Partida Rol por web

-Perdida de material de la Werhmacht… insubordinación…- mascullo en voz baja para si mismo en su celda. –Por culpa de seguir ordenes perdimos el maldito tanque…- siguió en voz baja.

Cuando cayó en la cuenta de que podían estar escuchándole cerro la boca y siguió con su monologo interno. “Si no hubiera sido por Wolfram ahora estaría muerto ametrallado en mitad del desierto junto a la chatarra de un panzer.”

No quería que lo trataran de héroe, lo único que quería era volver a Alemania y quedarse en su pueblo hasta que pasara la maldita guerra. Y no… iba a acabar haciendo trabajos forzados después de cometer el gran crimen de salir vivo de una emboscada y volver a sus líneas tras escapar de un campo de prisioneros.

Escupió en el suelo con amargura, era lo poquísimo que podía hacer desde su posición, bastante mal estaban las cosas como para ponerse a hacer el tonto y cavar su propia tumba.

Esto es surrealista.

- Señores, con todo respeto, escapamos de un campo de prisioneros, emboscamos un convoy inglés, destruimos un caza y varios vehículos. Devolvimos un semioruga y un valioso cañón antiaéreo. Aunque hubiéramos conseguido alguna información, sería de importancia secundaria tras tantos días. Yo sólo hice que seguir lo que ordenaban mis superiores y cumplir con mi deber lo mejor que puede en circunstancias harto difíciles.

¿Porqué tuve que seguir a esa pandilla? Ahora podría estar de vacaciones en el Cairo por el resto de la guerra. pero noooo... Tenía que jugar al héroe. Ahora mi familia perderá incluso mi mierda de sueldo de soldado. Y si atrapan a Heike... Dios mío, no quiero ni pensarlo.

Se me cae el mundo encima al escuchar la sentencia, mas no por ella, sino por el tiempo, 8 años, 8 años en los que no combatiría por Alemania por una interpretación de unos hechos que acababan de acaecer. y 8 años en los que no vería seguramente ni a mi familia ni a mi novia. La futura boda seria anulada y mi futuro desaparecía delante de mi con unas simples palabras que para ellos quizás podría significar la satisfacción de un trabajo bien echo, pero para mi era como una sentencia de muerte, la apatía me invadiría y acabaría muerto en Torgau por la desesperación.
Mi Familia!!, mi familia de larga tradición militar tendría un miembro deshonroso en su familia, que mancha para mi abuelo, retirado ya, pero que había sido mariscal de campo en el frente Francés durante la 1 guerra mundial, la noticia podría matarle por su debilidad de corazón. Eso no podía permitirlo, Si, tenia 18 años, recién salido de la academia, sin experiencia ante curtidos hombres que no les temblaban las manos al dar sentencias, pero era hijo de generales, y tenia honor, orgullo, algo que estos hombres me iba arrebatar, al menos hablaría por ultima vez como un autentico Von Bray y les volvería a dar mi opinión del viaje, esta vez cambiaría aspectos, quizás haciendo comentarios extras, suavizando las acusaciones, lo que quería evitar es que mi familia fuese deshonrada, mi destino me daba igual, pero la honra de mi familia lo era todo para mi.

Así que mentalizado en mi funesto final me cuadre alzando el brazo como me habían enseñado en la academia, dando el golpe reglamentario y manteniendo el brazo en su sitio empece a decir:
- Señor, Permiso para hablar señor.

*Ellos se sonrieron, otros se extrañaron, algunos hasta me veían cómico,(un miembro de la nobleza humillado y llamando señor seguramente a meros limpiachimeneas de Bremen), pero así estaba ocurriendo, mantuve mi mirada en el tribunal y mi brazo levantado en señal de que yo tambien tenia esas ideas y creía en ellas. Al cabo de un rato el de mayor rango dijo con voz fría y dura: - Habla.

Manteniendo mi postura empece a decir: - Señores, la perdida de mi querido Panzer III fue debido al ansia de mi Comandante de carro por conseguir la cruz de hierro,(no la mía, ni las de mis hombres), el quería llegar el primero al frente y desobedeció las ordenes de seguir por la carretera, la idea no me gusto nada, pero que podía hacer, enfrentarse un sargento recién nombrado de 18 años a un comandante veterano?, eso seria como que un comandante de división le discutiera a su general las decisiones estratégicas de este. Así que hicimos lo que dijo como subordinados suyos, pero la cosa se torció y fue de mal en peor, entramos en combate y acabaron con el Panzer y solo nos salvamos tres de la dotación. El Panzer estaba inutilizado y tome el mando, intente regresar con lo que quedaba, pero nos atraparon los Tommis.

