Partida Rol por web

Bien, usaremos esta escena para hablar sobre el personaje y poder perfilarlo a tu gusto ^^

Creo que finalmente me quedo con Hannah, que tenía muchas ganas de jugar con ella ^^.

Te copio aquí lo que tenía y vemos lo que hay que modificar/ampliar... Tal y como lo tenía la historia terminaba cuando la iban a internar en el reformatorio, no sé si tengo que cambiar esa parte, o como en la historia no llegan a hacerlo, sino sólo a informarla de ello no es necesario. Supongo que depende de cómo vaya a empezar la partida, así que dime tú ^^.

No mires atrás, Hannah... - Me repetía una y otra vez mientras corría bajo la lluvia sintiendo el asfalto mojado bajo mis pies descalzos. - No mires atrás...

Las lágrimas se mezclaban en mi rostro con las gotas de lluvia cada vez que recordaba lo sucedido hacía unas horas y mi camisón empapado me hacía tiritar por el frío que calaba mis huesos. Toda mi vida se había desmoronado hacía un año, yendo en picado hasta llegar al momento actual. 

Mi padre era un gran hombre. Él nunca habría permitido esto. Él me habría protegido con uñas y dientes... Pero murió en ese maldito accidente y mi madre, que siempre había sido débil, nunca pudo superarlo. Empezó a desentenderse de mí y a beber... Y poco después trajo a ese horrible hombre a casa. Se pasaban las noches borrachos y los sonidos que atravesaban la pared que separaba mi habitación de la suya me hacían esconder la cabeza bajo la almohada y apretar los dientes. 

Unos meses después mi madre empezó a no ser suficiente para él y J. comenzó a poner sus ojos en mí. Intenté hablar con mi madre, lo intenté por todos los medios. Traté de explicarle que ese hombre sólo la quería por el dinero que habíamos heredado de papá. Pero no sirvió de nada, ella sólo tenía ojos para J., su nuevo juguete.

Cuando le dije que su nuevo novio me había tocado el culo sólo conseguí que me cruzase la cara con una bofetada. La primera que me había dado en toda mi vida. Empecé a esquivarlo, a tener miedo de estar en casa y a no quedarme nunca a solas. Pero el muy asqueroso aprovechaba cualquier oportunidad para mirarme con su sonrisa lasciva. - ¿Quieres que veamos una película, pequeña Hannah? - Susurraba con voz grave mientras me miraba de arriba a abajo. Y mi madre era incapaz siquiera de concebir lo que estaba sucediendo bajo su techo.

Hoy me metí en la cama pronto. Mi madre estaba en una reunión con sus amigas y no quería cruzarme con J. sin tenerla cerca. Me dormí enseguida, arrullada por el golpeteo de la lluvia en el cristal. Y fueron sus asquerosas manos sobre mis pechos lo que me despertó sobresaltada. Estaba desnudo y completamente empalmado, sentado en el borde de mi cama y tocándome con sus sucias manos. - No te creerá si lo cuentas. Lo sabes... - Susurró antes de apartar las sábanas y sujetarme las manos, sin dejar de apresarme los pechos. 

Forcejeé todo lo que pude, grité, lloré, supliqué... Pero no sirvió de nada. Cogió lo que quiso y después se marchó tras prometerme que no sería la última vez. Que a partir de ahora nos íbamos a divertir mucho los dos, dijo.

Ni siquiera fui capaz de vestirme, o de buscar los zapatos. Completamente asqueada de mi propio cuerpo salí corriendo, sin saber hacia dónde huía, tan sólo deseaba alejarme de ese lugar que había sido mi hogar. Alejarme todo lo posible, para no volver jamás.

Corrí durante horas y horas hasta que unas luces rojas y azules a mi espalda me hicieron detenerme. Sólo recuerdo que me abracé al policía que me apuntó con una linterna y que entre lágrimas le supliqué que no me hiciera volver a mi casa. Pero tras él salieron del coche mi madre y J., realmente enfadados. Mi madre me abofeteó y me gritó en medio de la calle, delante de los policías. Y ellos se hicieron a un lado y no se entrometieron. 

