Partida Rol por web

Las Negras Aguas del SALZ DM04/22(WF2ª Edición)

ACTO II - La Aldea de Kurtwallen

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15/04/2022, 15:48
DIRECTOR
- Tiradas (4)

Motivo: Catarro Ándor??

Tirada: 1d100

Dificultad: 31-

Resultado: 11(-10)=1 (Exito) [11]

Motivo: Catarro Gorst??

Tirada: 1d100

Dificultad: 34-

Resultado: 93 (Fracaso) [93]

Motivo: Catarro Hârr??

Tirada: 1d100

Dificultad: 51-

Resultado: 62(-20)=42 (Exito) [62]

Motivo: Catarro Leopold??

Tirada: 1d100

Dificultad: 31-

Resultado: 100(-10)=90 (Fracaso) [100]

Notas de juego

Ok, os he hecho unas tiraditas de resistencia porque pasasteis mucho tiempo bajo la lluvia en la primera parte, a ver quién cogía catarro. El modificador lo he colocado de acuerdo a la ropa/armadura que tenéis como protección. Aunque lo veáis negativo es bueno, por que baja la tirada no vuestra habilidad.

Gorst: Tienes moquillo y escalofríos, a parte de que estás herido (no de gravedad) y necesitarás sopa de pescado caliente para pasarlo. Sin modificadores adicionales, solo narrativos.

Leopold: Te llevas la peor parte y eso que te puse un -10 porque tienes capote, pero te ha salido un 100 natural. Tienes fiebre y necesitarás una cama caliente y comida decente (dicen que el aceite de hígado de carpa es bueno para curar la gripe). Te lo tendrás que pagar tú o te lo descontará el alguacil del jornal, como veas. Y un -10% a todas las tiradas hasta curarla. Para la hechicería tendrás un -1 a la tirada.

Para curar el catarro: tirada de resistencia cada día que pases en cama con comida caliente. A partir del primer día se acumula un -10% al modificador de tirada.  

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16/04/2022, 03:07
DIRECTOR

Volvéis a navegar el río con una sensación de vacío. Un muerto en vuestra barcaza y tres en la otra era un alto precio a pagar por unos pocos goblins muertos. Que ellos no son el mal que azota el río Salz era cuestionable. Sino, ¡que se lo dijeran a los muertos!. Pero el alguacil tenía razón, desde la orilla no se puede hundir una embarcación solo con flechas. Tienen que ser otros los que acosan a los que navegan el río, pero de momento es mejor refugiarse en lugar seguro.

El río seguía crecido, y aunque ahora no llovía, el olor a lluvia y una fina película de vapor de agua en suspensión indicaban que esa tregua no tardaría en acabar. Las nubes tapaban la luna y las estrellas pero en un río solo había que seguir el curso arriba o abajo, para llegar a algún lado. Por fin, tras navegar unas horas, llegasteis a Kurtwallen. El alguacil os mandó encender las lámparas para que no fuerais confundidos con bandidos. Al llegar, una pequeña comitiva de dos hombres os esperaban, ambos con capotes aceitados para la lluvia, un farol y lanzas lo suficientemente largas como para mantener a raya a cualquiera que intente desembarcar.

Tras un breve saludo y varias palabras intercambiadas entre ellos y el alguacil, os llevaron a todos hasta una casa donde aporrearon la puerta y tras unas maldiciones, un viejo descorrió el cerrojo abriéndoos paso a una cálida sala donde los rescoldos de una lumbre humeaban todavía. De Kurtwallen todavía no habíais visto mas que el embarcadero y la posada, si podía llamarse posada a una casa donde la parte baja era una cuadra, con suelo de tierra, barriles como mesas y una tabla grande y gruesa que hacía las veces de barra. La parte de arriba debía de ser la zona de habitaciones a la que se accedía por una escalera situada al fondo. 

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16/04/2022, 03:26
Alguacil Gustaf Gotfried

-Descansaremos aquí-. Dijo el alguacil finalmente. -Si alguien sabe de sangrar a los heridos y curar a enfermos que lo haga. Aquí el cantinero, el Señor Werder,- Dijo presentándoos a un vejete casi enclenque vestido con camisón y gorro de noche -os avivará el fuego y calentará agua, así como unos hierros para cerrar heridas. En este pueblucho no hay cirujano, ni siquiera barbero, asin que haced lo que podáis. Mañana será otro día-. 

