Partida Rol por web

El Indio no temía al dolor, ni era ajeno a la sangre; pero normalmente, era él mismo el que se causaba semejantes lesiones cuando practicaba o cuando no era suficientemente cuidadoso con sus números. Dejó pacientemente actuar al aparentemente rudo Irlandés, y se maravilló con la habilidad del mismo.
Le agradezco sus atenciones, señor Mcnee. Mi karma está en deuda. No se preocupe, puedo levantarme...
Y así lo hizo, demostrando su trabajada resistencia física.

Viendo que Aboukir era atendido por Sean, James se pone a ver un poco alrededor...

Dean se aparto, con razon el Irlandes se queria hacer cargo de las heridas de Aboukir. Brillantemente reviso las heridas del hindu, y las trato como solo unas manos muy expertas podrian haberlo echo. Quien sabe cuantas heridas de ese tipo habia curado durante la guerra. No penso, todo fue de manera muy rapida y profesional. Hasta ahora Sean se habia mostrado decisivo en todas sus intervenciones de esta noche. James, algo desconcertado, se puso a revisar parte de la habitacion, pero no queria mancharse demasiado de sangre sus delicadas manos. Era algo repulsivo. Con tan poca decision no habia manera de que pudiera encontrar nada en ella.

Mientras tanto, abajo, Roger accedio a la calle despues de sortear el tumulto. Cecil y Murray no tuvieron tanta suerte y se vieron impedidos para ir tras el. Roger, aun con su cojera, llego rapidamente al callejon trasero para ver como el africano que habia escapado de la habitacion saltaba el ultimo tramo de la escalera de incendios. Ya no llevaba ningun arma en su mano, de lo que no se habia deshecho era del horrible e inquietante gorro que los tres tipos llevaban puesto.

El callejon comunicaba dos calles transitadas, pero no era demasiado ancho. Desde la pared del hotel a la del siguiente edificio habria unos 5 metros. Estaba bastante oscuro, apenas habia luces que lo iluminaran salvo la de las propias ventanas de los edificios colindantes. Cien metros de oscuridad, cubos de basura y charcos. La escalera de incendios iba a parar mas o menos a la mitad del callejon.

En cuanto piso el suelo, el africano comenzo a correr en direccion contraria a la que habia aparecido Roger.

La tensión producida por todo lo acontecido... Hacía de Sean un manojo de nervios a punto de explotar... No fue capaz de encontrar nada de interés... Estaba demasiado alterado...

La atención de Aboukir estaba, en ese momento, centrada en sus heridas y en salir de manera airosa y no muy ridícula de aquella situación...

Roger no apareció de sopetón en el callejón. Primero se asomó y, al ver al negro descolgarse de la escalera de incendios, reculó detrás de la esquina unos instantes para evitar ser visto. Después se sirvió de la ciudad, sus cubos, farolas, portales, etc... para seguir de cerca al agresor y descubrir dónde iba tan rápido.

Ninguno de los tres investigadores que quedaron en la habitacion lograron centrarse para buscar algo que les sirviera de utilidad, deambulaban por la habitacion sin poder apartar los ojos del cadaver que estaba tumbado sobre la mesa. A los pocos minutos comenzaron a llegar el personal del hotel.

Mientras tanto Roger, sigilosamente, siguio al tercer asaltante hasta que este, al acceder a la calle, se monto en un coche. Un turismo negro marca Hudson, modelo 1915.

Sean sabía que el tiempo corría en su contra... lo primero que hizo fue registrar el cuerpo del asaltante que yacía en el suelo cosido a balazos... Cogió el machete con un pañuelo así como el extraño gorro que llevaba... Todo con su pañuelo, para no contaminar con sus huellas digitales las evidencias recogidas... Busco Entre las pertenencias del hombre que yacía en la cama... Intento hacer un rápido diagnostico de su muerte... 

Roger tomó nota de la matrícula y la apuntó en su libreta, dejando que el negro se marchara en el coche. Estaba claro que tenía un cómplice occidental, y esa matrícula sería el mejor camino para descubrir quién era. Intentó ver el aspecto del conductor por las ventanillas mientras el coche se alejaba.

Recuperando un poco la tranquilidad, James se acerco a Sean y le ayudo a revisar al difunto...

Roger, escondido tras una escalera de piedra que conduce a unas casas bajas, se sorprende cuando comprueba que el auto lo conduce el propio sectario. Sus dedos agiles demuestran su experiencia cuando saca su libreta de mano, y apuntan el numero de la matricula. Matricula de Nueva York NYL7.

Mientras tanto, en la habitacion del hotel Chelsea, el irlandes descubre una curiosa marca en la frente del difunto (ver pistas), ademas de una misteriosa tarjeta de presentacion con un nombre apuntado, y una carta dirigida a Roger Carlyle.

James dean revisa una de las mesillas de noche del hotel, y descubre una vieja foto doblada, en ella se ve una ciudad al fondo y un barco de vapor.

Aboukir, ya relativamente recuperado, se dispuso a curiosear en el equipaje del asesinado... solo encontró lo que normalmente suele llevarse en un viaje - ropa, neceser, lectura.

Pese al intento de Aboukir , no logra encontrar nada de interes. Entre toda la sangre y la gente agolpada fuera hacendo preguntas no logra concentrarse lo suficiente.

Roger se abrió paso entre la muchedumbre tirando de licencia de investigador privado. Tenía algunos contactos en la policía, y algunos de los agentes que empezaban a establecer el cordón le resultaban familiares.
Entró en la habitación y se unió a sus compañeros en el huroneo, quizás estuvieran pasando algo por alto.

Despues de la ayuda de Roger, que sirvio para encontrar una tarjeta de visita mas que no sabreis si servira de algo, a los pocos minutos subio una patrulla de policia. Los dos hombres llegaron pistola en mano, nerviosos, pero cuando vieron el horror de la habitacion su mirada dejo entrever autentico pavor. Uno de ellos (el mas mayor) estuvo a punto de vomitar. Mientras tanto el otro se hacia cargo de la situacion diligentemente, alejando a los testigos, requisandoos las armas y atendiendoos hasta que llega el teniente al mando. Tambien solicitan una ambulancia para Abouikir, que dada la profesionalidad con la que ha sido atendido, nada pueden hacer, aunque si se muestran atentos mientras que el teniente os toma declaracion.

El teniente se presenta como Martin Poole, ronda los 45 años, poco pelo y algo obeso. Va vestido con un traje con corbata y un sombrero en la mano. Suponeis que es del departamento de homicidios. Empieza a revisar la habitacion mientras que el resto de policias (a medida que va pasando el tiempo han ido llegando mas patrulleros) toman declaraciones a los clientes y trabajadores del hotel, asi como vuestros nombres y datos basicos, comparandolo con la documentacion correspondiente.

- Poole, homicidios - os dice para presentarse - ¿pueden explicarme que ha pasado aqui?