Mia me dijo que hay algún tipo de problema en el viejo cementerio. Enviamos unos hombres allí pero ya han pasado un par de días y aún no sabemos nada de ellos. - La mujer del uniforme, se ha cruzado de brazos y te mira con gesto serio. El hombre le señala con la cabeza, dándo a entender que ella era la tal "Mia". Se le nota el enfado tremendo que tiene, lo cual mantiene en tensión al resto de los asistentes, al menos, a los que la conocen. -  Necesitamos vuestra ayuda, y la necesitamos ahora - No se atrevía ni a decir la palabra "Por favor" por si te negabas...

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12/03/2011, 19:38
Izhan

Con la sonrisa aún brillándole en los labios y un guiño de ojo en dirección a la posadera, Izhan dirijió la mirada hacia el hombre que le estaba hablando, claramente necesitaba el dinero y le iba a decir que sí a ese hombre, pero un buen aventurero se destacaba por dejar todo hablado antes de acabar un trato. Claramente esto se trataba de una intervención de Sharess.

- Tranquilízate amigo, toma asiento a mi lado con esa preciosa perla que llevas contigo y cuéntame toda la historia completa, y sobretodo, hablemos de cuánto te podrían costar mis servicios para dicha misión... ¿Te parece?

Los dientes asomando en la boca mientras la sonrisa seguía fija en su cara, pero sus ojos se volvían inteligentes para empezar a hablar de negocios.

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12/03/2011, 20:01
Ian Turbrand

Ian agradeció con un gesto las palabras del mago, no por lo que decían sino por lo que significaban. Se sentó en la silla ofrecida y sonrió tímidamente hacia sus compañeros. El enano, sin decir nada, aún con la sonrisa maléfica en su cara, se sentó en la otra silla. Resultaba gracioso como le colgaban los pies por encima del suelo. Mia, en cambio, se mantuvo de pie, con el gesto serio, como estudiándole.

Ian se giró hacia ti de nuevo, se tocó los ojos con el pulgar y el índice de la mano derecha. Parecía cansado. Quizás la conversación había durado horas, y la solución por fin parecía haberse encontrado.

- Perdonad mis modales, mi nombre es Ian Turbrand. Soy el posadero y, en estos momentos, también el alcalde de Kingsholm. No me he presentado antes pues me veo apremiado por la confusión y la urgencia. - Hizo una pausa, para estudiarle de nuevo, al menos estaba contento pues había conseguido que le escucharan, ahora debía de hacer una oferta suculenta, para que aceptara el trabajo que le iba a proponer. - Tres pueblerinos subieron al cementerio hará ya cuatro días, debido a la muerte reciente de un familiar, debían de preparar la capilla y el entierro. Los miembros de la familia, la madre, su marido, fueron asesinados como nos contaron los mercenarios que enviamos y su hija, a la que consiguieron salvar, vive ahora con una de las consejeras del pueblo. Cuando sus familiares avisaron a la guardia de la desaparición, dos centinelas, que son, por asi decirlo, la guardia de la ciudad, subieron a investigar pero estas personas fueron encontradas muertas en la entrada.  Mia ha dicho que no quiere enviar a más centinelas. Asi que enviamos el grupo anterior, pero hace tiempo que no sabemos nada y estamos preocupados.

Asi que la mujer era la Oficial de más rango dentro de la guardia de la ciudad. Seguramente habría pocos "centinelas" en un pueblo tan pequeño, y seguramente sería ésto lo que la tenía tan enfadada.

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12/03/2011, 20:15
Izhan

Izhan escuchó atentamente sus palabras y asintió mientras el posadero hablaba.

Asesinatos, camenterios,... Esto suena a algo diverstido...

Con un movimiento afirmativo con la cabeza, Izhan decidió que era el momento de intervenir:

- De acuerdo, no suena a algo demasiado aburrido... Y hablando del tema, ¿cuánto dices que será lo que aumenten mis bolsillos por aceptar tu generosa oferta de empleo?

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12/03/2011, 20:49
Ian Turbrand

Ian baja un poco la cabeza ante las palabras del hechicero. Continúa, pues, con el tema monetario.

