Partida Rol por web

El hombre se atusa un incipiente bigote, que sin duda, hace pocas semanas estaba afeitado. Luego menea la cabeza.

Lo cierto Unicornio san, es que rara vez se ven caballos Unicornio por aquí. Nos enteramos que ha habido un incendio, pero no teníamos claro aun en donde había sido. Lamente que fuera de vuestro clan.

En cualquier caso, aquí las cosas raras y normales no se distinguen bien, estamos en tierras escorpión, digan lo que digan los demás, este lugar no es del todo civilizado, así que en los muelles pasan cosas extrañas.

Hoy no he escuchado nada, quizás mañana por la mañana si.

Si queréis saber algo mas, seguramente podáis preguntar al jefe del turno de noche de los soldados de este muelle de hierro.

Dejo su frase ahí, pues el combate estaba a punto de empezar, y ahora lo más interesante era ver lo que pasaba.

Gotan, conocido en los muelles como uno de los mejores, o posiblemente mejor luchador de Sumai, no era un profesional, no estaba entrenado para los torneos imperiales, pero sin duda, tenia muchísima experiencia a la hora de enfrentarse a otros compatriotas que decidían meterse en aquel ring circular.

Con un guiño de ojo a Akira, algo que incomodaría al mismísimo innombrable, Goten se lanzo adelante con grandes zancadas, sin duda, esperando lanzar fuera del ring a su oponente lo antes posible.

El choque entre los dos combatientes era inevitable, y asi era ese deporte, si es que podía llamarse así. Los luchadores no evitaban el contacto, sino todo lo contrario, buscaban el cuerpo de su enemigo, para barrerlo por el ring de un lado a otro hasta echarlo fuera.

Muchas veces, en competiciones de aquellas, los combates acababan antes de que uno de los luchadores siquiera supiera que había empezado.

Ahora el monstruoso cuerpo del guerrero se abalanzaba sobre su contendiente como si se tratara de un die-tsuchi.

Akira vio como el tipo se le avalanzaba del modo más despiadado. Sintio la fuerza de la carga del gigante antes siquiera de que llegase a tocarle por lo que rehuso avanzar de la misma forma. Contuvo la respiración y en un principio se quedo inmovil para en el utimo instante agacharse y saltar como un resorte hacia adelante tratando de contactar con su hombro en el estomago de su adversario. Por la postura y el tipo de movimiento parecía un buey furioso y su mandibula cerrada anticipo el dolor que esperaba sufrir.

La lucha empieza de forma brutal, la táctica del joven Akira, pilla por sorpresa el ataque de Goten que se tambalea hasta el fondo del ring después del impacto de su brutal fuerza.

Goten resopla, no pensó que le enclenque pudiera hacerle frente, y los bebedores que veían la escena, no podían creérselo. Pero sin duda, no volvería a cometer ese mismo error.

El hombre se lanzo hacia adelante, con los brazos extendidos como puños. Alzando la guardia, y dejando menos espacio para ataques sorpresivos.

Yasutora bastante interesado observó el combate de Sumai entre ambos hombres buscando aprender de ella la belleza de darle muerte a tu contrincante sintiendo el calor de su aliento en tu rostro mientras le arrebatas la vida con tus manos, violento, sucio...pero hermoso y glorioso al fin y al cabo para un joven que soñaba con vencer en todos los aspectos de su vida.

Al embestir a la mole que era Gotan con todas sus fuerzas, Akira se hizo algo de daño en el hombro, pero sorprendentemente su ataque había funcionado a la perfección. Vio en aquel luchador al borde del ring la oportunidad perfecta para acabar el combate, y en vez de darse un tiempo para admirarse por su propia proeza reanudo el ataque cargando del mismo modo que lo hiciera su adversario anteriormente sabiendo que si no acababa pronto, el desgaste jugaría a favor del Campeon por ser este más fuerte.

El combate continuaba. Y aunque las cosas parecían justas para Gotan, este era un luchador avezado, sabiendo que estaba pegado al borde pues su pie estaba tocando la línea blanca, decidió que era el momento de cambiar de estrategia.

Y era un simple pero efectivo.

Giro sobre sí mismo, impulsando al joven Akira con él, para intercambiar las posiciones, sin duda, sería mucho más fácil sacarlo fuera, si él estaba más dentro del ring.

