Partida Rol por web

Camináis entre los maizales escoltando a las muchachas en dirección opuesta al mar. Pronto llegáis a una casona con una pared derruida y el techo parcialmente derruido. No está en muy buen estado, pero es el sitio idóneo para los furtivos amantes que están sentados alrededor de una hoguera.

Los amantes están lejos de ser hermosos, de echo son mas bien feos, huelen mal. Sus ropas están sucias y ellos parecen más maleantes que tres locos enamorados de tres doncellas de alta alcurnia.

Pero lo que sí hay son risas y abrazos por parte de las doncellas y los juglares. Estos se dirigen a vosotros y os dan las gracias por reunirlos con sus amadas y os invitan a marcharos. Zayda os hace entrega de la joya prometida haciéndoos muestras de agradecimiento eterno. Los juglrares sonríen y entrelazan manos con sus amadas.

Llevadas las princesas y cobrada la recompensa, los detalles no importaban, por mucho que aquellos sujetos no encajaran con lo que mi imaginación y el trato con Renato me habían hecho imaginar.

Contemplo la joya con ilusión, en cuanto la vendamos, nuestros problemas estarán resueltos por un tiempo.

-¡Albricias y regodeo, compadres! Ya está todo hecho.-

Al llegar y ver la pinta y olor de los pretendientes les dedico una cara de asco para después mostrarles una falsa sonrisa.

–Zaida ¿Y que será ahora de las princesas? No parece que vayan a vivir en la abundancia.

Todo había ido mejor de lo esperado y ahora, las princesas y sus enamorados se encontraban reunidos junto al fuego. Al ver tan bella estampa, casi pudo acallar las voces acusadoras que, desde que aceptara esta misión, le habían estado bombardeando la conciencia. Pero ya había terminado todo y solo quedaba recibir la recompensa y salir de allí. Tal vez podría hacer penitencia de algún tipo para pedir perdón por sus acciones.

Y llegó el momento de la despedida, recibimos la recompensa y solo quedaba marcharnos del lugar. Sin embargo, al volver a mirar la escena, había algo que no terminaba de cuadrar, como una mancha en un cuadro perfecto, solo que no conseguía localizar la mancha ¿Qué podía ser?

Cumplida nuestra misión, hallamos a mis tres colegas de profesión...

... mas qué grande desilusión, pues más bien atajo de pordioseros zarrapastrosos y pulgosos parecen, que finos trovadores de aquellos que frecuentan los sellados y harenes para deleitar a las lindas damiselas...

... o dicho en cristiano viejo... ya puestas a prenderse, de alguien, que sea de alguien fermoso como el menda que esto cuenta, y no de aquellos desarrapados...

En fín, para gustos los colores; tortolitos se les vé, pues están haciendo arrumacos...

-Creo que aquí ya sobramos

... comento a mis compañeros de andanzas, pues en breve, témome que se vendrán arriba y empezarán una fiesta de la que no deberíamos ser testigos...

-Sigamos nuestro camino, y dejemos este asunto atrás; busquemos una lejana ciudad en que deshacernos de nuestra paga, sin levantar sospechas sobre su origen...

El plan había salido a la perfección, las princesas se habían escapado y ya estabamos en el punto de encuentro con los juglares, los cuales eran mas feos de lo esperado, aunque no era eso lo que mas me llamo la atención, tenía la extraña sensación de que esto no iba a acabar bien para las princesas, sus "amores" tenian mas pinta de rufianes que de otra cosa, por lo que me acerco a mis compañeros, "esto no me gusta, hay algo raro en todo esto, hay que tener cuidado, no me fío de esos juglares, me huelo que algo va a salir mal" les susurro a mis compañeros.

Os da la sensación de que el enamoramiento de los juglares es fingido. Incluso tenéis la sensación de que os están choteando a vosotros y a las tres doncellas.

Me quiero ir, pero el hormigueo en mi nuca no se quita. Esa extraña sensación de que algo esta mal. Y ya he hecho suficiente mal como para ignorar este. Entonces reparo en el rostro de los jóvenes. Como las miran, como sonríen. No parecen los enamorados que nos han contado. ¿Me estaré volviendo paranoico? ¿O es mi propia culpa que me hace ver fantasmas donde no los hay? Bien podría ignorarlo, tomar la recompensa y marcharme. Pero eso solo mancillaría más mi alma.

“Y ya la has ensuciado suficiente”

Debo hacer lo correcto. Como siempre he hecho, como siempre debí hacer. Doy la vuelta y vuelvo a acercarme a las parejas.

- ¿Y ahora donde irán vuesas mercedes? –

Vuelvo a mirarlos atentamente, buscando cualquier detalle que pueda llamarme la atención.

- Siento curiosidad ¿Cómo se conocieron? –

La pregunta se la he hecho a los hombres.

Escucho atentamente... ya pensaba dar mediavuelta e invitar a que los demás hiciesen lo mesmo, cuando el sesgo de la pregunta de Wahed... me extraña; no se, algo debe haber sentido, en efeto, en cuanto a la forma de ser, obrar o actuar de los tres poco agraciados, reconozcámoslo, en especial comparados conmigo, juglares...

No oso intervenir, pues... ellas han venido libremente; si han pecado de ingénuas, es su problema... otra cosa... es que haya algo más, algún fín pérfido en esto, y nosotros, alcahuetes low-cost, como dicen por tierras de la pérfida Albión, hayanos sido peones de un juego que nada bueno ha de traernos...

... Mira que soy hombre de paz, de amor, que canta a los pajaritos... pero como me enteren de que se nos ha tomado el pelo, vive Dios, que me lío a descabellar gente...

