Partida Rol por web

Entras en el apartamento y te encuentras a un Kurt furioso .-¡¿Donde has estado?!. ¡He estado tocando musica toda la noche!... ¡Y no habia nadie para escucharme!-. Su mirada esta cargada de violencia

Bastante atemorizada, trato de mantenerme lejos de él, no quiero que vuelva a pegarme. -Discúlpame Kurt, desperté y aún dormías y yo necesitaba un cambio de ropa. Tener la sangre de Sophy conmigo no me hacía sentir muy feliz.-

Intento verme tranquila y un poquito seductora. Se dice que se atrapan mas moscas con miel que con hiel y no quiero que Kurt esté furioso conmigo. -Aquí estoy para tí. ¿Seguirías tocando para mí?-

Se relaja un poco, y pasais a su habitación. El comienza a tocar. Conforme escuchas su musica tus sentidos se empiezan a activar de nuevo sin que puedas controlarlos. De pronto sufres de nuevo la agudeza que intenta perforar el alma de Kurt como lo hizo con los del campamento. Esta vez eres más consciente de ello; quizas ahora ya puedas controlar los limites de tus sentidos...

Otra vez esa extraña sensación me invade... ¿qué será lo que me ocurre? ¿Cómo hago para manejarlo? Debo interrogar más a fondo a Kurt sobre mis nuevas habilidades. Aunque tengo que esperar que esté de humor... ¿Podré manejarlo a voluntad?

No consigues perforar el alma de Kurt. Esta sera un misterio para ti; pero has sentido ya donde esta "el interruptor" que activa la acción. Podras controlar tus sentidos. Aunque no ves su alma si percibes de forma más precisa su musica. Notas donde estan la mayor parte de los defectos de su musica. Sus dedos frios y poco carnosos propios de el vampiro no acarician las cuerdas del mismo modo, y su voz suena diferente y menos humana por la falta de respiración; pero aun asi ni siquiera arreglar esto haria que sus letras fuesen tan geniales como las anteriores

Me relajo un poco, al lograr descifrar su música, aunque no su ser. Me quedo escuchando junto a él, un descanso no viene mal. Pero mi cabeza tiene mil preguntas que necesitan ser hechas. Esperaré un poco más. Quizas se calme lo suficiente para querer enseñarme algo nuevo sobre esta vida. O tal vez me cuente por qué dejó que lo convirtieran, perdiendo así lo que lo volvía realmente único... 

Cuando ha acabado deja su guitarra a un lado delicadamente y te mira con rostro cansado antes de preguntar .-¿Que opinas?-.

-Pues... para ser sincera, me gustaba más como sonabas vivo.- Decido no mentirle a Kurt. Me parece lo más sensato de momento. Me acerco un poco más a él.-¿Por qué dejaste que te convirtieran? Es decir... antes lo tenías todo...- Quizás sea un tema delicado, pero necesito entender su manera de pensar, por qué renunciar a la inmortalidad que le daría su música y cambiarla por esta no-vida. Después de todo, tengo que aprender a pensar cómo un vampiro.

Su mirada se pierde en el vacio, y su gesto se mantiene frio .-No pude elegir... Realmente pocos pueden elegir. Una vez llegado el momento o mueres, o... mueres. A ella le gustaba mi musica, y queria escucharla para siempre, pero tardo poco en darse cuenta de nunca volveria a sonar igual que antes. Los muertos no tienen el genio de los vivos... Somos sombras, reflejos de lo que fuimos. Como un paisaje de una foto en blanco y negro. A veces añoramos parte del color que hemos perdido, y sentimos la necesidad de robar un poco del mundo de los vivos-. Te acaricia el rostro como contemplando una obra de arte .-Con el tiempo te marchitaras, y lo que es peor... Te daras cuenta de que lo estas haciendo-.

Su reflexión me entristece. También me hace sentir un poco identificada. Yo no elegí esto. Yo no quería morir. ¿Así de triste es la vida de todos los vampiros? Pero la imágen de Michael y su sire me hace dudar de ello. Esos dos sí que parecían alegres.

