Partida Rol por web

 En el seno de la familia Bayushi había nacido el 1º hijo del Bayushi Reiko, quien hizo que fuera observado por los monjes del templo, en busca de cualquier índice de unión con alguno de los reinos espirituales, ya que ya estaba planeando el futuro de su hijo, al que llamó Yuu.

 Estos no encontraron índice alguno de alguna fuente de poder fuera del reino natural, por lo que Yuu ya tenía un destino marcado, como futuro Bushi.

 Las primeras palabras que Yuu podía recordar eran las de su padre “no hay precio si tu meta da honor al clan” y efectivamente, las historias que le contaban sobre su clan dejaba en claro que cualquiera que se llamase a si mismo Escorpión no podía darse el lujo de evitar el cometido que se les entregaba, y que esos esfuerzos bien logrados podían recompensar a uno con un gran cargo, mas poco eran los que podían lograrlo.
 Bajo ese concepto fue instruido durante su niñez, aprendiendo a leer y escribir, con notoria caligrafía, sabiendo todas las normas de etiqueta y, por sobre todo, memorizar todos los códigos del clan y su lema “uno no puede protegerse de las sombras sin entrar en ellas”.

 A los 12 años fue enviado para estudiar en la escuela Bushi y ahondar en el estudio de Corte, Etiqueta, Iaijutsu, kenjutsu, Defensa, Sinceridad y un estudio a “escoger”, y esto último entre comillas pues su padre ya le había dicho que eligiera el conocimiento heráldico, de esa manera sabría a quien le convenía ejecutar y a quien no, una lección implícita entre los miembros del clan Escorpión.
 Ya a los 16 su sensei dictaminó que Yuu estaba listo para realizar el gempukku. En la 1º parte de la prueba pudo reconocer a todos los invitados, y entregó a cada uno un obsequio acorde al mismo, ya fuere un abanico, una flor de cerezo, un medallón antiguo, etc. Siempre cuidando de que dicho regalo no fuese rechazado más de 2 veces o que fuese un insulto para el invitado.
 En la 2º parte se presentó, como es costumbre, su sensei, aunque enmascarado con una careta Bushi y usando señas con las manos para que Yuu procediera, en ves de hablarle directamente. Esto fue extraño para Yuu, ya que su sensei podía ser exigente y tratarlo con desdén, pero no lo creía capaz de esa falta de respeto, a menos que pensara rechazarlo como Bushi ¿Habría hecho algo mal? ¿Algún invitado demostró descontento por algún obsequio? ¿Había tenido un comportamiento inadecuado? Se obligó a rechazar estas dudas, de su mente ya que podían nublarle el juicio y la forma de narrar sus conocimientos adquiridos por sus observaciones a los invitados.
 Habiendo acabado, el sensei tomo una pequeña caja, escondida detrás de su espalda, de color violeta y con bordes dorados, la cual abrió ante Yuu, mostrándole el interior. Por dentro había una máscara lisa, de color violáceo, con 2 pequeñas rendijas a la altura de los ojos y con extrañas marcas del lado derecho.
 Antes de aceptarla, Yuu mostró una humilde reverencia, mas luego se dirigió al sensei. –sensei, le agradezco los años de entrenamiento, sus enseñanzas serán bien utilizadas durante el transcurso de mi destino, y espero algún día enmendarme por cualquier acción mía que le haya parecido deshonrosa a tal punto de no dirigirme la palabra- decía mientras mantenía el cuerpo en reverencia al sensei y en cara al suelo.
 El sensei suspiró, se quito la máscara y  apoyó su mano sobre el hombro de su estudiante, para que este lo mirase –Escúchame bien, pues serán las últimas palabras que dirigiré hacia ti como niño. De la misma manera que nuestro clan es objetivo del desdén de los otros debido a una de las tareas que se nos fue encomendada por el emperador, tu y cada miembro del clan debe aprender a actuar y pensar bajo cualquier tipo de presión. El que yo mantuviera mi silencio de manera irrespetuosa y tu siguieras con el examen demuestra tu nivel de concentración, algo de suma importancia para un Bushi, más aun para un miembro del clan Escorpión, como tu ahora lo eres. Y ahora, como el adulto que ahora eres puedes elegir el nombre por el que se te dirigirá de ahora en adelante-.
 Aliviado Yuu pensó en un nombre apropiado, y con las palabras de su sensei rondándole por la cabeza se decidió –Elijo ser conocido desde hoy como Ch?moku-. El maestro asintió y lo dirigió hacia la salida, para presentarse en su celebración como nuevo miembro del clan Escorpión.

Mirumoto Kasumi es una bushi del clan del dragón. Hace una semana que pasó la ceremonia del gempukku y ahora vuelve a casa a esperar que le digan donde debe ir.  Está ilusionada y llena de ganas.

Su padre, Mirumoto Kento, es un noble venido a menos por algo que pasó durante una misión que alguien poderoso le encomendo. Lo único que Kasumi sabe es que todo se llevó con el más obsoluto de los secretos. Su padre partió un día henchido de orgullo por el trabajo que debía realizar, que según había contado, traería fortuna y gloria a la familia, dijo que estaría fuera dos meses. Al mes y  medio de su partida regresó. Cuando su esposa le preguntó que había pasado, solo dijo que había perdido su wakhizashi.  El resto de detalles se desconocen porque en casa nunca se habló de la desgracia. Su padre, que siempre fue un hombre cariñoso y amable se volvió un ser frío y distante y su casa que siempre estuvo llena de alegría se volvió un lugar sombrío.

Solo su madre conservaba la sonrisa. Cada día se alejanban juntas para jugar y soñar despiertas. Ayame se esforzó siempre porque su hija tuviera una buena infancia, aunque despues de que Kasumi se marchará de casa a completar su educación la pobre mujer había envejecido mucho. La eterna tristeza de Kento la había marchitado.

