Partida Rol por web

En esta escena podéis comunicaros con vuestro nuevo compañero cada vez que queráis (cada vez que queráis hacerlo escribiréis un post único con un diálogo referido expresamente a esa persona) mientras tanto, ambos continuaréis narrando individualmente en modo "solo director" aquellas escenas que no sean diálogos y que vuestro compañero no pueda ver.

- ¿Ho... hola? ¿Alguien puede oírme? No pensaba que las comunicaciones se fueran a restablecer tan rápido. ¿Hay alguien ahí? - dijo rápidamente.

No lo podía creer, incluso estando en esos momentos allí mismo, con el teléfono en mano y escuchando la voz de un hombre desconocido sonando por el otro lado, era demasiado dificil de creer. Terminó por sentarse correctamente en una de las camas que habia en la habitación para de esta manera poder hablar de una mejor manera, siempre con su vista en la puerta por la que acababa de entrar y su mano libre sujetando la pistola. No sabia si en algún momento podía suceder algo y no quería ser sorprendida de repente.

—¡Si! Puedo escuchar... dios pensaba que no existían las comunicaciones por el momento. ¿Quien eres? Mi nombre es Kate... Kate Kenneth, comandante de las fuerzas especiales... ¿Tienes alguna informacion del mundo exterior? O estas como yo, atrapado en estas... cosas.— Comentó despues.

Cuando escuchó la voz de Kate separó el teléfono de su oreja y casi lo dejó caer al suelo, después de la sorpresa inicial lo volvió a llevar hacia su oreja, haciendo que el móvil emitiera un sonido al hacer este movimiento.

A continuación, con la voz cortada, dijo:

- ¿Kate? Kate... eh... ¿las fuerzas especiales? yo no... yo no tengo idea de nada de esto. Me puedes llamar Ángel. Oh dios, pensaba que nunca iba a escuchar otra voz que no fuera la mia. Si llamas a este número por algo en concreto, tengo que decirte que desgraciadamente no soy su dueño...

No se nada de lo que hay fuera, casi no se ni donde me encuentro, solo se que estoy encerrado, cuando he escuchado este trasto sonar pensaba que me estaba volviendo loco. El dueño de este teléfono lamentablemente no está entre nosotros, sucumbió a la enfermedad a los pocos días de que esta cosa se cerrara, ni siquiera es de mi propiedad. ¿Como es que hay comunicaciones, podéis sacarme de aquí?

—¿Ángel?... Vale, vale... Entonces Ángel, realmente también encontré este teléfono por coincidencia, registrando la habitación donde una familia se estaba quedando, por el momento estoy sola... Lamento decirte que no tengo idea de qué pasó realmente, no tengo comunicación con ninguno de mis superiores u otros compañeros, tan solo este teléfono tiene señal al parecer, asi que tampoco tengo buenas noticias lamentablemente.

¿Donde estas? En uno de los búnkeres supongo... Dices que no tienes idea de nada ¿Verdad? ¿Como es que llegaste a terminar en el búnker entonces? Tal vez podemos salir, las personas que se supone estaba protegiendo como parte de mi misión al parecer salieron al exterior, aunque no se que tan peligroso pueda ser hacerlo... ellos al menos ya no están aquí—

Cuando escuchó que estaba también atrapada volvió a hablar a un ritmo normal.

- Bueno es un avance si nos podemos comunicar. Sobre como acabé en este refugio sinceramente ni yo mismo lo se, es una historia bastante larga y solo estoy yo para contarla ahora mismo. Me temo que su legitimo usuario falleció incluso antes de que yo llegara. 

No se cuanto tiempo tendremos la suerte de poder hablar, así que intentaré ser lo mas conciso posible. Cuando entré aquí venía de una zona rural donde el rio se tiñe como el vino. Lo único que se es que estaba cerca de la provincia de Huelva. No se si es seguro salir, mis acompañantes no duraron mucho tiempo expuestos a lo que sea que les hiciera enfermar ahí fuera, tengo una teoría poco fundada, quizás ellos estuvieran mas cerca del foco principal de lo que solo Dios sabe que explotó, y por eso en un tiempo de exposición breve pero mas cerca de los impactos acabaron sin vida.

Como digo, es una suposición y realmente no tengo ni idea, llevo aquí veintidós dias encerrado. Si esto es un castigo divino no nos quedará mas remedio que cumplir nuestra penitencia. 

¿Como salieron tus protegidos? ¿Te informaron tus superiores de algo? Si tienes información a la cual un civil no pudiera acceder en su momento te ruego que la compartas conmigo, me voy a volver completamente loco aquí dentro.

Dio un suave suspiro a través del teléfono, no sabia cuanta pila le quedaba al mismo realmente —Es un gran avance... aunque es raro que solo estos teléfonos tengan señal, bueno ese no es el caso por el momento. Entonces asi es como llegaste a tu búnker, yo debo estar por las zonas de pozoblanco si no equivoco, aunque ya estuve aquí tanto tiempo que no se ni en que dia vivo... Mi escuadrón se encargaba de trasladar de manera seguro a grandes políticos, por cosa del destino termine encerrada con aquellos a los que estábamos protegiendo mientras que el resto de los hombres se quedo afuera, supongo que no sobrevivieron...

