Partida Rol por web

Las Sombras de la Mente

Capítulo III: Despacho en Escarlata

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23/08/2019, 04:29
Narración

Lo que comenzó como una tarde de reposo y reflexión, acabó abruptamente a eso de las 5 de la tarde cuando un coche y un recado urgente para cada uno. 

"Su presencia es requerida inmediatamente. M.H"

Lo más curioso era que, sin importar en dónde estuviéseis, la misiva os alcanzó, dándoos pie a sospechar que probablemente os vigilaban. Los cocheros eran simples recaderos sin conocimiento alguno y os llevaron rápidamente en una dirección que no esperábais: hacia el norte. Pasásteis por Regent's Park hasta deteneros frente a una casa señorial de varios pisos, con un seto amplio y un aspecto que revelaba cierta posición en su ocupante.

También estaban los policías, custodiando la calle y presentes en todo el antejardín y la calle, con rostros especialmente adustos, ante un cielo nublado que amenazaba con tormenta en cualquier momento. Nadie os recibió a vuestra llegada, pero los oficiales os dejaron entrar sin mayor cuestionamiento al interior del lugar. Allí, podéis reconocer la figura del inspector Lestrade, cuyo rostro muestra una palidez inusual y su aspecto es más afín con el de alguien entre enfermo y terriblemente molesto. Sólo os dedicó una mirada fría como saludo, mientras dos oficiales custodiaban la entrada de aquella casona, y el interior parece verse vacío y demasiado apacible.

Hay un aire lúgubre en todo el lugar y aunque no sabéis que ha ocurrido, a juzgar por las expresiones de todos los miembros de las fuerzas de la ley y de Lestrade, no estáis allí precisamente para recibir buenas noticias.

Notas de juego

Cada uno llega en coches separados, aclaro.

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24/08/2019, 21:50
Irene Adler

Cuando Irene se bajó del carruaje lo primero que pudo llamar la atención sobre ella fue su aspecto, muy alejado de aquel con el que sus compañeros la habían conocido el día anterior. Llevaba una blusa de color crema, ancha para su complexión y que se anudaba sobre el pecho con cordones de un trenzado basto. Pero lo más escandaloso era la ausencia de falda, pues la dama vestía unos pantalones negros cuyos bajos se perdían en unas botas marrones. La calidad de todas las prendas era baja y ni siquiera parecían estar del todo limpias. No era, sin lugar a dudas, la ropa que llevaría una mujer de buena posición, sino más bien la que podría llevar un obrero de fábrica o un marinero. 

Tampoco sus cabellos estaban exquisitamente peinados como solían, sino que tan sólo los recogía en una cola baja que se anudaba con un lazo negro en su nuca. Los mechones cercanos a su frente estaban despeinados y algunos rizos cobrizos escapaban alrededor de su rostro, enmarcándolo. Un ojo verdaderamente observador podría haber llegado a vislumbrar al contemplarla muy de cerca algunos restos de pintura en su rostro, en la zona de la barbilla. 

Tras ella, en el asiento del carro, dejaba algunas prendas más amontonadas unas sobre otras, todas de colores discretos, pardos y marrones, y mala calidad. Al menos, no olía mal, como podría parecer al ver su atuendo. Su aroma a lavanda y violetas era aún reciente, como si acabase de echarse perfume durante el viaje. 

Descendió grácilmente del carruaje, sin preocuparse por las miradas que pudiesen verse atraídas por su inapropiada vestimenta, y se acercó a los otros tres investigadores en cuanto los vio descender de sus propios carros. 

Buenas tardes —saludó como si nada, dedicándoles una sonrisa, pero dejando que sus ojos volasen de un lugar a otro sin detenerse demasiado tiempo en ninguno—. ¿Alguno sabe cuál es el motivo que nos ha traído aquí? 

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25/08/2019, 21:53
Marian Halcombe

Marian se bajó del carruaje despacio, aprovechando la excusa de su cojera para tener algunos momentos más para examinar la situación antes de entrar. La situación no era prometedora. El señor Holmes era alguien importante, pero hubiese creído que prefería la discreción. Y todo ese evidente despliegue de seguridad le resultaba inquietante.