Ahora su objetivo es  enmendar lo que quiera que hizo su padre y devolverle a su familia el honor pérdido y con ello conseguir que la vida de sus padres vuelva a llenarse de alegría. Eso es lo que la ha motivado todo este tiempo, lo que la ha llevado a querer dominar  el arte de las dos espadas.

Durante el tiempo que pasó en la escuela, a parte de ser convertirse en una destacada espadachín, también se centro en aprender a tocar el Sho en lo que también llego a ser una alumna sobresaliente.

Altura: 1’63
Peso:53 kg
Ojos: negros
Pelo: negro
Lleva el tatuaje de un dragón a un lado de la espalda. Comienza en media espalda y acaba debajo de la cadera, casi del ancho del obi verde que prometió llevar hasta recuperar el honor de su familia.

El sho es una variedad de flauta que puede producir acordes de hasta seis notas. 

Cumplir con las obligaciones no debería porque ser un tedio para ningún samurai, pero si además resultan tan gloriosas como las de Shizuka, se espera y se exige que se aplique al máximo no sólo desde el exterior, sino que también uno mismo se esfuerza con todo su ser de poder estar a la altura de ellas. Y es que sus ancestros dejaron buena marca en la historia del Imperio apareciendo numerosas veces como oficiales de las Legiones Imperiales y cuando no, era por erigirse entre las filas de los magistrados con un brillo deslumbrante.

Es por ello que las espectativas sobre éste joven samurai son demasiado altas, quizás incluso excesivas para que alguien tan joven pueda sobrellevar la presión, pero no debe dejarse deslumbrar y perder de vista su destino o de lo contrario tanto la furia de los vivos como de los muertos podría hacer su aparición con terribles consecuencias.

Aunque por el momento, su futuro resulta prometedor. Tiene el talento y la tradición de su lado. Además sabe que la oportunidad se presentará tarde o temprano, pues su familia ya se ha encargado de entablar las relaciones apropiadas para que, llegado el momento, la invitación para unirse a las legiones del Emperador sea recibida.

Pero a partir de ahí Shizuka deberá demostrar su valía, porque el fracaso no es una opción.

EDIT: en el nombre que elige el eprsonaje hay un ? en ves de "ū"

Itö Shiba (16 años)

Nacido de la unión de un guerrero Bushi y de una  diplomatica Agasha. A los 5 años su padre muere en un duelo en una corte lejana protegiendo a su mujer de una ofensa. Su abuelo materno, señor de 4 villas productoras de arroz, lo acoge y se hace cargo de su educación hasta que, a la edad de 7 años, lo manda al Dojo Bushi con el fin de convertirlo en otro miembro util del clan. Alli demuestra ser digno de su linaje y en su Gempukku sus palabras son firmes en la defensa del clan, el honor y el sacrificio. 

El clan le envia durante 2 años como protector de una sujenja encargada de la asistencia de los rituales de nacimiento de los nobles Fenix como yohimbo. Pero hace poco es llamado a la corte y se le envia, junto con otros jovenes del clan en representación de este, a la ciudad de Ryoko Owari Toshi.

HISTORIA

Otaku Ariasu es la tercera hija de la familia de Otaku Genshi. Una verdadera doncella de batalla Otaku.
Su padre, es un emisario Ide, y realmente lo ha visto poco tiempo, pues siempre ha vivido fuera de las tierras Otaku.
Sus dos hermanos mayores han seguido la senda de su padre, por eso ella, orgullosa y capaz, ha decidido ser el fiel reflejo de la fuerza de voluntad de su madre.
Acaba de terminar el Gempukku, y se siente capaz de realizar cualquier tarea que le encomienden, pues su tenacidad, su manejo del yumi y de la naginata son bien conocidos entre sus profesoras y compañeras.
Ahora, que ya se siente preparada, ha escuchado rumores de que quizás tenga que viajar lejos. Y no le desagrada del todo la idea, pues siempre se ha preguntado qué clase de vida hay mas allá de las tierras de la familia, y porque su padre y sus hermanos han decidido dejar las llanuras del clan.

—Nos miran con desprecio y con la nariz alzada, pero codician el conocimiento que protegemos. Si desean acceder a nuestras bibliotecas, primero deberán tratarnos como iguales. Es una pena que no se muestren dispuestos a ello—así pensaba Padre, y así ha pensado durante mucho tiempo nuestro Clan, pero a mí siempre me fascinó el Clan del Fénix, y, cuando en un viaje a la corte, siendo bien pequeño, un anciano ciego Fénix me dijo esto “Groseros y desagradables, los Unicornio conocen muchas formas de magia extranjera que deberían estudiarse cuidadosamente. Trátales con respeto y tal vez compartan el invaluable conocimiento que poseen”, la alegría de una posibilidad que acudió a mi mente me cegó. Creo que el anciano sabía perfectamente qué era yo, pero en aquel momento, yo fui mucho más ciego de lo que lo era el anciano.

Haría todo lo que mi padre me pidiese y sería su mejor hijo, con tal de que me permitiesen estudiar en la Escuela de Shugenja de Isawa. La curiosidad de la sangre de mi clan y mi gran fascinación por la poderosa magia que se podía aprender en esa escuela me llevo a portarme de tal modo con mi padre que conseguí ganarme la promesa de que lo intentaría. Intentaría que el Clan del Unicornio y el Clan del Fénix lograran algún tipo de contacto. Y al parecer había más política detrás de ello que ganas de mi padre por satisfacerme, debí darles algún tipo de idea.