- Luego no tube mas pensamiento que volver a nuestras lineas y darles por el culo a los Tommis por mi amado país. Como les he dicho antes, el grupo que ha regresado fue el que incentivo la revuelta en el campamento, guiada por el abanderado Rademacher, eliminamos la resistencia y preparamos el asalto para poder adquirir unos vehículos que nos trajeran de vuelta como es nuestro deber como prisioneros del enemigo de la Patria. Subimos Rademacher y yo, en silencio para que no detectaran nuestra fuga,( allí, aun el resto de los 30 hombres que salimos del recinto que nos mantenía prisionero, se controlaba), al llegar comprobamos que había doce tiendas grandes de soldaos de infantería y que en otra, desde donde estábamos pudimos ver a 6 enemigos despiertos, y alguna patrulla por los alrededores, Prepare un plan para que todos saliéramos de allí, y llame a Hans para que preparara los vehículos en silencio, tambien llego Sven como jefe de su sección. Debíamos eliminar a la vigilancia sin ruido, sin usar los tres rifles, una granada y una pistola que conseguimos. debíamos salir todos como era nuestro deber, mas al no ser de los mismos regimientos, las ordenes que dimos no fueron acatadas, salvo por nuestros hombres, en mi caso Ziska y Milchmann,(en esa situación no puedes imponer disciplina, pues un disparo hubiera bastado para matarnos a todos, así que seguí con el plan, mande a mi dotación, (junto con los hombres de Sven y Rademacher a quien nos habíamos juntado), a tomar un vehículo, mas antes de conseguirlo el resto de soldados y mandos alemanes subieron a la explanada y les vieron. empezó el tiroteo, incluida bengala que delato aun a más alemanes ante los malditos ingleses y lo único que pude hacer por ellos era usar el único arma que llevaba,(la granada), la tire para volar la tienda de los que estaban despiertos y armados. El vehículo tardo en arrancar, un tiempo angustiante en que las balas nos llovieron, quizás la presión y la responsabilidad de tener en mis decisiones por primera vez,(al haber muerto mi comandante de carro), la vida de los dos miembros restantes de la dotación pudo con mis nervios. Las balas iban de un lado para otro, pero nada podían hacer 4 armas contra muchas decenas, estábamos sentenciados, y todo por la insubordinación de unos cuantos soldados que provocaron que todo se descontrolase y se fuera a la mierda. Así que intente salvar a los que podía, y esos fueron los que estaban montados en el vehículo, todos los que entraron.
- Al salir de allí recibimos disparos de bastantes armas y quizás el miedo y las pocas armas que teníamos hizo que no paráramos en un rato. cuando paramos y revisamos el camioneto vimos la ametralladora, pero para entonces los disparos en la colina habían cesado, (o estaban todos muertos, o habrían sido atrapados), por lo que seguimos adelante, el resto de mandos no nos habían echo caso y habían llevado a sus hombres a un final desastroso.
Seguimos adelante, pensábamos que estábamos cerca de Bengazi, pero resulto que no era así, vimos un cartel de Tobruk, nos quedaba gasolina para 40km y Tobruk estaba en medio, nuestro conocimiento sobre el gran avance Alemán en el frente era desconocido, pensábamos que aun no habíamos tomado Bengazi y por tanto la relevancia de Tobruk respecto a sus defensas no era tan importante como la de Bengazi. Ademas no podíamos entrar en Tobruk con las defensas que había, miramos un poco desde lejos y sacamos estas conclusiones:

-Tobruk es el único puerto seguro en 1600 Km entre Sfax en Tunez y Alejandria en Egipto a excepcion del mas pequeño de Bengasi. Es seguro porque es un puerto protegido con diques lo que da seguridad frente a meteorologia adversa, y fuertemente guardado militarmente, esta muy fortificada, al igual que lo fue por los Italianos antes, ademas por el sur es difícil atacarla debido a sus numeroso terreno escarpado y acantilado,(por hay fue por donde la rodeamos), en el pueblo no hay gasolineras, y el único fuel que hay esta controlado por los hijo putas ingleses. Esa protección evito que fuéramos a por la gasolina, pues con las 5 armas de que disponíamos, todas ellas de fabricación inglesa, digo con asco,no podíamos ni soñar en conseguirlo, por lo que dimos el rodeo por la zona sur donde no vimos ninguna patrulla, (quizás ese sea un buen punto para rodearles y atacarles por los dos lados, cuando vayamos a darles por el culo), al llegar al otro lado paramos y preparamos una emboscada, allí fue donde perdimos a un miembro de la sección de Sven, Klauss se llamaba. También allí como sabe destruimos dos camiones y recuperamos el semioruga con el 88. Digo con satisfacción.
Después nos encaminamos por la carretera hasta que nos desviamos por la circulación y llegamos a donde nos encontraron perseguidos por un Matilda, un camioneto con mortero y un Hurricane. Como era nuestro deber, la dotación superviviente del tanque al que pertenecí y que ha seguido mis ordenes se cargo primero al avión y luego del mortero, antes de que nos trajeran aquí.

