Partida Rol por web

Lunes 12 Enero 1925 -

Estáis citados en el exclusivo Café Europa (central park sur ,nº 150, Manhattan: Midtown) un lugar al que no tendríais acceso si no fuera por vuestro amigo común Cecil W. Collier. Cecil es un excéntrico millonario, si no es dificil de entender porque ha citado aqui al gran Aboukir y alguien tan reservado como James Dean, un anticuario con cierto renombre dentro de Manhattan, os encontréis en medio de un local exclusivo para gente que ganan en un día el salario que ellos podrían percibir en un año.

Cecil les hace un gesto para que se sienten en el reservado que habitualmente tiene su nombre. Aboukir y Dean le saludan desde lejos muy educadamente, intrigados de la urgencia por la que su amigo les ha citado aquí.

Aboukir estaba acostumbrado a la excentricidad: vivía de ella. Y a su costa.
Cecil constaba en su lista de posibles mecenas en la gran manzana cuando Aboukir puso por primera vez los pies en la gran América, la meca de los sueños. Aunque Cecil rápidamente desenmascaró las verdaderas intenciones del fakir, su reacción no fue de ira o desprecio, si no de interés que devino en amistad...
James había sido desde el principio para Aboukir una fuente inagotable de atrezzo para sus timos en Nueva York; al fin y al cabo, un misterioso fakir Indio no era nada sin una bola de cristal, una vestimenta bordada o un kukri.
Aboukir atravesó el salón común hacia el reservado lentamente, desplazándose con suavidad y elegancia, mirando de forma fija a un punto indeterminado del espacio. Su entrada, lógicamente, atrajo más de una mirada y más de un comentario.
- Estimados amigos, qué placer más indescriptible es volver a encontraros. - dijo Aboukir, juntando sus manos e inclinándose levemente, al estilo Indio - Y más si mis humildes talentos pueden ser de ayuda... - Y, de forma lo más disimulada posible, observó el entorno.

Hacia tiempo que James no aparecía en ciertos entornos de NY y al entrar al selecto club, no pudo dejar de apreciar ciertas miradas y murmullos sobre su persona.

A pesar de que muchos de los allí presentes eran o habían sido sus clientes, un rumor sobre su complicidad en un tema delicado de falsificaciones, no había caído bien entre su clientela, principalmente porque muchos de ellos le habían comprado "material" de forma irregular para evadir impuestos o leyes de lejanos países sobre bienes historicos, y el que la policía estuviera investigando a su "proveedor" causaba, cuanto menos, cierta inquietud.

James estaba acostumbrado a negociar en las situaciones mas adversas, por lo que pensó en esta situación como una más de las incontables que se le habían presentado en su vida, e ignorando el "rum rum" de la sala, se dirigió hacia el reservado de su "amigo" Cecil.

Conoció a Cecil algunos años atrás, cuando comenzaba su negocio como anticuario. Luego de uno de sus viajes a China, había conseguido un juego magnífico de porcelanas chinas y antes de poder realizar la subasta, como era su intención, Cecil se presento en su casa con un maletín lleno de dinero (mucho mas del que esperaba conseguir) y por supuesto la subasta fue cancelada. Desde ese momento, Cecil fue uno de sus clientes mas importantes, con encargos exquisitos que James se esmeraba en conseguir, esfuerzo que finalmente se transformo en una relación de confianza y podríamos decir que de amistad.

Le sorprendió ver a Aboukir, un pícaro "faquir" (como a él le gustaba llamarlo) al que le vendía mercancías que generalmente carecían de valor, pero que siempre llamaban la atención y Aboukir utilizaba para su "negocio". Aunque ninguno de los dos había compartido demasiado detalles sobre sus vidas, ambos sentían un gran aprecio por el otro y compartían cierta "inclinación" hacia los negocios no 100% legales...

James llego a la entrada del reservado y permaneció de pie, dirigiendo una rápida sonrisa a Aboukir y estirando la mano para saludar a Cecil. Inmediatamente y en un tono solemne dijo: Caballeros...

El millonario les esperaba con cara de satisfacción e impecable aspecto. Como siempre.

