Partida Rol por web

[LCdI]La Ciudad de las Mentiras: Ryoko Owari

4.1. El Jardin Escorpión. Distrito Noble. Casco Antiguo

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14/11/2012, 16:36
Kami de Aire

Cuando comienza el año y se alejan las nieves del invierno es el momento ideal para  empezar a vivir en Rokugan. Aunque la primavera trae consigo grandes lluvias y un tiempo demasiado fresco, resulta el acicate adecuado que infunde vida al cuerpo; así como la trae a los árboles que saludan al nuevo año con sus flores y fragancias.

Dicen de Ryoko Owari que puede ser comparado con un jardín arbolado: pues aún teniendo hermosos lugares dónde se aposenta el sol y la belleza de forma agradable posee una parte sombría, más húmeda que fresca e igualmente incómoda. Pese a ello parecen ser sólo palabras para vuestra estancia en la ciudad. Las grandes espectativas han sido desplazadas por unos pocos e intensos días lluviosos sin pisar más allá del distrito noble. A resguardo de los barros más humildes y caldeados por la presencia de lo conocido. En definitiva, aprisionados de forma bella con melancólicos deseos juntos al cantar del cielo. Al segundo día de sol claro, intensamente vigorizante calor, y viento suave podéis disfrutar de una salida más espaciosa aunque sea dentro del distrito.

Vuestra reciente llegada a la ciudad hace que os sea desaconsejado todavía deambular libremente por la misma, y evitar a toda costa la oscuridad. Por ello acompañáis a los de vuestro clan en sus correría diurnas en el distrito, esperando su favor y beneplácito al atender a su experiencia. El lugar escogido, los jardines escorpión. Junto a varios de la grulla va trnascurriendo las horas y la tarde de forma suave y entretenida. No falta nada deseable entre tan esplendoroso recovecos florales; si bien no tan esplendorosos como puedan ser los jardines que cuida la familia kakita, la labor del escorpión es notable aunque las elecciones de las plantas tienden hacia una corpulencia de color que invitan a la acción sobre el reposo. Y sin duda las tonalidades encarnadas de muchas flores y sus correlación con las historias asociadas al clan hacen pensar que algunas de las flores pudieran incluso ser tóxicas, o como poco urticantes a la par que hermosas.

Os acompaña Doji Saburo, un cortesano bastante jovial y aspecto claramente en los cánones. Pese a repetirse en ocasiones sus anecdotas sobre las proezas de sus hijos pequeños,a los cuales adora, son tan maravillosa que dificilmente cansan y saber que en la época en la que contaba vuestra edad era un duelista superior a la media es un orgullo. Pero ha pasado una década desde aquella gloriosa juventud y sus energías se guardan en las correctas improvisaciones poéticas(o en una memoria prodigiosa, sospecháis) y en su buen humor a la hora de practicar kemari.

Otro, menos amable, es kakita Seijiro apenas dos o trés años mayor que vosotros, aunque tan serio como un sesentón retirado. Aunque hermoso y atlético su gesto taciturno y desconfiado le afea la presencia y sus deberes de yojimbo acentúan sus pocas capacidades sociales. Aunque correcto se muestra serio y vigilante apenas permitiendo que se le involucre en los juegos de la tarde.

Por último y no menos importante se halla Doji Chisato, cortesana de lengua vivaz y ojos brillantes; resulta complicado sostenerlos sin avergonzarse, pues posee la capacidad de penetrar las almas y conversar con ellas, o eso se dice.  Pero lo cierto es que su capacidad de  juzgar los caracteres sólo riñe con su conocimiento sobre las flores y el nombre de las estrellas. Todo ello dice de sí por haber nacido En el mes de Hantei, justamente en la hora de hantei.

Pronto llegará el final de la tarde y con ello el regreso a un recinto cerrado, pero mientras tanto os sentais a la sombra de un ciruelo al tiempo que descansáis de paseos y kemari. Bajo las atenciones de Saburo-sama os deleitáis aprendiendo los rudimentos de Go en un pequeño juego plegable que lleva consigo, Chisato-sama compone juegos de palabras atribuyendo cualidades de la flores a personas imaginarias...