Creo que como oficial novato desde que asumí el mando,(después de la muerte de mi comandante), no he perdido ningun material bajo mi mando, he ayudado a todo buen alemán que ha querido seguirme, o unirse a mi, o a Rademacher,que era el de mayor rango del campamento de prisioneros,(Ademas con los que quieren ir por libre no puedes hacer nada, o a quien la juventud les parece un defecto como paso al escapar del cautiverio, tampoco).
Mis ordenes se cumplieron salvo que Rademacher dijera otra cosa. Tenéis razón en que quizás las formas de dirigirse a mi de algunos soldados, fue impropia de un alemán, pero en una situación como esa es preferible aguantase y al volver, dar parte y castigarles adecuadamente, pues considero que gracias a eso se creo una camaradería entre miembros de diferentes cuerpos y con visiones totalmente diferentes del combate, y eso es lo que al final a conseguido que recuperáramos un semioruga y un 88.

Quizás el estres del cautiverio, el calor y la deshidratación, la nueva responsabilidad del mando fuera del Panzer, hayan provocado que me haya comportado como han descrito, cosa que no volverá a ocurrir, esta experiencia me ha echo crecer y sus quejas sobre mi comportamiento me han abierto los ojos.
Quizás como han dicho me merezca esa degradación, incluso yo diría que mayor como escarmiento personal, pues creo que debo aprender de mis errores y en esta ocasión no me he comportado como hubiera debido hacerlo. Con mas autoridad y firmeza. Pero no echen por tierra lo que mi familia ha echo por Alemania durante cientos de años. Piensen en mi abuelo, y en su dedicación de la defensa contra los Franceses, en los golpe que les dio y no pongan esta mancha sobre ellos. Estoy dispuesto a todo por que mi familia y mi Patria no sea deshonrada por mi comportamiento, mandarme a Tobruk como espía para recabar la información que no he traído. Si me atrapan me fusilaran y al menos habré muerto en acto de servicio por la Patria y la gloria del Führer y si lo consigo y traigo la información que necesitamos, ustedes habrán sido los que incentivaron mi fervor patriótico al ofrecerme voluntario incluida reducción de rango por solicitud personal.
Si no es a Tobruk mandarme a donde necesite la patria un brazo para luchar, iré gustoso con tal de salvar el honor de mi familia y que se sienta orgullosa de mi apellido la Gran Madre Patria. No me manden a una prisión donde no podre resarcirme de mi error hasta después de 8 años y después tampoco pues habremos ganado la guerra, déjeme probar que soy digno nieto de mi abuelo y no se arrepentirán. Déjenme matar Tommis para mayor gloria del Führer.

Hoy me han abierto un camino nuevo de honor y responsabilidad con nuestra Patria, depende de ustedes fomentarlo, o dejarlo simplemente en deshonra. Yo voluntariamente me degradaría a Soldado raso si lo consideran adecuado, y que toda la deshonra de estos días caiga sobre mi que soy el culpable, no sobre mi Familia que no ha fallado ni una vez a nuestra amada Patria.
Si conseguía que mi familia no fuera deshonrada estaba dispuesto a cualquier cosa, fuera la que fuera.

Sigo con el brazo en alto hasta que respondan y después me dejo guiar hasta la celda, con el brazo mucho mas cansado que de costumbre.

¡Cabo Wolfrang Bray! - grita un miembro del tribunal - Sus alegaciones parecen escusas de un adolescente malcriado . Los hecho son los hechos y son irrefutables. La interpretación que Ud. desee darles es solo eso, una interpretación. Este tribunal debe ceñirse a los hechos demostrados y contrastados. No basta decir que se ama al Reich, hay que demostrarlo y Ud. no lo ha hecho. No obstante, este tribunal tiene a bien apuntar su ferviente deseo de morir por el Fuhrer. ¡Retírese Cabo! ¡Es todo! ¡Hail Hitler!