Se acercó a sus compañeros, notando que la señorita Adler llegaba tarde, hasta que un segundo vistazo al perillán que había bajado del otro carruaje y que en un primer momento había tomado por un criado o alguien a quien habían mandado con un mensaje le informó de su error.

-Señorita Adler, -le dijo, dirigiéndole una sonrisa, con la curiosidad y contenido entusiasmo de quien espera oír el relato de una brillante travesura brillando en sus ojos-siendo usted, debo suponer que si esas no son las últimas modas en Londres, lo serán pronto. Pero espero que tenga ocasión de contarnos su día, parece haber sido...de lo más interesante. Pero en cuanto a su pregunta, al menos yo no la menor idea. Pero espero que lo averigüemos pronto. No soy aficionada a la intriga.

Cuando entró, el aspecto de Lestrade no le ofreció más seguridad de la que le habían ofrecido los policías en el exterior. Algo pasaba, y no era bueno.

-Inspector-saludó-No estoy segura de si debería inquirir por la información que tenga o preguntarle si necesita un médico. No tiene demasiado buen aspecto.
 

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30/08/2019, 16:20
Mina Harker

De nuevo una misiva que la convocaba ante la presencia del señor Holmes a la caída del so y con ella moría la vaga esperanza que alguien hubiera hecho bien su trabajo durante su reclusión diurna. Había dado gracias por el generoso presente de su fiel amigo Van Helsing, saciando una urgente necesidad que ella misma había provocado por el uso abusivo de sus dones, de los cuales medía con sumo cuidado el uso que les daba. ¿Como podría destruir a un monstruo sin convertirse en uno ella misma?

Su llegada parecía haber sido sincronizada con la de sus compañeras pues al descender de su carruaje allí estaban Halcombe y la que parecía ser la señorita Adler, a quien parecía no importar el escrutinio al que le sometían las miradas de unos y otros por su atuendo. En cierto modo la envidió, jamás lo confesaría pero gustaba de usar los ropajes de Jonathan en la intimidad de su casa, la comodidad de unos pantalones y la liberación de una camisa holgada era un pequeño placer que solo compartía en la intimidad con su amado.

-Buenas noches señoritas – anunció su presencia con saludo cortes, vistiendo con el recato habitual en ella no dejando piel desnuda alguna al descubierto, en un conjunto que era algo monocromático.

Básicamente se encontraba enfundada en un conjunto negro, más propio de una viuda que de una joven de su edad y belleza, con algún toque de gris en el plumaje que adornaba su tocado. Un largo abrigo la protegía del descenso de las temperaturas Londinenses, también en negro; de su muñeca colgaba un bolso bombonera y sus manos enguantadas portaba un paraguas, completando su lúgubre aspecto.

-¿esperamos a algo? - inquirió al verlas frente al Inspector Lestrade, quien por su aspecto no había tenido descanso en aquel día

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01/09/2019, 01:31
Doctor Jekyll

Al bajar el doctor Jekyll del carruaje lo hizo llevando una cartera de cuero bien abultada. En ella había guardado el contenido de la caja del día anterior y algunas notas del caso. Parecía entre apocado y confundido. Sus ojos se dirigieron hacia sus compañeras, y cuando se dio cuenta de que estaba repasado el atuendo de Alder apartó la mirada por pura vergüenza. La palidez de sus mejillas se tiñó brevemente de un tono rojizo, y deseó que nadie se hubiera dado cuenta de ese momento.

Lo siguiente que hizo fue acercarse a ellas, dispuesto a unirse a la conversación. Aquello no terminaba de encajarle con la recepción que habría esperado por parte del señor Holmes... Y cuanto más veía, más convencido estaba de que el hombre ni siquiera estaría allí. Tanta policía, un aire tan lúgubre, y la actitud de Lestrade le hacían pensar, directamente, en lo peor, y estaba seguro de que no era el único. Por eso, por no querer señalar lo evidente, prefirió aguardar a que Lestrade se explicase. La inseguridad del doctor le hizo pensar que quizá el inspector estaba molesto con ellos en general —o con él en particular—, pero por propia experiencia sabía que ese tipo de pensamientos no siempre estaban bien encaminados.

—¿Qué...? —empezó a preguntar, apostillando las palabras de Halcombe—. ¿Qué ha sucedido, inspector?

