Partida Rol por web

La pelea era inminente, Shosuro esperaba a que el Ronin le atacase y yo espere la reacción de su compañero...Al diablo han desenfundado en presencia de Samurais que sirven al emperador...puedo sentir como las bendiciones de las fortunas invocadas por Aiko, dan un apoyo a mi moral...Gracias Aiko-san...le sonrio mirandole.

No dilatemos esto mas...se abalanzo sobre el otro ronin..

Tal como esperaba Sichi, el ronin se lanza a por su cabeza... Lo que no calculo es la rabia del hombre. A despecho de su seguridad, abre la guardia y descarga un tajo tremendo sobre el, abriendole una tremenda herida en el pecho que hace fallar el preparado contraataque...

Pero peor es para Shiro, en otra forma. Su impulso hace que la hoja pase silbando junto al ronin mas calmado. Este le mira, con ojos frios y duros... y se desliza a su lado, para atacar a la shugenja!

Aiko no puede hacer nada cuando el metal se hunde en su vientre. Pero es logico. El hombre la identifico como la peor amenaza, la usuaria de magia. Y sin una proteccion adecuada...

-Gomen, Dragon-san... Asi son las cosas. +se disculpa, aunque su mirada desmiente toda clase de remordimiento por el dolor que infilge a la muchacha. 

Aiko no sabía como iba la situación dentro del depósito, intentaba mantenerse centrada en lo que estaba pasando cerca de ella para brindarle su apoyo a Shiro y sin embargo, pronto veía como a pesar de que este se lanza al ataque, aquel ronin calmado se movía a un lado poniendo su mirada fija en ella. Fueron apenas unos segundos lo que le tomo dejar atrás a Shiro y llegar hasta ella, una fría como el hielo y con un solo golpe, Aiko no pudo hacer nada para evitar que aquella hoja le abriera una herida en el vientre, haciendo que sintiera mucho dolor mientras intentaba proteger sus pergaminos.

Pronto ella intentaba no pensar en el dolor que sentía, intentaba mantenerse centrada sabiendo que por como Siro falló su ataque, los kami de fuego lo abandonaron, que necesitaba que una vez mas lo ayudara a sentir el coraje de sus ancestros, sobre todo si deseaba sobrevivir a ese encuentro. Estaba claro que aquel ronin que le hablaba, la tenia marcada como objetivo y al darle la espalda a Shiro, puede que esa sea la oportunidad que tuvieran...

Era asi como aiko pronto buscaba recitar de nuevo la oración a los Kami de fuego y sin embargo, cuando parecía que lo estaba por lograr aguantando el dolor de su vientre, no pudo hacerlo ya que pronto tosía sangre y en ese instante, se apresuro a apartar ella misma su pergamino para no mancharlo.

Sentí como la rabia me llenaba cuando el acero volvío a penetrar mi carne, cortando piel y músculo a partes iguales hasta ser detenido por mis huesos y acabar haciendo brotar un torrente de sangre. Sin embargo, debía pelear con cabeza, por lo me vi obligado a canalizar esa furia de una forma más productiva, por lo que le embestí al tiempo que dirigía mi katana hacia sus piernas para así poder reunirme con los Dragón.

Aprete la mandibula el ver como erraba torpemente el ataque a un calmado ronin y mas cuando la hora de su katana entraba en el cuerpo de Aiko, no solo habia fallado en protegerla de aquellos ladrones, si no que ahora fallaba en proteger su vida, una falta de honor propio que tardare en recuperar si logro sacarla con vida, el destino del escorpion me importaba poco, pues por su propia impurdencia e ineptitud en manejar la situación es que ahora nos vemos envueltos en esto.

Sin pensar mas, volvi a arremeter contra el ronin, esperando que las foturnas nuevamente esten de mi lado, no llamadas por Aiko, si no por mi espiritu de proteger a la shugenja.

El enfurecido ronin que lucha con Sichi no le importa abrir su guardia ni recibir mas daño. El brillo ardiente de rabia en su mirada es cuanto el magistrado necesita ver. La oportunidad de venganza, es lo que esta pensando sin duda. No es de extrañarse que impulsado con ese espiritu, encuentre donde clavar su espada en la carne del Escorpion. La ira es un arma poderosa. Ademas, el impulso de este resulta inutil para derribar al duro ronin.... Pero ha cometido un error al seguir tan expuesto. Aunque recibe el tajo, el magistrado logra hundir su espada atravesando la sencilla armadura ashigaru como si nada, clavandola en el corazon del hombre.

Shiro por su parte logra reaccionar y volver junto a Aiko, asestando un tajo en la desprevenida espalda del ronin... Solo para descubrir horrorizado que este le ignora, trazando otro tajo sobre el cuerpo de la shugenja, la cual retrocede mientras la sangre mancha sus verdes vestiduras... Dice mucho de la joven que siga entera. Por otra parte, ahora si el hombre parece tener tiempo para el guerrero.

-Veamos de que estas hecho sin tu amiga magica, dragoncito...+susurra cruelmente. 