¡Hail Hitler! respondí con entusiasmo.
mientras me retiraba a mi celda iba pensando: Que pensabas?, que alguno de ellos iba a ser un lucido descendiente de algun noble alemán?, como se nota que todos son estrechos de miras, unos limpiabotas que no saben hacer la "O" con un canuto y que para mayor gloria del régimen esta donde están. No se como le ira al régimen, si estos tontos del culo eliminan a personas validas, que han echo mucho mas por Alemania, que otros que les cuelgan medallas. Que seria de Alemania si familias como la mía no hubieran estado al pie del cañón toda su vida?, en fin, no hay nada que hacer, habrá que aguantarse.

Luidl se balanceaba de un lado a otro de la vieja silla de cuero en la que esperaba. Había visto pasar a Ziska, Rademacher, Sven y von Bray. Cuando escuchó su nombre le recorrió un escalofrío la espina dorsal. Pensó en cómo su llegada al campamento había sido una verdadera fiesta y no solo para ellos. Les había costado salir de aquel agujero del desierto libio, pero tras las dudas de las primeras horas, la verdad es que habían cohesionado un equipo bastante combinado que se había puesto de manifiesto en el momento en que el camión inglés volaba por los aires. Recordaba haber estrechado las manos de von Bray y Sven pese a la diferencia jerárquica como si fuesen amigos, contagiados por la alegría. Así se lo había hecho saber a los oficiales que le habían interrogado por primera vez, y había escuchado que algunos amigos de la tropa les llamaban el Grupo del Flakatrón, haciendo mención a la brillante idea de utilizar el cañón de un modo tan brutal, y efectivo, contra las dotaciones británicas.

La cara de los miembros del tribunal de la Feldgendarmerie, que esperaba para interrogarle no invitaba a irse a tomar unas copas con él, y Phillipp se esperaba lo peor. Los ostentosos brazaletes que adornaban sus uniformes le resultaban familiares. Su mujer, en Ingolstadt, era una fervorosa seguidora de las doctrinas nacionalsocialistas y aunque Luidl había ido a la guerra más por complacerla a ella y a su viejo y veterano de la Gran Guerra padre, no era ajeno a las costumbres de estos. Procuró mantenerse correcto con los oficiales que le habían permitido salir del campo de prisioneros y no añadir ningún mérito más que el de haber cumplido su cometido como miembro del batallón de Comunicaciones.

Una vez que llegó al pequeño atril improvisado, adornado con el águila y la esvástica, el cabo se ajustó las ropas, saludó formalmente al estilo militar, y sacó un papel que había preparado para la ocasión. No quería olvidarse de ningún detalle y por tanto las horas encerrado las había dedicado a escribir. Era un tipo pragmático, metódico y sabía el funcionamiento de la maquinaria burocrática del Reichstadt. Poco importaba lo que pudiese decir si al final el oficial al cargo del tribunal tenía una hemorroide un poco hinchada. Había muchos alemanes dispuestos a luchar en su lugar, y aunque sospechaba que esa situación iba a cambiar pronto, también tenía claro qué él era un simple cabo sin las implicaciones familiares de alguno de sus compañeros del Flakatrón.

"Señores del Tribunal de Feldgendarmerie,

Salve Alemania. Salve nuestro Führer. Juntos caminaremos hasta la victoria final. Heil Grosse Deustchland!

No quiero decir nada en mi defensa sino en la de mis compañeros, pues la suya es la mía. Es cierto que a pesar de pertenecer a unidades diferentes, actuamos al unísono en una situación realmente complicada para nosotros. La tensión fue el acicate que permitió que la unidad funcionase como lo que era en aquellos momentos, una unidad de combate especial, poco compenetrada y que sin embargo salió adelante con solo una baja y dos heridos leves. Fueron muchos los comentarios de los integrantes acerca de su deseo de volver al frente para seguir peleando por Alemania, de ver a sus familias y seguir cumpliendo con su obligación como buenos arios de tener felices a sus esposas  y engendrar hijos sanos para el buen paradigma del III Imperio Alemán, y también fueron comunes los gritos de entusiasmo y alegría, muy alejados de las ideas de derrotismo o de huida. En ningún momento ninguno de los hombres a cargo del oficial de mayor graduación, Herr Rademacher, sugirió la idea de entregarse, rendirse o escapar. Todo lo contrario, demostrando alguno de los soldados de la tropa, sino todos, un coraje imprescindible para vencer en las victorias venideras que esperan a nuestra patria. 

