Partida Rol por web

Con mi rifle cargado y preparado acompaño al señor Thawne y le resguardo mientras presto atencion al inmobiliario y a las computadoras.

Algo raro ocurre con los ordenadores. No es que tengan un firewall, ni contraseñas, ni ningún sistema de seguridad que conozcas. Simplemente parece que se resisten a darte la información que buscas, o a ejecutar los comandos que introduces. Todo se vuelve a quedar como estaba cuando intentas cambiar algo.

No sé qué sucede con estas computadoras, señores. Hay algo extraño aquí... Como si las mismas máquinas se negaran a ser exploradas, y su información extraída. Debe ser alguien controlándolas en alguna otra parte de la estación, o quizás desde afuera de ella. Es lo que se me ocurre... - digo mientras sigo intentando acceder a las computadoras, sin éxito.

-Bueno, tanto si las controlan desde aquí como desde fuera necesitarán de algún tipo de red informática para hacerlo. ¿No podemos buscar el punto de conexión de esa red en la estación y desconectarlo? Algo así como un router o un servidor- especulo.

El ruido de la maquinaria me resulta molesto, si hay alguien bien podría estar disimulando sus movimientos con ese dichoso estruendo.

-Yo aún diría más: ¿La forma más rápida de apagarlo todo no sería directamente desde la sala de máquinas? Y nos dejamos de tonterías y de que jueguen con nosotros como marionetas. Qué router ni que pollas, vamos a estirar del enchufe, y si no hay enchufe pues a darle a la palanca. -Propongo algo mosqueado por la forma en cómo nos han toreado y el hecho de que aún no hayamos visto a ningun enemigo... vivo.- Si la estación se para y resulta estar vacía nuestra misión habrá acabado y que se encarguen los técnicos o quien haga falta. Revisamos que esté despejado, apagamos todo y nos llevamos al superviviente. Ya se encargarán otros de investigar, igual solo ha sido un virus o algo así introducido por alguien con macabras intenciones... ¿Ciberterroristas? ¿Es posible?

Supongo que se podría encontrar la máquina "madre" rastreándola, pero con este equipamiento creo que llevaría mucho tiempo. Por más descabellada que suene la idea del soldado Clostermann, creo que tiene razón... Podríamos ir a la sala de máquinas y desconectar toda la energía de la planta* - digo mientras sigo explorando las computadoras.

- Hmmm... Desde luego apagarlo todo es nuestra mejor opción. No se que pretenden esos terroristas...si es que son terroristas... haciendo funcionar la plataforma, pero dejarlos a ciegas los retrasará bastante. Vamos entones a la planta eléctrica

Al salir de la sala de ordenadores seguís las señales que indican la situación de la planta eléctrica

Entre el zumbido de las máquinas, distinguís claramente algo más. Son voces humanas, y parece que repiten a coro una misma frase, una y otra vez. No podéis distinguir lo que dicen pero está claro que es "raro".

El sargento Castlewick, sin embargo, sigue avanzando hacia la sala eléctrica. No parece haberse percatado de las voces, pero lo que ocurre a continuación nadie lo podría haber anticipado.

Una serie de cables de acero caen del techo, y como si estuvieran dotados de vida propia, se agarran al cuerpo de Castlewick.

- ¿¡Pero que cojones!?

El sargento dispara su rifle al aire, pero no sirve de nada. Con un escalofriante sonido parecido a un latigazo, los cables alzan en volandas al sargento, y acto seguido las luces comienzan a parpadear mientras los cables se electrifican. Las luces vienen y van durante unos segundos mientras se oye el sonido de la electricidad recorriendo el cuerpo de Castlewick. De repente, todo cesa, las luces vuelven a la normalidad, y solo queda el cuerpo de Castlewick colgando inmóvil del techo, rodeado de un nauseabundo olor a carne quemada.