Y casi le sale bien, porque el cuerpo de Akira iba directo a la línea, cuando este, en un alarde de ingenio, suerte, o agilidad, puede que incluso de todo lo anterior, uso sus piernas para impulsarse, aprovechando la fuerza de su contrincante quedando de nuevo en el interior, y estando Gotan de nuevo en la posición de salida.

Goten entiende que tiene que sacarte del ring lo antes que pueda, porque empieza a acusar el cansancio del combate.

Así que nuevamente, hace uso de toda su fuerza física, esta vez alejándose con Akira como resistencia del borde del ring.

Akira penso que la resolución del combate a su favor pasaba por esa embestida, y el encontrarse combatiendo en combate tan cerrado con alguien mucho más fuerte que el no le convenía, sin embargo supo que ya no había opción estando trabado, para conseguir maniobrar sin que Gotan aprovechase su movimiento para sacarlo del ring casi sin problemas.

Su esfuerzo fue grande pero iba a ser imposible que detuviese a alguien como Gotan.

Yasutora emite un sonido similar a un gruñido gutural mientras golpea con el puño cerrado la mesa y se pone en pie por la emoción del combate y el placer de ver a Akira vencer a aquel cangrejo tan poco colaborador y maleducado ante todo.-Hmmm, tsk.-Chasquea la lengua y decide acercarse a la barra a pedir una copa, tal vez en ese plazo de tiempo Akira ganase, pero el simple echo de pensar que al igual que él las fortunas tenían su mirada puesta en su compañero lo hizo mantenerse en pie en el sitio con el miedo de que si dejaba de mirar tal vez su compañero perdiese su combate

Finalmente, en un alarde de fuerza de voluntad más que de poderío físico, Gotan, baja su centro de gravedad, casi poniendo las rodillas en el suelo, y emprende una frenética carrera que Akira no es capaz de frenar ni con su cuerpo ni con su voluntad.

De repente, tan pronto como empezó la carrera acaba. Y Gotan se separa de Akira. El fortachón está cansado. Su torso esta bañado en sudor, al igual que el de Akira, y su pecho sube y baja como si se tratara de un mar embravecido.

Akira mira al suelo, y se da cuenta de que esta fuera de la linera de terreno de lucha, ha perdido, pero sabe que lo ha dado todo. Ha sido, sin duda, una lucha encarnizada, y aunque perdedor, se siente satisfecho, porque luego, aquel hombre, que sin duda es alguien en el puerto, le dará la información que el necesita.

Una victoria en la derrota.

Estando tan cansado como estaba, Akira centró sus esfuerzos en mantenerse en pie y recto para dar una buena imagen a pesar de la derrota. Estaba bastante más contento de lo que podía aparentar en aquel momento por haber sido capaz de competir de ese modo con un rival tan fuerte y con más experiencia. Se inclinó a saludando para mostrar los debidos respetos a su digno adversario y con respiración agitada comentó .-Te debo un trago-. Después y tan pronto como educadamente le fue posible, se fué a donde estaban el Shinjo y Yasutora .-Os deseo un buen combate Yasutora-San-. Buscó al de la barra para pedirle algo con lo que poder secarse el sudor para volver con rapidez y tratar de sentarse antes de que empezase el segundo combate

El joven shinjo vio como su compañero cangrejo se las apañaba bastante bien , pero pronto se vio interumpido el entretenimiento cuando le llegó una taza de sake , sin duda de parte de los cangrejos para que se callara o intentar hacer buenas migas con él , pero a pesar de estar esperando y observando el combate , no podía permitirse más lujos por lo tanto rechazó amablemente el ofrecimiento del sake . 

Para su sorpresa , el cangrejo pudo detener durante bastante tiempo al bravucón veterano , pero finalmente fue derrotado y las miradas se pusieron sobre el otro cangrejo , uno sin duda más honorable pero cangrejo al fin y al cabo , y seguro que le estaba agradecido a Hida akira san por permitirle el lujo de hacerle tragar sus palabras al veterano y enseñarle un poco sobre el honor , en especial cuando se hablaba del que ellos se jactaban pero que ahora impedían que ellos pudieran cumplirlo por sus estupideces . 

Los hombres, al ver que aquel Samurái rehusaba aceptar su sake, por muy cortes que fueran. Se sintieron ofendidos, y de pronto, el Unicornio estaba solo, como si fuera algún tipo de apestado.