A todo ésto Doji Chisato se levanta y trás una leve reverencia se excusa durante unos minutos debido a que el calor la tiene fatigada. Seijiro se apresura a acompañarla y acto seguido ésta le expresa que allá dónde va sus servicios serán inútiles. Poco después la cortesana se pierde por el sendero. 

 

Notas de juego

Si queréis podéis "conoceros" un poco o interactuar.

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14/11/2012, 20:41
Kami de Aire

Ryoko Owari, la ciudad de las mentiras. justo al principio de primavera parecía una mejor opción de destino para un joven samurai con deseos de un futuro brillante que merodear por aldeas remotas durante uno o dos años y conseguir principalmente barro y tratos con heimins sin mucha más esperanza de reazlizar actos reseñables. No obstante, la llegada a la ciudad no había sido precisamente la inmensa cantidad de criminales y defena del clan a espada que hubiérais querido, sino que vuestro primer destino, aunque honorable resultaba de lo más aburrido.

Sobre vosotros Bayushi Momiji, yoriki del magistrado de la ciudad. Una mujer astuta y autoritaria salida del dojo cortesano de la familia bayushi. De ella habéis escuchado tremendas cosas sobre su dureza e implacablidad sobre sus subordinados,rayando en la crueldad premeditada e innecesaria; así como otrás de ámbito más privado. Aún con todo proviniendo dicha fama de alguién perteneciente a un clan que promueve dichos rumores sobre ellos; no podéis estar seguros que nada de cuanto sepáis sea siquiera cercano a la verdad.

De momento ha trascurrido casi un mes en la ciudad y los rincones más recóndita de la misma siguen siéndoos un misterio, mientras que el distrito noble se os muestra cada vez más familiar. No por nada vuestro deber es el de vigilar los jardines escorpión principalmente a los jardineros que tienen que mantenerlo ordenado limpio y presentable cada día...honorable labor, importante sin duda, pero en absoluto lo que hubiérais esperado.

Al menos hoy no llueve, y es algo que agradecer a las fortunas mientras recorréis el empedrado rumbo a los jardines. La tarde cae perezosamente y os preguntáis si pedir a las fortunas que ocurra una desgracia en vuestra jurisdicción sería un acto impío. Por lo que teneis entendido Bayushi Momiji tiene la costumbre de apareer de improviso a vigilar que sus órdenes se cumplan escrupulosamente y el ánimo se resiente al no poder descansar durante mucho tiempo por temor a su aparición...

Notas de juego

Si queréis podéis interactuar entre vosotros en éste momento. Y conoceros un poquitín.

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14/11/2012, 21:09
Kakita Jin

La tarde caía sobre la ciudad de Ryoko Owari. Los cielos se teñían de un naranja rojizo que no tardaría en volverse del color de la sangre y la temperatura caía, aunque aún era agradable. Los árboles comenzaban a florecer y la vida brotaba por doquier con fuerza. La calma invadía el jardín, aún cuando Ryoko Owari era una de las urbes más populosas del imperio. Se respiraba paz. Una paz que se mezclaba con el aroma de las primeras flores, tan sólo perturbada por el zumbido de las laboriosas abejas que iban de flor en flor, recolectando el nectar con el que harían miel.

Jin había llegado hacía poco a Ryoko Owari y, por primera vez en mucho tiempo, no se había hastiado ya. ¡Todo parecía tan novedoso e interesante! Apenas había tenido tiempo de presentarse ante su superior en la ciudad y para alojarse lo mejor que pudo. Sus pertenencias eran escasas y entraban en un reducido petate, pero era mejor así.

El viaje había sido plácido. El imperio volvía a la actividad tras los meses de invierno en los que el mundo prácticamente se colapsaba. A excepción de para aquellos afortunados que habían sido invitados a la Corte de Invierno, claro. Jin no esperaba ser invitado, y así fue. Al fin y al cabo, ¿quién era él? Un eterno aspirante a ser un gran estudiante pero que siempre terminaba defraudando a sus superiores por su carácter. El camino a pie con algo de ruta de en barco le habían llevado a Ryoko Owari antes de lo que hubiese deseado. Llegó dos días antes de lo esperado, aunque Jin hubiese preferido haberse "perdido" un poco. Después de todo, no había salido prácticamente de las escasas tierras que poseía su familia y del dojo. ¡Todo un mundo por explorar! Sin embargo, las responsabilidades le seguían.