Se me educó como un verdadero Iuchi, no evitaría el conflicto si se me presionaba, pero debía buscar disfrutar la amistad. Se forjó en mí una persona con avidez de conocimiento, una gran fascinación por toda aquella magia relacionada con el viento, el Viento, que tanto viajaba…  cómo pude envidiarlo en secreto.

Cuando llegué a mi nueva Escuela antes de nada noté la arrogancia en el aire, ciertamente eran distintos a mí y al parecer consideraban pésima mi educación y etiqueta (¡Y eso que antes de partir, mis familiares pusieron mucho esfuerzo en que entendiese costumbres que nosotros ya no gastábamos!). Más tarde aprendí la importancia de evitar la lucha por parte de los Senseis eruditos y pacifistas, una dedicación a la no violencia y la filosofía pacífica del Tao, parte de las enseñanzas del Shinsei. También vi que le daban una gran importancia a la Honestidad, y que destacaban la importancia de evitar mentiras y engaños.

De cualquier modo, aunque nunca he sabido que acuerdos pudieron tener ambos clanes, aquí me teneis, yo, Temujín (T'ie mou jen en el extranjero, según mi padre), un integrante de la familia Iuchi estudiante de la gran Escuela de Shugenja de Isawa. Mi alma de Unicornio tiene la misma ansia de vivir del primer día, y mi naturaleza compasiva ha complementado muy bien con la filosofía pacifista de los Fénix, sin embargo, por el contrario, parece que después de estos años aún no he sabido aplicar bien la estricta, a mi parecer, etiqueta que gastan los Fénix y que nunca fue tan… seca, para los Unicornio.

Clan Unicornio, Familia Iuchi y escuela Shugenja de Isawa, esto significa la siguiente ventaja: Escuela diferente, de 5p de experiencia.

Bueno, ésta sería mi primera partida de L5A, realmente tengo mucho interés en participar. He estado estudiándome varios días el manual, bueno, leyéndomelo y analizando que me llamaba más la atención, y creo que la historia es coherente tal y como la he enlazado, como veréis, tiene frases y expresiones del mismo manual.

Las ventajas que me gustaría tener son, a sabiendas de que no recomiendan un máximo de 15 puntos en las mismas: “Escuela diferente”, 5p de exp. “Silencioso” (algo que me parece muy muy interesante), 3p., “Sabio”, 3p. (como persona ávida de saber que pretendo ser), y, me gustaría discutir con vosotros “Herencia”. Dice el manual: “Se puede acordar entre el DJ y el jugador permitir la adquisición de un objeto más poderoso o único con un coste de Experiencia mayor. Este tipo de casos especiales se deben disctuir con cuidado antes de tiempo para asegurar el equilibrio y la ecuanimidad.

Herencia teóricamente son 5p y es un objeto que protegerías con tu vida y algo muy muy muy muy importante. Yo quisiera un caballo de mi familia. En cualquier escuela de Unicornio te lo dan, pero yo no lo tengo por mudarme a Isawa… El cambio de escuela que son 5 puntos es básicamente para que cuadre mi inexperiencia del juego con mis fallos de protocolo, y de paso, con la personalidad del personaje (no quiero decir que no vaya a molestarme en aprender y evolucionar, que es lo que pretendo hacer junto con el personaje), y sin embargo, me va a reportar seguro problemas de lealtad y diplomáticos. Qué menos que tener un caballo que tuviese ya de niño, por ejemplo, y me acompañase en mi viaje, y qué menos que, al no ser un amuleto familiar o una gran arma familiar o cualquier cosa así, que en lugar de 5p de exp. me costase 4, así la suma de todas las ventajas que pido no superan lo aconsejado por el manual y tengo de unicornio algo más que el nombre. Personalmente creo que sería un puntazo de coherencia. Llevarme algo que “demuestre” sin conocerme personalmente que no soy un fénix más. Sería en total un gasto de experiencia de 15 puntos.

Me hubiese gustado increíblemente tener “ESPIRITUAL: Don interior, sensibilidad hacia animales” de 7p. pero eso ya se pasaba de 15, así que nada, me duele, pero me olvido (hehe…).

Ahora, las desventajas, desventajas que dan coherencia al personaje según mi descripción. Se recomienda un máximo de 10p en desventajas:

Blando de corazón. 2p (Tanto pacifismo y tanta compasión…)

Crédulo (a raíz de la educación basada en la honestidad y la falta de engaño del clan Fenix) 4p

Fascinación (en mi caso sería en la magia viento, elemento a cual envidiaría por su facilidad para viajar) 1p

Consumido en conocimiento (mi gran curiosidad y ganas de aprender magias nuevas y cosas extrañas se reflejarían en esta desventaja) 4p

Esto sumaría 11 puntos. Recomiendan 10 p en desventajas, y advierten en que solo se reembolsaran 10 puntos de exp. máximo, aunque se pueda elegir más desventajas. Las ventajas dan jugabilidad al personaje pero también se lo pueden complicar un poco.

Que insista en que me pase de 10 no va por el punto de más que contemplo arriba, sino por contemplar la posibilidad de “Fantasma” (3p) añadir a mi historia un fantasma familiar que me persigue con el miedo de que no siga la educación y los preceptos se mi sangre de Unicornio, y no traicione a mi familia. Que siga sus consejos, y también haga los trabajitos caprichosos para a lo que el GM le parezca, dando dinamismo al grupo al pedir que me ayuden en algo, o apañármelas, o retrasándome de éste, o separándolo puntualmente por más o menos tiempo… cualquier cosa que a los directores se os pueda antojar. Serían 14 puntos de desventaja en lugar del máximo recomendado de 10, pero no me importa si se me permite ir a la otra escuela y todo el rollo.

