Partida Rol por web

Hacia ya meses que la boda se había llevado a cabo, tras ser un hombre casado Morded tenia derecho a mudarse a una casa propia junto a su esposa y no tardaron en hacerlo, por que durante el tiempo que se llevaron a cabo los preparativos para la boda también se fue construyendo la casa de la futura pareja.

Como cada atardecer Morded llego, vendría de la taberna o de entrenar pero siempre al anochecer regresaba para cenar a casa.

-¡Alex! -Saludo, entrando por la puerta- Ya he llegado, hoy he vuelto a derrotar a Jener... Creo que cada día se vuelve mas torpe.

Llevaba todo el dia ansiosa, de echo normalmente ayudaba a Sara, que era una mujer que nos ayudaba en la casa que tenia una leve cogera, peor hoy estaba tan tensa que me temblaban las manos hasta para coger un cuchillo. Morded... Era un buen hombre y se habia portado genial conmigo, pero... yo tenia la sensacion de que algo fallaba y... que apesar de lo que eramos siempre habia algo que nos distanciaba.

Pero esta vez... Cuando escuche su voz pedi a Sara que se marchara, total la cena ya estaba lista solo habia que destaparla en la mesa, pues al llegar el anochecer siempre teniamos todo listo. Rapidamente apareci ante el, por alguna estupida razon me puse el vestido que llevaba le dia que nos prometio su padre, no lo habia puesto desde ese dia, ni creia que el fuera a percatarse, pero... aun no sabia que decir - No seas malo con el, lo que necesita es que le busques una buena mujer...

Mi nerviosismo era palpable en mi actitud corporal... Por no decir que sentia uqe algo follaba y mira si fallaba...

Morded observó a su mujer con detenimiento, podia ser que la memoria no fuera su fuerte, pero era observador.

-Ese vestido resalta tus ojos, estás tan bella como el dia que nos conocimos.

Después la tomo por la barbilla con un par de dedos y la acercó para besarla, como solia hacer normalmente. Era un gesto que podia parecer brusco, pero el barbaro lo hacia con gran delicadeza.

-¿Que le busque una mujer? Ya es adulto como para buscarla, no quiere comprometerse porque sabe que yo tengo la mejor y sería como admitir su derrota... Pero te veo inquieta Alex.. ¿Ocurre algo?

Cuando dijo lo de mis ojos y el vestido no pude evitar sonreir tontamente pues que se acordara me resulto algo ams que entrañable. Hacia meses que comenzamos a preocuparnos porque no me quedaba en estado... de echo nos habiamos distanciado mucho y yo estaba con un miedo constante a que terminara dejandome sola, y ya me habia acostumbrado a la tranquilidad de ser su mujer, a lo bien que me sentia por serlo.

- Yo... bueno... iba a esperar a desppues de la cena pero... supongo que nunca se me dio bien ocultar mis emociones... - Dije sonriendo y cogiendo su mano llevandola a mi vientre - ¿No te has dado cuenta que hace dos cambios lunares que no tengo sangrados? - Me mordi el labio, esperando su reaccion, esperando ver que pensaba el, como reaccionaba, pues el primer mes no dije nada, pues no queria dar falsas esperanzas, pero ahora ya estaba claro...

Comenzó a mirarla extrañado, como si no supiese que decir, se volvía a sentir confuso como el primer día que la vio llegar a los campos de entrenamiento y su padre le anuncio que era su prometida.

-Pero, si no has sagrado, eso quiere decir...

Poco a poco su mente fue llegando a lo evidente, su expresión cambió a una enorme sonrisa, tomo a la chica por la cintura y la elevó sin el menor de los esfuerzos.

-¡Llevas mi semilla! -La acercó en el aire para besar su vientre, y luego la hizo descender con delicadeza, beso sus labios y la abrazó. Seguramente el abrazo mas emotivo que jamas le había dado.- Habrá que organizar festejos, la noticia tiene que llegar hasta los mismos desiertos del sur y lo que es mas importante... Avisar a los chamanes, ahora no te puede faltar de nada.

Una cosa estaba clara, Morded no poíia ocultar su excitación por la noticia, poco le faltaba para salir el mismo a las calles a pregonarla.

Su reaccion me hizo sonreir mientras me alzaba, y el gesto de besar mi vientre me parecio de lo mas bonito que habia visto, por no decir que su abrazo de despues fue el mejor que habia sentido en sus brazos. Cuando comenzo a decir lo de los chamanes lo de los festejos y ver lo excitado que estaba mi sonrisa se quedo grabada, yo siempre habia querido ser madre y una parte de mi tambien habia perdido la esperanza de conseguirlo.

- Ya pensaba que no ocurriria... tenia miedo de no poder ser madre... o que tu dejaras de quererme por no poder darte hijos... - Le dije con sinceridad casi con lagrimas en los ojos, vidriosos pero de felicidad no de tristeza.