- Creo que puedo hacer una oferta generosa. Te daría cincuenta monedas de oro por cabeza, de manera adelantada. Eso sería el pago por investigar la desaparicion de los Yurlings y de los centinelas, por ponerte en contacto con el otro grupo. Se te pagaría un extra de cinco veces lo recibido, si continuaras junto con el grupo, por dentro del mausoleo y cogierais y destruyeras a quien quiera o lo que sea que esté causando estragos en ese lugar. Eso implica investigar y limpiar el área. Sería un total de trescientas piezas de oro, lo cual considero que es un pago más que considerable.

Ian hace un alto, esperando ver algún gesto que le haga saber que estas conforme. Trescientas monedas de oro es un buenísimo pago, teniendo en cuenta el valor actual de la moneda, realmente, y teniendo en cuenta que no se sabe lo que hay detrás de todo eso, es un pago aceptable.

 

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15/03/2011, 02:45
Izhan

Notas de juego

Antes de seguir máster, a ver a la hora del familiar, puedo meterlo en mi historia y tenerlo ya? es que me cuesta 100 monedas de oro y 24 horas, pero claro, es algo de los hechiceros de lvl 1, pero me gustaría tenerlo ya y darle importancia en mi historia... aunque me quites las 100 m.o. de lo que tengo y algo más por las horas... te parece?

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15/03/2011, 04:01
Director

Seh, puedes ponértelo.

Cuéntate las 100 de oro como resta en el oro total y listo, no problem ;)

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25/03/2011, 03:15
Izhan

Los ojos amarillentos del hechicero se crisparon ligeramente. 300 monedas de oro le vendrían perfectamente. Asintió con la cabeza.

- Me parece un buen pago. Una vez arreglado el asunto monetario, entiendo que quieres que me ponga en camino ya, ¿verdad?

Agarró el bastón mientras se ponía en pie y se arreglaba la capa de viaje.

- Beberos la cerveza que le había pedido a la posadera. Cuando vuelva beberemos otra mientras os cuento lo que vea.

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30/03/2011, 03:12
Director

En ese momento sonó algo fuera. Las bisagras gimieron a medida que la puerta se iba abriendo... y aparecía la persona que había entrado en la taberna. Era una mujer alta, increíblemente bella, vestía de una manera muy elegante; por su apariencia bien podía tratarse de una mujer de alta cuna.

Parecía desubicada, como perdida. No sabía muy bien dónde se hallaba, esperaba que en la taberna hubiera vida y movimiento, gente con quién hablar y ¿por qué no?, gente con quien poder seguir viajando sin andar más tiempo sola.

Mas la imagen que se encontró fue de lo más desoladora.

En una mesa, Izhan, un hombre moreno de pelo largo, charlaba con otro que poseía una poblada barba y vestía de manera informal. A su lado una gran mujer pelirroja embebida en una gran armadura, les observaba con gesto contrariado y los brazos cruzados delante del pecho. Por último había un enano, con pinta de bonachón, sentado en una silla, con los pies colgando. Y la posadera, que iba y venía con jarras para satisfacer sobretodo a éste último.

Todos elevaron sus cabezas hacia la puerta cuando Sirenia hizo acto de presencia.

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30/03/2011, 03:18
Director

Habías compartido viaje con un grupo de aventureros que se habían metido en ciertos problemas, y en los cuales habías descubierto que unos buenos compañeros bien podrían valer lo mismo que una daga envenenada en las manos apropiadas

Finalmente llegaste a la ciudad del Paso de Duvik. Uno de tus compañeros pereció victima de una terrible enfermedad, otro de ellos siguió la misma suerte. ¿Estarías tu infectada? ¿Sería casualidad?

En tu investigación, descubriste que la enfermedad estaba causada por algo en el agua de aquel pueblo. No sabías bien porqué, pero había más gente allí que estaba enferma. Descubriste también que un grupo de aventureros que había sido contratado para acabar con unos kobolds que estaban atacando la mina local, habían dado con una tribu orca que eran los que estaban envenenando el agua. Tras acabar con el chamán, habían liberado al Paso de Duvik de su enfermedad y habían partido en dirección a Kingsholm, un pueblo del norte. 

Movida por la curiosidad y buscando un grupo con el que poder hacerte con un nombre y con cierto capital, decidiste seguirles. Más al llegar te encontraste con una ciudad semi-vacía. Kingsholm... A pesar del nombre pretencioso, el pueblo es pequeño y tranquilo, Al menos lo era hasta que los problemas comenzaron...