Realmente espero que mi historia sea escogida. Ya sé que me repito, pero realmente me hace mucha ilusión :3

Vale he seguido el consejo de Solinario y ya tengo mas claro por donde encarar la historia del pj

Itö Shiba (16 años)

Nacido de la unión de un guerrero Bushi y de una cortesana Agasha. A los 5 años su padre muere en un duelo en una corte lejana protegiendo a su mujer de una ofensa. Su abuelo materno, señor de 4 villas productoras de arroz, lo acoge y se hace cargo de su educación hasta que, a la edad de 7 años, lo manda al Dojo Bushi con el fin de convertirlo en otro miembro util del clan.

Tras 3 años en el Dojo todos los meses, tras la luna llena, se descubren destrozos, animales muertos, etc... El Maestro del Dojo hace vigilar el Dojo por las noches pero los resultados siguen siendo los mismos, hace venir a shugenjas para desentrañar el misterio. Por fin, el 10 mes desde que se hicieron evidentes los ataques es descubierto una madrugada vagando por un bosque cercano. El Maestro del Dojo, teniendo en cuenta la familia de la que proviene y por no realizar una falsa acusación, lo mantiene vigilado el siguiente mes. La noche de luna llena hace que el muchacho duerma en la sala de entrenamiento del Dojo, vigilado por 2  Shugenjas y 3 samurais ya reconocidos. Tras dormir media hora el niño se despierta e maldice a los shugenjas, con un lenguaje que haria enrojecer a un mantis, y ataca a los samurais con las manos desnudas intentando escaparar de la sala. Tras atraparlo y atarlo con correas, es interrogado, vigilado e investigado, los siguientes meses, por los shugenjas que determinan que una maldición ha poseido al muchacho, llevandolo a la colera irracional las noches de luna llena y recomiendan primero el refuerzo de su educación en el codigo del bushido con el fin de que el niño no levante sospechas y el aislamiento del sujeto las noches propias para los ataques.

Tras el paso de los años Itö realiza su Gempukku. Su poema, en el que hace una reflexión sobre el código del bushido como principio y final de la vida de un samurai, es alabado por sus maestros. Tras el Gempukku, como ya se le considera un hombre, se le cuenta el porque de sus aislamientos las noches de luna llena. Tomando consciencia de ello Itö toma el código como su piedra y ancla a la realidad. 

El clan le envia durante 2 años como protector de una sujenja encargada de la asistencia de los rituales de nacimiento de los nobles Fenix como yohimbo. Pese a ser un trabajo poco reconocido, sirve al clan para controlar el comportamiento del muchacho en el exterior del Dojo. Por fin es llamado a la corte y se le envia, junto con otros jovenes del clan en representación de este, a la ciudad de Ryoko Owari Toshi, alli sus principios pueden verse en peligro, pero sus convicciones son su armadura frente a lo que le viene encima.

Ribenji Isawa

"Un fenix siempre perdona a sus enemigos, un samurai siempre recuerda a sus enemigos."

Hablemos de la ira y el rencor. La ira es algo que los samurais conocen de primera mano, en el campo de batalla, cuando la sangre fluye dentro y fuera de tus venas, hasta los mejores samurais son cegados por una fuerza destructiva. Un fenix, nunca se deja llevar por su ira, pues ciega el camino del samurai. Ribenji nunca se deja cegar por la ira.

El rencor, el odio, sin embargo, es mas frio y letal, como una daga y una espada. Esta guia y manipula los movimientos del samurai, conscientes de sus no honorables actos, manchando su honor, con tal de destruir. El samurai no se desvia de su camino, el samurai abandona su camino por decision propia, caminando la senda del infierno. Ribenji esta caminando por ese borde.

Ribenji no siempre fue asi, de pequeña, era un dulce y bella niña con gran corazon, con un padre cariñoso, Hakuchi Isawa, que le enseño los primeros pasos del samurai, y a escuchar la voluntad de los kamis, con una gran pasion por las historias dramaticas y epicas de sus ancestros, sobre todo aquellas que acababan en muertes heroicas o tragicas.

Asi mismo, ya enrolada en la escuela de Shugenjas, demostrando su maestria con el control del fuego, tuvo que escuchar una historia tragica, que nunca quisiera haber escuchado la de su padre. No fue su muerte, lo que le impacto, sino como le negaron el derecho a fallecer como un samurai. Pues mandado por su clan, en un encargo dentro de las murallas de la ciudad de las mentiras, fue recibido con gran cortesia por los escorpiones, quienes les enseñaron la ciudad, todo y cada uno de sus rincones. Cuentan los rumores, que tentado por los placeres que veia, y en trance por las melosas palabras de los escorpiones, tomo acto en las peores y degeneradas actividades de la ciudad, manchando su alma. Cuando volvio, ya solo quedaba una cascara del samurai que fue, siquiera incapaz de manejar su espada, sin que le temblara la mano, debilitada por el opio y demas vicios de aquella maldita ciudad. Cuando pidio el sepukku, para mantener la poca honra que le quedaba, el daimyo se lo concedio con suma pena pero compresion. Ribenji lloro aquella noche que supo de estas noticias, pero pronto las lagrimas fueron evaporados, por un fuego interno que brillaba, el deseo de venganza.

Una vez acabado su gempukku, y demostrado su valia ante sus ancestros, entre los que ahora se encontraba su padre, su clan le pregunto si queria algun regalo o favor como muestra de haber superado con exito su gempukku. La muchacha, pidio casarse con un escorpion de la Ryoko Owari, la ciudad donde su padre murio en vida. Muchos la alabaron y compadecieron, por esta muestra de perdon para hacer de mediadora entre dos clanes, unos pocos la miraron con recelo y pena, pues sabian que sus intenciones reales, eran mucho mas oscuras y despreciables. Ribenji piensa dañar y atacar a los escorpiones responsables de corromper a sus padres, desde dentro, y si antes de caer con ellos, es capaz de hacer arder la ciudad hasta sus cenizas, para que renazca una nueva libre de corrupcion. Entonces, se habra hecho justicia.

