Partida Rol por web

Las Mascaras de Nyarlathotep

Nueva York

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25/08/2015, 21:39
Director

Un día como cualquier otro, te levantas, recoges el correo y hay un telegrama de tu amigo Jackson Elías esperándote, te habías enterado en los diarios y en la radio que una expedición liderada por Roger Carlyle un filantropo conocido en la ciudad de Nueva York. En un principio se hablaba de que la expedición iba a investigar las tumbas en Egipto, pero más adelante se la dió por desaparecida en algún lugar del continente negro.

Viendo el telegrama, decides juntar a un grupo de conocidos para que te ayuden a investigar con tu amigo Elías este misterio.

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25/08/2015, 21:44
Director

El grupo se reune en la casa de Will Browne, al parecer el mismo recibió un mensaje de su amigo Jackson Elías, un investigador de cultos y sectas en el continente negro. Al llegar a su casa Will los recibe. Además pueden ver que sobre la mesa hay un par de recortes de diarios y un telegrama.

 

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26/08/2015, 09:21
Peter Carter

Al bajarme del taxi y tras pagar al taxista doy un vistazo a mi alrededor. Delante de mi se encuentra mi destino, una bonita casa a la cual me dirijo. Tras tocar a la puerta y esperar unos segundos, me hacen entrar.

Will me recibe y me hace entrar. Saludo con la cabeza mientras me quito el sombrero. Mientras espero al resto de los asistentes doy un vistazo a la habitación, y mi vista se fija en unos papeles que hay encima de una mesa. Distraidamente, les echo un vistazo superficial, aunque pronto hacen que fije mi atención en ellos.

Carlyle, ese playboy que se piensa que una expedición arqueológica es como una de sus conquistas

No entiendo como sir Aubrey Penhew se ha podido dejar embaucar por este mequetrefe, seguro que si todo sale mal Carlyle le echará la culpa

¿¿¿Desaparecidos??? madre mía.....

Mientras sigo leyendo, saco un cigarrillo de mi mochila y lo enciendo.

Desaparecidos.....
 

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26/08/2015, 11:11
Lionel Barton

El joven abogado lamentó no haber añadido un sombrero a su habitual conjunto en cuanto salió del hotel, sin embargo cambió de parecer, a pesar del frío, al ver la cantidad de viandantes que se veían obligados a salir corriendo tras del suyo debido a que el día se había levantado ventoso.

Se me sigue haciendo extraño ver a tantísima gente junta, es emocionante estar en la ciudad por antonomasia, ojalá pueda quedarme aquí.

Veinte minutos después llegaba a la dirección acordada y franqueaba la entrada saludando cordialmente a su formidable anfitrión:

Es un placer volver a verle señor Browne. Espero no haberme demorado demasiado.

Siguieron hasta un recibidor lleno de humo de cigarrillo; su origen, un caballero de aspecto poco convencional, parecía absorto en sus pensamientos, Lionel le tendió la mano.

Permítame que me presente: Lionel Barton, a su servicio.

Tras los saludos de rigor vio lo que había en la mesa y lo examinó con atención profesional. Al concluir su lectura dedicó una interrogativa mirada a Will, mas decidió esperar a que llegara el resto de los convocados.

Sin duda va a ser una extraña reunión.

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26/08/2015, 12:42
Peter Carter

Tan absorto me encontraba en mis pensamientos que no escuché que alguien entraba. De pronto, una voz sonó a mis espaldas presentándose. Rápidamente me giré con el cigarrillo en la boca.

-Carter, Peter Carter, encantado -contesté estrechando la mano de la persona que se me había presentado como Lionel Barton.

Di una calada mientras continuaba contemplando los recortes que había sobre la mesa.

-Supongo que ha de venir más gente y que luego comenzaremos, señor Barton. ¿Tiene alguna idea del motivo de que nos hayan reunido?

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26/08/2015, 12:50
Lionel Barton

Miró un instante a su interlocutor intentando determinar si sabía más de lo que aparentaba, tras concluir para sí mismo que compartían el mismo desconcierto contestó:

Iría contra mi proceder habitual si aventurara una teoría sin un claro conocimiento de causa, me temo, señor Carter - añadió señalando el telegrama que descansaba en la mesa - que deberemos esperar a que el señor Elias nos comparta la información que posee acerca de la expedición Carlyle.

Se guardó mucho de añadir que presentía que no serían buenas noticias.