Los medios de los que disponíamos eran limitados y como tales eran nuestras opciones, intentamos coordinar una escapada conjunta de la prisión, que no fue aceptada por el resto de las tropas allí presentes, que carecían del orden y la disciplina impuesta por los suboficiales y oficiales, que Dios salve a nuestro Führer, sí que estaban de nuestro lado. Deseo expresar mi gratitud a Herr Rademacher, Herr von Bray y Herr Bauer por el coraje y entereza mostrada en momentos difíciles y que permitieron que yo llevase a cabo mis funciones como tropa de transmisiones, que hicieron posible comunicarse con nuestro bando y delatar la posición de soldados enemigos en retirada.

En cuánto al material abandonado, se hizo así como tantas veces, porque en aquel momento era vital la rapidez para regresar tras las líneas de nuestro ejército y con la confianza ciega en que la Werhmacht avanzaría y recobraría dichas posiciones y por tanto el material dejado atrás por imposiciones mayores.

La exploración de Tobruk se escapaba a las condiciones físicas y morales de la tropa, señores, pues desde nuestra posición pudimos comprobar que estaba fuertemente defendida y que sería prácticamente imposible tomar buena cuenta de las defensas sin una radio o medio de comunicación que permitiese que dicha información llegase inmediatamente a nuestro ejército. Fue una idea que planteada, fue desechada por los oficiales, demostrando de nuevo cordura y entereza pues un alemán ha de vivir hoy para poder luchar mañana por la gloria de nuestra nación.

Con todo esto, quiero expresar mi confianza en las decisiones de este tribunal y en dejar claro que si hicimos algo mal no fue motivado por una mala praxis o conocimiento de las leyes militares sino en aras de la supervivencia y de volver al frente cuanto antes para enmendar nuestros errores.

Ein Volk, Ein Reich, Ein Führer"

Phillip guardó el papel cuidadosamente, después de haberlo leído con tranquilidad, y preguntó: 

- Después de escuchar su sentencia, señores, me gustaría solicitar permiso para escribir a mi mujer, que espera un buen alemán en sus entrañas, y que estará deseosa de saber que su marido aún sigue combatiendo por el partido y la nación que ella tanto ama. Gracias, caballeros. 

Esto es una farsa con toda y cada una de sus letras. Estos chupatintas no saben lo que es el combate, no saben lo que es la subordinación del combate y no han escuchado un proyectir enemigo. No son soldados son ... chupatintas.

- Tras haber demostrado valor en combate por todos y cada uno de los miembros presentes y ausentes, por haber recuperado material Alemán de manos del enemigo y por haber conseguido regresar, a líneas propias por los medios improvisados o de fortuna, tengo ... tenemos derecho de recurso ante el mando superior de la fuerza, la cual, es la única autoridad para impartir la justicia alemana, tras el informe de este tribunal. Así mismo Solicito, Esta palabra había sonado redundante, potente y altiva,  en este preciso instante, recurso de alzada a la superior autoridad de la que dependen las tropas asignadas a este teatro. De algo tenían que haber servido tantos años de escuelas militares, de su teoría y de sus normas. Esta era la baza que podrían jugar, que una superior autoridad descartase y desenmascarase a los burócratas que se habían infiltrado entre un ejército. Un valiente ejército.

Allan no entendía nada, pero Allan nunca entendía nada.

No podía creer que hubieran salido con vida de aquello y además hubieran sido capaces de inutilizar, derribar o capturar tantos efectivos enemigos. Allan no tenía duda de que ganarían esa guerra, eran cláramente superiores. Sin duda la admiración que veía reflejada en la cara de las tropas en Bengasi era totalmente merecida, Allan se sentía orgulloso de haber formado parte de aquello y se habían ganado esa vendición de Spaguettis.

Lástima del soldado Klauss Bahr, no lo había conocido mucho pero sin duda nunca lo olvidaría, esperaba que cuando su oficial comunicara su muerte a su familia, le diera el pésame en nombre de Allan y les contara que había muerto como un valiente para salvar las vidas de sus compañeros; ójala esa acción valiera para que les quedara una buena pensión.

Luego vinieron las preguntas de la Feldgendarmerie, ¿que pintaban ellos aquí, en medio del desierto, con sus limpios uniformes? Allan contestó a sus preguntas sin rechistar, pero no entendía por qué les recluian en esas celdas cada uno por su lado, Allan nunca entendía nada.