Al evocar al joven vampiro, la cuestión de la supervivencia vuelve a mí. Un tanto tímida, vuelvo a interrogar a Kurt. -Oye Kurt... de camino aquí... me crucé con otros dos... ya sabes... como nosotros. Un vampiro nuevo, con su sire. Ellos dijeron ser Ravnos y le viejo me dijo que yo era, que nosotros eramos Toreador. ¿De qué estaban hablando?- Espero que no le moleste que le cuente todo esto. -Por cierto, ¿ya te has alimentado?- No sé bien por qué pregunto esto último. Tal vez es que tengo ganas de contarle lo bien que me ha ido en mi primera excursión.

Se enfada aunque trate de ocultar toda su ira.-¿Ravnos? ¡Te prohibo que te acerques a esos callejeros!. No son de ninguna secta y hacen lo que les apetece como si el mundo fuese solo un juego-. El tono resuena no hostil, pero si inflexible .-Te voy a contar algo que debes saber. Solo puedes contar con tu clan, y despues con tu secta. ¿Sabes que eres si no eres mi tostadora? Nada... Solo eso. Ellos no son nada. Vagabundos... No tienen ninguna aprobacion en el resto de la estirpe. ¡Escoria maleducada!-. Se relaja .-Somos del clan Toreador. Apasionados por el arte y lo bello. Eso es lo que solemos compartir los miembros de este clan y nuestra debilidad hereditaria...Todos nosotros tenemos algo que por su hermosura nos hace debiles. Cuando vemos algo personalmente sublime entramos en un estado de shock. ¿Aún no has descubierto tu debilidad?-. Se le olvida contestarte a lo de la alimentación

-Pues... no... no creo. ¿Cómo lo sabré?- Estoy un poco ida. Mis pensamientos se dividen entre lo que intento sonsacarle a Kurt y lo que acaba de decirme. ¿Escoria? ¿Vagabundos? No es lo que parecía. Se veían tan amables... Volviendo a la realidad, trato de centrarme un poco en lo que a mi clan se refiere. -¿Y tenemos alguna especie de jefe? Creo recordar que mencionaste que te habían autorizado a convertirme... ¿eso también está restringido?- Las preguntas se me agolpan en la boca. Es tanto lo que debo aprender, es tanto lo que deseo saber...

.-Lo sabras cuando te quedes inmovilizada en presencia de tu debilidad. En la ciudad tenemos un Principe que es el rango más elevado dentro de la Camarilla en cada urbe. Cuando llegue el momento lo conoceras... Esta prohibido abrazar; convertir a humanos por cuenta propia. Hay que mantener el equilibrio entre numero de depredadores y presas. Ocultamos nuestra existencia a la opinión publica; y esto nos facilita las cosas. Es lo que llamamos la mascarada. La violación de esta mascarada se pena con la segunda muerte. La camarilla organizo las reglas de esta mascarada. Estas reglas las llamamos seis tradiciones y tarde o temprano tendras que aprendertelas de memoria: No matar a otros vampiros. No hacer Vasallos sin permiso. No revelar la verdadera naturaleza a seres humanos. Respetar el dominio de otro vampiro. Responsabilizarse de las acciones de los Vasallos mientras esten al cuidado de uno. Por último, manejar el dominio propio-. Parece aburrido por tener que explicarte estas cosas

Todo esto que parecía aburrir a Kurt, a mi me estaba resultando de lo más interesante. Desde la noche anterior en la que mis dogmas se habían visto vueltos de cabeza, quería absorber todo lo que pudiera en el menor tiempo posible, conocer minueva naturaleza y estudiar las complejas normas que mi nueva vida parecía tener. Pero tampoco iba a extralimitarme. Algo en mi interior me advertía que, por ahora, me convenía llevarme lo mejor posible con mi creador. Y, a pesar de todo, sentía afecto por él.

