Partida Rol por web

En el momento que veo que John cae encima del guarda me levanto y corro a su lado.
Sin dar tiempo a que se levante le apunto con el fusil.

El soldado británico levanta las manos y suelta su fusil. Veis a Sven cubierto de sangre con casaca británica y a Jhon algo manchado pero mucho menos. (No hace falta saber mucho de convención de la haya para conocer que como os pillen con un uniforme enemigo es espionaje, castigado con la muerte...seguro que si os pillan ahora no hará falta juicio) ;D.
Todo ha sucedido en apenas 10 minutos. Un rápido cacheo revela que no llevaba nada aparte de su fusil. La tropa se altera y murmulla nerviosa por la expectativa de la huida. Dais por hecho que no hay mas guardias cerca del cercado y no veis a ninguno bajando la rampa desde el campamento. Quizás ahora el mayor peligro son vuestros propios compañeros que empiezan a saltar la valla y parecen tomar sus propias decisiones e iniciativas.... deberíais organizaros rápido

En el momento que el guarda se rinde, le quito los cordones y le ato los brazos por detrás de la espalda.
- Lo que queda de mi sección, a mi altura rodilla en tierra. Como a uno se le ocurra dar una voz no le va a hacer falta un Consejo de Guerra.
En cuanto veo a Wolfram le pregunto si se puede hacer cargo de los demás y me qpuedo a la espera de lo que ordene John.

De repente todo se aceleró. El resto de soldados que se encontraban atrapados vieron la oportunidad de salir de su confinamiento y se agolparon contra la valla, saltando sin orden ni concierto.

Philipp se ajustó las gafas en el puente de la nariz, empañadas por el sudor y la tensión y ayudó a incorporarse a Milchmann:

- ¡Venga! Esto ya está... lo hemos conseguido. Ya puedes levantarte y dejar de hacerte el enfermo. ¡Salgamos de aquí!

A su alrededor imperaba el caos. Al otro lado de la valla aún apuntaban al soldado británico mientras Sven organizaba como podía a los suyos. Philip le habló desde el otro lado:

- ¡Métale un trapo en la boca, señor! ¡amordácelo o dele un golpe!.

Luidl consideró que debía hacer lo mismo que el teniente o pronto aquella operación terminaría siendo un desastre, así que se puso a organizar.

- ¡Tú! Ayuda a este a saltar. ¡Soldado de primera! Quieto ahí, de uno en uno. No hagáis ruido. - intentaba hacer que todo fuera fluido pero silencioso. Era como ordenar la frecuencia de las ondas de radio en la pantalla de transmisiones, algo metódico, y por tanto sencillo y placentero para él.

Se ocupó de Milchmann y sacó como pudo de la marabunta al jovenzuelo Wolfram que había ido a por Ziska:

- Señor, debemos salir de aquí lo más ordenadamente posible. Vaya subiendo por la valla y reúnase con el Feldwebel Sven.

Saltó de los últimos, ya sin ayuda. La valla había cedido y estaba medio rota después de haber pasado el resto por allí. Por desgracia su pantalón se enganchó con los pinchos afilados del acero, rasgándose, y haciéndole perder el equilibrio. Philipp cayó al otro lado de bruces con un golpe seco. 

Un poco atontado, sacudió la cabeza y se incorporó como pudo, con el sabor a óxido de la sangre en su boca. Se había mordido el labio y roto el pantalón en la pernera derecha. Pensó que su mujer le echaría la bronca si le viese salir así de casa, pero ¡qué demonios! ¡Estaba en una guerra!

Tras unos segundos se puso al lado de la valla, más recuperado, para echar un cable a los dos o tres compañeros que aún quedaban en la improvisada celda inglesa.

¿Cómo se le había podido olvidar? ¿Los nervios? ¿La edad? No, era ésta maldita guerra. Rápidamente desgarró uno de los bolsillos de la guerrera inglesa y le metió la tela en la boca a aquel asombrado inglés .
Cuando estuvo bien inmovilizado y callado el guarda, Sven se quitó la guerrera y se quedó con la suya.

Rudolf había contemplado con excepticismo como aquellos dos aspirantes a heroes se hacían matar. Afortunadamente para ellos, les había salido bien la jugada, pero por los pelos. Confiaba en esperar placidamente a que finalizase la guerra, pero ahora y vista la situación no iba a quedarse el solo en el vallado.... no sería agradable que Tommie descubriese 2 cadaveres de los suyos y solo tuviese al pobre Rudolf para desaogarse. - No, mejor me marcho con lo heroes - pensó.

Salta y cae de bruces al suelo. Apenas unos rasguños en las palmas de las manos.... quizás mas tocado en su orgullo. Afortunadamente ninguno de sus compañeros lo había visto con claridad.