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06/09/2019, 01:23
Irene Adler

—Oh, espero que no, señorita Halcombe —respondió Irene, divertida—. No sería una moda muy favorecedora, ¿no es así? —Sacudió la cabeza graciosamente—. Pero no se preocupe, puede tener por seguro que tengo cosas interesantes que contarles... —Bajó un poco la voz—... en cuanto sepamos qué está pasando aquí.  

Su atención terminó por centrarse en el inspector, a la espera de que satisficiese su curiosidad. 

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06/09/2019, 04:20
Inspector Lestrade

Lestrade no responde a las preguntas, sólo hace un gesto silencioso en dirección a la casa y comienza la marcha. Los oficiales os dejan pasar detrás del inspector y ya adentro, comienza a hablar con un tono bajo y apagado, difícil de entender.

-Ha habido otro... asesinato- revela. El lugar en el que estáis parece reflejar que su o sus propietarios son personas acomodadas: cortinas finas y limpias, un mobiliario en excelente estado, cuadros grandes y decoración en toda suerte de metales y colores, llenos de lujos que no se puede dar cualquier londinense. Incluso la luz parece posarse sobre las paredes limpias con cierta meticulosidad propia de la estatura de aquella casa en su interior. No parecía que ningún detalle estuviese fuera de lugar o de alineamiento y todo parecía responder a un orden pre-establecido cuidadosa y diligentemente mantenido. Lestrade os conduce a las escaleras y comienza a subir.

-La víctima se llama James Wilcott. Un comerciante...- comentó, de nuevo soltando sólo un fragmento. Todas las habitaciones del primer piso están cerradas, pero aún en las puertas y el suelo de madera se puede descubrir la finura de todo el lugar. Una de las puertas del fondo del pasillo está flanqueada por dos oficiales, a quienes Lestrade mira y estos se dirigen sin más hacia la escalera, dejándoos a vosotros en un espacio discreto, frente a una puerta cerrada y sólida, y en compañía del inspector.

-Otro asesinato como el del puerto- dijo al fin Lestrade. -Le encontró el ama de llaves en la tarde, cuando se disponía a traerle el té a la hora habitual.- el humor del inspector revelaba que no estaba para bromas, y su palidez parecía enfatizar en la gravedad de la situación. -temo que las noticias del homicidio del puerto se hayan... extendido. -os lanza una mirada con un dejo de desconfianza- Y que el resultado sea esto: más imitadores dispuestos a sembrar el caos. Hemos retenido a los sirvientes y les mantendremos aislados hasta que tengamos claridad sobre lo sucedido. Mis hombres no saben tampoco demasiados detalles y estamos manejando el caso en el más absoluto secreto. Sólo yo, el forense y... ustedes, tendremos acceso a la escena del crimen.- dice Lestrade visiblemente molesto.

-¿Estáis listos? Esta tampoco es una escena amable con el estómago- dice mecánicamente, y no parece interesado realmente en vuestra respuesta, pero sí presto a abrir la puerta.

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08/09/2019, 13:49
Marian Halcombe

-Imitadores...-Si eran imitadores, no se habían molestado demasiado en la imitación, excepto quizás en el método. Las víctimas de Jack habían sido mujeres y prostitutas. Los últimos asesinatos habían sido marineros en la zona portuaria.Un mercante de posibles no correspondía mucho con el modus operandi. Dejando de lado el asesinato de la posada, los otros podrían considerarse asesinatos de oportunidad, al menos aparentemente, aunque Mariantenía sus dudas de que lo fueran realmente, al menos todos ellos. Pero entrar en la casa de alguien, sorteando las puertas cerradas, arriesgándose a encontrar otra gente dentro, era muy distinto de acechar a la primera víctima conveniente que pasase por un callejón. Y eso planteaba la pregunta, ¿por qué James Wilcott?-Adelante, Inspector, muéstrenos la escena.-dijo Marian, intentando prepararse mentalmente para lo que iba a encontrar-pero puede ir poniéndonos en antecedentes. ¿Estaban puertas y ventanas cerradas?¿Se sabe cómo entró?¿Quiénes estaban en la casa?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Voy tirando investigar, por si hace falta cuando veamos el cadaver

Edit: Soy idiota. Puse las característica de la tirada y en lugar de darle a tirar le di a guardar mensaje directamente

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11/09/2019, 21:48
Irene Adler

Otro asesinato, ¿no es así? —repitió las palabras del inspector, con las cejas levemente enarcadas—. Menos mal que decidió no dar el caso por cerrado —comentó, dedicándole una sonrisa, como si aquello hubiera sido únicamente decisión de Lestrade. 