Me obligaron a volver a casa, pero a la mañana siguiente mi madre me anunció que tenía que hacer las maletas. Estaba cansada de soportarme, de lidiar con mi rebeldía. J. y ella habían tomado una decisión: internarme en un reformatorio. Oh, claro, ella no lo llamó así. Colegio para niños problemáticos, dijo ella. Pero yo lo entendí de sobra, quería librarse de mí y para ello pensaba encerrarme con delincuentes, quizá incluso asesinos... ¿Qué había hecho mal yo? Yo era la víctima, pero a nadie parecía importarle.

Hannah Richards tiene 15 años y hasta la muerte de su padre hace un año era una adolescente normal y feliz de una familia de clase alta. Siempre ha sido tímida y bastante introvertida, pero desde la muerte de su padre estos rasgos se han acentuado, llegando al extremo de dejar de hablar completamente incluso con sus antiguos amigos.

Sus ojos son verdes y grandes, su cabello castaño oscuro y muy largo. Mide 1,60m y pesa 52kg. Le gustan los videojuegos y leer manga. Está escribiendo un diario que espera poder publicar algún día. En él relata todos los sucesos desde la muerte de su padre hasta el momento actual.

La historia me encanta, ya te lo dije cuando me la pasaste para que te diera mi opinión ^^

He estado pensando, y sí, mejor quita la parte en la que te dicen de ir a un colegio especial, ya que la partida no empezará así. 

Continuarías viviendo con tu madre y J. Él, tras el arranque que tuviste, de momento no se ha vuelto a acercar, aunque siga mirándote de esa manera que te asquea. 

Me gustaría que me hablaras un poco de tus amigos más cercanos. Si hay alguno al que le has contado lo que te pasa, que tipo de relación tienes con ellos, si os soléis ver tras la clase, o vas directa a casa, etc...

He estado pensando en dónde ubicar la partida. Y creo que, por la historia de tu personaje y la idea que tengo en la cabeza, estaría bien un barrio de estos residenciales americanos. Tu padre os dejó dinero, así que irías a un buen colegio, etc... 

Si se me ocurren más cositas ya te iré poniendo... ^.^

No mires atrás, Hannah... - Me repetía una y otra vez mientras corría bajo la lluvia sintiendo el asfalto mojado bajo mis pies descalzos. - No mires atrás...

Las lágrimas se mezclaban en mi rostro con las gotas de lluvia cada vez que recordaba lo sucedido hacía unas horas y mi camisón empapado me hacía tiritar por el frío que calaba mis huesos. Toda mi vida se había desmoronado hacía un año, yendo en picado hasta llegar al momento actual. 

Mi padre era un gran hombre. Él nunca habría permitido esto. Él me habría protegido con uñas y dientes... Pero murió en ese maldito accidente y mi madre, que siempre había sido débil, nunca pudo superarlo. Empezó a desentenderse de mí y a beber... Y poco después trajo a ese horrible hombre a casa. Se pasaban las noches borrachos y los sonidos que atravesaban la pared que separaba mi habitación de la suya me hacían esconder la cabeza bajo la almohada y apretar los dientes. 

Unos meses después mi madre empezó a no ser suficiente para él y J. comenzó a poner sus ojos en mí. Intenté hablar con mi madre, lo intenté por todos los medios. Traté de explicarle que ese hombre sólo la quería por el dinero que habíamos heredado de papá. Pero no sirvió de nada, ella sólo tenía ojos para J., su nuevo juguete.

Cuando le dije que su nuevo novio me había tocado el culo sólo conseguí que me cruzase la cara con una bofetada. La primera que me había dado en toda mi vida. Empecé a esquivarlo, a tener miedo de estar en casa y a no quedarme nunca a solas. Pero el muy asqueroso aprovechaba cualquier oportunidad para mirarme con su sonrisa lasciva. - ¿Quieres que veamos una película, pequeña Hannah? - Susurraba con voz grave mientras me miraba de arriba a abajo. Y mi madre era incapaz siquiera de concebir lo que estaba sucediendo bajo su techo.

Hoy me metí en la cama pronto. Mi madre estaba en una reunión con sus amigas y no quería cruzarme con J. sin tenerla cerca. Me dormí enseguida, arrullada por el golpeteo de la lluvia en el cristal. Y fueron sus asquerosas manos sobre mis pechos lo que me despertó sobresaltada. Estaba desnudo y completamente empalmado, sentado en el borde de mi cama y tocándome con sus sucias manos. - No te creerá si lo cuentas. Lo sabes... - Susurró antes de apartar las sábanas y sujetarme las manos, sin dejar de apresarme los pechos. 