Tras instalarse, Jin se vió casi sin nada que hacer. Llenaba su tiempo como podía, más que nada por no quedarse el día sobre su futón, aburriéndose de aburrirse. Algo de entrenamiento, algún intento fallido de seducir a las pocas mujeres, menos aún hermosas, que tenía cerca y poco más.

Hasta que llegó el día. Por fin, había sido enviado a El Jardín Escorpión donde podría conocer a algunos otros miembros del Clan. Jin estaba emocionado, tendría algo de acción de una vez por todas, algo que rompiese su rutina.

Cuando llegó vió a un grupo de lo más variopinto: un hombre madura que decía ser un gran duelista, un amargado yojimbo, una hermosa cortesana y dos jóvenes, que como él parecían mantenerse en silencio, a excepción de los momentos en los que intercambiaban las respuestas que se esperaban de ellos. Jin suponía que la situación era extraña también para ellos y no sabían bien cómo reaccionar.

La tarde pasaba con tranquilidad, con la cortesana de nombre Doji Chisato haciendo las delicias de los ojos de Jin recitando poesías y hablando de las cosas hermosas. Hasta que finalmente, quizás harta de su monólogo o de su falta ya de saliva, se fue. El que parecía su yojimbo, o mejor dicho su sombra, se apresuró en seguirla, aunque esta le rechazó de forma más o menos cortante. Las cosas no parecían demasiado adecuadas para hablar de tonterías. Sin embargo, Jin aprovechó que Doji Saburo parecía volverse a encerrarse en si mismo, pensando probablemente en sus hijos, y que el yojimbo, de nombre Kakita Seijiro, se mantenía a buena distancia rumiando el rencor de ser rechazado para acercarse a los nuevos y entablar una conversación.

Buenas tardes a ambos. Dijo con una sonrisa en la cara, saludando primero a la dama, por deferencia y porque era una belleza. Mi nombre es Kakita Jin. Mientras se presenta, Jin hace un gesto de inclinarse de forma respetuosa ante sus compañeros. Por una vez, su maestro, si le viese, estaría orgulloso de que hubiese seguido el protocólo sin mácula.

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15/11/2012, 00:20
Bayushi Nakato

Nakato deseaba con ansias que algo ocurriera, no tenia ganas de seguir allí haciendo nada y menos cuando realmente la labor asignada ayudaba en algo mes que vigilar a aquellos seres inferiores y cuidar que aquella estructura ornamental este impecable.

El Joven Buyushi esperaba grandezas en su destino y su ambición y deseo de crecer mostrando su valor, eran tales que aveces nublaban su juicio, por lo que luchaba con sigo mismo para no cometer locuras durante su tiempo en esta asignación, pero con descaro podría observarse como deseaba en lo mas profundo de su ser que alguna calamidad llegare a su ubicación y le salvare de dicho purgatorio.

Mientras miraba como realizaban su labor los jardineros/as y se acerco a los otros dos compañeros que se encontraban allí presente -El sol ilumina nuestro día con bendiciones compañeros, ¿piensan que seremos afortunados de la visita de la joven Momiji?-

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15/11/2012, 05:58
Bayushi Kyo

Solté una risa por detrás de mi mascara al escuchar a nuestro compañero y su evidente sarcasmo, mientras me cruzaba de brazos y observaba a los pobres jardineros bajo el sol.

-"Quizás...a la señora le gusta aparecer de improviso, de hacerlo me gustaría que fuese con algún aviso o encargo importante, los lujos no están mal...pero me estoy aburriendo un poco"- 

Notas de juego

La "risita" (va a ser algo caracteristico por eso lo pongo :P)

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15/11/2012, 11:49
Shoshuro Okita

Okita escucha silenciosamente a sus compañeros, centrado en su funcion como vigilante de lo trabajadores del jardin. No parece que el trabajo le desagrade, aunque tampoco muestra ningun entusiamo.