Negó con la cabeza, negando las palabras al tiempo que ordenaba sus pensamientos. También era cierto que el empezaba a preocuparle que no llegase un retoño. ¿Pero hasta tal punto como para dejar de quererla? Era difíicil de creer, la familia era algo muy importante.

-Si los dioses no nos han bendecido antes es por que aun no era el tiempo de este pequeño, Eidolon lo bañara con su luz para que realice grandes cosas.

Volvió poner la mano sobre el vientre de su esposa, como si ya pudiese sentir lo que crecía en su interior.

-No me importa que sea varón o no, sera educado para la grandeza.

Su alegria me inspiraba una tranquilidad y proteccion que creeia que ya habia perdido por no poder darle descendencia, normalmente me costaba el que las muestras de afecto me salieran solas, pero en este caso me mantuve abrazada a el y meti mi mano bajo su camiseta acariciando su espalda y apoyando mi cabeza en su pecho, sintiendo sus latidos.

- Celebremoslo hoy nosotros, he traido un vino dulce del mercado, y mañana demos la noticia - Le propuse sun separarme un apice de el, queriendo volver a sentirme bien.

Mantuvo el abrazo durante un buen rato, sintiendo la calidez de su cuerpo. Morded tampoco era demasiado dado a las muestras de afecto, pero ese momento bien lo valía. Besó a su amada en la cabeza y la separo levemente rompiendo el abrazo, aunque aun sujetándola por la cintura mientras servia el vino en un par de vasos.

-Es como la primera vez que bebimos juntos, aquella vez celebrábamos que nos uniríamos en unas pocas lunas. Hoy celebremos que la sangre de nuestra sangre se unirá a nosotros en unas lunas también. Aunque por aquel entonces, apenas si eras capaz de mirarme a los ojos mas de unos segundos.

Quella noche pase de una manera que nunca habia sentido con el, apreciaba a Morded pero no sabia si el me queria o yo lo queria a el, de esho esas dos palabras jamas habian salido de nuestra boca... yo habia sido como quien dice un regalo de su padre y el para mi, la seguridad que jamas hubiera pensado tener, pues en los ultimos meses sali mas a la calle que en toda mi vida.

Cenamos, charlamos, y aquella noche me poseyo de una forma totalmente distinta... calida... Los dias fueron psando, la noticia llegaba a las tribus y los agasallos y felicitaciones tambien. Finalmente mi barriga ya empezo a notarse y con ello vienieron los complejos, pues comence a salir menos, a notarme horrible, inchada... 

A medida que pasaba el tiempo, el vientre de Alexandra crecía como señal del buen desarrollo de la criatura que crecía en su interior. Y del mismo modo parecían crecer los problemas y complicaciones. Morded ya había perdido la cuenta de las veces que le había dicho que seguía siendo la mujer mas hermosa de la siete tribus, y lo decía con sinceridad. En aquellos momentos la amaba mas que nunca.

Ya era noche cerrada cuando el bárbaro regreso a casa claramente fatigado, llevaba algo con sumo cuidado entre las manos y al llegar a la habitación dejo caer un puñado de fresas y frutos del bosque sobre una mesilla.

-Solo quedan en los bosques de las Bloodmoon, me han permitido traerlas por ser hijo de quien soy, por los dioses no te las termines de una sola, o mañana tendré que ir hasta el Imperio para encontrar mas..

Curiosamente no era una orden de las que estaba acostumbrado a dar, mas bien una suplica. Pues si fuera necesario bien seria capaz de ir hasta los mismísimos desiertos de sur si supiese que allí había mas.

Estaba acostada en la cama pues a medida que el embarazo iba aumentando mi cansancio tambien, habia veces que hasta pensaba que no podria soportar el parto y mi miedo por el dia que la criatura decidiera salir aumentaba tambien.

Cuando llego Morded sonrei, pues cada dia que pasaba y el marchaba lo extrañaba mas, me habia acostumbrado a su presencia, a sus cuidados... Al ver lo que dejo en la mesita sonrei y lo cogi del brazo para que se sentara conmigo en la cama y me incorpore para besar sus labios.

Esta es la razon por la que me gustan tanto... - Cogi un par de moras y me las lleve a la boca, mi otra mano guia la suya a mi vientre y pudo notar como el bebe se movia en mi interior. - ¿Mañana podrias quedarte con nosotros...? - Pregunte en tono meloso, pues me senti vulnerable estos dias y necesitaba de su presencia.

Ver la felicidad reflejada en su esposa sirvió para convencerlo de que el viaje había valido la pena, y sentir al fruto de su semilla cada vez mas activo le hacia estar lleno de orgullo.

-Si, claro, siempre y cuando mi padre no me requiera para nada.

Desde que se había casado y había comenzado a formar una familia su padre siempre lo hacia llamar cuando tenia que reunirse con el líder de alguna tribu, lo estaba preparando para que el día de mañana fuese un buen líder y que ya los conociese bien a todos.