 


 

Al llegar al pueblo, que no tenía ni murallas defendidas, los guardias salieron al paso. Tras preguntarte un par de cosas sobre quién eras y a dónde te dirigías, te dieron la bienvenida y las señales de la ciudad. Pensaste entonces en que el mejor lugar para empezar a hacer "turismo" en aquella ciudad, o preguntar por los mercenarios, era la Taberna de "El Maíz y la Col".

Asi pues, te dirigiste hacia allí...

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30/03/2011, 03:26
Gran Stoutbrace

El enano mira a un lado y a otro, después da un golpe a la mesa.

- Porrrr las barrrrrbas de Morrrradín. ¿Acaso no se trrrrata de una gatita indefensa que no sabe donde se encuentrrrra?

Se echó a reir a carcajadas mientras la posadera le miraba con ojos cansados. El hombre de la barba estaba mirando de nuevo a Izhan, Mia (la mujer de la armadura) golpeó con fuerza al enano en el casco. Éste cerró un ojo por el dolor y objetó

- Joderrr Mia. Ya no aguantas una brrroma... segurrro que si hubierrra sido un hombrrrre el que hubierrra entrrrado, nunca me habrrrías pegado tan fuerrrte al decirrr eso.

La mujer no se inmutó.

Mientras, la posadera dejó una jarra de cerveza en la mesa, que el enano agarró con rapidez y comenzó a vaciar en su garganta. Después, se dirigió a Sirenia, mientras Ian comenzaba a hablar de nuevo con Izhan.

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30/03/2011, 03:32
Posadera

- Buenos días, señorita. ¿En qué puedo ayudarle?

La mujer trataba de sonreír, pero en su cara se notaba que le costaba sobremanera.

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30/03/2011, 03:33
Ian Turbrand

- Si, me gustaría que te pusieras en camino cuanto antes. No sé si necesitas algo más. O si quieres saber algo más, no sé muy bien como funcionais vosotros. Pero cualquier ayuda que necesites, dímelo.

Ian no hacía caso a la mujer. Le importaba poco que estuviese perdida, o que buscase a alguien. Le importaba más lo que aquel aventurero podría ofrecerle.

Sin embargo, éste parecía prestarle mucha más atención a la mujer rubia que al alcalde de Kingsholm.

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30/03/2011, 17:17
Sirenia

Sin oir, o al menos sin escuchar las palabras del enano, la joven se acercó a la posadera y dijo:

-Buenos días. Me gustaría comer algo. ¿Sería posible? Verá, venía hacia aquí y mis protectores cayeron enfermos de una extraña dolencia y murieron, fué muy desagradable. Desde entonces me he visto obligada a viajar sola, vengo agotada por el largo viaje y terriblemente hambrienta. ¿Qué tiene en el menú?

Hizo una breve pausa y, como si recordase algo, continuó diciendo: 

-¡Ah!, lo olvidaba, ¿Sabe si hay algún grupo de comerciantes que vaya a salir de la ciudad o algo?

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30/03/2011, 20:41
Izhan

En el momento en el que entró la mujer a la taberna, la mirada de Izhan se perdió en un mar de fantasías e inmediatamente dejó de prestar atención al posadero. Notó como Sharess le otorgaba su bendición silenciosamente y en un susurro mandó a Lover a dar un paseo alrededor del edificio, para comprobar que la chica realmente hubiese venido sóla.

La atención que le prestó a la chica, le dijo a primera vista que no tenía pinta de ser una mujer que fuese a aceptar como saludo un piropo que "se pase de la raya"; como el que había usado el enano. Así que teniendo en cuenta lo que tenía que hacer e ignorando al alcalde, se dirijió a la recién llegada.

- Disculpe...- Una vez que hubo conseguido atraer su atención, continuó hablando- Lamento el comentario de ese pobre desgarciado... Sólo usa las palabras que tiene en su vocabulario para definir una belleza tan radiante... Pero cambiando de tema... No he podido evitar escuchar tu lamentable historia mientras se la comentabas a la posadera... Yo también acabo de llegar a la ciudad y posiblemente vuelva a partir- Cosa que acababa de decidir ahora mismo, aunque ella no lo supiese- Así que podría acompañarte en el peligroso camino que se extiende fuera de la villa... La única condición es que tendría que esperar a que finalice un pequeño trabajo que me acaban de encomendar, y después no tendría ningún problema.

Le lanzó una sonrisa tratando de realzar los ojos amarillos que brillaban en su rostro.