¿Cómo salieron? Esa es una buena pregunta, no tengo la mas minima idea, al parecer la puerta hacia el exterior tan solo... se abrió, aunque estaba hablando uno de ellos sobre algo de ir a otro lado, no pude escuchar estaba a punto de tomar una ducha... Esta cosa solo tenia un quince por ciento cuando te llamé, espero que no termine muriendo la pila por el momento.

Lamento decir que no tengo mucha información... los escuadrones como los que yo comandaba estábamos solamente capacitados para escoltar a las personas a los búnkeres, pensaba que era solo un simulacro y esas bombas solo eran un rumor, hasta que todo esto sucedió claro... mas allá de que las bombas eran biológicas según los rumores que llegue a escuchar, no se mas... lo lamento

¿No sabes si en donde estas tambien se abrió la puerta al exterior? Tal vez fue algo que sucedió en general...

Mientras estaba hablando con aquel hombre desconocido por el momento, Kate de igual manera tomó con la mano que tenía libre la radio que usualmente utilizaba para comunicarse con el resto de sus compañeros y otros escuadrones. Presionando el botón correspondiente para ver si tenía señal o aun seguía de la misma manera que habia estado las últimas semanas. No sabia que hacer, pero aun con el teléfono en mano, se puso de pie para tambien ver si encontraba algo mas de utilidad en esa parte de la casa que aun era relativamente nueva para ella.

- 37... Dia 37 desde la lluvia de ruina. También llevo la cuenta del dia que sería en el mundo de antaño. 5 de Marzo del 2022. Aunque eso poco importa ya.

La puerta de esta cosa se cerró sola el primer día que entré. Los sistemas parece que no están funcionando y no hay quien la abra sin ayuda de la electrónica del lugar. Si tus clientes salieron quizás estaría programada para una apertura en una fecha concreta.

De todas maneras voy a volver a echar un vistazo, no cuelgues. 

Cuando terminó la última frase, separó el teléfono de su oído, y se acercó hasta el mecanismo de la puerta del bunquer, para intentar averiguar si había alguna forma de salir, y si era seguro hacerlo.

Mientras se movía y rebuscaba, la persona que estaba al otro lado del teléfono le podía escuchar trastear y moverse.

—Así que treinta y siete días... Dios sabra como habra quedado el exterior despues de que todas esas bombas explotaran, bueno no tenemos mucho tiempo para pensar en eso en estos momentos, nuestra comunicación en estos momentos es bastante limitada, asi que debemos ver como salir de estos búnkeres lo mas rapido posible... Bueno en realidad yo podría hacerlo en estos momentos, pero no se que tan riesgoso sea, despues de todo fueron ataques biológicos...

Ve a ver si la puerta de tu lado también se abrió, sigo al teléfono no te preocupes. Estoy buscando algo que pueda ser de utilidad también, de todos los días que hemos estado dentro de estas cosas nunca pude entrar a la habitación de la gente a la que cuidaba, ruego por encontrar algo mas que sea de utilidad, ademas de este teléfono claramente—

Rebuscas por el búnker algo que pudiera serte de ayuda, encuentras un cargador de móvil (para más información, tienes un Nokia por lo que la batería puede durar días y días), una mochila y un mapa.

Puedes elegir varias cosas que hacer. Pero antes debes decidir si salir de allí o no.

Notas:

- Te encuentras en Riotinto (Huelva).
- Tu familia se encuentra en Nerva, a 10 minutos en coche o 1 hora andando.
- Kate se encuentra en Pozoblanco (Córdoba), a 3 horas en coche o 2 días andando.

De repente, el móvil que tienes sobre la oreja vibra en una ocasión. Compruebas que lo que ha vibrado es el indicador de batería, te queda un 5%. A la velocidad que ha disminuido la misma crees que te queda para unas frases más antes de que se apague el móvil. Mientras hablas con tu compañero revisas el búnker, aparte de lo que encontraste en la habitación de los políticos, hay una mochila equipada con provisiones. Además de tus pertenencias. No hay ningún cargador cercano.

Al accionar la radio que portas para comunicarte con tus compañeros, no oyes respuesta por parte de ellos. Quizás se hayan deshecho de la radio o incluso algo peor, podrían haber muerto.

Dudas entre qué hacer. No recuerdas haber visto ningún traje anti-radiación durante tu estancia en aquel búnker.

Debes decidir qué hacer. Salir o quedarte allí. No sabes tampoco si fuera hay medios de transporte.

Notas:

- Te encuentras en Pozoblanco (Córdoba).
- Ángel se encuentra en Riotinto (Huelva), a 3 horas en coche o 2 días andando.
- Tu familia está en Pozoblanco (pueblo). A una hora andando o 10 minutos en coche.
- Te quedan unas últimas palabras más de batería, lo que digas definirá si en un futuro te reencuentras con él o no.
- Posible punto intermedio de reencuentro con Ángel: Granja de Torrehermosa (Badajoz) a 1 hora en coche y 15 horas andando. (Él tardaría unas horas más en llegar andando).