Aiko buscaba mantener la calma, confiaba en su yoyimbo pero antes que pudiera intentar concentrarse de nuevo, intentar una vez mas en recitar sus oraciones a los kami, aquel ronin la atacaba de nuevo haciendo que ahogara apenas un grito de dolor mientras sus prendas verdes empezaban a cambiar a un color carmesí... Sentía que su cuerpo apenas se mantenía de pie, como sus piernas empezaban a perder fuerza y al mismo tiempo, a pesar de todo ese dolor, se forzaba a serenarse, a concentrarse ya que no podía quedarse sin hacer nada, no podía terminar así.

Aún estoy aquí...

Murmuraba apenas antes de volver a recitar su oración a los kami tan rápido y eficiente le era posible, buscando dejar que su mente se centrara en lo mas importante y no en el terrible dolor de sus heridas... Solo esperaba que los espíritus del fuego logren hacer que Shiro sienta la fortaleza de sus ancestros, que guían sus manos para dar un golpe certero a ese poderoso adversario.

Me encontraba exausto y herido, pero también satisfecho por el resultado final de mi duelo, cuyo resultado sólo podía favorecernos en estos momentos a pesar de que hubiera forzado tanto la situación. Aunque ya habría tiempo de convencer a los Dragón de las ventajas de ésta reyerta, si es que conseguía que al final comprendieran todo el conjunto.

Pero por el momento, el asunto no había acabado y al volverme pude comprobar cómo el otro ronin estaba dando buena cuenta de la Kitsuki, algo que no podía permitir pues su testimonio era una parte fundamental. Así que no lo dudé y me dirigí contra el otro ronin si saber siquiera si llegaría a tiempo antes de que el joyimbo decidiera todo.

Logro ver como Aiko se esfuerza en buscar que los kamis me bendigan y mas rabia me hacen sentir al ver que mi labor de protegerla fracasa constantemente, y asi en otro intento por matar al ronin, vuelvo a elevar mi katana para atacarle, sin duda las fortunas me bendicen, pues siento como el acero de mi espada recorre la carne del ronin.

Mis ojos se fijan en Aiko, quien apenas puede sostenerse, de dejar fuera de combate al ronin me acerco rapidamente a la shugenja, necesita atención medica cuanto antes.

Sichi y Shiro se abalanzan sobre el ronin, solo para descubrir como su impulso les hace fallar los tajos por centimetros, mientras el hombre los esquiva. Pero frunce el ceño cuando el escorpion se les une. Se ha quedado solo.

-Debil...+murmura, aunque quien sabe si les dice a ellos o mas probablemente a su compañero que ha caido sin dar la suficiente pelea...

Descarga un ultimo tajo sobre el Escorpion, que por fortuna erra el blanco. Pero resulta ser solo una treta, puesto que de inmediato comienza a correr hacia el puerto! Al atravesar entre ustedes y lanzarse a la carrera, escuchan unas breves palabras.

-Nos volveremos a ver, samurai-kun.

Aiko Esperaba que Shiro lograra luchar mejor contra ese ronin, era lo que necesitaban para salir de ese problema violento y brindarle ayuda a Shosuro y sin embargo,m ante sus ojos veía como el Magistrado Escorpión era quien los ayudaba ya que tanto él como Shiro se lanzaban contra aquel hombre que parecía mantenerse tan frío como hielo. Pero a pesar que eran dos contra uno, ese ronin mostró una gran destreza al evitar que el ataque de ambos fallara por poco, eso era algo que Aiko no se esperaba aunque pronto, aquel hombre escapaba rápidamente luego de intentar atacar a Shosuro.

Ah...Los eta también escaparon, puede que fueran a informar a Susurro o simplemente a esconderse...

Era lo primero que decía Aiko mientras recuperaba el aliento y la compostura, supo mantenerse calmada en aquel combate en donde ella probó dos veces lo que se siente cuando el acero mordía la carne de su cuerpo... Pero casi perdió esa calma, el control de su propio cuerpo cuando intentó usar la ayuda de los kami, algo que se sumaba a una lista de errores que parecía engrosarse con el paso de las horas. Aún así, eso no hubiese pasado si no fuera por el accionar de Shousuro, un Magistrado que intentó implantar evidencia aparentemente, ella recordaba bien como él guardó uno de esos frascos con Mao.

Lo que hizo, Shosuro, no solo puso nuestras vidas en peligro, sino que algo mas que impropio de un Magistrado... Disculpe mis palabras pero... Como pretende que implantar evidencia nos ayude en la investigación?

Preguntaba sin poder evitar sonar algo severa, pero tampoco podía guardar mucho la compostura al sentir aun el dolor de sus heridas, incluso apoyaba una de sus manos para hacer presión sobre ellas luego de enrollar y guardar el Pergamino que ha estado usando... Por suerte tenía vendajes y un pequeño equipo médico para tratar sus heridas y aunque no le gustara, también para tratar las heridas de Shosuro que también parecía estar herido.