-Tened cuidado con lo pedis, amigos. Puede que no sea un trabajo emocionante, pero es honorable y debe hacerse. Si queremos que nuestra querida Momiji nos asigne funciones de mayor importancia, antes quizas debemos demostrar nuestro temple ante actividades menos gloriosas.

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15/11/2012, 15:07
Bayushi Nakato

Escucho el comentario de Okita, por lo que no pudo evitar sonreír con cierta malicia en la misma y decir -Muy certero tu comentario. Espero que estar en esta posición sea todo lo que necesitemos para enfrentarnos a un futuro peligro o enfrentamiento- el sarcasmo abundaba en su comentario, su intención no rea dañar a nadie, pero esta forma de hablar era muy típica de aquel joven.

Sin esperar respuesta mira a uno de los costados, para observar a una joven que daba forma a uno de los arbustos del jardín y dijo -Mucho podremos aprender, mientras observamos a estas cosas hacer sus deberes... puedo decir que ya se cortar los arbustos y arreglar los mismos-

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15/11/2012, 15:27
Doji Midori

No quitaba atención a cada detalle que sucedía a mi alrededor. Cada detalle cuenta, cada detalle vale. La información era poder en aquella ciudad.. y la información podía obtenerse en cualquier rincón, sólo había que estar dispuesto a escuchar..

La llegada a Ryoko Owari había sido la esperada. Nada que comentar. Ahora es cuando empezaba nuestra labor.. miro a Haku y suspiro. ¡Cuánto ha cambiado! y que mal carácter ha desarrollado... pienso.

Las palabras del Kakita me sacan de mis pensamientos y me devuelven a los jardines. El clima parece el adecuado para una conversación, lejos de las historias de Doji Saburo y de las miradas del yojimbo perdido.. vaya como uno que me se yo.. pienso.

Miro al joven que se acaba de presentar.. y contesto a su inclinación con otra inclinación respetuosa.

Mi nombre es Doji Midori miro a Haku pensando si presentarlo o si se presentará él.. ya no habla mucho y poco queda del jóven que conocí. Un placer conocerte Kakita Jin explico complacida por los modales del jóven. Un muchacho bien educado, eso está bien. Mientras nuestros mayores parecen pensar... digo mirando alrededor Podríamos pensar algo que hacer sonrío mirando a los dos hombres que me acompañan. O.. ¿jugar de nuevo? digo señalando el viejo juego al que estábamos jugando.

 

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15/11/2012, 15:44
Daidoji Haku

El paseo por los jardines al principio resulta estresante. No puedo dejar de mirar cada rincón, imaginando una amenaza al doblar la esquina. Los pocos días que llevamos en la ciudad han sido difíciles. Yo me había criado en un lugar mucho más tranquilo y espacioso. Algunas zonas de Ryoko Owari se me hacían agobiantes, demasiado populosas, calles demasiado estrechas, y demasiados pasadizos oscuros.

Por suerte habíamos estado lo bastante ocupados con las formalismos habituales al llegar a la ciudad, como para que le diese vueltas al asunto que nos había llevado hasta allí. Habíamos ido a presentarnos a los delegados de nuestro clan allí. Habíamos dado algunos paseos, que me parecieron a veces con más intención de averiguar sobre nosotros que de que nosotros aprendiésemos algo sobre la ciudad. Pero esa primera sensación había ido desapareciendo poco a poco, hasta que sencillamente parecía un educado interés por nuestra vida.

Intentaba ser cordial, sonreír cuando podía, asentir cuando debía y responder a las preguntas cuando sabía. Las horas que no estábamos paseando por la ciudad, ni atendidos por nuestros tutores, las pasaba haciendo ejercicios para mente y cuerpo. Algunas katas, meditación, ejercicios de memoria... Pero mi deber como yojimbo de Midori es siempre lo primero.

