Partida Rol por web

Lo que una vez fue

Érase una vez... Una pluma sin tintel.

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18/09/2016, 16:44
Cuentacuentos

Erase una vez en un reino colorido que no conocía el gris ni siquiera en el más dolorido, había una flor de anís de cuya pepita nació un Hada llamada [color=#BA55D3]Efflyonora.[/color]

Pero Efflyonora no era un hada corriente, Efflyonora era El Hada, destinada a llevar el dulce anís a cada historia y sueño que los corazones más puros, bondadosos y amables albergaban con gran calor. Como puede ser el tuyo, o el tuyo, o incluso el suyo.

Y así lo hizo durante muchos, muchos años. Sola o con la ayuda de nuevas hadas que las flores, las luces y las sonrisas infantiles hacían nacer. Y todavía lo seguiría haciendo si no fuera... Bueno, digamos que pasó a encargarse de la dirección y logística de su sociedad mágica de sueños.

Pero ¿recordaís la flor de anís? Esa flor también era una flor especial. Pues de sus pepitas nació una segunda niña, una que no fue El Hada, ni siquiera hada, oh, no, nació un hada desalada con la cara roja llorando con toda la fuerza de sus pulmones y con llamas verdes como abrigo. Pero había nadie para recogerla así que la tierra termino por abrazarla, darle cuna y arroparla hasta le dio un nombre: [color=#DC143C]Sal Mandora. [/color]

Y estas dos hermanas, sin saber de la otra, terminaron encontrándose, una frente a otra preparadas para desatar la más feroz de las guerras...

 

Pero no nos adelantemos, pues esta historia tiene otros héroes en su tinta: Príncipes, guerreras, locos, revolucionarias, sabias y heroínas. Todos ellos con su camino y todos ellos perdidos. Fijaros, fijaros bien, porqué por primera vez en muchos años [color=#1E90FF] la pluma escribió sin tintel.[/color]

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18/09/2016, 16:44
Cuentacuentos

Guardad silencio cuando os acerquéis al bosque, no distraigais al majestuoso corcel de nuestro apuesto príncipe.

¿Le oís cabalgar? Clocloc-clocloc-clocloc-clo... Ese pequeño silencio es la sintonía de un buen caballo con el corazón de su jinete, deteniéndose uno cuando el otro podría hacerlo.

¡Ssssh! Fijaros en esas ramas que ha visto el radiante animal y entre sus hojas podréis ver brillar una sonrisa que observa más que habla, una sonrisa que añora más que ríe y que engaña más de lo que ella misma sabe. Y debajo de ese árbol, sentado en su mesa de mantel blanco y líneas verdes cruzadas, coronado con tetera y pastas de té y tan solo tres tazas, conoceréis al que llaman loco y no superviviente.

No retrocedáis ni parpadeéis u os perderéis el momento en el que ¡Príncipe! cruzó el hilo de su destino con aquel cuyo nombre solo conocía el viento; pero aguardad, porqué en ese mismo bosque un fino oído por los deseos tiene guarida y refugio.

Buscad, atended a cada hoja, flor, cueva y recoveco porqué si la veis podéis consideraros afortunados pues es el hada más escurridiza que ha conocido el reino jamás, y sé, de buena tinta, que en ese instante, también su destino se trenzó con esos hombres que coincidían en mitad de la senda principal del bosque de los Desmayos.

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18/09/2016, 16:45
Cuentacuentos

Fijaros en ese rincón de mundo pegado al reino de Encantador, en esa pequeña Villa, y en la más pequeña plaza y veréis a tres chicas con un solo latido, inconscientes de ello como del camino que les esperaba.

Fijaros en ella, misteriosa y oculta en pleno día y escaso bullicio de gente. Miradla bien y veréis que sus ojos no dejan de buscar, incluso cuando su cabeza no lo hace.

Como esos otros ojos, allí, más lejos, junto al carro del librero. No gritéis, ni os asustéis por sus ropas, pues aunque no reconozcáis ese color, no es más que un buen corazón que también busca.

¡Y ahora! bajad la voz, cerrad los ojos y encontrad aquella voz que creyó encontrar lo anhelado, oídla cantar y observad como esos seis ojos se encontearon sin buscarse en un pozo aun más pequeño que la pequeña plaza de la pequeña Villa para descubrir que no estamos ante un pozo cualquiera, por supuesto que no. Es el Pozo de los Encuentros.

