Partida Rol por web

Una en punto del mediodía en la Plaza del Distrito 6 de Panem.

La Plaza del Distrito 6 es pequeña y hoy, Día de Cosecha, está hasta la bandera, es el distrito más poblado y apenas caben los casi 8.000 habitantes del mismo. Han colocado un sinfín de banderitas de colores para dar vida al recinto que ahora está vallado y las cámaras de televisión están en todas partes.

La gente va entrando y ficha. Quienes no tienen a nadie que perder hacen apuestas por la edad de los elegidos. A vosotros dos os conducen a las áreas delimitadas con cuerdas y divididas por edades, con los mayores delante y los jóvenes por detrás.
Vuestros familiares se ponen en fila alrededor del perímetro... esperando lo peor.

En el centro del escenario hay 3 sillas, en una de ellas muy serio está el alcalde del Distrito, en otra está la estrafalaria presentadora de años anteriores recién llegada del Capitolio con el pelo y la ropa de un rosa chillón que es lo que más llama la atención además de quien ocupa la tercera silla, en la cual está sentada la última ganadora de los Juegos del Hambre del Distrito 6, ganadora de los Juegos del año anterior: Mel.

Cuando el reloj de la iglesia tras el escenario marca las dos, el alcalde se sube al podio y se acerca al micrófono. Empieza a leer el mismo discurso de años anteriores que ya conoceis: habla de la creación de Panem, enumera la lista de desastres cuyo resultado fue un espléndido Capitolio rodeado por 6 Distritos. Habla también de los Días Oscuros, la rebelión de los distritos contra el Capitolio, lo que nos dio unas nuevas leyes y "El Tratado de Traición". Como recordatorio anual de que los Días Oscuros no deban repetirse surgieron los Juegos del Hambre.

Termina su discurso con la mítica frase:
- Es el momento de arrepentirse, y también de dar gracias.

La llamativa presentadora se levanta dando brincos de su silla en cuanto el alcalde abandona el podio. Se acerca al mismo mientras mira a cámara pues sabe que ahora solo la enfocan a ella. Una vez en el podio se revuelve el pelo, como si quisiera que llamase más la atención.
Se detiene ante el micrófono y luego saluda efusivamente hablando y con la mano a todos los presentes y tras dar unos saltitos exclama alegremente como suele hacer ella:
- ¡¡Felices Juegos del Hambre!! ¡Y que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte!

Y, tras guiñar el ojo a una cámara que la enfoca, se acerca con el micrófono en una mano a la urna de cristal con los nombres de las chicas mientras dice lo de siempre, como todos los años:
- ¡Muy bien! ¡Las damas primero!
Mete la mano en la urna, la mueve y requetemueve allí dentro y finalmente saca un trozo de papel. Vuelve al podio sonriendo, alisa el trozo de papel con lentitud y no se oye nada. La multitud guarda un silencio sepulcral para escuchar el nombre de la desafortunada. Fucsia coge aire y lee el nombre del papel con voz alta y clara:
- ¡Briggitte Czlazky!

Permanezco quieto junto a mi padre y mis hermanos. Intento buscar la cara de la desafortunada criaturita que está a punto de embarcarse en una larga lucha a vida o muerte. Normalmente se les reconoce rápido entre el gentío, ya que siempre hay un grupo que se mueve bruscamente alrededor de el/la elegido/a. Mírala, pero si solo es una cría. Que tendrá... ¿12 años?

Miro los rostros de los míos, impasibles, Lowel hasta esboza una sonrisa. Aprieto los puños para contenerme y no soltarle una bofetada allí mismo.

Aquí estoy un año más en el maldito Día de la Cosecha. Demasiados malos recuerdos... Un año muy malo he pasado desde entonces. Espero que termine pronto... no soporto esta multitud, este agobio, este olor a humanidad y pobredumbre...

Oigo sin escuchar lo que dice el alcalde, cuando la llamativa presentadora sale al podio no la hago mucho caso y tiene que repetir mi nombre para que me de cuenta de que me está llamando, de que he salido elegida como tributo del Distrito 6.

¿Por qué? No puede ser... no es normal que le tocase a mi hermana y ahora a mí... pienso mientras la gente se aparta para que suba al escenario, cosa que hago a paso lento pero firme.

- Bien, ya tenemos a la jovencita del ultimo Distrito. Señoras y señores, esta es Briggitte. -dice la presentadora mientras rodea a la pobre muchacha que se ha quedado en la parte que correponde al tributo femenino una vez ha subido al escenario.- Muy bien, veamos si hay suerte... ¿Alguna voluntaria?

Solo un silencio aterrador invade la plaza...
Tras esperar el tiempo conveniente, Fucsia se vuelve hacia una de las cámaras del escenario y luego, señalando a Briggitte, dice: Parece que este año tampoco nadie se va a prestar en el Distrito 6 paa no fallar a las buenas costumbres. Así que... ahora... ¡Vamos a darte un compañero de Distrito!