Un montón de chupatintas le acusaban de un montón de cosas, algunas de las cuales ni siquiera sabía que significaban, el resto era todo falso, ¿quienes eran ellos para decir que había hecho esas cosas? ¿acaso ellos habían estado allí?

Al oir que le acusaban de desobediencia y conducta inapropiada de un soldado alemán Allan sintió que la furia le invadía, podía pasar el resto pero no aquello - ¡ALLAN OBEDECE! ¡¡ALLAN ... SIEMPRE ... OBEDECE!! ¡ALLAN ES UN BUEN SOLDADO! ¡ALLAN ES UN BUEN ALEMÁN! - intentó quitarse las ligaduras que le retenían y saltar a por los miembros del tribunal, pero pronto varios guardias se le echaron encima y ni siquiera Allan pudo fazarse de ellos, Allan sólo pudo escuchar con odio en los ojos la sentencia del tribunal, nunca olvidaría esas malditas caras.

Al día siguiente por la mañana os enterais a través del cuerpo de guardia de que algunos de vuestros superiores, alertados de lo sucedido han intentado interceder en vuestro favor, pero sin éxito. Por lo visto en algunos casos la presión ejercida había sido notable, tanto como para que la Feldgendarmerie tuviera que remarcar cuales eran sus competencias y verter ciertas amenazas sobre los oficiales del ejercito.

Al atardecer un oficial acude a veros y os visita de uno en uno. Os explica que finalmente gracias a esas voces en vuestro favor se os ha concedido a todos la posibilidad, si así lo deseais, de incorporaros a un batallón de castigo. Este tipo de unidad disciplinaría, se había creado en el pasado como un método para re-educar y reorientar mediante la disciplina y trabajos forzados a soldados indisciplinados o alborotadores en las filas o simplemente soldados caídos en desgracia ante sus superiores. Dichos batallones tenían un régimen disciplinario más enérgico y duro que en las filas normales castrenses y eran entrenados para realizar "servicios especiales para la patria" en el frente. Habían sido disueltas en 1935, pero el pasado 21 de diciembre de 1940, Hitler había decretado la re-creación de estas unidades para incorporar a los soldados insumisos, con el objetivo de que en el cumplimiento de parte de su sentencia pudiera probar su valor en combate formando filas en uno de estos batallones de castigo y se redimiera ante sus superiores y la Patria.

El oficial os deja unos minutos en soledad antes de volver a recoger el documento firmado o no.

Sin dudarlo ni un momento firmo el documento antes siquiera de que salga de la jaula donde estoy encerrado, agradecido por la posibilidad de poder redimir mis errores.

-¿El ofrecimiento es para todos los integrantes de la fuga?- pregunto de manera retórica ya que si me lo han ofrecido a mí, que sufro la pena de muerte, me imagino que a los demás también porque tenían penas de menor gravedad.

-Muchas gracias, señor. Espero poder estar a la altura que se espera de mí y no fallarles tras la oportunidad que nos han dado.- A continuación me pongo firme y saludo a la manera castrense.

Menos mal que el ejército todavía tiene herramientas para enmendar los errores cometidos por esos fanáticos burócratas. Pienso para mí, aumentando mi fe en el ejército alemán. 

Según me lo cuenta no dudo en apuntarme al batallón de castigo. Lucharía por mi patria y podría resarcir a mi familia de esa humillación impuestas por unos chupatintas que lo único que deseaban era tener sus uniformes repletitos de insignias administrativas sin ningun valor real para la gloria de nuestra Gran Alemania.
- Señor, estaré orgulloso de pertenecer a ese batallón, no le defraudare, ni a mi familia tampoco.

Un batallón disciplinario o el campo de prisioneros... No sabe que es peor. Pero el batallón ofrece ciertas esperanzas de redención. No puede permitirse pudrirse en la cárcel.

- Accepto la oferta, señor.- dice sin ningún entusiasmo. Ahora correspondería alguna declaración patriotera, pero no está de humor para teatro. Ya bastante teatro del absurdo fue el juicio.

Su padre dijo en cierta ocasión que en la Primera Guerra Mundial le habían quitado el patriotismo sin anestesia. Empieza a entender como se sentía el viejo y porque tenía aquella pasión por convertirse en un americano.

Por lo menos espero que no me vuelva a tocar con los superhéroes de la fuga... No, sería demasiada casualidad. COn suerte Rommel llegará al Canal de Suez pronto y terminará la guerra.