Perdón por molestas. ¿Podría hacer el personaje de la familia Kitsuki, escuela de shugenja Agasha? ¿O sería muy raro?

No es muy comun pero tampoco raaaro, lo permito. Con respecto a tu pregunta de la bendicion, si, no es equilibrada... es la gracia que jode XD de los mixtos. Aunque tambien es ciertamente una desventaja bastante suave en comparacion con otras :)

Asako Sotaro.

Sotaro se adelantó en la línea, era el último de todos, el más raro entre ellos. Sus hermanos Asako rara vez seguían la senda del guerrero, eran sacerdotes, shugenja, monjes, historiadores, sanadores, e incluso cortesanos, pero pocos eran guerreros, él era uno de los pocos, y hoy recibía su gempukku.

Había escuchado como sus primos Shiba habían relatado como aseguraban proteger al Fénix. Aquella era el deber ancestral que el kami fundador del clan había instaurado, que los Shiba protegerían al Fénix hasta el final de los tiempos. Sin embargo Seitaro no era un Shiba, él no tenía porque defender al Fénix, o al menos no solo al Fénix. Sotaro quería ser como su padre, él quería ser un inquisidor, y para ello primero debía convertirse en un guerrero. Había soñado con aquella senda toda su vida, cuando su madre le relataba las historias de su padre mientras estaba fuera, cuando jugaba con su hermano mayor a ser samurai protectores, incluso en sus sueños había sido un gran inquisidor.

Le había costado mucho llegar hasta allí, el poder de su interior era grande y controlarlo había resultado complicado. Los sensei le habían advertido de las técnicas del Fénix, que indagaban en la fuerza interior del samurai, y de como su fuerza interior podría desbocarse procediendo del hijo de un Ishiken-Do, sin embargo él nunca se rindió, entrenando día y noche, meditando cuando los músculos le dolían tanto que no podía alzar los brazos. La senda del guerrero era dura, y hoy solo daría el primer paso.

Cuando le llegó el turno las palabras le salieron sin pensar y luego, cuando hubo terminado las olvidó. ¿Habría dicho que quería ser un inquisidor? ¿Habría dicho que protegería la paz del Imperio y no solo del Fénix? ¿Habría dicho que su difunto padre había sido una inspiración, relatando los últimos momentos de vida en que había convocado el poder del Vacío a costa de su propia vida para destruir aquella hermandad de brujos de magia de sangre? Tal vez, pero ya no lo recordaba, pero al menos ya era un samurai.

¿Solo soy un hombre, solo un guerrero? aun así entregaré mi vida y mi alma por el Imperio.

No existo yo, sino todos aquellos que me han precedido. No existo, sino las almas que seguirán después de mi por mis sacrificios. Mi brazo será el de la paz, mi voluntad la del Fénix.

Sotaro es el segundo hijo de Asako Seitaro y Asako Serika. Aunque la presencia de su padre fue escasa, creció con las historias que su madre relataba de sus viajes. Seitaro era un Ishiken-Do y un Inquisidor. Murió protegiendo las tierras Asahina de un grupo de maho tsukai. Su madre es una artesana reconocida en las tierras Asako, se dice que quienes prestan atención a sus pinturas caen en un trance hipnótico y que el poder del universo les envuelve. Su hermano Sadao tiene 2 años más que Sotaro y es un Ishiken-Do que apenas comienza, pero del que se espera grandes cosas.

Estaba pensando y pensando en como desarrollar un León, cuando he empezado con la ficha y ya se me ha ido viniendo todo, de forma que hasta me gusta más que el guerrero Fénix.

Kitsu Kota

Nací el último de mis hermanos, el tercero. Nadie esperaba ya mi llegada, no después de la avanzada edad de mi madre. Había sido una noche de pasión tras una dura batalla la que había convocado mi espíritu de la rueda khármica, ya listo para reencarnarse, al Reino de los Mortales. Los embarazos a cierta edad son complicados, y así fue el mío. Tal fue que cuando nací mi cuerpo aun no estaba preparado, llegaba con un mes de adelanto, y aquello había ocasionado que mi pierna izquierda aun no encontrase el valor para la vida. Nunca más tendría valor para la vida, convirtiéndose en una maldición para mis avances. Corría con dificultad, saltaba a duras penas, pero me esforzaba en ello.

Sin poder apenas moverme, encontré la pasión en la escritura. Devoraba los libros que llegaban a mi, y en las tierras Kitsu que me vieron nacer nunca escaseaban. La pierna que me había dejado estancado me había convertido en un pequeño aprendiz de todo. Conocía las fortunas, la historia de batallas y clanes, el Tao de Shinsei y Liderazgo de Akodo. 

Mi instrucción continuó entre los shugenja Kitsu. Decían que mi pierna no podría sanarse al verme intentar los hechizos sanadores en ella, y que debía concentrarme en lo que era bueno, en aprender. Leía y leía, cada vez más y cada vez más rápido. Mis sensei comenzaron a instruirme en el arte de la escritura "Un samurai no solo es un guerrero" me decían para que fuera mejorando. Luego me hicieron indagar en los secretos de la escritura, en la comprensión de lo que había y no había. Aquello me resultó muy cautivador, y en poco tiempo había elaborado un código secreto que me permitía corresponderme con compañeros, mis hermanos y hasta con algunos sensei. Solo lo hacía por diversión, pero poco a poco se convertía en algo más, poco a poco era capaz de leer lo que los demás trataban de ocultar en sus propias escrituras. Sobre todo leía cosas sobre el clan del Escorpión, pues sus escrituras estaban repletas de secretos ocultos.