Forcejeé todo lo que pude, grité, lloré, supliqué... Pero no sirvió de nada. Cogió lo que quiso y después se marchó tras prometerme que no sería la última vez. Que a partir de ahora nos íbamos a divertir mucho los dos, dijo.

Ni siquiera fui capaz de vestirme, o de buscar los zapatos. Completamente asqueada de mi propio cuerpo salí corriendo, sin saber hacia dónde huía, tan sólo deseaba alejarme de ese lugar que había sido mi hogar. Alejarme todo lo posible, para no volver jamás.

Corrí durante horas y horas hasta que unas luces rojas y azules a mi espalda me hicieron detenerme. Sólo recuerdo que me abracé al policía que me apuntó con una linterna y que entre lágrimas le supliqué que no me hiciera volver a mi casa. Pero tras él salieron del coche mi madre y J., realmente enfadados. Mi madre me abofeteó y me gritó en medio de la calle, delante de los policías. Y ellos se hicieron a un lado y no se entrometieron. 

Me obligaron a volver a casa, y bajo la amenaza de internarme en un reformatorio esperaban quitarme las ganas de volver a escaparme. Pero es cuestión de tiempo. No puedo seguir aquí, no puedo. Ahora estoy reuniendo dinero para hacer las cosas bien. Seguro que si cojo un avión y pongo un océano de por medio no podrán encontrarme. Y siempre quise conocer Europa.

Hannah Richards tiene 15 años y hasta la muerte de su padre hace un año era una adolescente normal y feliz de una familia de clase alta. 

Sus ojos son verdes y grandes, su cabello castaño oscuro y muy largo. Mide 1,60m y pesa 52kg. Le gustan los videojuegos y leer manga. Está escribiendo un diario que espera poder publicar algún día. En él relata todos los sucesos desde la muerte de su padre hasta el momento actual.

Siempre ha sido tímida y bastante introvertida, pero desde la muerte de su padre estos rasgos se han acentuado, llegando al extremo de dejar de hablar completamente incluso con sus antiguos amigos.

Hasta entonces su pandilla estaba formada por los más raritos de su clase, otras dos chicas y un chico. Solían pasar el rato tirados en el parque o en el centro comercial:

Claudia:

Hannah y Claudia se conocen desde que ambas iban al parvulario. Siempre han estado en la misma clase y viven en el mismo barrio. También tímida como Hannah, siempre fueron las mejores amigas. Al menos hasta que el padre de Hannah murió y ella se volvió aún más retraída de lo que era antes.

Compartían aficiones y solían pasar mucho tiempo juntas, ahora, incluso a ella le cuesta sacar a Hannah de la biblioteca o de casa. En casa de Hannah siempre la han recibido como si fuera una más. A pesar de que su amiga nunca le ha contado lo que está pasando con J. Claudia no es tonta y ha notado algo. Además de que el nuevo padrastro de Hannah también le echa miradas a ella en los últimos tiempos. Por este motivo no termina de sentirse cómoda allí y siempre trata de quedar con Hannah fuera de su casa.

Michelle:

Es una chica simpática y divertida. El problema es que es de California y en Connecticut no están acostumbrados a su genuina alegría y la hacen de lado. Hannah y sus amigos no dudaron en adoptar a la muchacha cuando se quedó apartada.

Le gusta tocar la guitarra y sueña con ser algún día una cantante de country famosa. 

William:

Viene de una familia desestructurada y bastante disfuncional. Su madre murió cuando él era demasiado pequeño para recordarlo y su padre se volvió a casar. Ahora él y su madrastra tienen dos hijos propios y lo dejan bastante de lado. Por si eso fuera poco, no dejan de discutir y ya han hablado varias veces de divorcio. William no termina de comprender cómo sucede, pero siempre terminan culpándole a él de todo.

Por si eso fuera poco, escucha dark metal y viste con estilo gótico. Hannah lo conoció en un taller de escritura que se organizó en su instituto y enseguida se cayeron bien. 