-Creo que nunca me he quedado un día entero en casa desde que era niño... Bueno, a parte de las veces que he enfermado. Pero por vosotros me quedare... Y le contare a nuestro pequeño hazañas de su padre.

Tire de el aun mas tumbandolo en la cama a mi lado y recostandome sobre el, metiendo mis manos bajo su ropa para acariciar su piel mientras volvia a centrarme en sus latidos, sintiendo su mano en mi vientre...

- Podemos salir al mercado, asi podre comprar unas telas nuevas, y despues pasar el dia juntos, no se por que pero me siento apagada ultimamente, creo que tu criatura me esta robando las energias - Le dije bromeando mientras lo miraba a los ojos y volvia a elevarme un poco para besarlo.

Se recostó sobre la cama, apoyando la cabeza en el respaldo de la misma, sin apartar la mano de su vientre, la otra se coloco bajo el camisón acariciando la espalda desnuda siguiendo la linea que marcaba la columna vertebral.

-Eso es señal de que nacerá fuerte, pero debes alimentarte bien en ese caso, no quiero que el parto te consuma.

La preocupación se notaba en su voz. Morded sabia que había algunas mujeres que no eran capaces de resistir el parto, pero confiaba en los dioses, si le habían dado estos regalos serian crueles si se los arrebataran sin mas.

Lo mire con una sonrisa y acaricie su mejilla - Tranquilo... no debes preocuparte por eso, ya lo hago yo bastante. - Pues las mujeres que no solian soportarlo eran menudas como yo... - Estas crecindo como hombre Mor, seras un gran lider y un gran padre y maestro, y yo estare aqui para verlo, ademas... ¿Quien te volveria loco con pedidos extraños si te dejara? - Le dije alargando mi mano de nuevo a las fritas silvestres y llevandomelas a la boca.

Tras ello le di un beso con sabor afrutado mientras mi mano volvia a su torso.

Tras el afrutado beso, el mismo estiro un brazo para tomar uno de los frutos y comerlo.

-Ha sido todo gracias a ti... y a nuestro pequeño, gracias a ambos. -Dijo volviendo a acariciar con delicadeza el vientre de su esposa.- Antes te veía como un premio que quería tener, ahora he comprendido que sois el mayor tesoro y que debo cuidaros.

La miró a los ojos fijamente y la besó con calidez, para sellar las palabras.

-Ahora admiró mas aun a mi padre, no solo ha sido capaz de proteger y educar a una familia, si no a toda una tribu... Y algún día tendré que tomar su testigo y nuestro hijo recogerá el mio.

- ¿Como un premio? - Pregunte con curiosidad pues me habia echo gracia esa comparacion la verdad, y mi rostro lo reflejaba. - Tu padre es un gran hombre y ha criado a otro hombre tan bueno como el, y tengo claro que tu haras lo mismo, doy gracias cada dia a los dioses por juntarme contigo.

Me sentia comoda con el alli a mi lado y cada vez esta mas sobre su cuerpo - ¿Aun me ves preciosa? - Pregunte en tono meloso, pues cada vez me tocaba menos, y ya no sabia si tenia miedo hacerme daño o es que ya no me deseaba, y eso hacia que los miedos volvieran. El embarazo me estaba volviendo loca sin dudas.

Si algo bueno tenia Morded es que no tenia pelos en la lengua, y era honesto, puede que meditase antes de decir algo pero cuando abria la boca, todas las palabras eran autenticas.

-Claro, la mujer mas hermosa de las siete tribus* y eras toda para mi, y para siempre. Nadie podia competir con eso. En aquellos tiempos era en lo unico que pensaba... -Suspiró con nostalgia.- Solo me preocupaba por mi mismo y que nadie me superase en nada... Si nuestro hijo sale a mi nos dara mas de un dolor de cabeza como yo se los di a los mios.

Despues deslizo una mano por su acariciando el cuello y atrapando un mechón de pelo jugueteando con el.

-No se cuantas veces tendré que decirte que continuas siendo la mujer mas hermosa de las siete tribus. ¿O es que ya no confías en mi palabra?

Añadió con una sonrisa picara, y acerco su rostro para besarla con un beso cargado con mas pasión que los anteriores.

Disfrute de aquel ultimo beso y supire tontamente cuando se aparto poniendo mi mano libre sobre la suya en mi vientre - Tenia miedo a que no llegaras amarme o yo no te amara a ti... bueno... el primer dia mas bien tenia miedo a no saber como actuar con un hombre en la intimidad, a no gustarte o no saber satisfacerte - Le dije con una sinceridad abrumadora - Y hace meses estabas tan distante conmigo, tenia tanto miedod e no poder darte un hijo... - De no poder tenerlo, de no poder sentir en mi vientre a un pequeño...

- Soy una boba pues ahora tengo miedo a que seas tan atento conmigo solo por el bebe... y que en cuanto nazca vuelvas alejarte de mi... - Confese haciendome un ovillo a su lado, queriendo sentir el calor que emanaba su enorme cuerpo.