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16/04/2022, 03:50
Cantinero

-Si necesitáis algo más decídmelo antes de que marche a dormir, o no habrá manera de despertarme luego-. Por lo menos parecía que el hombre era de fiar, pues el rato que estuvieron aporreando la puerta bien hubiera valido para despertar a medio Stavern.

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16/04/2022, 05:59
Leopold

El viaje hasta la aldea de Kurtwallen no fue tan corto como esperaba y, a medida que nos íbamos alejando del sitio de la batalla, las sensaciones desagradables de una gripe comienzan a hacerse patentes sin lugar a dudas. La fiebre comienza a aparecer, el malestar empieza a sentirse y el catarro es sumamente molesto. Cuando entramos en la casa en la que hemos de descansar, yo ya tengo fuertes tiritones por la fiebre y sé que debo preocuparme por sanar.

Saludo al Cantinero y le hablo, haciéndole mis peticiones:

 - "Mi nombre es Leopold, buen hombre y quisiera una cama caliente donde poder descansar con comodidad para pasar la gripe. También quiero buena comida caliente, con carne y sopa. Finalmente querría aceite de hígado de pescado, que he oído es buena para casos como este. Le pagaré por adelantado por todos estos servicios, pues nada deseo más que sanar pronto para continuar con la misión en buenas condiciones."

Saco mi bolsa de monedas pues quiero que el hombre me brinde una atención de primera calidad y sé que un buen incentivo monetario es una de las mejores maneras de asegurar aquello. Si la fortuna me favorece, mañana ya estaré más recuperado para poder enfrentarme a lo que sea que suceda con esos pieles verdes.

Notas de juego

Yo me costearé con mi dinero lo que necesite.

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16/04/2022, 13:06
Cantinero

-Aahhhh...- exclamó el viejo al ver las monedas, abriendo los ojos por primera vez. -El joven necesita cuidados y mi Renata se los dará.- Dijo frotándose las manos. -Si, si... Se los dará. Jejeee.

Os condujo escaleras arriba, donde un pasillo recorría la casa, con puertas a ambos lados.

-La suya es esta, joven Leovincio. Que nombre tan raro, ¿Es usted de lejos?¿Tal vez Tilea?.- Cuando abrió la puerta la capa de polvo que había en la puerta cayó al suelo formando una nube. Adentro, el cantinero dejó la lamparilla de aceite sobre una mesa simple de madera, y retiró una vieja manta levantando otra nube de polvo.

-Aqui está tu cama. Es de pluma de mis gallinas, comodísima, mejor que esas que teneis en las grandes ciudades de paja, Puaj. Aqui te dejo la lamparilla y el cubo para tus necesidades esta bajo la cama. Mañana Renata te subirá algo de comer y la medicina que tanto ansías, aunque no será aceite de pescado, menuda guarrada. ¿De dónde has sacado la idea?. Ale, hasta mañana.-

El viejo cerro la puerta y quedaste en la habitación. Una cama una mesilla sin cajones y un arcón vacío era todo lo que había en ella, aparte del cubo bajo la cama. Te recordaba tus dias de aprendiz con tu maestro, el gran Adric Kaunitzer, en la torre roja de Salzemund.

Notas de juego

Tenía ganas de escribir :)

Espero no te importe que le haya dado nombre y lugar a tu maestro.

A partir de ahora posteamos solo los dos.

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16/04/2022, 13:33
Cantinero

-Aahhhh...- exclamó el viejo al ver las monedas, abriendo los ojos por primera vez. -El joven necesita cuidados y mi Renata se los dará.- Dijo frotándose las manos. -Si, si... Se los dará. Jejeee.

El viejo le condujo escaleras arriba, donde se suponía estaban las habitaciones. Al cabo de un rato, bajó él solo y se puso a meter leña al fuego.

Notas de juego

A partir de ahora y hasta nuevo aviso dejamos a Leopold a parte.

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16/04/2022, 14:01
Ándor

Me acerqué al fuego y me agaché frente a él dejando que las llamas calentaran mi cara. Necesitaba reponerme del camino y de la lluvia y no me apetecía acabar como Leopold y Gorst. Lo que si necesitaba en aquel momento era comer y beber.

Saludos cantinero. Ándor a su servicio. ¿Me ofrecería algo de sopa caliente y un poco de licor de la zona? Con eso calentaré el cuerpo por dentro.

Le aflojé unas monedas para que la sopa tuviera algo de tropezones de carne y el licor no fuera meados de burro.

