Partida Rol por web

Master, se Dónde conseguir a Estes personas? Tiro por saber, banjos fondos. Es con INT verdad?

No lo recuerdo yo así, mi señor. Sin duda coincidiría el momento pero sólo preví que ese hombre iba a comenzar una pelea y no quise permanecer cerca suya. Siento que mi inoportuna forma de salvar mi asqueroso pellejo le haya traído hasta aqui.

Si no está en el muelleelpescador, estará en el río. No tengo necesidad de estar al tanto de sus idas y venidas. En cuanto al ceramista su tienda estáa tres calles de aquí. En dirección a las cuevas. No posee un letrero muy llamativo pero podrán ver, seguro a algún hombre llevando lodo y tierra en cestas o sacos hacia allí.

Ese ceramista parece el mismo que os dijo el anciano de la casa de comidas. Él os indicó dónde era su tienda. Respecto al vendedor de pulpos ciertamente estará por algún lugar de los muelles, o en el río transportando mercancía. Debe ser alguien móvil.

El ceramista si te suenacómo alguien que es muy visitado pese a no estar en un barrio respetable.

-Así que así fueron las cosas? Bueno, he de creerte, pues no me mentirías, verdad? -dije mirándolo a los ojos- solo espero que no sepas nada de lo que se hablo porque de saber sobre la desaparición de alguna persona deberías decírmelo, sabes que es así...- no hacía falta decir nada más, si sabía algo lo soltaría, era sabido por todos ellos lo que podría pasar de ocultarle información a un samurai.

Esta informacion será gratamente apreciada, de momento debemos irnos. Dijo Okita en un tono que claramente invitaba a los demás a salir pronto de alli, manteniendo la mirada en la mujer. 

Tomó su katana y la colocó nuevamente en su obi que reflejaba el color carmesí de la sangre, las palabras de Nakato tenían cierto deje de ironía -Bueno, es muy tipico de el por lo que ha dejado a mostrar.

Nuevamente esperaría a ser el ultimo en abandonar la habitación. 

Una vez hubiesen todos salido, dijo en un tono unicamente perceptible para Ogura. Espero, y estoy seguro que esta no será la ultima vez que las fortunas cruzen nuestros caminos.

Sin más dilación abandonasteis la estancia, algunas chicas jovenes curioseaban en los bordes del pasillo.Vuestra presencia no había pasado inadvertida. Abajo seguía estando aquella mujer y el retoño.

Esperoque sea en circunstancias más placenteras. Replicó la mujer cortésmente

Puedo asegurarselo Bayushi-sama, nada más hay.Sería vergonzoso por mi parte ocultarle algo a una insigne persona como usted, sería incapaz de mirar mi reflejo sin sentir asco.

Será mejor que nos vayamos, y supongo que lo mas sensato es ir a la casa del ceramista.

-Esta bien, te creo, puedes volver a tu labor...si llegas a saber algo de lo que te pregunte ven a decírmelo directamente a mi, creo que esta de más decir que esta conversación nunca ocurrió- dije esperando para luego irme.

Maldición, una hora desperdiciada en nada...

Ignoro la presencia de las muchachas a medida que salimos, aunque intento memorizar sus caras por si hemos de volver.

Quizás una de esas muchachas sabe lo que calla Ogura... Si es que se ha callado algo.

Gruño una afirmación ante las palabras de Okita, una vez que estamos en la calle.

Es el que está más cerca, me parece bien. Me temo que será otro despreciable comerciante de información como Ogura, pero a fin de cuentas es lo que tenemos y quizás conseguimos informaciones más concretas.

Nakato hizo una reverencia a modo de despedida de la mujer con quien estuviera hablando mientras esperaba a Ogura

Espero verla en mejores circunstancias.

Le dijo solicito. Pero no se detuvo y salió con sus compañeros.

¿Entonces a  donde vamos?  dijo cogiendo se el cinturón poniendo los brazos en jarra.

Como dije antes Nakato-san, lo mas sensato sería ir a casa del ceramista, encontrar su puesto no debe ser ningun problema.

Dicho esto Okita echó una mirada alrededor, Quería cerciorarse de que no tuviesen compañía no deseada y entoncés echó a andar en dirección del puesto del ceramista. 

Okita no obstante fué tomando nota mental de los otros puestos y negocios que se fuera encontrando. -Nunca se sabe cuando una referencia de estas puede ser de utilidad

Te marchaste de allí para volver a la ciudad por el camino que habías recorrido. Te cruzas con varios hinin quecon sus cetos se dirigen allecho del río, varios jovenes con aspecto deestar pasando el día sin hacer nada.

Al salir las callesse encontraban más atestadas. Mujeres debaja extracción caminaban de un lado a otro con sus cestas, acompañadas de niños pequeños. No eran pocos los que reprimína un gesto de disgusto al verso salir de aquella casa. Pero por supuesto nadie siquiera trató de miraros más allá de evitar colisionar con vosotros.

Como os habían dicho la tienda del ceramista se encontraba cerca, y la calle era particularmente transitada pues había bastantes talleres artesanales.

La rienda en cuestión gozaba de un tenderete exterior al taller en sí dónde se exibían cuencos y jarrones de estridentes colores y formas. A un lado se almacenaban unas cubas con maloliente barro y fango de marisma. Varios hinin contemplaban y manioseaban el género mientras un mozalbete recio y con un palo entre sus manos observaba torvo.

Otro hombre joven manchado de barro en las manos y vestido con corpas cortas de color crema habklaba de forma que decía atender a la clientela.

Okita estaba frustrado y en parte molesto, pero sin embargo tenía que recordar que ser fiel a sus principios era algo que no podía simplemente olvidar. 

Según caminaba no podía olvidar toda la situacion que de una u otra manera le había traído hasta acá. Ogura había sido una piedra en el camino, un obstaculo que le había resultado más que molesto pero sin embargo había que pensar que seguiamos en el rastro.

El amargo olor del te que la mujer de ogura nunca nos entregó seguia había invadido el olfato de Okita, sentía cierta resequedad en la garganta.

Al llegar al puesto del ceramista vió con curiosidad al joven manchado de barro. Para el, los artesanos a pesar de ser Heimin merecían respeto, junto con los campesinos eran quienes sostenian la vida del imperio. 

Se acercó y pasó suavemente, deslizandose entre vasijas y jarrones observandolos con atención 

Soltó un leve suspiro al llegar al joven, se detuvo para por un momento, con su sombra erguida imponer su presencia, sutil pero claramente.

Ohayou gozaimasu, es este todo el genero que posee a la venta? tenía entendido que aqui se podía conseguir material de calidad. Dijo serenamente Okita, con un leve tono

Mientras vuelvo decido preguntarle a alguno de los jovenes si han visto a otros samurais en el distrito, en el tiempo que había pasado podía que el equipo de Nakato pudiera haber averiguado algo...

Camino junto a los demás, ignorando mi entorno, fijándome en él lo justo para nocaerme o tropezar con algo. Es incómoda toda esa cantidad de hinin ariiba y abajo, atareados.

Las entrañas del Imperio... Necesarios pero molestos.

Por fortuna el ceramista no está lejos. Ver a los hombres con barro hasta los codos me crea sentimientos encontrados. Conzoco algún samurai que disfruta con la creación de cerámica raku... Es algo bello, pero no exento de suciedad.

Seguro que un sacerdote sacaría una enseñanza de esto...

Okita habla con la desenvoltura de quien ha hecho eso antes, cosa que me tranquiliza y me escandaliza a partes iguales. Callo y observo por si el tal Benkuro, sea quien sea, da muestras de entender lo que quiere decir Okita.