Aquella tarde habíamos salido a pasear más acompañados de lo normal. Como es habitual, me mantengo en silencio cuando no me preguntan, atento a lo que escucho y lo que veo. Pero a medida que pasa el tiempo me voy relajando. La sensación de seguridad que me trasmite la presencia de nuestros mayores funciona como un calmante. A pesar de la reciente situación entre Seijiro y Saburo, el ánimo de mis compañeros no se ve perturbado. El joven samurai que nos acompaña y que había permanecido en silencio hasta ahora provecha para entablar conversación. Sin mudar el gesto, con una leve inclinación, respondo al saludo.

- Daidoji Haku.

Me yergo mientras Midori habla. Ante la mención del juego, asiento. No soy un gran jugador, pero por suerte, el go es juego de dos.

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15/11/2012, 15:59
Bayushi Kyo

Reí un poco ante la respuesta de Nakato, para luego mirar a  la joven y decir:

-"Y no sabias hacerlo antes usando tu katana? Después de todo cortar a veces es un arte..."- comente dejando el comentario en el aire...  

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15/11/2012, 16:07
Bayushi Nakato

En el tiempo que tenia conociendo a Kyo, Nakato habia adquirido algo de estima por aquel sujeto, debido a la empatia y comentarios que realizaba, pero eso no evitaba que viera en el a alguien de quien cuidarse.

Ante su comentario, solo se limito a reír y luego de unos momentos en los cuales continuaba observando a aquella joven jardinera dijo -La verdad que todo en la vida es un arte, las armas hechas para cortar algo mas que arbustos, son de por-si un arte y el blandir-las también... pero en lo que a mi respecta, no se necesitan de ellas para resolver un conflicto, solo serán necesarias cuando la bestia nuble el juicio- ante lo ultimo se imagino a un león y un cangrejo.

-La actividad que estos jardineros hacen, no es mas que cotidiana, sin merito alguno o producción de riquezas, no veo que nuestra labor tenga tanta importancia, pero coincido con Okita en algo, si no somos capaces de demostrar que mantenemos el orden en esta simple tarea, no podremos ascender a cosas mejores- con aquello no quería decir que se conformaba con la misión encomendada, pero deseaba salir lo mas rápido de esta para hacer algo realmente productivo.

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15/11/2012, 16:25
Shoshuro Okita

Okita rie levemente debajo de su mascara.

-Sin duda, usar una Katana para podar un arbol seria un mal uso de un arma, y una forma pobre de realizar la labor, por no decir una mala eleccion de herramienta. Mirad la precisicion necesaria para podar los arboles, es digna de respeto. Y quizas no te paredca una labor que de no de riquezas, pero no estoy en acuerdo contigo, Bayushi Nakato. Sin el trabajo de estas personas, este acojedor jardin, en el que no reparamos por estas siempre bien cuidado, seria un horrible erial de mala hierba y pobredumbre. De la mismo forma, sin un campesino no cultivase comida, moririamos por inanicion, si los sirvientes no limpiasen, viviriamos en la inmundicia. Prefiero no despreciar a aquellos que realizan trabajos que yo no quiero realizar... creo que eso es algo que todo Escorpion deberia saber.

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15/11/2012, 17:24
Bayushi Nakato

Okita en todo este tiempo ha sido y parece que sera un buen contrincante en los debates y las discusiones, debido a su forma de ver las cosas, muy parecida a la mayoría, pero lamentablemente Nakato tenia una forma de ver la vida y las cosas un tanto mas simple, pero no por ello menos inteligente -Claro estimado Okita, entiendo lo que planteas e incluso comparto tu pensamiento de que otros hagan e trabajo que yo no deseo hacer, pero no creas por un momento que ellos están muy felices de la labor asignada, uno que otro presentara conformidad, pero la mayoría acepta su labor, solo por la simple razón del poder que representamos- dijo desviando su mirada a otro grupo de jardineros que se encontraban del otro lado del lugar -Sabes, si observas la vida que estos llevan para hacernos subsistir, no creo que te complacería estar en su lugar y de estarlo en algún momento te rebelarías y ello seria la causa de una baja... Sabes por que... Simple, has crecido con derechos y deberes muy superiores a los que ellos poseen y bajar a su categoría es indignan-te, pero de alguna forma, la mayoría de estas personas han decidido conformarse con lo poco que la vida le ha dado y otros simplemente toman otros caminos mas activos- refiriéndose, esto ultimo a los mercenarios y bandidos.