Escuchó sus explicaciones mientras lo seguían por la casa y cuando se detuvo ante la puerta sus ojos ya empezaron a mirar alrededor, moviéndose inquietos de un lado a otro sin llegar a detenerse demasiado en ninguno. 

—¿Debemos entender, entonces, que el asesinato tuvo lugar de día? —preguntó sobre un punto que había llamado su atención, mirando a Lestrade y asintiendo con la cabeza a todas las preguntas de Marian, pertinente y precisa, como siempre—. Adelante, veamos la escena. 

Sentía cierta expectación rebullendo en su estómago. Claro que los asesinatos eran una cosa horrible y con la sangre y la muerte y todo lo demás... pero aquel caso tenía algo magnético, era lo suficientemente enrevesado como para que su intelecto se viese estimulado. Y eso no le sucedía todos los días.

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12/09/2019, 12:33
Mina Harker

Las palabras de Lestrade causaron reacción alguna en Mina, pues no había otra explicación para su presencia en esa zona de la ciudad donde altos dignatarios y aristócratas de familia con gran influencia vivía. Su asesino iba escalando en ambición. Su atención estaba en las palabras de sus dos compañeras pero sus sentidos estaban volcados en lo que iba a presenciar. Estaba segura que si se concentraba podría haber sentido el hedor de muerte y sangre desde la entrada, pero era eso precisamente lo que trataba de evitar a toda costa.

Permaneció en todo momento un paso por detrás del grupo, especialmente en el momento que alcanzaron la puerta tras la que se ocultaba la escena del crimen. La noche anterior había esquivado elegantemente la visita a la escena de la noche anterior, pero estaba claro que no podría hacerlo de nuevo. Así que hizo de tripas corazón y siguió a los demás al interior.

Notas de juego

Siento la brevedad pero estoy en plena preparación para ir al aerorpuerto y ha sido una semana horrible. La proxima me esmerare.

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15/09/2019, 17:31
Narración

-No tenemos muy claro de cómo entró. Sin embargo, la ventana de su despacho estaba abierta, como veréis- explicó Lestrade fríamente. -En la casa se encontraba él, el ama de llaves, su secretario y dos criadas. Su esposa y su hijo partieron de vacaciones hace dos días hacia la riviera francesa, llevándose algunos sirvientes.- explicó el inspector mientras su mano se posaba en el pomo de la puerta. Asintió a la pregunta de Irene. -La última persona que le vio vivo fue su secretario, poco después del almuerzo, antes de encerrarse en su despacho. Su muerte debió ocurrir entre ese momento y cuando lo descubrió la criada- explicó Lestrade.

Finalmente abrió la puerta, revelando otra sangrienta y salvaje escena. En medio de la habitación llama la atención el cadáver de la víctima, todavía en su asiento frente a su escritorio. Recostado sobre el espaldar de su asiento, con el cuello cortado y una horrible vertical que baja por todo su pecho y su abdomen. Sus ropas han tomado un color rojo oscuro, y sus vísceras yacen en un amasijo rojizo y negruzco en frente de él, en un retorcido intento de parodiar la ubicación de los papeles sobre su largo escritorio. Bajo el cuerpo sin vida, se ha formado un charco de sangre, proveniente tanto del asiento como de los órganos sobre la madera. El olor es insoportable, una mezcla de sangre y humores que hace que el ambiente en aquella estancia sea aún más terrible que con el cuerpo del marinero en el exterior.