Kasumi vacila un poco, pero finalmente asiente. Despues de todo Chumoku es un bushi y debe saber cuidar de si mismo, mientras que la joven Bayushi ni siquiera tiene un arma. Es una cuestion muy logica.

-De acuerdo. Os estaremos esperando. +contesta, volviendo a ponerse al trote para alejarse.

El aire ha vuelto a sus pulmones, y mas calmada, adopta un paso firme que la lleve pronto con la joven cortesana. 

No obstante, apenas se ha perdido entre las miseras casitas del distrito eta, una figura se te aproxima. Antes que puedas ponerte en guardia te habla una voz familiar.

-¡Bayushi-sama! Que sorpresa verle tan pronto de regreso! +dice con una profunda aunque algo payasesca reverencia el joven Tesoro, para luego rascarse el mugriento costado. Esta parado a un par de pasos de ti, bebiendo a destiempo una botellita de lo que parece sake. Ser un miserable puede tener sus ventajas.+ ¿Puedo servirle en algo?

Estaba intentando observar si alguien seguía a la bushi, cuando me alerta la presencia de alguien aproximarse, y antes de poder ponerme en guardia, Tesoro se expresa ante mi.
*Ruidoso, apestoso ¿no quieres usar un traje de artista también? no, su extravagante reverencia ya lo hace una distracción visual, es una distracción de 3 sentidos, y 1 ya es demasiado* pienso mientras Tesoro me habla. Ignoraba que hacía por aquí con una botella de sake, pero si realmente se estaba ofreciendo para ayudar, podía usarlo para mis fines. Eso si, no debía ponerlo en peligro, al fin y al cabo es el hijo del líder eta del distrito.
-De hecho Tesoro, creo que hay algo. Se que hubo un hurto de pertenencias samurai en el distrito pescador, me vendría bien que busques información al respecto y luego me informes cerca del local "Las Rapidez de las tierras norteñas" ¿crees que tendrás problemas con eso?-.

El eta se cruza de brazos, sin dejar de rascarse, aunque ahora el codo, pensativo.

-Mmm... seria un poco dificil, sama.

Se inclina un tanto, y baja el tono a uno apropiado, como secreteando a pesar de la gente que pasa a vuestro lado.

-El distrito pescador no es como en el mio, ¿sabe? Hay muchos pillos entre los artistas y comerciantes... Pero...¿era algo valioso lo que perdio su amigo? Si es asi, creo que conozco a la persona justa que puede saber donde esta. Incluso puedo llevarlo ahi si lo desea, para que no llegue como un desconocido. 

- ¡Cobarde!

Le chillé al ver que intentaba uir y rápidamente fue contra él con todo lo que podía, pero la herida del otro ronin parecía hacer mella en mis fuerzas.

Que el otro ronin escapara claro que hirio mi propio orgullo, pero eso no era lo importante, me acerque a Aiko...Aiko-san, es mejor salir de aqui y llevarle con un medico, confio en que los kamis la bendigan, pero prefiero no exponerla a un contraataque...Shosuro me tiene sin cuidado, si quiere salir tras el ronin que lo haga...

Cuando no hay planificación y se actua de forma impulsiva se obtienen estos resultados...le espete al escorpión, aunque reconozco que si hubiese estado a la altura, ese ronin no habria escapado y Aiko abria salido ilesa.

Se que quiere revisar mejor el almacen, pero es peligroso mantenerse aqui...pero acatare su decisión.

-La verdad Tesoro...- digo acompañándolo en la tonalidad de voz -...no tengo mucho tiempo que perder, debo moverme lo antes posible. Pero si me dijeras donde puedo encontrarlo, y tu le dices que iré a verlo, sería de agradecerse- *un posible informante me sería más que útil* Tesoro me estaba dando los recursos que necesitaba, puede que hiciera honor a su nombre.

Al ver que era imposible lidiar con el ronin sola, me puse las manos en la espalda y lo miré a la cara. -Veo que voy a tener que volver más tarde lista para entrar de otra forma.- Le dije firmemente antes de darme vuelta y emprender mi camino hacia algún lugar donde pueda esperar a los dos bushi sin que me vea el sin señor.

-¿Por qué se tardan tanto?- Empezaba a preguntarme si les había pasado algo. -Tal vez los emboscaron de camino aquí.- Eso me preocupaba, significaba que estaba sola en este asunto del ronin, el cual no podría pasar sin ayuda.

Luego de que el ultimo tajo de Sichi fuera solo una caricia en la espalda del ronin, este le toma la delantera facilmente. A toda luces es mas veloz en carrera y ademas no va tan estorbado como el herido magistrado, por lo que en unos pocos segundos se introduce entre los almacenes, escapando...

La calle, al menos en las cercanias, sigue desierta, aunque un par de calles mas alla retoma su vida cotidiana. Los sensatos saben apartarse de los problemas y seguir la politica de que si no ves nada, no te afecta. Por otra parte, los etas tambien se han ido, aunque en la otra direccion, dejandolos a ustedes con un almacen abierto lleno de comida y un ronin muerto, ademas de las lesiones personales.