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16/04/2022, 16:27
Director

Notas de juego

De cuántas monedas hablamos?

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16/04/2022, 21:03
Leopold
Sólo para el director

El anciano me guía hacia la que será mi habitación y sonrío cuando se equivoca con mi nombre, antes de repetirle con más volumen, por si fuera su edad la que traiciona su audición:

 - "Mi nombre es Leopold y soy de Reikland."

Cuando me indica que me traerán lo que necesite. Quizás el anciano de demasiado terco para discutir con él, así que cuando venga la tal Renata, le diré lo del aceite de hígado de carpa, que dicen que es bueno. Aunque, si tienen un mejor remedio, pagaré con gusto por él.

Cuando el anciano se va, me saco toda la ropa y la pongo a secar antes de meterme en la cama para calentarme. Pasar frío es la mejor forma de empeorar una gripe ya mala de por sí.

Notas de juego

Espero no te importe que le haya dado nombre y lugar a tu maestro.

No, me parece perfecto. Siempre prefiero que el Director le ponga los nombres a los PNJs por si quiere así crear tramas cruzadas.

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16/04/2022, 21:52
Hårr "el velloso"

El húmedo viaje hasta Kurtwallen dejaron sus secuelas en los hombres más desfavorecidos. Se preguntaba si no sería la tempestad la causante de las desapariciones, como si el castigo de algún dios se tratase. Gracias a sus protecciones, la lluvia solo le provocó algún estornudo, sin más inconvenientes que mancharse de sus propias verdosidades. Parecía que las entrañas del último goblin habían saltado a su barba aleonada. Antes de entrar a la posada, pasó su barba por el empedrado y se liberó de los mocos. Dentro, se dirigió directamente al fuego para ponerla a secar.

—Buen hombre, ya que en el pueblo no hay barberos, supongo seréis expertos en hacer nudos. ¿No tendrá un cordel que pueda prestarme para manejar estas hebras rebeldes?

Sacudió sus alambres liberándose de las gotas más fluidas y aprovechó para pedir su vianda.

—Yo necesitaré una buena comida y hoy acabé con un inmundo, así que me merezco una cerveza, de las tradicionales, por favor.

Notas de juego

Comida buena: 18+p

Cerveza tradicional: 2p

Propina: 5p

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16/04/2022, 22:28
Gorst Bocatorcida

Gorst entró en la desvencijada posada sin sorprenderse demasiado del aspecto del lugar, y se procuró un asiento lo más cerca que pudo de la lumbre. Un par de estornudos sobrevinieron, pero nada demasiado serio, o eso se dijo a sí mismo el pescador, que sin duda había tenido días peores. Al menos, en lo que a lluvia se refería.

- Un plato de sopa caliente, posadero. - dijo con el rostro agriado y la garganta áspera - Y un vasillo de vino, para entonar el cuerpo.

Otro estornudo, que se limpió con el dorso de la mano, echando una mirada hosca a los que le observaban como un apestado. Al pescador le importaban poco los demás o sus opiniones sobre sus modales, y tampoco es que aquello fuese la corte imperial.

- Hoy hemos rematado algunos pellejos verdes, sí, pero seguro que habrá más problemas por ahí fuera. - comentó Gorst, en respuesta a las palabras del enano - Pero sin duda nos merecemos un jodido premio por nuestra bravura.

Cuando llegó el vino, se lo bebió de un trago. Después cogió la escudilla de sopa caliente, y bebió a sorbos, quemándose la lengua entre maldiciones. El caldo era ligero y tenía un olor cuestionable, pero a Gorst le gustaba aquella leve pestilencia a arenque a medio curtir. El calor le corrió por la garganta, aliviando un poco la sensación de catarro. Aún sentía en el hombro la herida de la flecha, aunque por suerte parecía que esta no iba a ir a peor.

Notas de juego

Pues nada, un plato de sopa y vino. No sé lo que costaría, si me lo indicas me lo resto, máster.

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17/04/2022, 14:53
DIRECTOR

Cuando ya estabas en la cama unos ligeros golpes sonaron en la puerta anticipando la entrada de alguien.

 Renata -Soy Renata, la hija del cantinero. Vengo a curaros.-

Su melodiosa voz angelical parecía curar por si misma. Al entrar, la escasa luz de la lámpara de aceite desveló unos cabellos dorados como el sol, ojos grandes, penetrantes y el rostro mas bello que hayas visto en toda Reikland.