Les recibió con un fuerte apretón de manos .Tras ofrecerles asiento ,  llamó al camarero con un gesto que solo un habitual de aquel lugar haría, a fin de que les atendiesen rápidamente.

El lugar estaba lleno de humo de los grandes cigarros que fumaban por doquier entre las mesas los asistentes del selecto lugar, como el que sujetaba el excéntrico millonario y que parecía muy grande para la reducida talla del empresario.

Una vez servidas las bebidas y con una sonrisa esperó a que el camarero se hubiera marchado para incorporarse en el sillón acercándose a sus contertulios con teatralidad :

-Amigos, muchas gracias por venir. Os he mandado llamar ya que tengo una peculiar propuesta que haceros.

El millonario les esperaba con su habitual aspecto de seguridad y confianza en si mismo.  Vestía de manera impecable denotando su elevada cuenta bancaria.En su mirada se atisbaba ese matiz de impaciencia extraño que revelaba a los ojos de un experto como las obsesiones le carcomían por dentro.

Les recibió con un fuerte apretón de manos .Tras ofrecerles asiento ,  llamó al camarero con un gesto que solo un habitual de aquel lugar haría.

El lugar estaba lleno de humo de los grandes cigarros que fumaban por doquier entre las mesas los asistentes del selecto lugar, como el que sujetaba el excéntrico millonario y que parecía muy grande para la reducida talla del empresario.

Una vez servidas las bebidas y con una sonrisa esperó a que el camarero se hubiera marchado para incorporarse en el sillón acercándose a sus contertulios con seriedad y tono grave:

-Amigos, muchas gracias por venir. Iré al grano-vuelve a aparecer esa mirada extraña-Os he mandado llamar ya que tengo una  propuesta que haceros. Por petición de un amigo personal ,  estoy formando un grupo de investigadores a sueldo para averguar todo lo posible sobre la expedicion Carlyle. Su final en Egipto fue horrible y trágico.

-Mi amigo Jackson Elyas es el organizador. Yo soy el patrocinador. Ofrezco 150 $ dólares por semana a aquellos que se unan al grupo y me encargaré de todos los gastos que se puedan generar de la investigación, claro está.

-Hay que reunir a otros tres integrantes del grupo que he seleccionado entre mis contactos y reunirnos en unos días con Jackson.

-¿qué os parece?

La propuesta de Cecil me tomo totalmente por sorpresa. ¿Un viaje a Egipto? ¿y para investigar que había sucedido con una expedición que según las noticias había comenzado casi como un capricho para terminar en un desastre?

James pensó en su situación personal, en la posibilidad de aprovechar el viaje para algún otro negocio (no era la primera vez que visitaba Egipto) y en la paga ofrecida... estaba indeciso, la extraña mirada de Cecil le ocasionaba cierta incomodidad.

Cecil, -dijo finalmente- ¿cual es tu interes y el de tu amigo en todo esto?

-Lo cierto,amigo James-contesta el millonario algo inquieto y con tono misterioso- es que todo lo que rodea a esa expedición a egipto me intriga desde que se descubrió el horrible destino de la misma. Llegué a conocer al joven Carlyle...hace tiempo.

-Mi amigo Jackson aún tiene que aclararme cual es su interés en el tema pero me ha pedido por telegrama que reúna a un equipo de investigadores para averiguar todo lo posible sobre la expedición. Me tengo que volver a reunir con el en tres días para presentarle a los integrantes del grupo.

-Vuestras habilidades y experiencia serán muy útiles-añade mirándoles con una sonrisa y más relajado

James se da cuenta que se había apresurado a sacar conclusiones, Cecil solo le hablaba de investigar, no de una campaña a Egipto, al menos de momento...

Esta aclaración hacia mas fácil tomar la decisión, pues parecía un buen negocio. James miró a Aboukir, que estaba mas callado de lo normal, esperando quizás algún gesto de complicidad para aceptar la propuesta.

Aboukir había esperado cortésmente al intercambio entre sus dos amigos: una muestra más de sus intachables modales, copiados y adaptados de aquellos con los que normalmente hacía "negocios".