-Bien, no quiero cansarte con todo esto, pero comprenderás que estoy ante un mundo nuevo y me muero, vaya ironía, por conocerlo.-

Me acerco a Kurt, con una sonrisa pícara en el rostro.- ¿Salimos un rato? Me gusta la noche y quisiera que nos divirtamos un poco- agrego guiñandole un ojo.

.-Vale... ¿Quieres ir a algún sitio en concreto?-. Se rie un poco .-Tengo ganas de enseñar mi nueva tostadora al resto de la secta de la ciudad-. Dice bromeando

-Jajajaj, sí que eres cruel, ¿eh?- le digo riendo. -Me da igual, llévame a algún lugar entretenido, donde puedas "lucirme"- le digo poniéndole comillas con las manos a la última palabra, siempre en tono divertido.

Os vais del edificio. Ambos saludais al portero que os hace una reverencia al pasar. Kurt tiene un Dodge Challenger. Un coche un poco retro escogido por los particulares gustos de Kurt.

Maquillado con su particular camuflaje de "no soy un famoso muerto", te va contando al volante anecdotas de cuando componia. La mayoria de ellas son muy conocidas por sus grupies de la epoca. ¿Por que el titulo de la cancion smells like teen spirit?, y otras del mismo corte...

Llegais al recinto ferial desde el que se ve la Space Needle. Alli parais delante lo que parece una macrodiscoteca. Kurt te comenta .-Esto es el Eliseo. Aqui no se pueden usar habilidades vampiricas ni actuar de forma violenta. Ni siquiera el Principe de la ciudad puede violar esto... Las buenas maneras son muy importantes-. Te mira con cierta desconfianza. Un hombre te abre la puerta del coche educadamente. Otro le pide las llaves a Kurt para aparcarle el coche.

-Guauuuu, que bella máquina- siempre me he sentido atraída por la onda retro y este auto se ve muy bien restaurado. -¿A quién tengo que matar para conseguir el mío propio?- agrego en tono de broma.

La charla resulta interesante, quién iba a suponer que iba a conocer los secretos más jugosos de Nirvana contados por su propio creador.

Al llegar considero su advertencia como parte de mi aprendizaje. Lo miro un tanto mosqueada porque no confía en mí. -No te preocupes, no suelo ir por los bares buscando bronca- Luego, ya sin ironía le pregunto. -¿Hay algo más que deba saber antes de entrar? ¿Debo hacer reverencias o algo así? ¿Como trato a los vampiros más viejos que yo? No quiero ser en verdad una tostadora- le digo un poco nerviosa por el siguiente encuentro con otros no-muertos.

.-De momento no hagas nada. Comportate con naturalidad y no hables con nadie que no hable contigo primero-. En la puerta hay dos seguratas enormes y trajeados con su tipico pinganillo gafas de sol y pelo engominado. Por dentro es todo lujo. Cuadros antiquisimos en las paredes, sillones de cuero, televisores de plasma, suelo de parquet pino melise y alfombras de seda. Justamente todo lo contrario que invita a pensar la macrodiscoteca desde el exterior. Kurt te lleva a un sofa que esta libre y apartado de toda actividad. Parece muy nervioso. Al fondo de todo hay un escenario y sobre el un geisha toca el shamisen. Su suave musica se trasmite por altavoces a toda la sala. El movimiento de la sala es variado, pues hay sitios en los que existen debates acalorados, otros en los que tienen una actitud más intima, y otros en los que sencillamente escuchan la musica.

Guau, cuanto lujo.

Entro y observo todo, tratando de registrar hasta el mínimo detalle de ese lugar. Me siento un poco intimidada, cuando estuve viva no conocí ningún lugar tan glamoroso y ostentoso. Sigo a Kurt muy de cerca y me siento junto a él. Estoy a punto de sugerirle que vayamos por una bebida, aunque ¿qué se supone que bebamos?, cuando su spalabras resuenan en mi cabeza. No debo hablar con nadie que no me hable primero... ¿eso lo incluirá a él también?.

Sin saber qué más hacer, me quedo observando alrededor, quizás haya gente interesante con la que pueda conversar un rato... si se dignan a hablarme.