Me acerco al Stabsgefreiter Philipp mientras tomo una piedra del suelo - Señor, salvo que me diga lo contrario voy a comenzar a subir la rampa sigilosamente, les arrojaré la piedra si todo está despejado - y parto en silencio y encorvado como avanzadilla mientras los demás terminan de prepararse.

Estaba despertando a Ziska que poco a poco se ponía en movimiento cuando el último soldado fue inmovilizado, de repente un batiburrillo se montó con los de intendencia y los que se acercaban, si esto seguía así, la cosa podría acabar muy mal. Menos mal que el sargento Sven pone orden entre sus hombres y acercándose a la valla me dice que si puedo hacerme cargo de los míos. A lo que le respondo:Claro Sven, somos tres. esto último con un aire de pena.
Dispuesto a hacer eso mismo voy hacia Hans para que se reúna con Ziska en la valla y saltemos juntos, pero veo que el activo Philipp no solamente se encarga el sólito de los saltos y el orden sino que saca a Hans, a Rudo la y a mi mismo.

El soldado ingles queda atado y amordazado. Rudolf sube la rampa en avanzada. Los demás os vais juntando conforme vais saltando.

No sé si alguien ha cogido algo pero me interesan las documentaciones, el dinero y si queda libre la pistola. De todos modos intento recordar dónde nos dejaron sin nuestro equipo, tiene que estar guardado en alguna parte.

PD2: el mensaje es oculto porque tengo curiosidad por saber en puntuaciones cómo andamos de mando, que si no me hago menos marimandón. ;)

Philipp asintió al soldado Ziska mientras se quitaba la arena de los pantalones y la chaqueta. 

- No haga ninguna locura, Ziska... pero creo que le iría mejor con esto - dijo señalándole la granada- Si tiene dudas, cálmese y cuente hasta tres. Lo importante es localizar un vehículo de salida y nuestro equipo si es posible. - Luego le dio una palmada en el hombro y le dijo - Es usted un maldito bastardo. Su inglés nos hubiera venido muy bien si no hubiese estado durmiendo, maldita sea. 

Eso le hizo recordar algo:

- Rademacher, pásame esas documentaciones y el dinero, por favor. Puede sernos de utilidad si salimos de aquí y hay que tratar con algún lugareño.

Luego se llevó la mano al cinto y se dio cuenta que no llevaba la pistola que le había regalado su padre, la vieja Mauser de la Gran Guerra. Se acercó a Sven y le dijo:

- Si me permite, señor, me gustaría llevar ese revolver, si no hay inconveniente, e intentar calmar a estos hombres - dijo señalando a la tropa.- Hay que tranquilizarles o nos llevarán a todos a una muerte segura. Creo que el tipo grande - refiriéndose a Allan - me ayudará.

Luego le dijo a Allan:

- Usted, Oberstchuze. Controle a los soldados que no hagan ninguna locura. No permita que salgan corriendo. Es muy importante, repito, muy importante que actuemos al unísono antes de que den la alarma.

Había que salir de allí, pensó mientras palpaba de nuevo la foto de su familia en el bolsillo.

Joer con el cabito, como se las gasta.

Se pone en pie, sacudiendose el polvo de la ropa y empieza a seguir al resto. - Lo siguiente sería un vehículo, para poder regresar a las líneas. Mejor el nuestro que otro. Pero al final de cuentas, uno que ande. Si no, seremos nosotros los que tengamos que andar.

- Así es, Wade. A unos doscientos metros, hacia donde va Ziska hay unas tiendas de campaña montadas y algún vehículo bajo redes de camuflaje. Espero que sea el nuestro. Pero seguramente allí habrá mas guardias y mas tropa... Algo en lo que movernos es prioritario... aunque una radio tampoco nos vendría mal.

Después de saltar, Philips seguía organizando las cosas, repartiendo las armas como si lo hubiera hecho toda la vida, aun así me me hacia gracia que mandase a mi dotación, pero estábamos en situación extrema no era cuestión de decir cuatro cosillas, aunque a mis 18 años esta era la única experiencia bélica que había tenido, y ellos habían estado en más situaciones de esta, así que por el momento dejaría que lo organizara.
Cuando busco a mi dotación veo que el único que esta es Hans y Rudolf falta, me acerco a Philipp para preguntarle, comentándome que se ha ido a observar, y ademas con una granada. Me empiezan a subir unos calores por el cuerpo y me empiezo a poner rojo de ira, que es ocultada por la oscuridad que nos rodea, pero no puedo mas y le digo en voz baja intentandome controlar un poco:- Philipp, y como le has dejado ir solo?, han saltado dos para tres guardias y allí arriba habrá la de dios, quieres que nos descubran y den la alarma?, ademas es de mi dotación!, al menos podías habérmelo dicho, joder!, la madre que lo pario, y ahora tendré que ir a buscarlo, cojones ya, en fin.
Y mirando a Hans le digo:- Hans, ni te acerques a la colina hasta que no te avisemos y no te pongas en peligro, tu eres nuestra esperanza para poder salir de esta mierda de desierto y no quiero que te disparen.
Después me acerco a Jhon y le digo: - Jhon, uno de mis hombres se a adelantado a investigar la colina llevándose una granada consigo, me parece una locura siendo dotación de un tanque, deberiamos subir a investigar y evitar que se de la alarma. Sin decir mas me pongo un uniforme britanico si no tiene sangre,( dejando el mio a cargo de Hans) y después acercándome a donde Philipp y diciéndole:- Philipp, préstame el revolver si no vas a subir a investigar.