Poco a poco el resto de la escena se revela ante vosotros. El suelo en madera está lleno de papeles y documentos intercalados con pisadas rojizas por toda la habitación. Algunas arrugadas y rotas y otras simplemente intactas pero lejos del escritorio. No muy lejos de la entrada hay una bandeja de plata en el suelo, y varios fragmentos de porcelana que pertenecerían a uno o dos elementos de una vajilla personal. Todo el lugar, antes de aquella tragedia, habría sido un ordenado despacho: Hay una librera con varios libros sin nombre, que asumís son de contabilidad, cerca al suelo hay tinta, pluma, pergamino y otros instrumentos de escritura. Hay una ventana que da hacia el jardín trasero, que se encuentra cerrada. Las cortinas alrededor están abiertas de par en par, dejando entrar la luz pálida de un día más frío en Londres.

Detrás del escritorio hay un aparador con varias estatuillas y recuerdos exóticos, muchos de ellos de origen lejano y de otras culturas, que no han sido tocados por lo que hubiese sucedido allí: máscaras extrañas, figurines talladas en madera, metales forjados y similares. Y decorando sobre el aparador, un cuadro con la imagen de un barco de vela navegando turbulentas aguas en una pintura con tonos grises y oscuros, que representa un cielo tormentoso.

Notas de juego

Tirada de Espíritu a -2, o sufrid las consecuencias del miedo y/o el asco.

Podéis Investigar el cuerpo con Notar o con Ciencias/Medicina.

Podéis Investigar la habitación.

Sólo podéis decidir uno de los dos, ya que cualquiera tomará tiempo (y no podéis tirar las dos al tiempo, sed pacientes). Describid en vuestro post sobre qué os vais a concentrar.

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17/09/2019, 22:41
Irene Adler

Irene entró en la estancia con paso firme y decidido, pero cuando sus ojos contemplaron la escena sus pies fueron ralentizándose hasta que se detuvo a un par de metros del escritorio. Quizás porque a la luz del día la imagen resultaba mucho más cruenta que a la luz de gas de los faroles durante la noche, o tal vez porque el olor era mucho más penetrante en una habitación cerrada, pero sintió cómo su tez palidecía y su estómago se revolvía. 

Apartó la mirada del cuerpo rápidamente, mirando hacia el suelo. Caminó hacia la ventana y tomó aire, en un esfuerzo por contener las náuseas. Respiró profundo hacia el exterior y esperó varios segundos hasta que el color volvió a sus mejillas. Aún se tomó un momento más antes de volver a mirar hacia dentro y, al hacerlo, esquivó deliveradamente la imagen del cadáver. En lugar de eso, sus ojos se centraron en el aparador que tenía detrás y hacia él se dirigió, haciendo un esfuerzo consciente por no detener sus ojos sobre las tripas que descansaba en la mesa.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Investigo el aparador.

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18/09/2019, 23:14
Marian Halcombe

La escena era, en efecto, perturbadora. Sólo los más crueles y viles entre los hombres podían crear semejante escena. pero regodearse en lo macabro no ayudaría a evitar el siguiente crimen, salvar a la siguiente víctima de un destino similar. Entró en la habitación, con cuidado de no alterar los papeles desparramado y las manchas en el suelo. El asesino no había puesto exactamente cuidado de no dejar huellas. Había sido descuidado en extremo, de hecho, como si temiese no nada de los que investigasen el asesinato. Que no les temiese, entonces. No le importaba cuanto despreciase sus habilidades, si eso significaba que podrían encontrarlo más rápido.

Se acercó a Irene y puso su mano en la espalda, intentando darle algún apoyo, antes de empezar sus propias observaciones del lugar. No la culpaba por su reacción, las palabras de Lestrade al calificar la escena de "no amable con el estómago" eran un eufemismo extraordinario. Se acercó primero a examinar el alfeizar de la ventana, intentando encontrar alguna huella o señal de los pies de alguien que entrase del exterior. O saliese. Y luego siguió el recorrido de las huellas, y de los objetos de escritorio desparramados por el suelo, intentando reconstruir los pasos del asesino. ¿Había entrado, asesinado al hombre y montado aquella escenapara ellos y luego vuelto a salir?¿Había habido una lucha? ¿Se había demorado en la habitación después del crimen?

-¿Debo suponer que la bandeja y los restos de vajilla cerca de la entrada son resultado de que la criada dejase caer el té que le traía cuando se encontró con el cadaver?¿Pero con tantas personas en la casa, nadie oyó nada?¿Ningún grito, ningún golpe o forcejeos?¿Nadie vió a nadie sospechoso rondando por la zona antes del asesinato?