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18/09/2016, 16:45
Dulce de Elbon

Corría el rumor en el reino de Encantdor de que en mitad del bosque del Desmayo, llamado así por estar formado principalmente por desmayos, o sauces llorones, había caído una estrella del cielo.

Se decía, que quién encontrara esa estrella encontraría el deseo que no había recogido en su descenso. Se había oído el rumor de que aquella estrella era tan brillante y poderosa que ninguna bruja podía sobrevivir a su luz y ningún hada podía combatir su magia.

Algunos decían que solo un elegido podría encontrarla, otros que solo locos se acercarían a esa cosa, pocos que era una artimaña del Hada Madrina para buscar sucesor. Pero todos prometían el deseo más profundo de un corazón.

Y tal vez era aquello lo que arrastraba a un príncipe, un sombrerero y una desterrada al bosque. O tal vez no fuera más que el empuje de unas letras que se escribían sobre sus pasos en los libros de su sino pero ahí estaban ellos, y ahí estaba ella cuando una joven de pequeña estatura, risueña de cabellos mitad blancos y mitad negros vestida con largo abrigo blanco de piel de conejo sobre un elegante vestido negro cruzó por en medio de los tres, desde detrás del sombrerero con un cachorro en brazos al que le hacía monerías con la punta de la nariz y por el que solo parecía tener ojos.

Y detrás de ella, le seguían otro centenar de cachorros jugueteando unos con otros y con los bajos del abrigo de ella sin hacerla tropezar.

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18/09/2016, 16:45
Florinella

Había llegado a oídos de más de uno de que en la Villa de las brujas, en la que curiosamente jamás se había visto a una, existía un pozo mágico cuyas aguas te susurraban cualquier respuesta a cualquier pregunta, cualquier poema, canción o secreto que desearás conocer. Había corrido el rumor de que una gota de sus aguas podían hacer que encontraras cualquier cosa, incluso la visión a los ciegos. Se había dicho que su sabor despertaba un corazón, incluso uno muerto.

Muchos eran los que hablaban maravillas del Pozo de los encuentros, y pocos los que temían la tierra de la que surgía. Pues tal vez en esa Villa jamás se había visto una bruja pero seguro que ese pozo lo puso ahí alguna.

Y tal vez era aquello lo que arrastraba a una fugitiva, a una soñadora y a una huérfana a esa aldea de barro y arena. O tal vez no fuera más que el empuje de unas letras que se escribían sobre sus pasos en los libros de su sino pero ahí estaban ellas, frente a un pozo de piedra, sin cuerda ni cubo cuyo final era inalcanzable por el ojo. Y ahí estaba también esa otra mujer, sentada en el borde de la piedra que dibujaba el círculo del pozo, tarareando una melodía melosa y enredando flores en su pelo que tomaba de puntos en el aire dónde antes de llevar sus manos no había nada.

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20/09/2016, 05:03
Fantaghiro

Le había costado mucho llegar hasta ese lugar, había tenido que cruzar bosques y subido montañas, sola, siempre sola, si más compañía que su propia fortaleza y la misión que se había encomendado. Alguien la esperaba, y con ella, todas las personas que quería, y ya había perdido mucho tiempo, esos insulsos humanos no la dejaban en paz, ni otras criaturas que no comprendían la importancia de lo que debía hacer. Eran un fastidio. 

Escondida en un callejón, la joven se apoyó en la húmeda pared, mirando hacia el pozo de los deseos, había sido un largo camino, pero al fin, estaba ante él. Escuchó algo, y volvió a ocultarse, su capa oscura la cubría bastante bien, nadie debía saber de su presencia, debía ser una sombra, un murmullo. Volvió a acechar a su objetivo, mojó sus labios, y se ocultó en unos barriles y tacho de basura, agachada, levantó su mano derecha  y comenzó a conjurar.

- Perfectum transmutatio - recita suavemente para volverse en un ardilla, y poder acercarse a la fuente, debía cerciorarse de que era cierto el rumor, y que aquella mujer no la viera. 

- Tiradas (3)

Notas de juego

no sé si debo lanzar dados para ejecutar el hechizo. 