Un Strafbataillon, y tener que portar un triángulo rojo. Es admitir nuestra culpa. Sómos inocentes de toda la patraña urdida en una parodia teatral, que usurpa el poder de la justicia, como telón de fondo.

Estaba tan asqueado que se lo estaba pensado muy mucho. Tanto que ... podría limitarse a no entregar el papel. Si el papel desaparece ... igual ... No se, no se. La duda se reflejaba en su rostro. La duda y la ira.

Además el el Bewährungstruppe 999 era lo peor, la calaña más baja, como asesinos, otros como cobardes o presos políticos. Al final, de si deserta la mitad de la getne que menten en esas mierdas... como odiaba admitirlo. Y puede que si no firmase, al ver su experiencia y habilidades, le mandasen a otro peor, en otra parte y forzado. Por lo menos si aceptaba ... igual estaba con estos "viejos" conocidos.

No, no se podía permitir caer tan bajo ... era pero que humillante. Zarandeaba los barrotes de su celda con intención de descargar toda la ira contenida en su alma ¿Qué hay más bajo que Humillante? ¿Ignominioso?...

Además si todo esto es mentira. El entrar en esos batallones no recupera el honor ni redime a nadie ... es mentira MENTIRA Gritaba para sus adentros. Es un estigma que te marca de por vida. Peor que ir a la carcel. Nadie ha salido de una mierda de esas. Almenos vivo. Y los muertos ni son entregados a las familias, se les trata igual de mal que a los perros muertos o que a los judíos.

Cuando acabe la guerra, tendré que moverme mucho para limpiar mi nombre. Que mierda. Cuando esto termine, hablaremos con Rommel y le explicaremos lo sucedido. Él es un hombre de honor y borrará la mácula de nuestra conciencia. Aunque no creo que la podamos borrar de nuestros recuerdos.

Firmó.

Un sobre adjunto con una nota resumiendo lo que sucedía estaba a su lado. Le hizo primeter al oficial que se la daría al Teniente WERNER SCHMIDT. De nombre Heinz.

Al día siguiente de su “juicio” y en la misma celda que lo metieron apareció un oficial, Hans algo más calmado escucho atentamente lo que le dijo.

Lo que escucho le reconforto a medias… era bueno saber que sus superiores habían intercedido por ellos, que se habían preocupado por aquellos que habían conseguido fugarse de la cárcel inglesa y volver a las filas… Aunque lo del pelotón de castigo no sonaba bien lo mirara por donde lo mirara.

Aun así Hans firmo. Posiblemente la guerra terminara pronto al paso al que marchaban las fuerzas Alemanas, y con suerte llegaría vivo a esta. Era menos tiempo que el que tendría que pagar de pena haciendo trabajos forzados, y mantendría su “libertad” o eso quiso pensar. 

Cuando a Sven le parecía que ya le iban a dejar tranquilo apareció un nuevo oficial. Este empezó a decirle que sus superiores esto... que sus superiores aquello. En fin, que si no quería ir a Torgau tenía que firmar un papel en el que decía que iba a formar parte de un batallón de castigo. O eso o campo de trabajo.
El nuevo meapilas de botas brillantes le dio unos minutos para pensar y Sven estuvo a punto de romper el papel... pero al final decidió firmar.
Cuando volvió el oficial le entregó el papel firmado, se volvió en el camastro de su celda y se tiro un sonoro pedo.

El papel esperaba desde hacía unas horas. Estaba arrugado, porque Phillip lo había leído una y mil veces, buscándole los "peros". Y los tenía. Se había enterado por el guardia de su celda de las penas que les habían impuesto al resto de sus compañeros en la aventura del Flakatrón, y lo cierto es que no había salido muy mal parado. Al fin y al cabo había hecho su trabajo, había conseguido una radio, su herramienta, y había salido vivo ¿qué más podía pedir?