Luego de haber recogido el revolver o no, me dirijo en busca de Ziska que me lleva un trozo de camino.

Y unas chuleticas asadas y unas botellas de vino. No pide na este

Animado comenta: - Pues vámos, antes de que la luz del alba descubra todo el pasté. Además, para entonces, lo mejor es que estemos lejos. Si encontráis algún subfusil, me lo pido. Es lo que mejor se me da.

Durante el tiempo que terminan de salir los chicos me quedo sentado al lado del prisionero, "dios, acabo de matar a dos chicos y solo tú sabes porqué este ha sobrevivido. Gracias por poner una cara menos en mis pesadillas" pienso para mí. "¡Cuanto deseo un cigarrillo!"

Cuando Sven se acerca a taparle la boca, le sonrío, una sonrisa lacónica y triste pero orgullosa del chico -Lo has hecho muy bien muchacho- le susurro -sin ti no hubiese sido posible esto.

Poco después viene Philipp y me pide lo confiscado al enemigo, sin dudarlo le doy todo menos el cuchillo -este lo quiero para mí, necesito algo para recordar lo valientes que habéis sido, enhorabuena- Su vitalidad y capacidad de organización me hacen volver a la realidad, veo como se organizan todos los hombres y eso me hace sentir orgullo de ser alemán y determinación para sacarlos de allí. Compruebo que todo se hace de la manera correcta y me acerco a Ziska.

-Te cubro, si yo fallo tira la granada y lárgate- al pasar al lado de von Bray, le aprieto el hombro con aire de camaradería -un poco más y conseguiremos sacarlos de aquí- le digo al oído.

A pocos pasos de él, también encorvado, sigo a Ziska cuchillo en mano, avanzando cubierto por la oscuridad hacia las tiendas de campaña.

Voy subiendo la colina intentando alcanzar a Ziska pero sin descubrir mi avance, tratando de quedar siempre fuera de cualquier luz y al llegar a arriba observando todo para intentar descubrir donde esta ziska, los vehículos, cuantas tiendas son, si se distingue el almacén de munición, armas o intendencia, etc...
Una vez observado el lugar intento encontrar a Ziska para bajar otra vez y organizar la subida.

Acabais de subri la rampa. Al ir con cautela los 200 metros os cuestan casi tres minutos. Al asomaros al final de la rampa, el viento os despeina. Abajo en la ensenada estabais más protegidos, pero aquí arriba sopla con relativa fuerza. De momento os ayuda porque su soplido camuflará mejor el ruido que podais hacer, pero toda ventaja puede ser luego un inconveniente. Veis frente a vosotros varios vehículos dispuestos transversalmente a la rampa y estacionados en paralelo. Unos 40 metros más adelante de los vehículos, a la izquierda de los mismos hay una tienda totalmente abierta y con luz dentro. Mas que una tienda parece un toldo grande. Vislumbrais 4 hombres que parecen estar jugando a las cartas, con por lo menos 4 mas que observan la partida. Frente a ellos por lo menos hay 10-12 tiendas de campaña. Desconoceis cuantos soldados puede haber ni que armamento llevan, pero está claro que bastantes. La vista no os llega para mas y el viento os mete arena y polvo en los ojos.
Los vehículos estan parcialmente tapados con una red de camuflaje. Son unos chapuzas, y parte de ellos asoma de la red. Intuis que el primero más cercano a vostros es un pequeño transporte oruga para dos personas máximo, el siguiente aparacado en paralelo es un camioneto tipo Ford o Dodge, más pequeño que un camión, pero con una caja cerrada con toldo detrás capaz de llevaros a todos. El capó del motor está abierto. Junto a él hay una motocicleta sin motor. El siguiente es un camioneto similar, pero aparentemente en orden. Finalmente hay en paralelo dos camiones, el primero con la rueda delantera desmontada y el segundo aparentemente bien.