- Tiradas (2)

Notas de juego

No tiré Investigar, porque tiré en mi post anterior

Editado: Hecha tirada de Notar

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20/09/2019, 01:20
Doctor Jekyll

El buen doctor Jekyll escuchó en silencio las explicaciones de Lestrade mientras caminaba hacia donde el hombre les dirigía. Personalmente, cuanto más oía al inspector hablar de un imitador, y luego otro, y luego otro... Más creía que todo era obra del mismo hombre. Probablemente, el mismo que tiempo atrás había aterrorizado la ciudad. Quizá su manera de matar ya no iba ligada a su estilo de víctima, quizá era algo así como su seña de identidad. O quizá era otra cosa. Con cada paso sentía cómo una parte de sí mismo —una que quizá ya no era de sí mismo en realidad— se preparaba para lo que estaba a punto de ver, disfrutando por anticipado de la visión de muerte que los esperaba.

Y aún así el doctor no estaba preparado para aquello. En cuanto dio un paso dentro de la habitación se quedó en el sitio, helado un instante, sintiendo cómo el reflujo gástrico amenazaba con subir por su estómago. Sin embargo apretó la garganta y trató de respirar, tomando aire con cuidado. No disfrutaba con aquello: le disgustaba sobremanera. Y aún así había encontrado dentro de sí una entereza que no sabía que poseía. Quizá la había desarrollado tras ver cosas que ni siquiera recordaba... O quizá ni siquiera era su propia entereza.

Al ver cómo sus compañeras se ponían a investigar dudó un instante. Las palabras de Halcombe le sacaron de aquel instante de pausa y decidió acercarse al cuerpo. En parte por creer que siendo médico era lo que se esperaba de él, en parte por lo que pudiera descubrir... Y en parte por demostrarse que podía hacerlo. Aún así, de camino una mano le temblaba un poco.

Lo primero que examinó fue la postura del cadáver, queriendo saber si había sido movido después de muerto. La idea de lo raro que era que nadie hubiese oído nada le llevó a intentar comprobar si no estaría dormido antes de su muerte, o drogado. Con calma y esmero el doctor pasó a examinar cada detalle del cuerpo. En su mente lo comparaba con los de las imágenes que habían visto en el dossier el día anterior. Y en su mente, también, una parte de él disfrutaba observando aquellos cortes, oliendo la muerte de cerca, notando la sangre del difunto como sus propios latidos en el paladar...

- Tiradas (3)

Notas de juego

El doctor examina el cuerpo.

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20/09/2019, 04:45
Director

Notas de juego

En aras de la consistencia, esta fue tu tirada Faris:

Tirada oculta

Tirada de Protagonista

Motivo: Notar

Dado principal (1d10): 1 = 1

Dado salvaje (1d6): 1 = 1

Total: 1 = 1

Dificultad: 4

ResultadoPifia

 

Puedes quedarte con la pifia o gastar un Beni.

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20/09/2019, 12:22
Marian Halcombe
- Tiradas (1)

Notas de juego

Voy a gastar un Beni

y tengo la ventaja Ardor

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21/09/2019, 22:54
Mina Harker
Sólo para el director
- Tiradas (4)

Notas de juego

pues para lo que me ha servido en Beni...tu diras si merece la pena que postee o su espero a que tu avences algo pero me da que Mina no pasa de la puerta en cuanto vea el escenario. se va a quedar allí clavada, tapándose la boca con el pañuelo y los ojos muy abiertos. 

editado

gasto otro Beni (serian dos en total) y repito nuevamente tirada de Espíritu.

Bueno, raspado...pues entonces hago la tirada de investigar y te dejo post en un rato largo =^.^=

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25/09/2019, 23:49
Mina Harker

Entrando la última quizá su reacción pasara desapercibida o quizá no, era imposible estar segura de algo así cuando todos los ojos estaban pendientes de la dantesca escena. El hedor a muerte la golpeo en el instante que Lestrade abrió la puerta, palideciendo en anticipación de lo que estaría por llegar mientras sus compañeros ocupaban el umbral de la puerta entrando uno a uno al interior de la estancia, haciendo muestra de un estoicismo del que dudaba pudiera hacer gala aquella noche.