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26/08/2015, 13:00
Will Browne

Estimada amiga,

Recibí el telegrama de Jackson Elías una fría mañana de marzo. Su críptico contenido me resultó sobremanera extraño, pues de momento no acertaba a ver la conexión entre Elías y la expedición Carlyle. Se trataba de un individuo peculiar que conocí en 1919 mientras se dedicaba a investigar sobre aquelarres en Inglaterra. Era un tipo extrovertido y escéptico. En la biblioteca de All Souls parecía un excéntrico americano, un actor de Hollywood de segunda fila. No obstante, era comunicativo y abierto, de modo que pronto entablamos una cierta amistad. Sus temas de investigación, además, resultaban fascinantes por lo exótico del tema en una facultad cuya mayor aventura era cómo se había puesto la toga el profesor Higgins.

Desde mi llegada a Nueva York no había pensado en él, pues suele estar viajando todo el tiempo y no pensaba encontrarlo aquí. Supongo que se enteraría de mi viaje en Oxford, no sé. Su requisito de un grupo de investigadores encendió mi imaginación. No obstante, no tuve dudas respecto a los miembros que reclutar para tan curioso requerimiento. Tampoco conocía a mucha gente en esta demoníaca ciudad.

Paulov es un inmigrante, como yo, poco amistoso y aficionado a la lectura. Lo conocí en una esquina de la librería. Su acento extraño y bruscas maneras me chocaron al principio. Gracias a él conseguí resolver mis continuas cefaleas posteriores al viaje, pues me consiguió unos analgésicos apropiados y dudosamente legales. Aunque lo que nos unió fue nuestra mutua afición a la bebida, la verdad. Dos extranjeros en una ciudad extraña y abrumadora pueden sobrevivir mejor con dosis regulares de alcohol.

Lionel es un picapleitos tejano, necesitaba arreglar mis asuntos al llegar aquí, de modo que acudí a un bufete de abogados. Y él fue el único que me podía permitir. Pronto descubrí que también era de fuera, un sureño recio de mi edad. Su pragmatismo podría ser de utilidad para un Elías dado a meterse en problemas legales y por tanto también decidí llamarlo.

Marlon fue otro en quien pensé de inmediato. Su trabajo y contactos en el puerto me resultaron de utilidad para colar lo que tú ya imaginas en esta colonia venida a menos. Era un tipo capaz, que conocía el intrincado sistema aduanero del país y después de varios encuentros para resolver mi problema, entablamos amistad. Me ha enseñado más de esta ciudad que nadie, la verdad.

Y, por supuesto, dada la naturaleza de la petición, los otros dos candidatos cayeron por su propio peso, pues son afines a la profesión. Con Carter no he tenido mucho trato, aunque ya te he hablado de él por su conocimiento de un campo de interés en mi investigación, la religión comparada. Acudí a verlo un día al Smithsonian y departimos amistosamente sobre la evolución de la religión egipcia. Conoce el terreno de primera mano, por lo que no dudé en llamarlo para un tema que a buen seguro le interesaría. No sé qué opinión le merecerá ese presuntuoso Carlyle, pero ya sea por amistad o por celos profesionales, no dudé que aceptaría acudir.

Por último, Solomon Davies. Aunque mi escepticismo me aleja mucho de la fe, debo reconocer que el trabajo de Davies es de calidad. Estuve en su exposición hace poco, como recordarás, y me sorprendió gratamente. Allí lo conocí personalmente y, a pesar de sus "hábitos", es una persona equilibrada y profesional. También conocía a Carlyle (es difícil no hacerlo en esta ciudad y en ciertos círculos que yo frecuento: la envidiosa antipatía colectiva hacia su figura es propia de todo cenáculo académico neoyorkino que se precie). Su competencia en estos temas y su seriedad reclamaban una visita a casa para tratar de ayudar en este enigma que Elías me había legado.

De modo que estos son los protagonistas, junto a mi mismo, del extraordinario relato que me dispongo a contarte.

Notas de juego

Perdón por este largo post. He tratado de conectar a todos lo personajes, muchas veces inventando rasgos para establecer la relación entre todos y el porqué estáis ahí. Si alguien quiere matizar algo o cambiar alguna cosa que no le guste de su parte, que me lo diga, sin problemas.

He adoptado un estilo epistolar para comenzar, por dar otro tono a la aventura.

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26/08/2015, 13:06
Will Browne

William se acercó a ambos, después de ajustar la estufa. Nunca llegaba a estar completamente cómodo con este clima, o demasiado frío o demasiado cálido, pero nunca próximo a la fluvial humedad londinense. Debía ser el océano. O la gente. Quién sabe.