Cuando llegó el día de mi gempukku era muy hábil en tales maneras, además de poseer los conocimientos de la magia que corría por mis venas. Mi sensei me llevó a parte, quería encomendarme mi primera misión como samurai, salvaguardar la historia, además de ser un apoyo inteligente en la peligrosa ciudad escorpión de Ryoko Owari.

Kota es un joven afable y tranquilo, de estatura media. Debido a su pierna coja siempre ha tenido que caminar con la ayuda de una vara, nunca ha podido ejercitar su cuerpo como los demás shugenja, así que su cuerpo esta algo descuidado. Por suerte la comida siempre tiende a manchar libros y pergaminos, así que tampoco es alguien gordo. Lleva siempre atuendos sencillos, y nada decorosos. Aparentemente es alguien indefenso y débil, al menos físicamente. Lo único que podría destacar del joven samurai son sus ojos, que guardan algún tipo de relación con su sangre Kitsu, y son de un extraño ámbar. Lleva el abundante cabello hasta la base del cuello, ligeramente revuelto. 

He aprovechado los conocimientos especializados de la escuela de shugenja en códigos para desarrollarlos. ¿Qué mejor que un historiador en una ciudad llena de historias y con la habilidad de buscar códigos ocultos?

Hida Fuka es uno de esos extraños casos en el Cangrejo con una capacidad natural para practicar el arte del iajutsu, lo cual no significa que le guste o se vanaglorie de ello, es más, casi podría decirse que lo aborrece completamente y considera el haber sido mandada al Dojo de la Hoja Irrompible una gran vergüenza con la que debe capear únicamente por la gran devoción que siente hacia su clan.

Y es que su odio resulta comprensible. A sus ojos, le han mandado con un grupo de bichos raros centrados ponerse con el culo en pompa apuntando hacia la Muralla y centrados en intentar vencer a la Grulla en su terreno, cuando sería mucho más fácil estamparles contra el suelo hasta obligarles a pedir perdón.

Pero ha encontrado un sensei paciente, quizás porque estudio con esos mierdas descendientes de Shiba en lugar de donde se forjan los guerreros, quién comprende la animadversión de Fuka por un estilo tan formal y refinado. No obstante, no es raro que el iajutusu despierte esos sentimientos en muchos miembros del clan.

Así que le ha encomendado una desagradable tarea, de nuevo a los ojos de Fuka, en un intento por calmarla y hacerla más receptiva a sus enseñanzas al tiempo que adquiere la experiencia necesaria para dominarlas porque, afrontémoslo, aún le falta mucho para poder dominar la ténica de los Defensores.

Asako Hikiko hace honor al nombre de su escuela con sus amplios conocimientos y es que la Fenix posee una memoria prodigiosa, capaz de recordar cualquier cosa que perciba con una precisión inigualable. Lo cual resulta de tremendamente útil si únicamente se limitara a aconsejar sobre cualquier asunto... cuando se le pidiera.

Y es que ése es su principal defecto. Se considera capacitada para hablar, opinar, refutar y debatir sobre todo, aunque no tubiera ninguna relación con aquello que habría estudiado, sería capaz de mostrar el ejemplo con la firme intención de educar a los allí presentes, porque ¿cómo podría nadie ofenderse por aprender algo nuevo?

Lamentablemente, eso ocurre con mayor frecuencia de lo que Hikiko esperaría, dado que a nadie le gusta ser tratado de tonto por muy real que así sea. Por lo que la joven samurai se ve involucrada en muchos más problemas de los que es capaz de manejar.

Hablando con LadyVonCarstein se nos ha ocurrido hacernos un par de grullas para la partida con historias relacionadas. Espero que no os importe que mande dos historias. Bueno, a continuación os pongo la triste historia de Daidoji Haku:

"Haku es el hijo menor de Daidoji Kozan y Kakita Reiko. Siempre estuvo a la sombra de su hermano Tanaka. Dos años mayor que él, Tanaka era atractivo, bueno con la espada y además el primogénito. En cambio, Haku siempre fue más rápido de cuerpo y mente que su hermano.

A los dos años, fue enviado a vivir con su padre. Éste era yojimbo de Doji Tsuki. Tradicionalmente, siempre alguien de la sangre de Kozan había servido como protector de la familia de Tsuki. Ambos progenitores decidieron que el peso de la tradición recaería sobre el hijo menor, pues tenían planes para el mayor. Durante los años que pasó allí, aprendió de su padre los preceptos básicos de los que algún día sería su labor, anticipándose a lo que le enseñarían en el dojo Daidoji. En este tiempo conoció a la familia a la que serviría. Trabó especial amistad con la única niña de su edad, Midori. Juntos, jugaban por los jardines y disfrutaban haciendo planes de lo que harían de mayores. Soñaban despiertos con recorrer Rokugan y conocer los sitios más emblemáticos del Imperio. Así forjaron una profunda amistad durante cinco años, hasta que ambos fueron enviados a sus respectivas escuelas para comenzar el entrenamiento formal. La separación de Midori marcó el fin de su niñez y recuerda aquel momento con una mezcla de ternura y tristeza.

Los primeros años en la escuela Daidoji fueron duros, pero Kozan había enseñado bien a su hijo. Lo que realmente fue duro, era el recuerdo de su amiga Midori. Pero ese recuerdo le daba fuerzas para levantarse cada mañana, para aguantar las duras exigencias físicas y mentales del entrenamiento. Haku pronto destacó entre los combatientes por su velocidad y su capacidad para prever los ataques. Se le destinó al entrenamiento como explorador, una de las labores más exigentes que podía desempeñar en el ejército de la Grulla. Durante siete años, su vida se redujo a comer, dormir y soñar con Midori. Poco a poco, lo que había sido una amistad infantil fue convirtiéndose en algo más profundo. Se esforzaba al máximo para realizar su gempukku cuanto antes y así volver a su lado. Sabía que algún día sería su yojimbo, y esperaba ser algo más.