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20/09/2016, 15:16
Fantaghiro
Sólo para el director
- Tiradas (3)

Notas de juego

Magia+proscrito=7

 

 

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20/09/2016, 15:35
Cuentacuentos

Fantaghiro, la pequeña de la tan temida por algunos Malefica, decidió acercarse a ese pozo con el sigilo de un pequeño animalillo curioso. Y todos los animales que había conocido eligió la ardilla para que fuera su vestido y disfraz.

Pronunció las palabras mágicas y esperó a que su cuerpo cambiara de tamaño, pero la prisa de su corazón por encontrarse con la confirmación que necesitaba acerca de ese pozo hizo que su magia no floreciera.

Por suerte, la chica se dio cuenta de que sus pasos seguían siendo humanos y antes de salir del callejón insistió en la transformación, al fin y al cabo, no sería de extrañar que hubiesen cazadores de brujas en un pueblo cuyo nombre prometía tenerlas.

Así pues, finalmente, los pies de Fantaghiro se encogieron en dos dulces patitas y a ellos les siguieron sus piernas, manos, cabeza, brazos y torso. Y en el bajo de su espalda la magia cosió una ordinaria cola arremolinada en su extremo. No era la más bella de las ardillas, pero nadie dudaría de que era una ardilla.

Notas de juego

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20/09/2016, 16:04
Helga

La joven Helga suspira, tras un largo viaje sin saber realmente donde se encuentra, decepcionada tras encontrar que en este mundo las grandes historias no se cruzan en el camino de quien las busca cuando se desean, que las cuevas o están repletas de dragones o tesoros, que muchos de los que luchan por el reino son tan crueles o miserables como los del vecino reino que a este vienen con sus guerras.

-aihhh, 

Yo había soñado
una gran aventura
y un castillo encantado
con dragones y una bruja

y aqui he acabado
sin gracia ni fortuna 
en un pozo olvidado
soñando con la luna

Notas de juego

supongo que hay que marcar destinatarios manualmente, intentare no meter la pata...

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20/09/2016, 16:49
Fantaghiro

casi se equivoca, había intentado salir tan rápido que por poco acabó transformándose delante de todos, pero logró darse cuenta antes, y salir siendo una ardilla algo destartalada, pero era una ardilla, estaba cansada, y no había comido bien ni dormido como correspondía en días, de ahí que estuviera tan agotada y ansiosa por tener una pista de la cura de su amada madre. 

Ya como ardilla, salió de su escondite, en sus cuatro patas, saltando entre los adoquines, cruzando la calle hasta dar con la fuente, al otro lado de la mujer que estaba ahí, olisqueo el aire, y de un salto subió al borde, pasando sus patitas en su hocico, volviendo a olisquear el aire, y acercándose más al borde de esa fuente, sin perder de vista a la mujer sentada. Desconfiaba de todos. 

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20/09/2016, 20:52

Aquel día era realmente importante para mí. Y no porque hubiera decidido ponerme en marcha y seguir los rumores que el viento traía cada vez con más insistencia. Tampoco porque tuviese un sombrero nuevo de color morado que hacía un desjuego sencillamente perfecto con mi traje marrón. No, todo eso estaba bien, pero no era un motivo de celebración taaaaan importante. Lo que pasó fue que aquel día en cuanto abrí los ojos me di cuenta: ¡era mi no-cumpleaños! Y eso no sucedía desde el día anterior, así que no había tiempo que perder.

Así que cuando decidí que se acercaba la hora del té preparé la mesa debajo de un árbol en medio del camino, saqué varias tazas de distintos juegos y después de contarlas varias veces con resultados diversos, decidí dejar tres encima de la mesa. Aquel parecía un día de tres tazas, ni una más, ni una menos.

Cuando ya estaba todo listo escuché a lo lejos los cascos de un caballo y corrí a sentarme a la mesa, colocando una postura como si llevase ahí instalado todo el día, o quizá una semana, cogí una de las tazas y coloqué una amplia sonrisa en mis labios.

Primero lo vi a él, tan majestuoso y brioso, con ese joven encima. Era un ejemplar magnífico. Y el caballo también. Me alegró ver que se detenía porque eso quería decir que venían a mi fiesta.