Además, pudo notar como muchos de los hombres más cercanos, le miraban mal de manera abierta, e incluso rumoreaban algo. Pero no paso a mayores, al menos por el momento.

El primero combate había terminado, y la otra Unicornio estaba en la barra. Donde la atendían también. Y el tabernero volvió a preguntar puesto que sus ojos habían vuelto a su lugar de trabajo.

¿Unicornio san, necesita algo más?

Hida-san había perdido el combate y faltaba esperar a que Yasutora ganara el siguiente, quizás con un poco de suerte.

Otaku tenía la conversación pendiente con el tabernero pero tampoco es que estuviera siendo muy reveladora pero más vale poco que nada, y algo sí le había aclarado y en algo le había ayudado.

No, gracias, si no puede decirme nada más del asunto, eso era todo.

Tendría que hablar con el jefe del turno de noche como le había aconsejado el tabernero pero sería después del segundo combate.

Yasutora decepcionado visiblemente chasqueó la lengua.-Tsk.-Golpeó la mesa con los nudillos suavemente casi como si tocara una puerta, se levantó para saludar a Akira con una reverencia un tanto informal.-Buen combate Akira-san, espero poder disfrutar de vuestra buena suerte para poder derribar el orgullo ebrio de mi contrincante.-Dijo mientras sacaba las espadas de su Obi y las depositaba junto a Akira con la clara imagen de protegerlas.-Por favor.-Le dijo tras dejarlas a su cuidado.

Camino hasta el enorme Gotan y se desvistió para la tarea mostrando sendos tatuajes decorativos por su cuerpo a lo largo de su costado izquierdo y toda la extensión de su vientre se explayaba un plácido paisaje invernal tradicional Rokuganés manchado aquí y allá con los tonos rojizos de pequeños zorros.-Sama.-Nuevamente un gesto cortés como saludo desde su corta estatura, pues presentaba una real diferencia entre todos aquellos cangrejos, la primera era que no sobrepasaba la estatura media rokuganesa por mucho y la segunda que carecía de una visible musculatura.

Gotan se enfrenta a un nuevo novato, uno que ha conseguido encender al publico haciendo que todos los presentes quieran sangre.

Si es que no era lo que querían de todas maneras.

Tras unos segundos dedicados a fans y demás amigos, Gotan se coloca en posición con los brazos abiertos, ofreciendo el pecho.

Sin duda está claro que no le tiene miedo al joven.  Y su posición muestra que espera que hagas el primer movimiento.

Pero tiene un truco, es más que probable que por la posición de los pies decida moverse ante tu embestida, seguramente para no empezar como con Akira, que casi lo saco con el esfuerzo inicial.

Aunque esta vez, no parece decidido a atacar el primero.

Yasutora analiza a Gotan un instante antes de colocarse en clara postura de agua, con los músculos tranquilos y los pies ligeramente separados cómodamente.-Bishamon, te encomiendo una plegaria para que me otorgues fuerza para...-Comenzó a rezar en voz baja aunque audible para el otro cangrejo que atento a su rostro y palabras no se percató de los propios movimientos de Yasutora que paciente había comenzado a desplazar los pies y ambos se percataron del inicio de la confrontación cuando Yasutora en un claro intento de desbancar la táctica de Gotan se lanzó a el costado desprotegido, paró en el ultimo instante y se lanzó contra sus piernas con el claro pensamiento de desequilibrarlo para expulsarlo del improvisado tatami.

Gotan esperaba algo así, quizás no exactamente así, pero si algún movimiento que intentara pillarlo por sorpresa.

Así que en cuanto el cuerpo de su contrincante se puso a su alcance, apoyo sobre sus hombros toda la fuerza de sus brazos.

Estaba claro que de esa manera frenaba la carrera de su contrincante.

Era el turno de aplicar toda la fuerza de la que fuera capaz. Así que mientras su pequeño contrincante estaba en desventaja, y antes de que se escurriera cual lombriz, el fornido cangrejo veterano emprendió una serie de empujones fuertes que echaban hacia atrás a su contrincante.

Bajo también su centro de gravedad, alejando las piernas de los brazos de su contrincante, para hacer toda la fuerza posible en sentido contrario al de su atacante.