-Es por eso, que esta clase deberá seguir en el estado que esta y nosotros subyugar a los que entiendan lo contrario, cosa que nuestro clan conoce muy bien- dijo eso ultimo con algo de ironía, ya que de todos los clanes, este era el único con el valor y honor necesarios para realizar la tarea quizá mas trascendente de todas, luego de la protección de la frontera, y era ensuciarse las manos.

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15/11/2012, 17:50
Kakita Jin

Kakita Jin observa a ambos compañeros durante un breve espacio de tiempo, intentando penetrar sus mentes. Parecían gente agradable, aunque estaba claro que algo torturaba a quien se había presentado como Haku. Jin decidió no darle mayor importancia y se centró en la conversación que parecía crecer, como un niño pequeño.

La invitación para el juego era tentadora, pero lo cierto es que la inexperiencia de Jin le hacía sentirse inseguro al respecto. Bien cierto era que sería una novedad en su vida, y sólo los Kami sabían cuánto le gustaban a Jin las novedades, pero a pesar de todo tenía su orgullo, por lo que decidió que lo mejor sería centrarse con la primera propuesta. Mis disculpas, Midori-san, pero temo que mis habilidades con los juegos podrían decepcionaros y nada me gustaría menos que hacer eso. Por otro lado, estoy abierto a otras posibilidades. Jin se mantuvo unos segundos en silencio, meditando en cuál debería ser el siguiente paso. Los ojos de la Doji mostraron decepción al principio, con el rechazo para jugar, pero se animaron de nuevo, dilantándosele las pupilas, cuando el hermoso joven admitió la posibilidad de hacer otras cosas. Debo confesaros que desde mi llegada a esta ciudad, de la que he oído tantas cosas, apenas he podido conocer nada. De hecho, esta ha sido mi primera "escapada" de mi alojamiento y el sopor comenzaba a adueñarse de mi mente. ¿Qué os parecería dar un paseo? Aunque sea por estos mismos jardines... las palabras del joven mostraban cierta desgana, pero no lo suficiente como para ser realmente perceptible, aunque un nuevo tono surgió entonces parecen realmente hermosos... como vos, si me permitís el atrevimiento. Kakita Jin terminó su intervención con la mejor de sus sonrisas. Quizás después de todo Midori no pensaría mal de él y de lo impulsivo que resultaba a veces.

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15/11/2012, 18:01
Kami de Aire

Notas de juego

Sólo os interrumpo para comentaros que la etiqueta rokuganesa es bastante estricta como sabeis. Por tanto cuando tratéis a alguien intentad hacerlo como es debido si no pretendeis insultar ni ofender a nadie. Los que os conocéis y ostentáis un rango de estatus similar suele emplearse el término -san trás el nombre (más formalmente con el apellido). Es decir aunque es correcto llamar a un samurai de la grulla llamado Kakita Ryo: "Ryo-san", si es la primera vez que lo tratáis y/o no teneis mucha confianza con él y sabeis su familia, o porta de forma visible el mon de la misma es más correcto llamarlo: "kakita-san" Y si usáis el todo completo será aún más completo y ceremonial: "kakita Ryo-san".

Llamar a alguien únicamente por su nombre denota un gran trato y practicamente amistad, y en raro usarlo fuera de un entorno privado; al igual que con la terminación -Kun (para hombres), y -Chan(para mujeres),que es el reservado para los hermanos(y grandes amistades).

Los superiores deben ser denominados como -Sama trás el nombre.