Entonces la vi a ella y ladeé la cabeza con cierto recelo. Sus dorados cabellos me recordaban a la pequeña liante culpable de que estuviese atrapado en ese mundo tan raro. Esa maldita cría ni siquiera había tenido la decencia de ir a buscarme y cuando la viese quizá tardaría un rato en perdonárselo.

Pero pronto ese pensamiento se escurrió de mi mente, cuando aparecieron un montón de invitados más, todos acompañados de otra chica, que por suerte no era rubia.

Me aturullé un poco. Empecé a contar perros, caballo, joven y doncellas y perdí la cuenta un par de veces, pero tampoco importó demasiado. La cuestión era que eran más de tres. De dos en realidad, que yo también necesitaba una taza. Los miré. Miré hacia la mesa. Volví a mirarlos. ¿Se había equivocado el destino? ¿No era un día de tres tazas? Arrugué la nariz. Estaba bastante seguro de que no me había equivocado yo. Hacían falta tres tazas porque así debía ser y ahí estaban, sobre la mesa.

Conté tres latidos de mi corazón antes de decidir que no había ningún problema. Nos turnaríamos las tazas y asunto resuelto. Y con esta idea mi sonrisa volvió a ampliarse y me puse en pie mientras alzaba ambos brazos a ambos lados de mi maravilloso sombrero.

—¡Bienvenidos a mi fiesta de no-cumpleaños!

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21/09/2016, 09:16
Duermevela

No había terminado en el peor de los destinos, después de todo. Tras ver la luna cambiar unas cuantas veces me había acostumbrado al lugar. Incluso había pensado en ponerme a trabajar de nuevo, aunque no quería volver a desatar el castigo de mis parientes. Pero ya no podía fiarme ni de mí misma. Después del desastre que había provocado con aquellos huevos, no estaba segura de poder distinguir el bien del mal, y eso no es cosa pequeña para alguien como yo. "Árbol que nace torcido jamás enderezará su tronco", como dicen los leñadores de por aquí. Pero aún así, el árbol torcido puede dar buena sombra a quien la necesita.

Y entonces, pocos días antes, había escuchando hablar de una estrella caída. Qué gran poder tienen las estrellas, una magia tan longeva como ellas mismas. Quizás con el poder de una estrella pudiera dar la vuelta al reloj, o reparar de alguna forma los daños causados. Es posible que, si me ganaba ese favor luminoso, encontrara un modo de volver a casa envuelta en alas de luz. 

Cavilando concentrada en recordar lo que sabía de las estrellas y sus propiedades, apenas me di cuenta de que irrumpía en una fiesta al aire libre. Una jovencita rodeada por docenas de pequeños perros, un hombre hermoso y un tipo de apariencia alegre y gran sombrero. No era lo más extraño que había presenciado en mis viajes, claro. Ni siquiera lo más curioso que había visto en aquellas tierras en el poco tiempo que llevaba allí, pero sentí una extraña carga de destino en el encuentro. Estas cosas no suelen ser accidentes, y aquello parecía tan estúpidamente fortuito que debía tener algún significado.

Miré con cierto recelo al hombre alto. Parecía el típico que cuenta con el favor de mi pueblo y ha visto sus deseos concedidos. Eso significaba que probablemente tendría un corazón gentil, pero también que era posible que tuviera contacto con alguien a quien no me interesaba encontrarme. Así pues, bajé la cabeza, dejando que los cabellos me taparan el rosto y la característica cicatriz. Por desgracia, eso hizo despuntar mis orejas afiladas.

Entonces el hombre del sombrero habló. Había algo en él que me olía raro. No olía como el resto del bosque y sus habitantes. ¿Tal vez sería extranjero? Desde luego la costumbre del no-cumpleaños no está muy extendida. Sólo sé de una región que la practique con regularidad, y no es región con muchos viajeros. En fin, tal vez fuera algún tipo de intercambio cultural.

- Felicidades - dije -. Resulta que hoy también es mi no-cumpleaños, ¿no es curioso?

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21/09/2016, 22:13
Florinella

La mujer que estaba sentada en la estructura del poso, tomó una de las flores que arrancaba del aire y con fino y elegante gesto de muñeca la dejó sobre el ladrillo cocido por el sol, cerca, y a la vez lejos, de una ardilla que curiosa se había acercado a ese lugar.