Desde la muerte de su padre, Hannah suele pasar todo el tiempo que puede a solas en la biblioteca del instituto, para estar en su casa el mínimo de tiempo posible. Le encanta leer y escribir, así que puede entretenerse allí durante horas sin problemas. Antes solía pasar más tiempo con sus amigos, ahora le cuesta estar con ellos pues hay muchas cosas que no sabe o no se siente capaz para contarles. Aún no ha superado la muerte de su padre y lo sucedido con J. ha terminado de rematar la poca seguridad que tenía en sí misma. Después de la biblioteca va directa a su casa y allí se encierra en su habitación hasta que la llaman para cenar. De vez en cuando sigue quedando con ellos, pero ya no es con la misma frecuencia ni tranquilidad como antes. 

¿Quieres que me vaya haciendo una ficha de MdT?

Sí, ve haciéndote la ficha ^^

Ya sabes, qué te voy a decir... Utiliza las mismas reglas que pusiste en Preludios ^^

Y weno, ¿tienes alguna idea de como son J y tu madre, alguna preferencia, o prefieres que busque yo las imágenes? ^^

Uis, perdona, según se me vayan ocurriendo las preguntas te las voy haciendo ^^

¿Hannah de dónde saca el dinero que va reuniendo? De la semanada que le de su madre, tiene algún trabajillo, como cuidar a un niño, da clases de repaso a peques...? 

Pues para J. siempre me imaginé este tipo (Kevin Bacon):

Y en cuanto a la madre, había pensado en una de estas dos:

El dinero lo saca de propinas, de pedirle dinero a su madre para ir al cine y quedarse en la biblioteca, de las vueltas de la compra... Y luego aparte su madre nunca ha sido muy cuidadosa con el dinero y siempre se lo va dejando por todas partes... Poquito a poquito... va reuniendo XD.

Supongo que también podría tener una cuenta a su nombre donde sus padres hubieran ido metiendo dinero para cuando fuese a la universidad y donde tenga lo que le dejase a ella su padre al morir, pero también supongo que ella no tiene acceso fácilmente a esa cuenta. Aunque si se desespera mucho podría intentar falsificar la firma de su madre para conseguirlo o algo por el estilo.

Ya he hecho la ficha, está en mi apartado de personaje ^^.

Te dejo aquí info de naturaleza, conducta, méritos y defectos.

Cualquier cosa que no te cuadre, avísame y la rehacemos :).

Naturaleza: Rebelde.

El Rebelde es un descontento que nunca está satisfecho con la situación ni con el sistema. Odia la autoridad y hace todo lo que está en su mano para retarla y socavarla. Quizá crea realmente en sus ideales, pero también es común que desprecie a las figuras autoritarias por alguna incomprensión o “maldad” que se le hizo en el pasado. Puede que odie de forma categórica las instituciones o puede estar consumido por su oposición hacia una autoridad en particular. Los adolescentes, insurrectos y descontentos son buenos ejemplos del Arquetipo Rebelde. 

—Recupera un punto de Fuerza de Voluntad cada vez que tus acciones afecten adversamente a la oposición que has elegido. Los Rebeldes pueden enfrentarse al gobierno, a la Iglesia, a un Príncipe vampiro, a lo que sea. El jugador debería elegir un objetivo contra el que rebelarse a la hora de tomar un Arquetipo. Los Narradores deberían tomarse la rebelión “contra toda autoridad” con un grano de sal, y aplicar la recompensa a la Fuerza de Voluntad en un concepto tan amplio por acciones de insurgencia cada vez mayores.

*En mi caso, la rebelión sería contra mi madre y J.*

Conducta: Solitario.

Incluso en una multitud el Solitario destaca, ya que resulta evidente que se encuentra fuera de lugar. Otros lo ven como un paria remoto y aislado pero en realidad prefiere su propia compañía a la de los demás. Por cualquier motivo desdeña a la gente, y el sentimiento suele ser recíproco. Los criminales, radicales y librepensadores suelen ser de Arquetipo Solitario.  

Méritos y defectos:

TIMIDEZ (DEFECTO DE 1 PUNTO) 
Te sientes muy incómodo al relacionarte con los demás y tratas de evitar cualquier situación social. La dificultad de todas las tiradas de interacción social con extraños aumentará en dos. Si el personaje se convierte en el centro de atención en un grupo numeroso la dificultad aumentará en tres. 

