Partida Rol por web

-Hai Momiji-sama, así será. - Dijo Okita con un tono serio, por una parte se sentía aliviado de que este reporte no pasara a mayores. - Me encargaré de hacer llegar a Kyo-san su mensaje.

Sin dejar su reverencia dió varios pasos atra y se alejó a paso decidido. Necesitaba tomarse un momento, y fué rapidamente a sus aposentos.

Nakato esperaba que se cernieran sobre él los mismos rufianes que había encontrado su compañero, avanzaba con la mano en la empuñadura de su Katana, con el brazo por dentro del kimono de modo y manera que no se le viera dicho gesto y que pudiera desenfundar rápidamente y con los sentidos todo lo alerta de que era capaz, pero eso no evitaba que avanzara con un gesto desenfadado, silbando una alegre tonada.

Bayushi-sama. Comentó el chaval que atendía las mercancías en el exterior del taller.No va a encontrar a nadie ahí, salvo a mi maestro trabajando.

-Entiendo- que al instante me dijera que no iba a encontrar algo despertó mis sospechas, por lo que miré de que se trataba el local- te lo agradezco muchacho-

A simple vista la tienda parecía menos vacía que anteriormente; sólo se alcanzaba a ver al maestro ceramista enfrascado en el horno. Ni el ronin tullido, ni los grulla.Ni nakato ni nadie más se observaba a simple vista en el interior de la tienda.

Al entrar las miradas se volvieron hacia la puerta y tu figura. Destacabas, evidentemente. Y no pasaste desapercibido aunque tu porte con la saya dispuesta cortó el hilo de las jocosidades hasta que el hombre maduro dueño de la fonda se acercó sin llegar cerca y te recibió entre alabanza. Buenos días Bayushi-sama, me honra gratamente con su presencia. ¿no querrá probar un poco de mi sopa de miso?, es muy fresca para ésta hora y de gran sabor,o si lo prefiere...

Las frases inacabadas eran clara: Estoy a su servicio. ¡Que iba a decir sino!

Mientras tanto te percatasteen que una cuadrilla de tres hombres parecían seguir un ritmo muy parecido al tuyo varios metros pro detrás. Parecían llevar paños bordados enlas mangas de sus chaquetillas cortas y aceitunadas. Uno cargaba con dos cubo ensartados en una pértiga, aún así notaste que el mayor de los tres, maduro, portaba un pequeño hacha de carpintero aunque no la exhibiera.

Oryo aceptó el dinero con gran placer y sentimiento menospreciando su valía para a continuación permitiros marcharos.

Ciertamente no era un tipo muy limpio, aunque su estatus no le permitía ser excesivamente puro.Mientras os alejábais de allí podíais pensar que era buena cosa que ese hombre no hubiera transportado un paquete tan sospechoso. Si no mentía podía significar que todavía no había salido de vuestro alcance.
 

El vapor del agua despejaba y tonificaba los músculos agarrotados y ateridos trás toda la noche afuera. Aunque no era infrecuente que el deber de un samurai lo llevase a no dormir durante días, no era una sensación agradable, y relajar el cuerpo y reponer fuerzas se agradecía.

Aunque el momento del día no permitía tragar mucho fue un desayuno agradable y placentero. Sin intromisiones.

Más tarde volviste sobre tus pasos en dirección al distrito pescador. Lo quisieras o no todo parecíallevar hacia allí. Por desgracia para cuando llegaste hacía unos minutos que el médico había acabado su labor y tan bien que Kyo había decidido prescindir de una silla de manos y se había marchado andando en pos de Nakato. Nuevamente hacia el corazón del barrio.

Al ver que solo el maestro esta en el  horno trabajando decido pasar de ese local y seguir mi camino, buscando a mis compañeros.

Tras recibir la noticia de que Kyo-san se puso en marcha por su cuenta a Okita no le quedó mas remedio que ir tras el. A pesar de todo sentía cierta preocupación por que pudiese volver a suceder algún incidente. Tal ves las palabras de Momiji-sama le preocupaban mas que otra cosa.

Sabía que le seguirían tal como antes aunque no sabía bien si los interesados se habrían ido a seguir el rastro de Nakato o de Kyo. Todo apuntaba al rónin de la casa del alfarero. 

Con esta certeza Okita se dirigió a seguir otros caminos, vigilando con cuidado si tenía alguien tras su pista. Se dirigía al corazón del barrio donde todo se aclararía. - Un escorpión sabe defenderse cuando se ve acorralado" - Pensó, mientras sentía el latir en su pecho acelerarse con los pasos. 

Volvemos hacia el lugar que hemos quedado con los escorpión.

En mi fuero interno me siento algo turbado por la perspectiva que Ogura se haya reído de nosotros.

Eso lo sabremos si al atardecer ese desagradable ronin tiene algo útil para nosotros...

Desando mis pasos para volver al último lugar donde vimos a nuestros guías escorpiones, pensando en que mal nos las veríamos si Chisato-sama no llegaba a aparecer. No me complacían las posiblidades.

- Haku, - digo, suavemente, llamando la atención de mi yojimbo - ¿crees que la encontremos? Me refiero a Chisato-sama. Sé sincero, como siempre lo has sido conmigo. Sabes que detesto que me endulcen las cosas.

No osaría importunaros y alejaros de vuestras obligaciones dijo el samurai al amable ofrecimiento Mas vengo buscando a otros que me han precedido, llaman la atención, pues son grullas, me han dicho que pasaron por aquí. dijo a su interlocutor ¿Los habéis visto?

Miro de forma obvia por encima del hombro a los hombres que lo seguían y luego a su interlocutor nuevamente, la mirada, su mano sobre la Katana y su suspicacia decían lo evidente, que esperaba problemas.

Esperaba que el hombre le dijera que por ahí no habían pasado ningún grulla  o que le atacara. Bueno realmente estaba preparado para todo y esperóo una reaccion del hombre, una cualquiera. la que fuera

no me entero, ya me conseguí con los grullas?