-Permitidme compartir mi sorpresa al respecto. Parece que Elías, un conocido mio, ha llegado a averiguar algo respecto al viaje de Carlyle. Las excepcionales circunstancias de su desaparición son de dominio público y esta extraña demanda ha despertado mi interés, por lo que no dudé en llamaros. Lionel es una persona que puede aportar mucho a nuestro grupo. A tenor de la ambigüedad del mensaje, necesitaremos la mayor ayuda posible.

Dicho esto, dispuso una botella de whisky four roses comprada en un speakeasy de cerca de la facultad.

-Oh, permítanme. -dice como si nada- Sufro terribles migrañas y el doctor me ha recetado un reconstituyente espirituoso. Si gustan... -comenta extendiendo la mano mientras busca unos vasos.

Notas de juego

Por si os interesa...

Por cierto, en el anterior mensaje hay un error. No es en marzo, sino en enero, evidentemente.
 

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26/08/2015, 14:58
Lionel Barton

El abogado se obligó a rehusar tan amable ofrecimiento. Estaba familiarizado con la devoción del inglés por los licores fuertes, pero en ese momento no la compartía, sobre todo si, como sospechaba, iba a necesitar de toda su lucidez para afrontar la reunión que tendría lugar en breve.

Eres muy amable William, quizá más tarde, es probable que el señor Elías no tarde en aparecer y no querría causarle una pobre impresión -. Añadió mientras se sacudía una imaginaria mota de polvo del brazo.

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26/08/2015, 15:53
Will Browne

Notas de juego

No estoy seguro de que Elías vaya a venir. Máster: ¿es día 15?

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26/08/2015, 18:48
Solomon J. Davies

Me arrebujo el abrigo por enésima vez desde que salí de casa. ¡Qué frio hace en Nueva York! Y eso que ya debería estar acostumbrado, al fin y al cabo me crie más al norte.

Tratando de no resbalar en un suelo aun húmedo por la última nevada, me acerco a la casa de Browne. No sirve de nada que me queje del tiempo, es evidente que hoy me he levantado contento. ¡Llevo silbando The Red River Valley desde la hora de comer!

Nada más llegar a la puerta del inglés llamo con el picaporte y cuando el anfitrión me abre lo saludo con alegría:

-Sr. Browne, es un placer volver a verlo. Encantado de estar aquí.

Rápidamente acepto su invitación para entrar, y es que en el interior se respira un aire templado que se hace de agradecer.

-Sr. Browne, -digo con un evidente tono irónico- si a mí me resulta antipático este clima, no quiero ni imaginar lo que le debe pasar a usted por la cabeza. Parece que el Sol se haya rendido.

Una vez adentro del salón y ya sin abrigo ni guantes, saludo cortésmente a los otros dos invitados. El joven trajeado parece de los más respetable pero el otro señor… Esta cara me suena de algo, pero no sé dónde la habré podido ver.

-Buenas tardes caballeros, me llamo Solomon Davies y soy un conocido del Sr. Browne. Es un placer estar aquí.

Notas de juego

Yo estoy encantado con la presentación por carta de Browne, me deja como un auténtico profesional.

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26/08/2015, 22:13
Marlon Weiner

Lo primero que delata que ha llegado Marlon es un chirrido de ruedas al detener su coche bruscamente, casi delante de la puerta del piso de Will, New York está a la cabeza de cantidad de vehículos del mundo, seguro. Apenas hay cuatro sitios libres en esta calle. De locos.

- ¡Eh chico! ¿Te quieres ganar un pavo? que no se acerque nadie al coche- se oye gritar fuera de la casa-.

El joven estira su traje gris y se pone bien el sombrero, que su coche descapotable ha movido un poco, con el cigarro en la boca apunto de consumirse, lo tira al suelo y mientras lo pisa mira para ambos lados de la calle distraídamente.

El jovial Marlon entra justo detrás del que se ha presentado como Solomon, sin dudas sus padres eran aficionados a la lectura de aventuras, que apropiado. Marlon pone el pie para que no se cierre la puerta y se cuela dentro.

-Caballeros- se presenta tocándose el ala del sombrero, pero su atención está puesta en el Four Roses de encima de la mesa y allí se dirige todo lo posible que el decoro lo permite- bribón que haces con una botella como esta aquí fuera, a espera, si te la conseguí yo, jajajaja- me rio y me sirvo un vaso, mientras esta vez más tranquilo paseo la mirada por los allí presentes.