Y con ese gesto empezó a cantar tomando el relevo y última nota de esa chica que llenaba la Villa con suspiros enamorados de su voz pero amedrentados por su fuerza.

#Oooooh, mi dulce niña,
Sin gracia y sin fortuna
Cuuuulpas a una riña
De la desgracia en tu cuna.#

#Oooooh, mi dulce niña,
Tan valiente y tan aguda
Deeeeja que calme tu morriña
Susurra cualquier duda

Y esta dama prove-e-rá...#

Terminado su verso, la mujer del peinado de flores se puso en pie y sonrió melosa a la muchacha mientras con una mano la invitaba a acercarse más.

Recuerda, puedo decirte todo cuanto quieras. Solo tienes que mirar dentro del pozo y preguntar.

Notas de juego

Sí, por ahora tendrás que desmsrcar, si te equivocas, no te preocupes que no es grave y yo corrijo si lo veo antes que tu :)

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22/09/2016, 10:37
Agatha Wissenschaft

En ese momento la tercera mujer se acerca al pozo estirada como un palo, vestida enteramente de negro, con un sombrero de punta y un bolso de viaje, se la identificaba como bruja desde lejos. Cuando ve que la miran se estira un poco más.

-Buenos días- Dice algo seca -No quería interrumpir, esperaré-.En su cabeza mientras pensaba "Flores del aire, que motivo puede haber para semejante floritura ademas de lucirce, bien podría haberlas cultivado, seguro hubiera sido una actividad más estimulante."

Agatha, pues asi se llamaba la bruja, no tenía intención de secar y realmente lamentaba interrumpir. Pero no estaba acostumbrada a socializar y a veces confundía sequedad y seriedad con educación y corrección. Tampoco le agradaba el uso innecesario de magia, pero si no tenía nada bueno que decir lo educado era no decir nada.

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22/09/2016, 23:44
Príncipe Patrick

Una vez más mi padre estaba moribundo, como tantas otras antes. Hacía mucho que había perdido la cuenta, pero también era cierto que después de la segunda ya no me había esforzado por contar más. Lo importante era que mientras él estaba en la cama dejándose la vida con cada respiración yo tenía una misión: encontrar una reina. Y por mi honor la encontraría, aunque para ello tuviera que probar a todas las mujeres del reino. Bueno, a todas las jóvenes, evidentemente. Y que no fueran más altas que yo. Ni brillasen más. Aunque siendo sinceros, ¿quién podría hacerlo?

Ahora llevaba ya tres días cabalgando. Y decir tres días cabalgando era decir mucho, porque iban acompañados de todas sus paradas, de todos sus saludos, de todas sus sonrisas y de todos sus entretenimientos. Así que debía haber recorrido ya, al menos, seis leguas. Lo cual eran dos más que la última vez que mi padre había estado moribundo. Tres días que me habían servido para encontrar tres posibles princesas, tres noches para comprobarlo y tres amaneceres para marcharme con el sol del nuevo día. Quizá hubiera perdido tres reinas, pero no la esperanza. Y en ese momento, ese cuarto día, antes de encontrar a mi nueva candidata había encontrado un rumor. Vale, habían tenido que repetírmelo tres o cuatro veces para entenderlo bien, pero lo importante era que estaba por el buen camino.

En cuanto aquel camino me puso delante a aquellas personas supe que iba bien. Aquel hombre no tenía pinta de ser mi reina, pero... ¿Y las otras dos? No me hacía mucha gracia la idea de vivir rodeado de perros, pero seguro que alguien del servicio podía hacerse cargo de ellos. O quizá alguien podía enseñarles a hacerse cargo de sí mismos. En cuanto a la otra... Bueno, si no la miraba muy fijamente podía no ver esa cicatriz que a veces asomaba entre su cabello. Y lo de las orejas... Eso sí era extraño.

—Buenos días, súbditos —saludé mientras tiraba suavemente de las bridas de Valiente con toda la gracia que un príncipe como yo poseía. Dediqué a ambos una sonrisa y una mirada y me tomé un segundo para que pudieran admirarme antes de bajar del caballo. No sabía cómo sabía ese hombre que era mi no-cumpleaños, pero desde luego se había comportado montándome una fiesta. No era como una de esas a las que estaba acostumbrado, pero si algo había aprendido de mi padre era a no despreciar los gestos de la gente que no se podía permitir más—. Y gracias por la fiesta.