Todo aquel sueño quedó destruído el día que recibió una carta de sus padres. En ella le comunicaban algo que ya sabía, que sería el yojimbo de Midori, y algo que no se habría imaginado nunca, que su hermano Tanaka iba a desposarse con ella. Sólo el adiestramiento que había recibido evitó que gritase de rabia. Lentamente, cogió el papel de pergamino y lo puso sobre una la vela. Pudo observar cómo las palabras se consumían en el fuego, igual que la rabia le consumía a él. Aquella noche la pasó en vela, meditando sobre sus sentimientos y buscando la manera de enterrarlos en lo más profundo de su alma, donde no pudiesen deshonrar a su familia.

Las pruebas de su gempukku no se hicieron esperar. Con catorce años recién cumplidos, Haku quedó entre los primeros de su promoción, un gran honor para su familia, que asistió al evento. Su hermano se había graduado hacía dos años en la escuela de duelistas Kakita, también en buena posición. Por su parte, había decidido enterrar sus sentimientos y esconderse tras una máscara de frialdad. Además, su familia le había encargado escoltar a la novia desde el dojo de cortesanos Doji hasta el lugar de la ceremonia. Haku aceptó el encargo con orgullo, honor y silencio.

La siguiente vez que vio a su amiga, ya era todo un guerrero de hierro. Observador, silencioso y seguro de sí mismo. La primera reacción de ella, le dejó un tanto descolocado. No esperaba encontrar la reacción cariñosa y cercana de ella. Pero su adiestramiento ganó a sus impulsos y recibió a la muchacha con una profunda reverencia, y nada más. Él le explicó para qué había venido a verla, con un tono frío y monótono del sirviente en que le habían convertido. Ella pareció decepcionada. Haku imaginó que ella esperaba una visita amistosa y se encontró con un yojimbo que le recordaba vagamente al niño que conoció.

El viaje desde la escuela Doji hasta el lugar de la celebración fue sobre todo extraño. Midori intentaba entablar conversación, rescatar la vieja amistad. Haku había enterrado el pasado para poder desempeñar su labor sin interferencias sentimentales. Algunas veces se sentía culpable de su comportamiento, pero cuando antes se acostumbrasen los dos a la situación, mejor para todos. Él ya no era un niño, y ella tampoco. Ninguno esperaba lo que se encontrarían a la llegada a casa de la familia Midori.

Tanaka había sido asesinado. Los magistrados estaban realizando sus investigaciones. Pero ninguno de los dos estaba dispuesto a quedarse de brazos cruzados. Comenzaron una investigación paralela a la oficial, tratando de averiguar las razones de la muerte del hermano de Haku. Había pocas pistas, pero las que pudieron ir recopilando les fueron guiando hacia un Escorpión que podría haber estado implicado, enemigo jurado de Tanaka. El rastro del samurai les llevó hasta Ryoko Owari."

Nací en la Familia Doji Tsuki cómo la primogénita.. y eso siempre marcó mi vida pues mi padre esperaba un varón con todo su corazón. Un varón que portara el nombre de la Familia y siguiera el legado de mi padre. Pero no fue así, su primera hija había sido una mujer y tras los duros meses de embarazo y las complicaciones, nadie creía que mi madre pudiera volver a tener más hijos.

A los 5 años llegó a mi casa el hijo de nuestro yojimbo. Al parecer nuestras familias estaban ligadas por un juramento antiguo. Se llamaba Haku y era el hermano pequeño.. del que desde el día en que nací iba a ser mi futuro marido. Juntos soñábamos con escapar de aquel lugar y recorrer tierras y aventuras.. teníamos tantos sueños. Pero eso terminó, esa temprana amistad se vio truncada por el curso de la vida y Haku se marchó a completar su entrenamiento, para algún día, convertirse en el yojimbo de mi familia.

Me sentí.. bastante triste y vacía. Y se hizo el milagro.. mi padre me concedió un hermano.. varón. Entonces yo pasé totalmente a un segundo plano, sintiéndome más triste. Y me mandaron al dojo de los cortesanos.
Allí aprendí las virtudes que debía tener una dama, para ser una esposa y madre. Aprendí a callar y a esperar.

Pero sobretodo, aprendí a buscar mi momento. Las mujeres no teníamos poder, no éramos mucho a la vista de los hombres, pero usando las correctas armas y esperando al momento podíamos ser igual que ellos..
Me encerré en mi misma, esperando... algo. Que parecía no llegar. Los recuerdos de Haku y los sueños que compartíamos juntos era lo único que conseguía mantenerme firme y seguir con los entrenamientos. No trabé especial amistad con ninguna de las que allí estaban conmigo, pero tampoco tuve problemas. Me dediqué a aprender y a recoger todo tipo de información.

Entonces Haku llegó y me fuí con él a casarme con su hermano. Supongo que en el fondo.. esperaba que nos fugáramos juntos a vivir aquellas aventuras que habíamos soñado. Pero Haku había cambiado, ya era un hombre, lejos de aquel carácter soñador.. y me resigné.

Pero cuando llegamos a casa de mis padres.. todo había dado un vuelco. El hermano de Haku había muerto.

No es que me importara mucho, buscarían a otro pretendiente para mi.. sólo sería retrasar mi destino unos meses.. tal vez un año. Pero Haku tuvo una idea, investigar paralelamente la muerte de mi futuro marido.. y vi la posibilidad de escapar, durante un tiempo a mi destino.. y no lo dudé, me fuí a vivir aquella aventura.

