Partida Rol por web

Mientras el escorpión habla con el jardinero, con mucha cautela voy observando fijamente a nuestro alrededor, tratando de ver.. lo que fuera. Esta situación empezaba a no gustarme.

Me pego a Haku en todo momento.

Era evidente que la situación era precaria para Jin, sólo, rodeado de potenciales amenazas, pero los Kami se lo querían pasar bien y el Kakita sabía que de alguna manera tendría que confiar en los dos Escorpiones.

Atento, tal y como le había sugerido Nakato, Jin se introdujo en los baños siguiendo a ambos Bayushis, no sin antes saludar con un leve gesto de cabeza. Sabía que pasar desapercibido iba a ser complicado, por no decir imposible, pero debía intentar no llamar demasiado la atención.

Mientras hablaba con la señora vi que Nakato y Kakita llegaban detrás de mi:

-"Hasta que llegaron-les dije mirándolos de reojo- alguna novedad? La señora dice haber visto a Chisato-sama pero no en el día de hoy-volví a mirar a la anciana y dije- la verdad es que la estamos buscando, no hace mucho me pareció ver a un grulla venir corriendo hacia los baños, por lo que pensé que quizás ella podría haber estado aquí también el día de hoy..."-comente clavando mis ojos en la anciana. 

Lo siento, bayushi-sama, no se a que se refiere. No hemos visto a ningún samurai corriendo, aunque s a varios grulla.

La mujer se inclina ante los recién llegados y aunque no lo hace ofensvamente, de seguro que en su crebro piesa que relaciones pueden tener dos escorpones y un grulla con una dama grulla...chismosas, seguro.

El trabajador os guía apenas a una cincuentena de metros dónde os hallais; a una especie de recodo en el jardín de forma casi circular y deliberadamente discreto. Junto a un pequeño estanque, dónde media docena de carpas hacen su vida entre cañas de bambú, se encuentra unas piedras como asientos; de un cerezo cuelgan plegarias y deseos. el lugar suele se vistado frecuentemente con lo que hay varios rastros evidentes de que haya sido frecuentado recientemente. Ahora mismo no hay nadie más que vosotros...o eso parece.

Miro a mis acompañantes. Hago una pequeña inclinación de cabeza y me dispongo a avanzar por el sitio hasta colocarme en un punto central desde el que poder observar todos los ángulos del sitio con tan solo girar la cabeza.

Okita examina la zona, atento a cualquier detalle.

-"Ah si?-dije fingiendo un poco de sorpresa- por favor cuénteme todo acerca de los grullas que ha visto el día de hoy, por favor no omita detalles y no se preocupe por nuestro compañero grulla aquí presente"- dije haciendo referencia a Kakita.

Se sabe comportar...por ahora... 

Observo el entorno con detenimiento, atento a cualquier cosa extraña. Aquel jardín me va preocupando cada vez más.

Jin no se sentía cómodo con sus compañeros y los chismorreos que seguro saldrían de la boca de la mujer no le hacían las cosas más sencillas, pero no podía poner obstáculos, por lo que se mantuvo en silencio. Al menos, fuese cual fuese la intención de los Escorpiones, parecían estar haciendo bien su trabajo. Atento, pero en calma, Jin aguarda a que la mujer de información relevante.

Ante la petición de Kyo de hablar sobre los grullas, la mujer habla durante varios minutos sin querer explayarse mucho, ni revelar indiscreciones; aún así nada de lo que os comenta os resulta ni remotamente llamativo, sino que probablemente casi todos los grulla de la ciudad hayan visitado la casa de baños a lo largo del día. Cosa nada sorprendente, por otro lado.

Mientras tanto el samurai bayushi parece habee fijado su atención en vosotros y su lenguaje corporal indica algún tipo de disgusto, aunque  teniendo en cuenta que estáis entreteniendo a una trabajadora de la casa sin que realie sus funciones, no es tan extraño.

Os dedicáis a buscar por la zona. Desde un principio os resulta evidente que pos aquí ha pasado no pocas personas, pero  hay varias que han estado paseando muy mucho por aquí, dando vueltas a la zona una y otra vez. a todo ésto Hakku encuentra en un matorral ,a un metro escaso de dónde se encontraban los mercaderes, un netsuke con el cordel roto y coincide con los que vestía Chisato.

A su vez Midori, le parece ver algo en el estanque para comprobar que sólo era el reflejo en las carpas, se vuelve pero al isntante duda comprobando que entre las cañas más cercanas a la orilla hay enredado una tira de algodón; de uso típico para coger las mangas del kimono y ganas movilidad.

-Bien, creo es hora de marcharnos- propuso a los presentes -es mejor si entro al lugar y ustedes rodean el sitio- dijo ya dispuesto a marchar.

Era hora de moverse y Jin lo sabía. Con suerte todo terminaría antes de lo esperado, aunque algo en su corazón le decía que no iba a ser tan sencillo. Ryoko Owari era una ciudad peligrosa, sobre todo para aquellos que no eran Escorpión.

Está bien. Dice Jin asintiendo con la cabeza a la vez que las palabras salen de su boca. Separarse le hacía aún menos gracia que ir con dos Escorpiones, pero Nakato estaba en lo cierto, separados cubrirían más espacio en menos tiempo. Debían hacerlo así. Tengo que mantenerme con los ojos bien abiertos.

Su cabeza se gira y mira al otro Escorpión. ¿Váis por la derecha y yo por la izquierda, Kyo-san? Concluye, mientras hace ademán con la mano señalando ambas direcciones mientras sugiere a su compañero una dirección arbitraria. Nos reuniremos al otro lado. Esperemos que con buenas noticias.

Luego de escuchar a la mujer, pero sin sacar nada en claro, asentí ante lo propuesto por Nakato para luego responder a Jin:

-"Sera un placer, nos vemos del otro lado Jin-san"- dije haciendo una leve reverencia para tomar el camino de la derecha. 

Recojo el netsuke y lo sopeso en la palma de la mano, observándolo para asegurarme de que es el de Chisato. Luego miro alrededor, por si encuentro el inro al que iba enganchado el cordel.

Luego enseño la figura al resto de mis compañeros.

- Esto pertenecía a Doji Chisato-sama. Estoy prácticamente seguro. Por lo que muestran estas pisadas, parece que la debieron emboscar en este sitio. No veo sangre. Supongo que debieron utilizar un dardo envenenado o algo similar. Cuando ella se dio cuenta intentaría volver por donde había venido, buscando a su yojimbo. Pero debieron atraparla antes. El veneno y los disfraces no son armas de verdaderos samurais.

Dedico una mirada de soslayo al Soshuro.

- Está claro que ha sido raptada. Ahora debemos averiguar por quién. Y deprisa, quizá no la necesiten viva mucho tiempo.

Oktia asiente ante los comentarios de Haku.

-Ciertamente, esto no es obra de ninguna clan samurai... al menos no oficialmente, para mi, nadie esta libre nunca de sospecha. No creo que la hagan daño en el futuro cercano, pero dirijamonos rapido hacia las puertas, intentare que impidan que nadie salga hasta que peinemos todo el interior, aunque lo mas probable es que nos preparemos para el peor escenario de tener que rebuscar por toda la ciudad...