Usar el trato inadecuado puede ser problemático, os lo hago notar para que no surjan malentendidos ni nada similar, pues sé que no habéis tenido ninguno gana de onfender a otro pj. (De paso ésto es sólo lo más esencial sobre la manera de dirigirse a alguién)

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16/11/2012, 02:33
Bayushi Kyo

Notas de juego

A veces kun tambien se usa para mujer, pero es en pocos casos ya que es algo asi como "querido" aunque a muy grandes rasgos, asi como chan se puede usar para hombres ya que es solo un diminutivo del nombre (Ej: Gustavo-chan = Gustavito)

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16/11/2012, 02:35
Bayushi Kyo

El debate se había abierto y era algo que realmente me agradaba, por lo que los escuche antes de intervenir. 

-"Ambos tienen razón en sus argumentos, definitivamente si nadie hiciera los trabajos que a nosotros no nos gustaría hacer, como poder un jardín o incluso algo todavía mas bajo como limpiar letrinas, el mundo seria un caos de hambruna, fealdad e inmundicia, todos los hombres son necesarios en el ciclo, pero así como nacieron con una labor, es como deben de aceptarlo por mucho que les pese. Nosotros tenemos un gran galardón al haber nacido dentro de nuestro amado clan, seguramente en nuestra vida anterior hicimos algo que agrado los kamis y nos dio un buen karma, ahora desempéñanos esta labor que a pesar de ser importante nos puede resultar aburrida, sin embargo estoy seguro que es el preludio a algo mas...-calle unos segundos antes de continuar concluyendo mi pequeño discurso- después de todo somos samuráis, nuestro lugar en Rokugan esta bendecido por los cielos"-

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16/11/2012, 09:30
Shoshuro Okita

Okita fuerza una leve risa.

-Teneis razon en que todo tiene un orden,y debe ser respetado. Pero no creo que sea necesario subyugar a los plebeyos, si los Samuaris gobernamos con justicia y firmeza, y conseguimos que a ningun plebeyo de bien le falte techo ni comida, no tendran ningun motivo para oponerse a nuestro mandato. Deberiamos estar agradecidos de haber nacido como samuaris, y entender la vida de aquellos que estan por debajo de nosotros, ya que si no fuese por nosotros, viviran en el mas absoluto caos.

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16/11/2012, 11:03
Doji Midori

Un joven... peculiar. pienso a medida que habla Jin.

Miro a Haku cuando habla.. esbozando una sonrisa para mis adentros. No me había equivocado, escueto y breve.. sólo contestó con su nombre.

Cuando Jin toma las riendas de la conversación, sonrío ligeramente agradecida por la atención que me presta. No había tenido muchas oportunidades de hablar con nadie desde que llegamos a la ciudad.

Disculpas aceptadas Jin-san sonrío con cierta complicidad la verdad sea dicha a mi tampoco es que se me de... especialmente bien este juego.. añado. Supongo que lo del paseo sería una buena idea.. si es que tenemos permitido salir a pasear..  apunto mirando la escena que nos rodea y me sonrojo ligeramente ante el cumplido del Kakita, definitivamente no estoy acostumbrada a que me hablen en ese tono. Miro a Haku buscando su aprobación para el paseo, no tengo intención de pasear por esas calles sin la protección del yojimbo. Aunque solo fuera un paseo por el jardín.

Un caracter curioso el de este Kakita.. se tiene que estar aburriendo bastante..

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16/11/2012, 14:01
Daidoji Haku

La forma tan evidente de cortejar a Midori me hace levantar una ceja, pero al ver que ella no se ofende, relajo de nuevo el gesto. Aunque por lo que la conozco, sé que ofendida o no, no iba a revelarlo. Viendo que optan por un paseo en lugar del juego, me permito respirar aliviado. Prefiero no andar poniendo excusas sobre por qué no jugar. Y seguro que Midori habría insistido. De vez en cuando tiene esa manía de animarme a hacer cosas. Así que asiento cuando ella me mira como pidiendo permiso, como si se le olvidase de que la acompañaría hasta la muerte. Porque yo sabía que no lo dudaba, sólo que a veces se le olvidaba quién era yo ahora. O ella para mi, mejor dicho.

Luego me giro hacia Saburo-sama, para saber si nos está escuchando y si de ser así, si nos dará permiso. No creo que le gustase que menospreciásemos su labor enseñándonos los jardines si a la primera oportunidad le dejásemos sentado en un banco sin preguntarle antes.