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17/04/2022, 14:54
DIRECTOR

El viejo azuzó el fuego entre los gemidos de los heridos y las maldiciones de los que sobrevivisteis. Después puso una olla grande, negra como el tizón sobre un gancho dispuesto para ello y se masajeó las lumbares.

Cantinero -Maldita sea, demasiado esfuerzo. Ahora no podré dormir de lado. ¡RENATAA!- gritó el viejo. -¡Renata baja. Hay hombres a los que tienes que atender.

De pronto se oyeron unos pasos apresurados bajando las escaleras y una voz, mas parecida al graznido de una cigüeña que a la voz de una mujer que se preciara.

Renata -Avoy apá. Questaba ajulstando la enagua.- Una moza de unos veinti-algún años bajó como una exalacion plantándose al pie de la escalera de un salto desde cinco escalones arriba. -Haiba apá, aónde los has sacao, tantos hombres.- Sus ojos parecían escanearos, ansiosos, buscando el candidato mas apropiado a sus gustos.

Cantinero -Esta es mi sobrina Renata. Ella os atenderá mejor que yo. Ay, mi espalda.- Dijo mientras seguía con la mano en las lumbares.

Renata -Hay apá, yo te ayudo-.

Cantinero -¡Que te quedes Renata!. Y elige..digo sirve bien a estos hombres.-

Renata -¡Que yo hé hacello meor!.- Contestó alzando la voz y pateando el suelo, como mula empecinada con aquella voz estridente.

El viejo no dijo nada más y subió las escaleras.

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17/04/2022, 15:18
Renata

-A mi apá se le val seso. Jujuju-. Terminó con una sonrisa de dientes torcidos que parecía sacada de algún cuento de terror. 

-Avé, quén quere´l mejunge.- Dijo dando vueltas al cazo que había en la olla, mientras os miraba desde una pose que quería ser sexy, pero no llegaba.

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17/04/2022, 16:20
Gorst Bocatorcida

Gorst sorbió la sopa y el moquillo casi al mismo tiempo, y luego echó un gargajo a la lumbre que siseó con fuerza. Aquella muchacha desagraciada se paseaba entre ellos con evidente hambre de hombre, y no era el pescador menos que eso. Que no era guapa ya lo veía, pero, comparada con los barbos que sacaba Gorst del río, era una auténtica belleza. Y el pescador tampoco es que fuese ningún descendiente de elfos: más bien le faltaban un par de dientes, e iba siempre con la boca torcida, de ahí su apodo, por alguna horrible infección sufrida en la infancia de la que nada sabía él.

Así pues, viendo el interés de la moza, le guiñó un ojo y le pellizcó el culo al pasar.

- ¡Si andas buscando hombre, aquí tienes a uno curtido en el río!

Soltó una carcajada, y se repantingó en la silla. Igual tenía suerte y dormía caliente esa noche, aunque no le terminaba de quedar claro si habría que pagar. Por esa fachada de espanto, se dijo, a lo sumo cuatro o cinco chelines de plata. Y ya era caro.

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17/04/2022, 17:45
Ándor

Acerqué el plato a la sobrina del tabernero para que me sirviera algo de sopa. No era gran cosa lo que había en el puchero, pero al menos mantendría mi cuerpo caliente hasta la mañana siguiente. Miré sonriendo a Gorst mientras atraía las atenciones de Renata hacia él. Parecía que se sentía mejor de la fiebre si tenía ganas de retozar con la moza esa noche.

No iba a privarle de su noche de pasión si le apetecía. Las mujeres durante las misiones solo distraían al hombre. Mejor era catar mujer en el relax de una misión bien hecha y sin tener que guardar fuerzas y salud para ella. Si ya las putas limpias de la ciudad podían hacer que cogieras alguna infección en tus partes, esta vete a saber tú que podría hacerte. Quizás hasta se te cayera la cosa a trozos.

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17/04/2022, 19:00
Hårr "el velloso"

—¡Ugh, qué espanto! —balbuceó desde la chimenea—. Shabrase visto...

Hårr, que ya había visto muchas mujeres llenas de lodo, greñudas o barbudas en su tierra, se sorprendió con la aparición de aquella flor. Pocas eran las veces que veía humanas de tales rasgos. En su cabeza tenía asumido que ellas normalmente relucían entre un grupo de hombres como lo hace la luna con las estrellas, pero ella casi se camuflaba. Gracias a los pitidos que salían de su garganta pudo diferenciarla de los otros humanos. Diría que casi era tan vellosa como él (no igual o más, él siempre estaría en un rango superior). Por suerte, el pescador se presentó voluntario antes de que tuvieran que rifarse a la señorita.