... y en eso, que escucho con la debida atención

Te fijas que uno de ellos, el que parece el cabecilla lleva un laúd finamente labrado en plata.....no parece un instrumento para manos villanas por su factoría y te extraña que alguien como uno de estos tipos pueda poseerlo

Los juglares se miran entre sí y se sonríen. El que parece el líder responde a Wahed.

   De momento vamos a pasar un buen rato, recreémonos en el momento y ya habrá tiempo de pensar en el mañana.-dice sin parar de sonreir mostrando su boca con algunos dientes de menos y mal aliento.Va a intervenir una de las doncellas y a contar cómo se conocieron y el juglar levanta una mano, la ordena callar y habla.-Nos conocimos en el palacio de estas bellas "princesas" a las que siempre vimos fuera de nuestro alcance.....más Alá quiso que se enamorasen de nosotros y hemos hecho lo indecible para estar con ellas......y ahora gracias a vuestras mercedes podemos estar juntos.DEspués de hablar le acercan un laúd y dice.-Ahora vamos a celebrarlo.......¿se quedaran vuestras mercedes con nosotros o partiran como el viento?

Te parece que sigue choteandote. Incluso entrevés una leve amenaza velada en sus últimas palabras

Ellas están aquí por su voluntad... así que..., murmuro a los míos, en especial a Wahed, que parece el más preocupado

-Sobramos, aquí no pintamos nada; ellas están embelesadas.

... si bien puede que las hayan engañado... es problema de ellas... que maduren, diantre, si no saben elegir, es su problema; bastante hemos hecho ya. Es triste, pero... es la decisión libre de ellas

Claramente algo no va bien. Algo no está bien. El tono que utilizan, como se comportan. Claramente algo tórrido está sucediendo ¿Es por eso por lo que Alá me puso en este camino? ¿Es mi penitencia por aceptar dinero en contra de la ley que debo llegar al fondo de este asunto? Hago un rezo casi imperceptible antes de contestar a la pregunta del “enamorado”.

- Pues ya que nos invitan con tanto ánimo, creo que nos quedaremos un poco más. ¡Maese Renato! No tengáis tanta prisa en partir. De seguro que podemos demorarnos algo más y disfrutar de tan alegre reunión ¿No le parece? –

Mientras hablo, con la mirada intento hacerle ver que algo no va bien.

... estupefacto, noto que Wahed... me ... ¿está haciendo ojitos???

Vive Dios!, ¡que lo mismo se confunde conmigo! ... no se, no lo pillo...  no es mi tipo!

ya se empezaba a confirmar mis temores, sus amores no eran mas que unos estafadores y unos rufianes, no sabía como demostrarlo, pero parecía que al resto de mis compañeros se han dado cuenta también de ese dato, "si, nos quedaremos un poco, es un gran honor conocer que algunas historias de amor si se hacen realidad" les digo a los juglares, no me fiaba de ellos y a cada palabra me daba la sensación que estaba en lo correcto, "es verdad, maese Renato, hemos tenido que trabajar muy duro y hacer nuestras mejores caras para entretener a los guardias, es justo que descansemos un poco"

Respondo a Mirit con una reverencia, como reginado juglar que soy, no como estos.. bueno, mejor no hablo porque mancillan el buen nombre del gremio... podrían perfumarse al menos, caray!

-Si vos lo decís, gentil dama, se hará lo que deseéis
 

(pero no quito ojo a Wahed, por lo de las miraditas, no sea que venga con otras intenciones)

  Como deseéis-dice el juglar con una sonrisa maliciosa. -Sentáos-dice a todos. LAs tres doncellas se miran emocionadas y se sientan al fuego. Los otros juglares no hacen nada, se quedan de pie. El que ha hablado se prepara para tocar el laud-Os voy a contar una historia-el laud empieza a sonar. Los dedos del juglar son ágiles y la música es deliciosa.-de como unos desdichados se interpusieron a mis deseos y acabaron muertos, como unas princesas rendidas a nuestros pies .- La música penetra en vuestras cabezas, lo que dice no está bien, pero la música, esa música os impide moveros, os impide reaccionar.

Los otros dos sacan sus gumias y se preparan para daros muerte.

No, si al final, mis compañeros de gremio van a resultar amables y todo, pues nos invitan gentilmente a compartir una velada... Nos invitan, con buenos modales, a sentarnos y disfrutar de su voz...

... mas... no dura poco la ilusión, pues pese a que empezó tañendo con brío el laud, para mi grata sorpresa, para mi ingrata sorpresa resulta que quería cantar nuestra propia muerte en sus manos...  De hecho,... esa música... embelesa y atonta, y me cuesta lo mío resistir a tal canto de sireno, cuando veo que sus dos compadres, desnudan sus cortos y curvos aceros para hacernos lonchas cual cecina de León... (no, no hago mofa de sus miembros con la referencia a sus aceros)

-¡No hijo, no!!  ¡Vive Dios, que si guerra queréis, guerra tendréis!!

Como un resorte, me levanto presto y desenfundo mi fiel daga de acero toledano, daga que me ha acompañado desde que la infelicidad llegó a mi vida, y con la que llegué a pensar en quitarme la misma, mas mi honor y mi fé no me lo permitireron, y mi honra, ahora, me impele a impedir que estos malparidos hieran a quienes están aquí conmigo, aparte de a mí mismo, claro.

-Va de retro! apartarse u os despacho y os convierto en pinchos morunos, so marranos!!

... mas no pienso mucho en defenderme, pues... castellano soy, y esto de estar con un acero en la mano, ante moros que hacen lo mismo, consiguen que me venga arriba y suelte mi grito de guerra, como ha hecho mi familia desde tiempos inmemoriales..

-¡Santiago!! ¡A descabello!!