Dos años picando piedras o implicarse en un batallón de castigo. El cabo no sabía si lo soportaría. Cuando estaba en Munchen tenía que rellenar bastante papeleo de los hombres a los que les ponían la marca roja, y muchos eran meramente asesinos, locos, o cobardes. Justo antes de partir a formar parte del Afrika Korps se rumoreaba en los cuarteles de su división que un SS, Herr Dirlewanger había sido autorizado por Himmler a formar una unidad penal con plaza para varios cientos de hombres denominada Wilddiebkommando Oranienburg integrada inicialmente por soldados penados por indisciplina, en su mayoría cazadores furtivos o francotiradores. Cazadores de humanos. Carne de cañón. ¿Qué pensaría su mujer? ¿Su padre? No sabía si tenía el carácter para afrontar un Strafbataillon, pero ir al campo de concentración de Sachsenhausen, rodeado de judíos, violadores y demás indeseables era algo igual de malo. Casi nadie salía de Brandenburgo... y eso le superaba. Pensó que una carta a su padre, el Barón Otto Liudl von Bikemberg, le podría granjear algún tipo de consideración con los mandos. No había querido sacar sus cartas de burgués bávaro, pero quizá esta era la ocasión, pero tendría que usar mucha diplomacia para convencer a su viejo padre para que intercediese por él. Meneó la cabeza, como negando lo evidente y escuchó al fondo las risas de algunos oficiales de la Feldgendarmerie, bebiendo y fumando. ¡Les podían dar mucho por el culo a aquellos cabrones de placas brillantes al cuello!

Luidl miró de nuevo el papel. 

Y lo firmó.

En su celda, Rudolf Ziska apaga un cigarrillo y empieza una carta:

Querida Heike, amor mío;

No sabes como me desvela por las noches el recuerdo de tus pechos

No, borra eso, no sea que antes se lea la carta tu hermana. Céntrate, pedazo de bruto.

QUizá os han dicho que me tomaron prisionero los ingleses. Bueno, ya no. El campo de prisioneros era muy decente y hasta nos podíamos duchar. Pero me dejé enredar por un oficial y una banda de héroes y nos fugamos. Robamos un semioruga y pasamos unos días muy raros en el desierto. Incluso derribamos un avión. Sí, sí, un avión.

Yo esperaba que entonces me darían la jodida Cruz de Hierro y ya podríamos casarnos. Pero la Policía Militar dice que hicimos demasiado poco. Que debería haber robado una peluca, ponerme pintalabios, bailar el vals con un general inglés y robarle los planos de su defensa.¿Qué culpa tengo yo de no saber bailar?

Así que ahora me mandan a un batallón de castigo. No es tan grave como suena. Está lleno de objetores de conciencia y gente así. Seguramente me tendrán haciendo alguna tarea indigna de un soldado. Como planchar la ropa a los oficiales. Qué dolor.

Pero no te preocupes. Seguro que la guerra termina pronto y nos amnistían, o algo. Mi madre hablará con sus amigos del Partido. En las proximas elecciones, si vuelve a haber, vota comunistas.

Sólo lamento que tendremos que retrasar la boda. Pienso en ti contínuamente.

Tu inútil prometido,

Rudolf

PD: Ya se que querías ir de luna de miel a Mallorca, pero por favor piensa otro sitio. Después del desierto, he acabado de la arena hasta las narices. No quiero ver una playa más en mi vida.

Pasa la carta a limpio sin las lineas tachadas. Repasa la carta para comprobar que no la delate en nada. Espera que el tono sea tranquilizador. Piensa en Heike, encerrada en un sotano escondida por el crimen imperdonable de tener un abuelo judío. ¿Cuál de los dos está más jodido?

Me siento, y me preparo una carta, casi de despedida, por que aunque la guerra va bien, nunca sabes que puede ocurrir el día de mañana.

Cita:

No recuerdo la fecha en la que jugamos, pero es algo dificil que sepamos de la pasta que están hechos los hombres de la Dirlewanger y su batallón de castigo. (que llegó a división dicen algunos, pero es mentira, aunque se le dio nomenclatura de división, y por eso se ha llegado a este error muchas veces. No fue ni una brigada siquiera. También es que se han traducido cosas del alemán al Yanky, y de los EEUU al nuestro y tranta acumulación de errores, como intentar los yanquies amoldar las formas Alemanas a sus propias costumbres).

Bueno, no me enrollo.

La unidad esa se forma en verano del 40 y el asalto a Tobruk en primavera del 41. Deacuerdo, la podemos conocer hasta cierto punto. Leugo, su hecho más famoso es en mayo de 43 y no son modificadas para que puedan entrar asinos y cosas así (aunque ya tenían la fama desde el primer día) hasta el 42.

Por muy mal vista que tengamos los soldados de línea a los batallones esos, sepamos que en ellos no hay redención, no podemos saber lo de los crímenes de guerra hasta que acaezcan, y por tanto no podemo hablar de ello.

Lo digo por lo mensajes que están apareciendo. Igual tendría que hacerse algo, pero no me veo en la situación o puesto.