-¿Lionel? no me lo puedo creer- doy un par de pasos para darle un caluroso abrazo, puede que más efusivo de lo que nuestra amistad fuera, pero el inspector de aduanas siempre ha sido un poco confianzudo.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Descubrir si alguien vigila

Tirada: 1d100

Dificultad: 60-

Resultado: 38 (Exito)

Notas de juego

Tiro Descubrir, nunca es demasiado pronto para empezar con la paranoia xDDD

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27/08/2015, 07:54
Peter Carter

Mientras esperan su anfitrión, Will Browne les ofrece un whisky

-Aceptaré un poco de esa bebida espirituosa señor Browne

Tras llenarle el vaso toma un sorbo y sigue observando los recortes.

-Carlyle, ¿como pretende organizar una expedición a un lugar recóndito sin tener ni idea ni experiencia?, no me extraña que haya desaparecido.

No acabo de pronunciar estas palabras cuando comienzan a llegar más personas, una de ellas se presenta como Solomon  Davies. Tras presentarse camino hacia él con la mano extendida

-Un placer señor Davies, me llamo Peter Carter

Una segunda persona entra saludando a duras penas, por su forma de tratar al señor Browne, está claro que se conocen y hay confianza entre ellos.

-Caballero -saludo con un leve gesto de cabeza

Tras unos segundos de espera me dirijo hacia nuestro anfitrión

-Magnífico whisky señor Browne. Veo que somos un grupo variopinto, ¿falta alguien más?, tengo mucha curiosidad por saber el motivo de esta reunión, porque dudo mucho que sea por mero entretenimiento

Notas de juego

Dada la introducción que hace Will Browne sobre mi personaje, me parece más adecuado tratarle de usted que de tutearle. Por cierto, ¡magnífica introducción!

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27/08/2015, 11:19
Lionel Barton

Señor Davies, el placer es mío, Lionel Barton a su servicio, nunca está de más un servidor del altísimo -.dijo sin atisbo de sorna, pues lo creía realmente- Aún no he tenido oportunidad de visitar su exposición, pero parece muy interesante, lo tengo pendiente.

Acto seguido hizo entrada un conocido colega de Lionel que, al reparar en él, lo saludó con un abrazo. El tejano correspondió la familiaridad con alegre jocosidad, abandonando por un instante la pose profesional que hasta ese momento había mantenido:

¡Qué me aspen, embadurnen bien y llenen de plumas! ¡Mira lo que nos trae el día! -Al ver una arruga en su chaqueta, ocasionada por el abrazo, cayó en la cuenta de que se relajaba demasiado y recuperó de nuevo su diligente profesionalidad- Ya es raro encontrar a un abogado de prestigio -comentó a todos en general- pero hallar dos en una misma habitación es casi un milagro.

El señor Carter hizo entonces una pregunta que captó su interés, como el resto de los allí congregados esperó educadamente a que su anfitrión contestara.

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28/08/2015, 20:37
Will Browne

Will se sirve el four roses en una copa y lo bebe con placer.

-Pues, en efecto, señores, falta una persona. Nuestro boticario, para ser exactos. Les pido un poco de paciencia por favor. Se trata de una persona que comparte en gran medida nuestros intereses.

Dicho eso se acerca a la cocina de su pequeño apartamento y trae algo para picar mientras se alarga la espera. La jovialidad inicial se le atraganta cuando ve de refilón los artículos que ha recopilado y el telegrama sobre la mesa. Más ceñudo, toma otro trago.

-Respecto a este clima, señor Davies, como verá recurro a un extendido método inglés para afrontar las bajas temperaturas.

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29/08/2015, 12:03
Solomon J. Davies

Cuando el arqueólogo Carter revela su nombre, a Solomon se le enciende la luz:

¡Ah, señor Carter! Ahora por fin le reconozco. Soy un visitante asiduo del Smithsonian y procuro asistir a todas las exposiciones que se organizan en el museo. Muchas veces le he visto a usted nombrado allí como descubridor o como estudioso.

De hecho, ahora mismo estoy en trámites para conseguir un pase de investigador externo en el Smithsonian y poder acceder así a algunos de los documentos que están un poco más restringidos

Es un placer conocerle.

