Partida Rol por web

Al entrar en el Establo podeis observar que hay lo menos una decena de caballos todavía en el interior del mismo.

Agarrais uno cada uno y os dirigis hacia el exterior.

Entre el Humo y el Fuego del Interior podeis ver como tras un tropiezo de Shijo Kai la montura que lleva se le escapa de entre las manos y empieza a correr desesperada hacia el exterior pero antes de que pueda lograrlo un travesaño cae sobre la misma aplastándola y quemándola por completo mientras el corcel relinchaba.

Justo en ese momento cae lo que parece ser una buena cantidad de agua en la entrada del Establo facilitando así vuestra visión y apagando las llamas que había por ahí.

El Agua invocada por Iuchi Temujin sin duda es de Gran ayuda en la extinción del incendio. Entre eso y los cubos de agua que lanzan los hemin ayudados por los Hida conseguís que por un momento deje de arder el frente del Establo los justo como para ver como una viga ardiendo cae encima de uno de los caballos que al parecer se dirigía a la salida aplastándolo y quemándolo entre los relinchos del corcel.

Cuando vi como esa viga caía encima del caballo, eché mano a mi tetsubo, para destrozar la vida o terminar con la vida del animal si que sufriera, pero no estaba allí. Me había dejado las armas en la embajada- Maldición, pareces nuevo -pensé mientras corría de nuevo al pozo.

Esta vez me eché un cubo de agua encima, luego llené los dos que llevaba y entré a los establos. Eché uno de los cubos dentro del edificio y el otro sobre la viga. Si se apagaba lo suficiente intentaría quitársela de encima a ese animal. El shugenja podía encargarse de la zona exterior solo; pero si queríamos que nuestros compañeros samurais salieran de allí, necesitarían una ruta de salida.

Era la hora de ensuciarse las manos de cenizas.

Yasutora corrió hasta la posición del animal y miró a Yoshifusa esperando encontrar en su mirada o en la de su propio señor el permiso para acabar con la agonía del animal que debido al peso de la viga habría perdido una de sus piernas y comenzaría a morir lentamente, y como el buen animal respetado por los unicornios merecía morir como un samurai a manos de la espada de un samurai digno y honorable.-Descansa en paz.-Susurró en caso de recibir permiso para realizar tal acto y acto seguido desenfundar su katana y lanzarla contra la cabeza del caballo en un arco descendente y mortal que acabaría rápidamente con el sufrimiento de la criatura

Con poca delicadeza el hida arrastra al caballo del bocado que relincha agitado.-Bestia. No te detengas-. Le dice como si pudiera entenderle, sin apartar la mirada de la puerta y con el temor de que se les venga todo el establo encima.

Visto lo visto, Temujín advirtió que el agua había resultado realmente útil, pero que no conocía tan bien los puntos clave del edificio y donde la estructura podía ser más frágil o menos, por lo que dirigiéndose a Yoshifusa y con el respeto y seriedad que las prisas permitían, ofreció invocar agua hasta 3 veces más, y demandó que se le dijera dónde éstas serían más útiles.

Ante tal situación de mala suerte , Shijo Kai maldijo mentalmente el gafe que le habían dado en este momento tan inoportuo los kamis . Se dirigió hacia el caballo herido y no tardó en hablarle a los demás que se habían arriesgado con él .

Rápido , sacad a esos caballos y ayudadme con este madero , yo solo no puedo .

Mientras estuvo con el caballo tratando de tranquilizarlo para que no se asuste y haga cosas estúpidas como cuando se encabritó.

Con tanta agilidad como puedo ayudo a sacar a los caballos, no hay tiempo de entretenerse, aunque por lo menos ya están ayudando a apagar el fuego con el agua y se puede respirar mejor, pero sigue siendo dificultoso.

Pero todo pasa muy rápido y de repente tenemos a un caballo muerto, solo espero que no se unan más muertos o heridos.

Apenas llegais hasta el Caballo este deja de relinchar. El Golpe del madero ha sido devastador.

Mientras tanto Iuchi Temujin vuelve a dejar caer más agua sobre el tejado apagando el fuego del tejado casi en su totalidad. Shinjo Yoshifusa asiente ante la habilidad del joven shugenja.

Pero vuestros problemas no acaban ahí pues el interior del establo sigue ardiendo y el humo empieza a pasar factura a los intrépidos que se han metido en su interior. En especial a Otaku Ariasu y a Shinjo Kai, los cuales se desploman junto al caballo caido mientras los caballos que llevan cogidos salen histéricos al exterior.

En el interior del Establo ya no escuchais más relinchos de animales. Si había mas caballos en su interior sin duda estarán muertos.

Con un gruñido tuve que entrar al establo, no podía dejar a esos dos dentro del edificio en llamas; pero no podía con los dos asique fuí a por Shinjo Kai.

Lo cogí como pude de debajo de los brazos e intenté levantarlo todo lo que podía (si no puedo levantarle, lo arrastro) e intenté salir del interior. Los caballos ya habían salido y casi me embistieron, pero ahora teníamos que sacar a los que entraron.

Solo podía rezar porque otro de los presentes sacara a la chica, y para que yo consiguiera sacar al hombre antes de que el edificio se viniera abajo.

El Hida noto como el calor y el humo le afectaba, pero su robusto espiritu no sucumbio ante ello. Al ver el giro de los acontecimientos solto el caballo y se aproximo a los dos caidos. Vio entrar a Kotatsu, y como se aproximaba a Shinjo Kai, por lo que tomo en hombros a la Otaku mientras con la derecha portaba aun su ono. Si era necesario se abriria a camino a tajos entre aquel desastre de escombros y fuego. No se detuvo lo más minimo en su camino hacia la salida.

Yasutora miró entre el madero ardiente y el humo que producía el agua al entrar en contacto con el fuego.-Estáis bien?.-Gritó intentando centrar la vista entre el humo.-Maldición.-Masculló antes de prepararse para intentar entrar en el establo y ayudar a sus hermanos de clan, si ellos podían el no iba a ser menos.