Además.. todas las habilidades que había conseguido en el Dojo, por fin podrían utilizarse.. y así es cómo llegamos a Ryoko Owari, buscando a aquel que hubiera asesinado al que iba a ser mi futuro marido...

Shaw escribió (02/11/2012, 16:28):

Cita:

El talento de los maestros de las bestias corre por las venas de Takano, es por ello que resulta tan incomprensible que no termina asombrando a los sensei de dicha escuela en vez de haber tenido un aprendizaje tan discreto junto a los bersekers. Y es que ni siquiera ha conseguido terminar destacada en alguna unidad ansiosa de gloria, como buena parte de sus compañeros deseaban.

Es por ello que Takano es vista como poco más que un bicho raro, tan callada y solitaria que a ninguno jamás se le ocurriría invitarla siquiera a una taza de té y con un "talento" bastante insignificante, porque a pesar de lo que ella pueda decir, los halcones no son los peligrosos leones con los que habitan los verdaderos maestros.

Así que, aparentemente, sin talento para nada salvo para ser ignorada, sus superiores no terminan de encajarla en ningún lado, manteniéndola en la reserva no fuera a flaquear en mitad de un conflicto. Al menos hasta que poder descubrir un lugar donde se puedan aprovechar sus cualidades, sean cuales sean, aunque por el momento saben que su puntería no es mala... quizás pudiera acabar con los exploradores o entrar a formar parte de un destacamento Koritome, o quizás mandarla a entretener a los cortesanos con trucos de pájaros. Ya se verá.

Bueno, ahí va mi historia. Dejo muchos "huecos" pues no se donde ni como va a pasar la historia ni época ni nada, asique son unas pinceladas de lo más importante de su vida y de su carácter.

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Hida Kotatsu, un joven de unos 17 años, nació en una de las ramas con menos importancia de la familia Hida. Su cuerpo es normal... para los estándares de la familia Hida, lo que hace que sea un poco más grande y fuerte que la familia media.

Es el quinto hijo, y cuando nació, su padre ya se había retirado de la vida activa en la Muralla Kaiu, aunque en épocas de crisis siempre ayudaba. Él estuvo pendiente de la educación de Kotatsu, entrenándole físicamente para que fuera otro guardián más del muro; pero no quería que fuera un arma como los otros hijos varones que tenía, tenía la esperanza de poder enseñarle a comportarse algo mejor, a tener un miembro de su familia en las ortes y que supiera jugar a ese juego que es la diplomacia. Siempre era bueno que uno de sus hijos fuera la voz en los lugares importantes.

Pero cuando llegó la hora de apuntarle a una escuela, le apunto a la escuela bushi, como sus hermanos. Esto lo hizo porque se dió cuenta de que, por mucho que quisiera tener una voz en esos lugares, su hijo estaba hecho para pelear; pero al menos había aprendido dos lecciones.

La primera que los Cangrejo son el Muro, pues son ellos los que lo defienden y reparan.

La segunda, que siempre es mejor quedarse callado y parecer idiota que abrir la boca y demostrarlo. 

Kotatsu demostró ser más inteligente cuando a sus 14 años fueron invitados a una pequeña corte celebrada cerca de las tierras cangrejo, donde habría más miembros de otros clanes. Estos días no habló apenas. Comprendió porque su padre respetaba al Unicornio y al León; y de los primeros se sorprendió al ver como eran sus caballos y la facilidad con la que se movían... y lo diferentes que eran al tratar a los plebeyos como si fueran personas, no como si fueran cosas que les hacen la vida más cómoda.

Uno de los últimos días vió como su padre mantenía una conversación con un miembro del Escorpión, en la que ambos discutían y se lanzaban insultos y amenazas veladas como si fuera una conversación normal. Su padre le echaba en cara que no reconociera la gran labor del cangrejo mientras que el escorpión le decía que seguro que no fuera para tanto.

En ese momento no pudo contenerse la lengua y Kotatsu habló- Disculpe, pero puede que tenga razón con lo de que el Cangrejo no sea tan necesario; se ve a la legua que usted es muy honorable y fuerte, sobretodo por andar tranquilamente intentando no cojear... por cierto, le sangra un pie- dijo señalándolo, a lo que el escorpión se miró el pie izquierdo, miró al niño, al padre, hizo un saludo brusco y se fue.

Cuando cumplió los 16 estaba listo para hacer su Gempukku, su prueba para ser adulto. Esta consistía en ir a las Tierras Sombrías y acabar con una criatura y volver con su cabeza. Tardó casi dos semanas en conseguirlo, racionando sus provisiones, ya que no se fiaba ni del agua ni de los alimentos que pudiera encontrar allí. Con mucho esfuerzo lo consiguió y volvió con la cabeza de ese ser.

Tras esta ceremonia muchos lo trataban de forma diferente, no como adulto, si no... diferente. Entonces comenzó a temer una cosa que no había pensado. ¿Y si por haberse "defendido" bien y no hacer nada bochornoso en la corte le mandaban a una de ellas? ¿Y si no le permitirían defender la Muralla del Carpintero? Él había crecido escuchando historias de heroísmo de los defensores del muro... y no quería estar lejos de él; pero si era el deseo de su familia tendría que cumplirlo.

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Se que tiene muchos huecos y tal; pero hasta que no tenga la ficha hecha con las ventajas y desventajas tampoco puedo hacer mucho mas. He estado mirando las ventajas y todo eso y mas o menos me he interesado por dos desventajas que pueden dar mucho juego a un personaje; pero no se si teneis algunas "prohibidas".

Otra cosa, he estado buscando imágenes de bushis cangrejo y que me gustara solo encontré una; pero creo que es de un personaje importante y no se si valdría o tengo que seguir buscando... y creo que no es Cangrejo... se llama Hiruma Aki :S

un saludo y espero que os guste ^^