IMPACIENTE (DEFECTO DE 1 PUNTO) 
No tienes paciencia para quedarte y esperar. Quieres hacer las cosas ya, y que el Diablo se lleve al último. Cada vez que te ves obligado a esperar en vez de actuar, es neesaria una tirada de Autocontrol para ver si te largas por tu cuenta. 

TIMORATO (DEFECTO DE 3 PUNTOS) 
Eres muy susceptible a la Dominación y a la intimidación por parte de los demás; esta Disciplina te afectará automáticamente a no ser que el atacante sea de generación superior a la tuya. La dificultad para resistir las habilidades Sociales como la Intimidación o el Liderazgo, así como los hechizos y magias que alteren la mente, aumentará en dos. Tu Rasgo de Fuerza de Voluntad nunca podrá ser mayorque 4. 

MEMORIA EIDÉTICA (MÉRITO DE 2 PUNTOS) 
Recuerdas con todo detalle las cosas que has visto y escuchado. Con una mínima concentración eres capaz de rememorar documentos, fotografías, conversaciones, etc. En situaciones tensas deberás hacer una tirada de Percepción + Alerta (dificultad 6) para poder asimilar todo lo detectado por tus sentidos. 

ESPÍRITU MENTOR (MÉRITO DE 3 PUNTOS) 
Tienes un espíritu compañero y guía. Su identidad y poderes exactos dependen del Narrador, pero suele ser llamado en situaciones difíciles para proporcionar su ayuda y consejo.

*Había pensado que el espíritu mentor podría ser su padre y que no se le hubiera manifestado hasta ahora porque no había sido necesario, o ella no había desarrollado la capacidad de verlo todavía.*

Genial ^^

Mira, qué te parece que este fuera tu padre?:

A primera vista se le ve una persona cariñosa, atenta... Esta imagen sería una que tuvieras en tu recuerdo, escuchándote mientras tú le hablabas de alguna anécdota... si te parece bien, claro ^^

Para tu madre me ha gustado más esta imagen:

La mirada que tiene me infunde necesidad de cariño. De una persona que no es capaz de tirar con su vida para adelante y necesita que arrestren de ella... Personalmente me ha gustado más que la otra imagen ^^

Y Kevin Bacon me parece genial... Yo había pensado, si no tenías a nadie en mente, en Liev Schreiber:

La verdad, no sé por qué... Cuando leí la historia me imaginé a él como J... Tiene la suficiente pinta de capullo y la mirada esa que atrapa, no sé si me entiendes... ^^

Pero sí, Kevin Bacon también mola mucho ^^

Bueno, ahora, si tienes ganas, molaría que pusieras alguna imagen de como es tu dormitorio... El resto de la casa lo que más desees, si hacen falta las busco yo, o si te apetece idearla a ti, lo que prefieras ^^

La idea de la cuenta con dinero para ti, me parece bien... Pero en un principio, la tarjeta/libreta la tiene tu madre guardada... Siempre te ha dicho que es para tu universidad...

Nop, no puedo tener a Phil Dumphy como padre, me sería imposible tomarlo en serio xDDDD

Yo pensaba más bien en alguien así, majo, cercano, pero menos payaso que Phil. Y capaz también de ponerse serio y firme cuando fuese necesario, era comprensivo, pero no era un padre "colega":

Sobre J., es que directamente cuando escribí la historia ya me imaginaba a Kevin Bacon, no podría cambiarle la cara ahora, porque lo escribí con él en la cabeza ^^.

La madre perfect, las dos las escogí por la mirada triste pero el gesto tratando de disimularlo.

Habitación de Hannah:

Casa por fuera:

Salón:

Cocina:

Comedor:

Baño de Hannah:

Dormitorio:

Baño:

Quiero una casa como esa T_T

Tranqui, que es Kevin Bacon, sólo quería enseñarte quién me había imaginado, no sé, me hacía gracia que lo vieras ^^

Y weno... Phil Dumphy no será tu padre xDDDDDDDD yo es que lo veo entrañable, por eso se me ocurrió xDDD Pero me gusta más el que has puesto :3

En un principio no se me ocurren más preguntas, si se me ocurriera alguna te la haría, y si a ti se te ocurre alguna cosilla más, estoy abierta a cualquier cosa (sí, aunque suene mal xD)

Imagino que entre mañana y pasado empezaremos ^.^

Yo también quiero una casa así... *.*

Más fotos: