Partida Rol por web

Las uvas de la ira (Degenesis)

Día 0 (Prólogo): Tierra a la vista. (Finalizado)

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19/02/2017, 23:51

-Gaviotas. Una buena señal.- Pensó el capitán El Madani mientras ojeaba el horizonte con su catalejo. En el Orgullo del León, el trabajo de vigía recaía, según las órdenes del difunto jeque Engé, en el capitán del barco. Y aunque al principio El Madani había sido reacio a aceptar las condiciones del excéntrico Neolibio, el generoso incentivo en dinares y la recomendación y las buenas palabras sobre él al círculo social del jeque fueron suficientes para que el viejo marinero aceptara.

Muerto el patrón de la expedición, El Madani podría haber vuelto a su puesto y restituido el cargo de vigía pero semejante actuación habría sido un insulto al espíritu del difunto patrón. O al menos, así se lo habían asegurado los anubianos a los que consultó el día siguiente tras la muerte de Engé.

Ahora, secretamente, se alegraba de haber sido él quién había descubierto la presencia de tierra cercana, destacada como una mancha grisácea en el horizonte que se acercaba un poco más a cada hora que pasaba. Varios azotadores, se encontraban cerca de proa cuando dió la buena nueva con un grito de su cascada voz.

-Tierra a la vista!!-

 

Notas de juego

Todos os enteráis de la noticia ya sea por oirlo ya sea por el boca a boca o por el jaleo que se arma en cubierta. No he descrito nada del barco a propósito... porque lo váis a describir vosotros en conjunto como queráis, sólo pensad que cuanto más grande sea y más armado y provisto esté, más dinero costará. Tenéis carta blanca pero con cierta coherencia. Si no os mola la idea, decidlo y hago yo el barco.

A rolear!!!!
 

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20/02/2017, 00:18
Sakar

Sakar que jugaba con sus compañeros a los huesos en cubierta cerca de uno de los cañones y alguna ametralladora de los que venia provisto el barco, giro la cabeza hacia la proa y entrecerró los ojos como forzando la vista, al cabo de un rato empezó a divisar una mancha y dijo también:- Tierra!!!, por fin!!!. Amigos, dentro de poco nos ganaremos el pago de nuestros servicios, prepararos para todo como siempre. acabando con una sonrisa a la par que se levantaba y se apoyaba en la barandilla de proa.

Notas de juego

Yo no tengo el libro asi que ni idea como hacer el barco.. jejejejeje

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20/02/2017, 00:32
Abatwa

Abatwa se acercó hacia la barandilla de proa. Sabía que no iban a tardar mucho más en llegar, sin embargo la travesía en barco no había sido lo suficientemente corta. El barco se desplazaba sobre las aguas gracias al empuje del viento contra sus velas y había llevado su tiempo cubrir la distancia. Sin
duda podrían haberse permitido un barco motorizado, pero el difunto Engé había sido astuto al reservar el valioso y restringido combustible para los vehículos
terrestres. Después de todo, el tiempo de desplazamiento por mar no suponía un problena como el que podía suponer la escasez de combustible en tierra.

El barco estaba bien cuidado y disponía de espacio más que de sobra para los numerosos pasajeros y su equipamiento, sin embargo poco tenía que ver con lo que los antiguos habrían considerado la cuspide de la tecnología nautica.

Pudo acercarse a la parte delantera de la proa en parte gracias al respeto que despertaba sobre gran parte de sus compañeros de "excursión". Debido a su posición como miembro del colectivo Anubiano, el resto de africanos la abrieron paso rapidamente.

Conforme el casco del barco se abría paso sobre las olas, pudo observar en la lejanía una creciente mancha gris recortada contra el resplador del sol del amanecer. Con la mano formando una visera su rostro no mostró ni un indicio de los pensamientos que cruzaban su mente. No parecía decepcionada ni impresionada. Casi pareciera que miraba más allá...

Notas de juego

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20/02/2017, 04:30
Hakan Ismael

La piedra de agua se desliza suavemente sobre el acero, puliéndolo con cada caricia y devolviéndome un suave susurro metálico que parece enviar oleadas de calor eléctrico a mi afeitado cuero cabelludo, una sedación casi narcótica que invade progresivamente todo mi cuerpo. Aplicando la presión correcta y colocando la piedra en el ángulo preciso, el filo de mi amada cimitarra va exhibiendo poco a poco su esplendor oculto. Incluso parece reflejar con mayor intensidad el mortecino amanecer que logra filtrarse entre las densas y grises nubes que ruedan por el cielo, bajando a abrazar la bruma que pende como una mortaja verde y fétida sobre mi cabeza. Afilar mi espada lentamente y con esmero siempre me ha resultado una actividad extrañamente relajante, incluso placentera. Mis sentidos están dedicados por entero a captar el sutil y seco golpecito con el que piedra y metal se encuentran, que precede al delicado rumor del proceso de afiladura. Es un arte sencillo y puro, que dota de belleza a una herramienta cuya función es tan gravosa. De este modo, consigo abstraer mi mente de un hecho perturbador.

Estoy flotando en mitad del mar.

Ya he perdido la cuenta del tiempo que hace que viajo a bordo de un cascarón tambaleante con cuatro palos y algunas lonas. Los primeros días fueron los más difíciles, pues tuve que aprender a caminar por la cubierta sin que el constante bamboleo producido por el oleaje me hiciese perder el equilibrio, y las primeras noches fueron de una angustia absoluta. Muchas veces me despertaba de repente, jadeando, después de haber soñado que el océano hacía pedazos el barco y me arrojaba a su profunda y desoladora oscuridad sin fondo en la que no había nada más que muerte y olvido. Finalmente, cuando el agotamiento me venció tras varias noches de no dormir, me acostumbré a no prestar atención al perenne movimiento de la embarcación y a dejar la mente quieta, a no pensar en lo que podía suceder y a hundirme en un sueño intranquilo. Afilar mi espada es una rutina que me ayuda a tranquilizarme, a concentrar mis pensamientos y a ignorar que todos podemos morir en cualquier momento.

Pero no es solo eso. Mantener mi arma a punto me puede salvar la vida en esta prisión sin paredes, donde el día menos pensado puedo sentir el frío de una daga en mis entrañas. Los hombres de piel de noche con los que viajo me desprecian. Lo veo en sus miradas oscuras, mudas e inyectadas en sangre. Ni siquiera se dignan a dirigirme la palabra a menos que resulte completamente indispensable. Lo que no saben es lo agradecido que yo estoy por ello. Nada me resulta más humillante que tener que compartir mi tiempo y mi espacio con estos seres, y verme además obligado a hablar regularmente con ellos no haría más que volver más odiosa la experiencia. Hasta hace poco he gozado de la protección no expresa del gran cazador Engé, gracias a quien he seguido vivo hasta el momento. Pero recientemente, mi salvoconducto ha desaparecido, probablemente apuñalado y arrojado al mar por alguno de sus hombres después de que empezara a mostrar signos de su senectud. Mala suerte. Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos de aquí en adelante, pero mi futuro no se presenta demasiado halagüeño.

El grito del capitán me sobresalta, arrancándome de mi plácida concentración. Suerte tengo de no cortarme. Guardada la piedra de afilar y envainado mi curvado sable, me levanto pesadamente de mi asiento para atisbar por encima de la barandilla. En efecto, ya se ve la costa: un cadáver oblongo y grisáceo que yace hinchado sobre la línea del horizonte. Muy despacio, me aproximo a la proa, observando con precaución a los africanos que han empezado a agolparse para mirar a la cara al destino que se acerca implacablemente hacia nosotros.

Hemos llegado a Franka.

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21/02/2017, 11:52
Pantera Negra

El, acorazado camarote estaba atestado por tres motivos, el primero porque había tres personas allí, los neolibios hablaban entre ellos, mientras que uno siempre parecía hablar un tono por encima de lo normal, el otro se comportaba de manera más pausada. El tercero era el ex escriba  Muhamadd, una persona pequeña y nerviosa, que miraba el mundo a través de unas gafas ahumadas. No levantaba la cabeza del escritorio, el cual ocupaba la mayor parte de la habitación. Escribía con una mano, mientras con la otra se tapaba la nariz y la boca con un pañuelo, miraba al techo por unos segundos y volvía a escribir.

El segundo motivo era un humo que flotaba en el ambiente, espeso, recargando todo el aire, había un pequeño ventanuco con ventilador que extraía el aire y lo renovaba, pero insuficiente para reciclarlo a la misma velocidad que salía del puro de Pantera Negra, sólo hacía un ruido constante. Además eran de los caros, eso significaba que era duraban mucho pero al menos, gracias a la humanidad, olían bien.

El tercer motivo era la cantidad de hojas que colgaban aquí y allí, estaban llenas de cuentas, apuntes, operaciones, incluso habían dibujos. Estaban por la pared colocados de forma que sólo ellos entendían, casi empapelándola, por la mesa, desperdigados, incluso por el suelo los desechados, con tachones y rasgados.

Llevaban dos días sin descanso intentando recomponer el libro de cuentas desaparecido, escribía todo aquello que se acordaban y luego cuadraban sobre el precio final, como si de un increíble y complejo Sudoku. Tenían que ir de atrás adelante sobre un viejo libro que tenían de antes, debían rehacerlo antes que llegaran a tierra para poder tomar el mando de la expedición.

-¡Ya sé a qué te refieres! ¡Pero sin los valores activos, no hacemos nada!!- el robusto neolibio estaba gritando como casi siempre, mientras su puro se movía arriba y abajo. Coge uno de los papeles de la mesa- ¡Esto es una mierda AKASH!

Desenfunda su pistola y pega tres disparos contra una de las paredes, perforando la blindada pared, debido a la corta distancia y la potencia del pistolón dorado. Disparar le calma. El sonido dentro es atronador y el escriba se tapa los oídos a la velocidad que Pantera desenfunda, con lo que no hay daños colaterales.

Justo en ese momento se oye gritar al capitán, en su función de vigía gritar tierra a la vista. El Neolibio se acerca entonces a la pared y mira a través de uno de los agujeros que había hecho recientemente. Estamos llegando.

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21/02/2017, 20:02
Ajani

La voz del capitán saco a Ajani de su meditación. Lentamente, el anubiano se incorporó y se encaminó al estante donde guardaba sus enseres, paso frente a un espejo y se detuvo un segundo para contemplar las cicatrices que desfiguraban su cuerpo, narraban la cruel historia del camino que había tenido que recorrer para llegar hasta aquí.

Se colocó la armadura de cuero bajo la túnica, la máscara dorada ocultaría su rostro a los enemigos, el khopesh de su cinto lo señalaba como la ira de Anubis, la quietud de la onda debía ser restablecida.

Se oyeron unos disparos mientras subía a la cubierta, sonaba al revolver del excéntrico Neolibio, un tipo curioso, sin duda, pero le ayudó a comprar el blindaje que le protegerá de sus enemigos, y Ajani se encargará de que el favor se le devuelva por duplicado.

A su lado pasaron algunos Azotadores a la carrera, ellos también estaban ansiosos por ver la costa Frankeña, el hoz pasó junto al hombre de piel blanca que afilaba su arma cabizbajo, otro tipo extraño, de aspecto fiero como un lobo y carácter manso como una oveja, los demás lo trataban con desdén, incluso sorprendía que siguiera vivo a estas alturas, pero la experiencia había enseñado al anubiano a no juzgar a un hombre por su aspecto o nacimiento, uno no puede elegir a sus padres, pero con sus hechos puede labrarse su propio destino, y estaba seguro de que al hombre de piel blanca no le iban a faltar oportunidades para ello.

Saludo con la cabeza a la pequeña Abatwa al pasar junto a ella, -"el alma de la expedición"- pensó, y todo cuerpo necesita un alma.

Al fin él pudo ver los negros vapores que emanaban de la oscura tierra a la que se acercaban, la tierra del cuervo, y no podía definirse mejor con menos palabras, aquel lugar era como un cadáver hinchado y a medio devorar por los insectos, nadie pudo ver su sonrisa bajo la máscara.

-Por fin...-

 

 

 

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21/02/2017, 22:16
Faust Mengell

Me encontraba en mi laboratorio, una habitación solitaria con los materiales necesarios para poder fabricar venenos, antídotos y medicinas para la tripulación. La gran mayoría del equipo allí presente me lo había ganado yo mismo con sudor y esfuerzo pero fue Pantera Negra quien me dio un lugar cómodo y tranquila dónde poder trabajar, incluso dónde los sonidos de sus disparos sonaban debilmente, estaba casi abajo de todo dónde el movimiento de las olas menos se sentía y era de agradecer, nadie quería un agente nocivo suelto por el barco, yo menos que menos.

Trabajar junto a los africanos era una experiencia nueva, su piel y a veces comportamiento me hacía recordar a mis tiempos de aprendiz cuándo experimentaba con monos, sin embargo su mirada y la sed de sangre que emanaban me hacía recordar a panteras. No eran personas a las cuales tomar a la ligera, pero tampoco había que sobreestimarlos, eran mayoría en el barco si, hablaban un idioma del cuál yo entendía poco, pero al menos había otro europeo con el cuál hablar ocasionalmente, aunque este fuera también un guerrero y no un erudito. No me molestaba en demasía, después de todo las armas que yo hacía no eran solo para verse bonitas y en mis años de aprendiz había tenido que aprender a usar todo lo que creaba y después de todo, los verdaderos guerreros se veían en el campo de batalla.

Escuché los disparos apagados proveniente de alguna parte, seguramente nuestro gran benefactor, me coloqué la máscara a fin de salir y cargué mi rifle al hombro para finalmente abrir la puerta y subir las escaleras para ir a la cubierta. Allí vi bastante movimiento y pude ver a lo lejos una isla, por fin habíamos hallado tierra.

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22/02/2017, 10:14
Agobart

Estaba en la proa concentrado en reajustar la mirilla del arma que me identificaba como miembro de pleno derecho de los chatarreros, la maravilla, cuando el grito del capitán interrumpió mi trabajo. Tras dirigir una mirada a los azotadores que dejaron su partida de huesos y se levantaron excitados hasta la barandilla hablando y gritando en su idioma, me incorporé  los observe durante un momento y pensé en mi interior -pronto dejareis de estar tan contentos- echándome el arma al hombro mientras avanzaba hacia la popa abriéndome paso con esfuerzo entre los miembros de la tripulación.

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23/02/2017, 00:27

https://www.youtube.com/watch?v=9KJbBvMR5bo

La alegría era general en cubierta, donde algunos Azotadores aullaban y reían al más puro estilo de las hienas que tanto aterrorizaban a los Europeos gracias a los cánticos burlones que empleaban los guerreros africanos para aterrorizar a sus presas. Al menos hasta que Mokabi el Simba de la manada hizo acto de presencia y los festejos terminaron. El Madani observó al imponente y musculoso con guerrero con respeto y señaló hacia la mancha de tierra que poco a poco iba tomando forma.

-Si los vientos nos son propicios, llegaremos mañana al amanecer.-

El simba asintió con aprobación. -Los ancestros nos sonríen hermanos. El amanecer es el único momento del día donde todos duermen. Sean habitantes del día o la noche, todos duermen en el momento en el que el sol comienza a salir. Para nosotros eso significa que podemos movernos sin llamar la atención hasta que sea demasiado tarde para ellos. Alabados sean los Ancestros!.- exclamó antes de comenzar él mismo a bailar, a gritar y a reir seguido por sus hermanos. El capitán permaneció inmóvil, hipnotizado por los ágiles saltos de los guerreros africanos.

Tras un par de minutos de observación, subió al puente de mando y dió instrucciones a un par de marinos de que avisaran a los escribas de la noticia. En la cubierta, un hombre blanco maduro enfundado un una sencilla funda cuarteada por el uso, observaba con ojo crítico la escena mientras revisaba de forma mecánica los mecanismos de su moderno fusil. Por aquel artefacto se le podía reconocer como un Hellvetico... o más bien, un Ex Hellvético que había sido contratado como apoyo francotirador para los Azotadores.

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23/02/2017, 00:47

 

Como siempre, Pantera Negra estaba sacando las cosas de quicio y lo pagaba con el mobiliario. En realidad, poco importaba, su papel en la expedición perdería importancia al mostrar su personalidad ante los tripulantes. No tardaría en lanzarse a tiros con todo aquel que le llevase la contraria y algún día lo encontraremos muerto, probablemente a manos de ese chatarrero franqueño que parece un criminal. No hay comparación entre los industriosos chatarreros africanos y esas ratas europeas. Pero necesitamos a alguien que conozca el terreno y nos guíe a nuestro destino. Después tal vez yo mismo le meta un tiro en la frente.

El maldito humo del puro estaba apestando la estancia y eso hizo que frunciera el ceño. No entendía que coño tenía de atractivo para Pantera la peste de esas cosas. Muhammad se afanaba a transcribir los pocos datos que quedaban de los apuntes de Engé... y la verdad es que lo hacia bastante bien, expoleado por el miedo que le tenía a Pantera. Que lo tema, que lo tema, así nadie verá que el auténtico peligro soy yo. En fin, los necesito a ambos para resolver el asunto del libro de cuentas y realizar la expedición... luego ya veremos.

- Tal vez, pero si no dejas de gritar de esa manera, hasta el último tripulante sabrá que no tenemos el control del viaje. Todos se mantienen unidos porque creen que seguimos las intrucciones del poderoso jeque Engé, que ahora nos observa entre los ancestros. Por otro lado...- señalo los papeles con seriedad- No considero tan importantes los valores activos como los mapas de Franka y los puntos calientes que nos proporcionó el Banco de Comercio. Sin ellos estaremos totalmente ciegos ahí afuera y otro asunto necesario es encontrar el sello de Engé, sin él no tendremos la prueba de que seguimos manejando la situación. Eses son los asuntos más urgentes Pantera.- digo con mi tono más razonable, no necesitamos más gritos.-

Notas de juego

Tomo el control de Akash como Pnj

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23/02/2017, 17:40
Abatwa

Tras la algarabía y festejos iniciales al ver la tierra tan cerca, todo había derivado en frenéticos y tensos preparativos. Los guerreros limpiaban sus armas, los chatarreros repasaban los vehículos, y los porteadores preparaban el equipo necesario y acarreaban los bultos bajo la atenta y escrutadora mirada de los Neolibios de menor rango.

Abatwa aún no había hablado con sus hermanos Anubianos, pero ya habría tiempo para ello:

Ajani sin duda estaría mentalizándose para la caza que pronto tendría lugar. Si conseguían encontrar a los feromantes el llevaría gran parte del peso de la lucha.

Aten en alguna otra parte estaría preparándose para metabolizar las frutas Duat. Qué la misión tuviera alguna esperanza de éxito sin duda  dependía en gran medida de su capacidad para aislar a todo el grupo de las esporas y feromonas. Tanto el como el Spitaliano eran los más importantes del grupo.

Sin embargo la mirada y atención de Abatwa estaban centradas en los Azotadores. Eran el grupo más numeroso, y además del simba y varios veteranos, había una nutrida cantidad de jóvenes entre ellos. Jóvenes que se agitaban nerviosos ante la perspectiva de una misión importante lejos de casa, jóvenes que apenas alcanzaban a ocultar sus miradas de animadversión hacia otro de los más variopintos miembros de la expedición, el jehammedano.

Abatwa se acercó al que le pareció más agitado de entre los jóvenes azotadores y se dirigió a el. -Hermano, en cuanto desembarquemos debes acompañarme. Hay algo que se debe hacer. Dicho esto, inclino su cabeza como muestra de respeto y con una inclinación aún más respetuosa hacia el simba se marchó encaminándose hacia el taciturno jehammedano...

Notas de juego

Nota al director: El Azotador la idea es q sea uno de los jovenes Npj. Si tengo que hacer alguna tirada me dices. *Conversación con Hakan Ismael en la parte de... ¿El comedor? ocomo se llame

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23/02/2017, 21:25
Hakan Ismael

Los africanos no tardan en prorrumpir en un estallido de risas y alaridos, como si se tratasen de una jauría de bestias enloquecidas cuya ansia se hubiese vuelto incontenible al oler su presa en las proximidades. Me limito a observar sus dinámicas en absoluto silencio, procurando que el azar no me sitúe en mitad del camino de ninguno de ellos. El júbilo extático se ve refrenado en el momento en que un azotador distinguido, que posee el porte y los músculos endurecidos de un auténtico guerrero, los hace callar con su mera presencia. Incluso el capitán de esta cáscara de nuez parece sentir un profundo respeto por él. Los dos hombres intercambian algunas palabras en su lengua, de las que solo logro captar el significado general: alcanzaremos la costa mañana al amanecer, una buena noticia para ellos por motivos estratégicos. El azotador salpica su discurso con alguna que otra mención a «los ancestros» en lo que solo puedo interpretar como formalismos de loa y alabanza. Sea como fuere, el guerrero empieza a brincar y a aullar, haciendo que la desaforada celebración se reanude, y la cubierta queda nuevamente sumida en el caos.

Lanzando un resoplido que más bien parece un gruñido, me dispongo a apartarme de nuevo a mi rincón y a continuar sacando filo a mi arma, cuando veo por el rabillo del ojo que alguien se acerca desde mi flanco derecho.

La Mujer Misteriosa.

En todo el tiempo que llevo a bordo del Orgullo del León, ella es probablemente la única persona cuya voz aún no he oído. De hecho, ni siquiera sé su nombre, de modo que he decidido llamarla en mi mente la Mujer Misteriosa. Por lo que sé se trata de una anubiana, algo parecido a una sacerdotisa para esta gente. Teniendo tan poco dominio de su idioma, no tengo la más mínima intención de que mi lenguaje corporal pueda ser interpretado como un desafío, así que me mantengo a la espera, completamente inmóvil, con la cabeza ligeramente gacha y mirándola de lado. Aunque solo es una mujer, he llegado a entender que para los africanos tiene la consideración de persona sagrada, por lo que contrariarla sería una muy mala idea.

Notas de juego

Abatwa, te respondo en la otra escena.

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23/02/2017, 21:45
Sakar

La proa se llenó rápidamente de personas. Bailamos y danzamos. Hasta que nuestro jefe puso orden. Para posteriormente volver a hacer lo mismo.
Si los vientos eran propicios llegaríamos a Franka al día siguiente.
La gente estaba eufórica. Y yo también. Era mi primera salida fuera de mi tierra. Era una oportunidad que no pensaba desaprovechar.

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25/02/2017, 21:40
Aten

   Aten estaba muerto.

   Al poco de embarcar hacia la tierra del Cuervo, decidió que seguiría con el Dhoruba en las venas un rato más.

   Así pues, en la intimidad de su laboratorio-habitación, abrió un bidón metálico (las espinosas frutas Duat eran demasiado peligrosas para llevarlas en simples cestos de paja) y, tras atrancar su puerta, empezó a machacar algunas de las frutas. Con cuidado reverente extrajo su quebradizo contenido y los fue colocando como puntas de los dardos de su cerbatana. Usar la fruta sagrada como arma era una violación de la tradición, pero nada sabían los cuervos de tradiciones y, tras haber visto a los Spitalianos de Qabis introduciendo esporas en los bosques Dhoruba, deseaba saber que ocurriría si acertaba a un feromante.

   Cuando consideró que tenía las suficientes, las guardó en una bolsita de cuero recubierta de resina para evitar que los dardos la perforasen y con solemnidad mordió la fruta.
    

   Con un chasquido miles de agujas se clavaron en sus encías y  atravesaron la lengua. El Duat traspasó su veneno al cuerpo de Aten quien comenzó a convulsionar mientras soltaba espumarajos por la boca al ritmo de unas violentas convulsiones que desperdigaban las gotas de sangre que salían de sus ojos. En el momento final, Aten encontró fuerzas para orar.
-Oh Ra, Guardián de las Puertas misteriosas de las que parte una Vía hacia Keb y la Balanza que lleva en sí la Verdad y la Justicia que tu nombre sea bendito! ¡Mira! ¡A través de la Tierra, yo fuerzo mi camino! ¡Como un niño, ojalá pueda renacer a la vida!- 
   Por supuesto, nada de lo que dijo fue inteligible, pero lo pensó.

   Y ahora estaba muerto, con el cuerpo frío y los miembros tirantes.

 

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26/02/2017, 22:03

Notas de juego

Tirada para la Catalisis.

CUE + Resistencia VS 3 (Calidad de la fruta) El difunto jeque Engé fue muy generoso en cuanto a los medios invertidos para adquirir buena fruta.

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26/02/2017, 22:27
Aten
Sólo para el director

No creo haber pasado.
A ver si mi potencial me permite resucitar aunque no haya conseguido catalizarlo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Estoy en varias partidas de comunidad umbría y en todas saco tiradas increíblemente bajas, los admins dicen que es aleatorio, pero me cuesta un poco de creer ya ^^U

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26/02/2017, 22:47

La comida transcurre con gran excitación (Ver la otra escena) y la emoción de alcanzar tierra se palpa en el ambiente. Durante la tarde, se oye más griterío que el de costumbre dentro de la sala de entrenamiento y en los talleres, los mecánicos ponen a punto la maquinaria para que todo sea perfecto, para que los guerreros puedan honrar a los ancestros gracias al duro trabajo de los mecánicos.

A media tarde, el viento cesa y el monótono ronroneo de los motores diesel invade el navío, las velas se repliegan, las redes se recogen y se inspecciona la captura del día. Como de costumbre, el intendente inspecciona el contenido de las redes y ordena a los marineros: Avisad al Spitaliano. Como cada día, debe ser él quien autorice la calidad y la validez de la captura o todo el contenido de la red será arrojado de vuelta al mar.

El Madani, desde el puente, se haya enfrascado en la lectura de las valiosas cartas de navegación legadas por su padre. Y que él esperaba legar a sus dos hijos una vez tuvieran la experiencia suficiente para tomar el mando del Orgullo del León, entre dichas cartas, guardaba celosamente un bien muy preciado, regalo del propio Engé como muestra de buena voluntad y entrada del alquiler del Orgullo del León, con el que esperaba realizar un viaje impecable.

 

Notas de juego

Contadme un poco lo que hacéis durante la tarde. Faust, tu eres llamado a revisar el pescado y dictaminar si es adecuado para su consumo. Te recomiendo que además acerques el Molusco de tu Desplegador para comprobar la infestación de esporas. Los demás campo libre. El siguiente post general será ya a la noche y al amanecer daremos por concluido el prólogo para pasar al día 1.

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26/02/2017, 22:48

Notas de juego

Al ser menor o igual que tu Rango simplemente se malogra y no producirás nada. Aparte de que estarás en coma 3 días... pero para no joderte, diremos que entraste en coma hace 3 días y que ahora, a media tarde, te despiertas y ves que has fracasado.
 

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27/02/2017, 01:40
Sakar

La excitación fue grande y estuvimos un rato danzando y chillando en la cubierta, cuando todo se calmo, y después de comer volvimos a cubierta y estuvimos mirando un poco mas, después hicimos ejercicio físico en cubierta, tanto calentamiento como musculatura y combate por parejas y tríos, mas tarde tuvimos un tiempo de esparcimiento que lo dedique a volver a jugar a los huesos, y otros de mis compañeros seguían mirando la costa mientras decían cosas de lo que pensaban hacer cuando llega cuando llegaran a la costa,m entre la frase mas escuchada estaba la de matar a todo ser viviente que estuviera allí, pero eso sabíamos que no lo haríamos, pues no estábamos bajo nuestro mando, estábamos supeditados a los Neolibios, y estábamos contratados como mercenarios, así que obedeceríamos ordenes.
Al final se fue marchando el sol mientras mas nos acercábamos y antes de cenar tuvimos otro entrenamiento.

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27/02/2017, 18:11
Hakan Ismael

El júbilo que he podido observar durante la mañana debido al próximo desembarco persiste a lo largo de la hora del almuerzo. Los africanos ríen y cantan ruidosamente mientras comen; imagino que a muchos de ellos, como a mí, les preocupaba que sus gloriosas vidas de guerreros terminaran en el fondo del mar. Casi consiguen contagiarme su euforia, que me recuerda a la que tantas veces experimenté yo mismo cuando estaba entre mi gente, después de alguna victoria importante o cuando una saraelita daba a luz a un isaaquita, un enviado de Dios. Pero lejos de mi pueblo, cualquier posible alegría palidece, reducida apenas al hálito de un susurro. ¿Acaso puede la montaña seguir en pie si se la arranca de la tierra y se la arroja a los vientos? Yo lo consigo, si así puede decirse, pero la tarea cada vez me resulta más ardua. Entre tanta estridencia, la voz de Jehammed me es cada vez más difícil de escuchar.

Por eso, me limito a ingerir mis alimentos en silencio mientras observo con cautela a quienes me rodean. Muchos de ellos parecen guerreros, aunque es obvio que algunos son más experimentados que otros. Ni siquiera en la relativa seguridad del comedor del barco se separan de sus armas, lo que demuestra cierta sensatez por su parte. Yo tampoco me despego de la mía. Mirando a estos africanos, me pregunto si acaso no sería buena idea entrenar con alguno de ellos. Mañana al amanecer llegaremos a tierra, y no sé qué nos encontraremos allí. Sería conveniente estar preparado.

Después de la comida, todo el mundo sube de nuevo a la cubierta. Los azotadores se dedican a ejercitar sus cuerpos con sus ágiles danzas de combate. Yo continúo estudiándolos; nunca se sabe cuándo podría tener que enfrentarme a alguno de esos «leones». Finalmente, después de meditarlo mucho, decido acercarme a uno de ellos con paso firme aunque precavido. Por qué lo elijo a él es algo que desconozco; tal vez a nivel inconsciente haya observado que tiene un comportamiento más gregario o que muestra cierta tendencia a sonreír.

Sea como fuere, aquí estoy, frente al joven soldado de piel de noche.

Notas de juego

Sakar, te hablaré en la escena El comedor del Orgullo/Campamento de la expedición.