Posar la vista en aquel destrozado cuerpo hizo que Mina contuviera la respiración, secándose la boca en el acto junto a una sacudida de alerta que recorrió todo su cuerpo. Allí permaneció por largos instantes en los que sus compañeros reaccionaron ante la sobrecogedora imagen de aquel cuerpo mancillado con semejante brutalidad.

Los primeros minutos se desvanecieron haciendo acopio de todas sus fuerzas para no dar media vuelta, salir de la casa y perderse por los jardines de Regents Park en busca de un suculento bocado. Los que siguieron a ese pensamientos fueron para recordarse a si misma que no era un monstruo y olvidar semejantes pensamientos. Finalmente entro en el despacho, manteniéndose en todo momento lo más alejada posible del cuerpo y la sangre, al menos en la medida que le fue posible. El Doctor examinaba el cuerpo mientras sus dos compañeras ojeaban el resto; la imagen de la señorita Adler capto especialmente su atención, ya no solo por su atuendo que la hacía destacar más de lo habitual si no por el cuadro ante el que se había detenido. Aquel oleo evoco en ella recuerdos dolorosos de su viaje a tierras olvidades, en una carrera contra reloj para alcanzar a “su príncipe” sin éxito. Y así se sumergió en el estudio de la pintura, distrayendo su mente del olor a sangre que quería penetrar en lo más profundo de su ser.

Notas de juego

Mis diculpas por la demora, como ya explique mis vacaciones no vacaciones se trasformaron en una semana horrible a muchos niveles.

 

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27/09/2019, 03:25
Narración

El aparador contiene una colección relativamente limpia de recuerdos y figurines exóticos. Uno proveniente de la isla de Java, más cercano a un totem que a otra cosa, otro que tiene el aspecto de haber sido encontrado en alguna jungla de sudamérica y representa un gran felino tallado en madera. Hay algunos de aire más oriental que seguramente hayan sido traídos de china, y que tienen un aspecto antropomorfo. Hay algunos más que parecen africanos debido a los cortes irregulares y alargados que representan rostros deformes y algo intimidantes. 

No había mucho que pudieses encontrar de valor allí, sin embargo tu atención es atraída por uno de los cajones del aparador. Una minúscula y apenas perceptible mancha de sangre te lleva a abrirlo, revelando tan sólo varios papeles, pequeños y menudos, con sellos que pertenecen a casas reales. Organizados cronológicamente, parecen invitaciones a eventos de la alta sociedad: recepciones, cenas, bajo el auspicio de los duques y de aristócratas ingleses. Incluso reconoces en uno de ellos el sello de la corona, lo que indicaba una invitación directa de la familia real. Sin embargo, todas las invitaciones tenían fechas pasadas y estaban guardadas allí, con algún propósito nostálgico, en consonancia con todo lo que estaba en el aparador.

Quien hubiese sido el responsable del desorden circundante, había abierto también aquel cajón, pero su propósito todavía te era desconocido.

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27/09/2019, 03:37
Narración

Tus habilidades de observación te permiten rápidamente formularte una idea de lo sucedido. A juzgar por la posición del cadáver y las pequeñas manchas de sangre sobre el escritorio bajo las hojas, no parecía que hubiese habido un forcejeo, sino un ataque por sorpresa del atacante, quien habría probablemente acabado con su víctima antes de que pudiese reaccionar.

Pero entonces, ¿por qué el desorden? La respuesta evidente era que alguien, probablemente el asesino, había estado buscando algo. Y si juzgabas el patrón, primero se había entretenido con Wilcott en aquella horripilante exhibición y luego había recorrido la habitación alrededor del escritorio en busca de algo. Todo parecía muy confuso, pero los papeles desordenados indicaban que probablemente tenía que ver con lo que guardaba el comerciante en su despacho.

La pregunta persistía, sin embargo. ¿Qué buscaba el asesino? y... ¿lo había encontrado o se había retirado derrotado? más curiosa aún era la impulsividad que le hubiese llevado a ni siquiera cuestionar a Wilcott. Exceso de confianza, deseo de sangre o alguna extraña mezcla de cualidades que simplemente te pintaba una imagen poco agradable del culpable de aquel atroz crimen.