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31/08/2015, 08:02
Peter Carter

-¡Ah, estupendo!, espero que esas exposiciones hayan sido de su agrado. Hemos intentado mostrar al gran público, lo más rigurosamente posible, la historia de nuestros antepasados. Aún nos faltan muchas piezas y las teorías cambian de un día a otro debido a los numerosos descubrimientos que se van realizando, pero es algo fascinante.

Tomo un trago

-¿Y cual es su área de investigación señor Davies?, tal vez pueda darle algunas indicaciones.

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31/08/2015, 19:12
Josep Paulov

El trafico como de costumbre en New York para un transporte publico demasiado lento, era horrible. Hacia mas de medio hora que había abandonado su tienda y empezaba a impacientarse, pues no parecía llegar nunca a su destino, sin contar ademas los gritos de los niños inquietos y el rumiar de las señoras mayores con esos caramelos que carecían de total sabor, lo cual acentuaban su incomodidad. El boticario estaba empezando a sudar y no es por que hiciera calor, claro que no, porque debería portarse bien con el pobre Paulov aquella ciudad, que se empeñaba cada mañana y cada minuto del resto del día en arrebatarle el sombrero y obligarlo a perseguirlo como un simple niño tras su juguete favorito. Aquel hombre sudaba de puro nervio y solo un buen trago le ayudaría a calmarlos, pero mientras estuviera en movimiento eso era impensabable, por lo que distraída su cabeza con aquel escueto mensaje de Elias.

-¡AL FIN!-Grito sin pensar en miradas cuando dos manzanas mas atrás de su destino, había bajado de aquel tubo metálico con demasiadas ruedas y humo. Ahora estaba llamando a la puerta impaciente aun, pero esta vez por dejar atrás el traicionero viento de las calles y poder cobijarse en el amparo de un techo y cuatro paredes.

Su caminar hasta la sala de reunión fue rápido y cuando al llegar vio tantas personas congregadas era lo ultimo que esperaba ver, sabia de su retraso respecto a la hora pactada, pero desde luego no esperaba tanta expectación, siendo el centro de al menos cinco miradas, entre ellos Will Browne, el único que reconoció de inmediato.

-Buenas tarde caballeros, presupongo por sus miradas que soy el ultimo a quien esperan, en parte diré que no a sido todo culpa miá, esta ciudad me la tiene jurada.-Fue lo único que dijo a modo de disculpa.-Will amigo mio, veo que te codeas con mucha gente.-Entonces fijo su mirada en aquella botella de gran calidad.-Vaya y por lo que parece son de gustos afines, si gracias, tomare una copa.-Señalo con la palma abierta y aun con el abrigo puesto aquella botella, antes de coger él mismo un vaso y servirse un largo, no tardo mucho mas en probarlo y sonreír aliviado.-Iba necesitando algo como esto.-Fue entonces cuando reparo en los recortes y presa de la curiosidad se dispuso a leerlos.

-¿Esta es la razón de esta reunión?-Volvió a preguntar, mientras continuaba leyendo y mojando sus secos y agrietados labios.

Notas de juego

Perfecto con todo aquellos que habéis dicho de mi persona o podáis decir.

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01/09/2015, 16:50
Solomon J. Davies

(Antes de la llegada de Paulov)

-Pues la verdad Sr. Carter es que no me estoy especializando en ningún área de estudio en concreto. Entiéndame, no soy un científico.

Solo ha sido a partir de mi vuelta de África cuando he empezado a estudiar esos pueblos de una forma más ordenada. Evidentemente, y espero responder con esto a su pregunta, tengo un especial interés en entender como el cristianismo y la Biblia se introducen en esas comunidades tan remotas.

Solomon se sienta en uno de los sillones que aún quedan libres. Por la ventana se oye como afuera el viento arrecia y entonces llega el último de los invitados. Después de un cortés saludo, prácticamente se abalanza sobre el wiskhey.

Cuanto más prohibidas están las cosas –medita Solomon- más desea el hombre tenerlas. Supongo que cuando los legisladores redactaron la Ley Volstead, no debían de tener muy presente a Eva y su manzana. La verdad es que yo también me tomaría un trago largo, pero bueno.

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03/09/2015, 08:20
Peter Carter

-Interesante tema señor Davies. No estoy muy puesto en esa cuestión, pero si puedo le ayudaré. Tal vez alguno de mis colegas pueda darle algunas indicaciones.

Al ver entrar al recién llegado saludo inclinando la cabeza

-Bien señor Browne, creo que ya estamos todos y podemos comenzar.