—¡Brindemos! ¡Yar! ¡Por los novios!

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18/04/2022, 16:37
DIRECTOR

Tras varios dires y diretes con la moza Renata, a la que mas de uno no le hacía ascos, pero que solo ella parecía tener interés en Ándor, terminó por atender a todos, remiendos incluidos, dejando que los hombres descansaran y curaran sus heridas.

La mañana llegó, aunque el viejo no abrió los postigos en parte porque seguía lloviendo, y en parte porque necesitabais descansar, unos mas que otros. Así que azuzó leña al fuego conocedor del frio que pasa el herido cuando se recupera, y atendía a aquellos que estabais ya despiertos.

Así mismo, Renata bajó después y se paseó por donde estaba Ándor, dándole a él los buenos días como solo semejante moza es capaz.
Renata -agüenos días.- Dijo toda coqueta. -eto é pa tí.- Tendiendote un pañuelo bordado, tan recargado de corazones bordados y con su nombre, Renata, ocupando todo el centro. -Lo ise yo. Jujuj, que no poía dormí, y pa que sepan as demás hel pueblu que geres mío.- Y un enorme suspiro inundó la estancia mientras se alejaba dando marcha atrás. 
Después comenzó a preparar otro caldo sin dejar de echarle miradas a su amor; mientras destripaba un pato, mientras lo echaba al caldero, mientras pasaba para atender a otro soldado... Después de tanta muestra de amor el ambiente se cargó demasiado, y los que descansasteis estabais mas atentos a otras cosas, como la conversación entre el viejo cantinero y el alguacil que se desarrollaba bajo la cubierta de la entrada mientras ambos, apoyados en la pared, veían caer la lluvia desde la puerta.

 
Cantinero-No señor,- decía el viejo meneando la cabeza. -Eso que decís es lo normal. Los malditos pellejudos verdes se divierten usándonos de blanco para sus practicas por pura diversión, menos mal que tienen mala puntería los jodíos.- Para darle más énfasis, o para sacar de su boca el mal sabor de nombrar a los goblins, terminó la frase escupiendo al suelo. 
Alguacil Gustaf Gotfried-Entonces deben de ser los malnacidos elfos. Esos no dejan barco sobre el agua.-

Cantinero -Tampoco, señor Gotfried.- El viejo volvió a menear la cabeza mientras chupaba una calada de su pipa de barro. -Los orejas picudas os matan si poneis un pie en la orilla que dicen ser suya. Además, esos tienen buena puntería, no habríais salido ninguno del negro Salz si en vez de goblins hubieran sido elfos.- Otro esputo alejó el nombre de los malditos elfos de la boca del cantinero.

Alguacil Gustaf Gotfried -Piratas de río entonces.- Dijo el alguacil molesto por el comentario anterior. -Deben de tener su cubil en algún punto del bosque, ¿cómo les hacemos salir o encontramos su guarida? 

- Tiradas (1)

Motivo: Renata Sana a Gorst

Tirada: 1d10

Resultado: 10 [10]

Notas de juego

Podeis entrar a la conversación.

Por cierto, Gorst, la moza te hace una vendaje digno de un príncipe. Aunque no sabes si por habilidad o porque estaba mirando a Ándor mientras lo hacía.

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18/04/2022, 17:00
DIRECTOR

Tras el ünguento que cálidamente puso Renata en vuestro pecho, notasteis que un picor sano se canalizaba por vuestro cuerpo. El cansancio y los vapores hicieron que durmiérais mejor.

Al día siguiente te encontrabas mucho mejor. La cabeza parecía estar en su sitio y hasta tenías fuerzas para levantarte. Todavía los mocos asomaban a la nariz, pero no era grave. Gracias al ungüento de aquél angel llamado Renata, de sus cálidas manos y su voz angelical, habías escapado de una enfermedad más grave.

La lluvia seguía azotando el tejado y oías repiquetear el agua contra el postigo, pero si te abrigabas bien, hasta podrías continuar con la misión.

- Tiradas (1)

Motivo: Resistencia

Tirada: 1d100

Dificultad: 31-

Resultado: 25(-10)=15 (Exito) [25]

Notas de juego

Si quieres bajar, dimelo y te describo la situación.