- Mi muy estimado Cecil, haría esto por ti simplemente por el placer de ayudarte y el reto de poner mis talentos a prueba. - Y paró durante unos segundos, esbozando una leve y enigmática sonrisa. - Pero si a ello sumamos la posibilidad de un viaje y que todo ello sea retribuido, entonces, por Shiva, no puedo negarme. - Y acompañó estas últimas palabras con una pequeña reverencia.

Cecil se mostró satisfecho al oir aquello.

Se volvió hacia su otro amigo-¿James?...

Aunque James todavía estaba intrigado por los motivos detrás de esta empresa, no iba a dejar pasar la oportunidad de ingresos extras y sobre todo de trabajar junto a Cecil, para quizás, de alguna manera, recuperar algo de su vapuleado prestigio.

Miro a Cecil, e intentando transmitir la mayor seguridad posible, dijo: ¿Cuándo empezamos?

- ¡ Estupendo !.

Cecil se recostó en el sillón relajado y tras una profunda calada de su cigarro continuó:

-Debemos contactar con los otros tres miembros que he seleccionado para el grupo y reunirnos mañana a las 13 horas de nuevo en éste café. Por mi mala organización las tres citas son mañana a las 11,  por lo que propongo que nos dividamos.

Cuando les encontréis contarles  mis inteciones de manera somera, luego en persona concretaré los detalles con la paga semanal y los detalles que tengo...que son muy pocos, de momento.

James;  si te parece, reúnete por favor, con Harry Murray un  oficial militar retirado que me ha recomendado un familiar.  Puedes encontrarle en una casa de huespedes en Coney Island. He quedado con él a las 11 en su domicilio. Preséntate y dile que vas de mi parte.

Aboukir ; deberías reunirte si eres tan amable,  con Roger Blacksmith, un detective. El local de la agencia familiar de investigaciones se encuentra en Brooklyn. Me cité con el mañana por la mañana a las 11. Dile que vas de mi parte.

Yo me encontraré con Sean McNee un medico antropólogo de la  universidad de Columbia. 

¿Alguna duda?
 

Cerrar aquí esta escena si queréi, por si queréisdecir algo mas, y mañana abro las nuevas escenas de "reclutamiento"

Aboukir rió de manera franca - como pocas veces hacía. Un murmullo apenas entre los dientes.
- Deliciosa ironía, mi querido Cecil, que me encargues entrevistar al tipo de personas que suelo evitar. - Se levantó, y saludó cortésmente a los dos caballeros. - Será muy interesante. Intentaré no ponerle en un aprieto...

-Es cierto , amigo Aboukir-dice el millonario angustiado.-Pues intecambiad vuestras visitas. Ve tú a encontrarte con Harry Murray y que vaya James a hablar con el detective. Me es indiferente.

-¿os "barece" bien?-añadió sonriendo con el gran puro entre los dientes.

Se lanzó a por la copa de brandy y acabó el contenido con un gran sorbo que bajó directamente a su estómago.

-Tengo muchas ganas de que Jackson me aclare qué demonios pretende....-pensó.

-Por mi parte no hay problema, lo que Aboukir prefiera.

De golpe, James recordó que otra cosa le molestaba mucho de estos clubs de alta sociedad... le daba la sensación de estar en Londres y no en NY, por la cantidad de humo que se amontonaba en esta habitación!

- ¡No, en absoluto, estimado amigo! - respondió Aboukir, manteniendo la misma sonrisa - Si vamos a acometer una empresa juntos, he de acostumbrarme a la presencia de todos nuestros pares... Námaste, amigos míos. - Y con el breve saludo budista, Aboukir se deslizó hacia la salida.

-Pues hasta mañana entonces.-concluye el millonario con una sonrisa y un  fuerte apretón de manos a James.

Un gesto leve, y  aparece ráudo un camarero con el sombrero y abrigo del empresario.

Algunos de los parroquianos levantan la vista y murmullan a su paso, reconociéndole, mientras abandona el lugar y desaparece tras la puerta de un lujoso coche que un chófer engalanado cierra.