Todavía al teléfono, contestó a Kate:

- Efectivamente, la puerta se ha abierto. Me voy a alejar unos cuantos metros para ver que demonios me encuentro fuera, ni siquiera se si es seguro respirar ahí fuera, tengo un cargador de móvil así que de momento puedo conseguir llenar la batería con los generadores del refugio. Te informaré con lo que encuentre fuera. -

Alexander recogió las provisiones que encontró dentro del Bunker, y las guardó dentro de la mochila. 

Hecho esto, se acercó hasta la salida del refugio, y abrió la puerta para echar un vistazo a lo que se encontraría fuera. Con la mochila en la espalda, se adentró unos cuantos pasos hacia el exterior, con la puerta del refugio a su espalda, para poder volver rápidamente en caso de que fuera necesario. 

Quería ver los alrededores y comprobar que era seguro antes de salir definitivamente.

Tus pies se detienen a la salida del búnker. Estas son las vistas que se te presentan, una brisa de aire caliente hace que el flequillo se ladee ligeramente hacia atrás. Lo único que ves es paisaje y una moto a la derecha.

—Demonios... tengo solo un cinco por ciento de batería y no tuve éxito en encontrar algún cargador o algo por el estilo, se cortara pronto pero creo que saldré de igual manera al exterior, estar aquí me esta matando lentamente y no lo soporto, escucha mi familia esta aquí mismo en pozoblanco, dijiste que estabas en Huelva ¿No? Podemos encontrar un punto intermedio para encontrarnos... No lo se tal vez en Granja de Torrehermosa, es lo único que se me ocurre, considerando que la pila de esta cosa no tardará mucho en morir.

Yo iré hacia allá en cuanto vea los alrededores y compruebe que tan peligrosa es la zona...—

Una vez mencionó esto, dio un suave suspiro, seguramente el teléfono estaba a nada de morir por lo que era mejor dejar un punto de encuentro de una vez, si el hombre que estaba del otro lado de la línea estaba en su misma situación, era sin duda una buena idea dejar la posibilidad de un encuentro con el, para asi poder unirse a alguien en esa situacion completamente asquerosa (Al menos lo era para ella en esos momentos) Sin mas despues de decir esto y sabiendo de sobra que el teléfono no tardaría mucho en apagarse, se decidió por fin a salir al exterior, seguía con sus dudas pero simplemente ya no era óptimo quedarse encerrada, incluso los políticos que se supone, debía proteger no estaban mas allí.

Sin perder mas tiempo, se colocó la mochila con provisiones que habia encontrado, para de esta manera revisar que el equipo militar que tenia puesto estuviera en buen estado antes de salir, por lo menos tenia armas y munición considerando que no habia utilizado nada al momento de cumplir su misión, despues de esto, por fin tuvo que hacer aquello que en un principio no habia hecho, salir al exterior y ver como es que habia terminado todo despues de tantos dias desde aquel desastre. El plan que se le metió en la cabeza era, naturalmente ver si su familia estaba en donde se supone que tendrían que estar, aprovechando que estaba en Pozoblanco y despues, tomar dirección hacia Granja de Torrehermosa, en donde le habia dicho al hombre que iría. 

Esperaba que estuviera su familia a salvo, aunque con el pesar mas grande dentro de ella, se estaba preparando para lo peor, echó un último vistazo al bunker que dejaria atras y sin mas, tomó una bocanada de aire antes de salir al exterior, con sus armas bien a la mano por si acaso.

-Genial, me parece un buen termino medio, quizás consiga algún medio para llegar antes, de lo contrario tendré que ir a pie, tengo familia entre medias así que quizás tenga que velar por su seguridad también, espero que lo comprendas Kate. Ahorra batería y te volveré a llamar en cuanto me acerque a la localización que hemos decidido, o si surge alguna emergencia, también te enviaré un SMS por si acaso. cuidate.-

Cuando salió, una extraña sensación recorrió su cuerpo, y sus ojos tardaron unos instantes en acostumbrarse a la luz natural. Después de tanto tiempo confinado en ese refugio, le parecía estar en otro planeta ahora mismo.

Muchas cosas se le pasaban por la cabeza, pero el instinto de supervivencia tomó las riendas de sus acciones, y dio un vistazo por el perímetro para asegurarse de que no había ninguna amenaza.

Ser consciente de sus alrededores era una norma básica que seguía en situaciones de su trabajo cuando se encargaba de animales salvajes potencialmente peligrosos, así que aquí no sería menos.

Mientras investigaba, se acercó a la moto que recibió casi como un regalo divino, e intento ver si arrancaba mientras echaba un vistazo a la aguja que marcaba el nivel de combustible, y al mismo tiempo al tanque de este, por si la aguja llegara a dar una medición erronea.