No tenía muy claro si podía perder o no el tiempo con entretenimientos como ese. Después de todo tenía una estrella que encontrar. Pero mirándolo de otro modo tampoco creía que esta fuera a irse con cualquiera que diera con ella, no. Así que no pasaba nada por darle a los presentes el lujo de mi compañía durante unos minutos... O quizá algo más, si lo que empezaba a imaginar era cierto. En ese momento ya comenzaba a darme cuenta de qué hacían allí realmente.

—Mi nombre es Príncipe Patrick, y estoy a vuestro servicio —expuse como bien había aprendido. Aunque todos sabíamos que estar a su servicio era una forma de hablar. Estaba a todo el servicio que un príncipe podría estar, claro, un servicio principesco. Pero pedir otras cosas sería confundirse.

—Me encuentro en la búsqueda de una estrella, y es un honor que hayáis acudido para ayudarme.

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23/09/2016, 09:12
Florinella

Con la llegada de la mujer vestida de bruja, la mujer con cabellos miel abrió los ojos sorprendida y tan asombrada que por un segundo sus manos olvidaron las flores que tanto afán tenía por trenzar en su cabello.

Oh, no esperéis —dijo rápidamente—. Hay sitio para ambas —ofreció tan zalamera que casi podía haberse relamido los labios y frotado las manos cual lobo feroz—. ¿Sois bruja de verdad? –preguntó con gran interés y al pronunciar la palabra "bruja" varias puertas y ventanas se cerraron en el pueblo y la plaza, para quién quisiera fijarse en ella, quedó completamente vacía.

Notas de juego

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24/09/2016, 21:06
Helga

la joven pretendiente de aventurera estaba apunto de responder a la muger de las flores cuando les interumpio una tercera mujer, quien a todas luces parecía una bruja.

La emoción le invadió pero aun estaba en shock, fue cuando la mujer de la flores pronunció la palabra bruja que por fin reaccionó. 

-Apartaros señora, yo os protegeré de esta bruja -dice tomando su pequeña hacha de mano e interponiéndose entre las dos mujeres

-#no la escuchéis, las brujas son engañosas
seres viles y de seguro mentirosas
suenan amables y generosas
y te conducirán a la perdición ominosa #

-una chispa ilumina su mente, se dá la vuelta

-¡Vos también sois una bruja! 
pero a mi no me engañáis, hacéis el famoso truco de la bruja buena y la bruja mala, ¡Aja! os he desenmascarado. 

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24/09/2016, 23:00
Agatha Wissenschaft

Agatha arqueó una ceja ante la reacción de la joven. No es que le sorprendiera la reacción, pero siempre le parecían fuera de lugar. "Es qué acaso la gente piensa que las brujas no tienen nada mejor que hacer que conspirar contrá el mundo" pensó.

-¿El famoso truco de la bruja buena y la bruja mala? Jamás lo he oido, en cualquier caso supongo que te refieres a mí como la buena.- Luego estiro el cuello para ver a la mujer detrás  de Helga -Sí joven, soy una bruja. Agatha Wissenschaft. ¿Quien sois vos?

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25/09/2016, 12:24
Dulce de Elbon

La chica del pelo bicolor a juego con el pelaje de sus cachorros, no pareció percatarse de la celebración del sombrerero, ni de la casualidad expresada por la rubia, tampoco del saludo del príncipe. Pero desde luego sí reaccionó al nombre de éste último.

Tan pronto como la voz del apuesto joven dejó el aire, la mujer en blanco y negro levantó su naríz del hocico del cachorro que llevaba en brazos y dejó caer al animal que rebotó en blando sobre sus iguales.

Buscó entonces al príncipe Príncipe Patrick y le dedicó una fina reverencia —Su alteza... —dijo en el gesto— Mi nombre es Dulce, Dulce de Elbon y ellos son Manchas, Pipo, Bigo, Elvis, Copo, Lazos, Peque, Estrella, Babas, Rosie, Manchas dos y el resto.

Me los ha regalado la estrella que buscais —señaló con el brazo más allá del sombrerero—.

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25/09/2016, 12:24
Director
Sólo para el director

Notas de juego