Se aleja del podio central dejando a la joven allí frente a todo su Distrito susurrando sobre ella aunque apenas se la conoce salvo por el percance del año anterior. Fucsia mete la mano en la urna de los tributos masculinos con una sonrisa que deja entrever sus dientes blanquísimos y saca un papelito pequeño del fondo.
Vuelve al podio y lee el nombre que en aquel trozo de papel está escrito:
- Y nuestro tributo masculino de este año se llama... ¡¡Sáuce Ramen!! ¡Que suba al escenario!

!?!? Cómo es posible? Entiendo que con 16 años, una ya ha acumulado cierta cantidad de papeletas. Pero los menos
afortunados o espavilados como nosotros, que siempre hemos tenido un As en la manga, al menos en lo que a alimentación se refiere, han tenido que pedir teslas. Lo cual, aumenta el número de papeletas de una manera muy superior a la mía, por ejemplo. En serio, ¿qué probabilidad tenía de ser elegido?
Vuelvo de mis divagaciones ya en movimiento, lo cual me sorprende, no recuerdo haber empezado a caminar... Unos dedos rozan mi chaqueta. Son los de Tom Geller, quien, se ha asegurado de que le vea bien la cara y ahora me escupe. - Eh, Ramen! Sabes que te hemos puesto un mote, capullo!? Sí! - Me dice respondiendo a la cara que le estoy poniendo. - Teslero de mierda! Jajajaja! Muerte al Teslero! - La voz de Tom se va quedando rezagada, aunque las voces que acompañan su canto, causan el efecto contrario.

Esta vez una voz adulta:
-Eh, chaval... Debes de querer mucho a esos 3. - Le miro y hace un gesto con la cabeza señalando hacia Padre, Marth y Lowel.- ¿Es que no sabías dónde te metías? - Levantando los hombros y arqueando las cejas y sin dejar de caminar, le digo que no. - Más de 7 tes... en ... meses y ... .... en tu ...er año como tri...- Oigo la voz de Padre, por encima de la cualquier otro. - McLewin! Deja que mi hijo prosiga su camino! - Entrecortando las palabras del hombre.

Por suerte o por desgracia, mi vida anterior me ha reportado una gran capacidad de deducción y asimilación. - Detengo mis andares. Se hace un vago silencio a mi alrededor. Busco los ojos de Padre, que instintivamente encuentro con facilidad. Mis cuerdas vocales parecen desgarrarse y a su vez proyectar un chorro de voz, casi visible por el resto que al seguirlo, pueden vislumbrar a quien va dirigido:

AQUÍ ES DONDE EMPIEZA MI VIDA! Y AHORA MISMO, LA VUESTRA EMPIEZA A TERMINAR! - Eufórico, acelero el paso hacia el escenario. Entre el último grupo de persona, veo agarrado entre los barrotes* a Tom, con la cara sonrojada: Suerte! - Me dice. Vuelve con su grupo. Comenzando nuevamente la melodía (original por cierto) "Muerte al Teslero!"

Ya sé porque he vivido lo que he vivido, ya sé porque he tenido la familia que tengo. He nacido para esto. Venganza. Pero antes de vengarme de ellos... Debo aparentar lo que no soy. Porque nunca llegarán (todos ellos) a conocerme realmente, estarán muertos antes de que pueda llegar a ocurrir. - Pienso mientras llego al escenario y actúo con normalidad, es decir...cara de miedo, evito a la presentador y esbozo una falsa, pero convincente sonrisa consoladora dirigida a mi compañera enemiga... - -Todo irá bien! - Le susurro.

!?!? Cómo es posible? Entiendo que con 16 años, una ya ha acumulado cierta cantidad de papeletas. Pero los menos
afortunados o espavilados como nosotros, que siempre hemos tenido un As en la manga, al menos en lo que a alimentación se refiere, han tenido que pedir teslas. Lo cual, aumenta el número de papeletas de una manera muy superior a la mía, por ejemplo. En serio, ¿qué probabilidad tenía de ser elegido?
Vuelvo de mis divagaciones ya en movimiento, lo cual me sorprende, no recuerdo haber empezado a caminar... Unos dedos rozan mi chaqueta. Son los de Tom Geller, quien, se ha asegurado de que le vea bien la cara y ahora me escupe. - Eh, Ramen! Sabes que te hemos puesto un mote, capullo!? Sí! - Me dice respondiendo a la cara que le estoy poniendo. - Teslero de mierda! Jajajaja! Muerte al Teslero! - La voz de Tom se va quedando rezagada, aunque las voces que acompañan su canto, causan el efecto contrario.

Esta vez una voz adulta:
-Eh, chaval... Debes de querer mucho a esos 3. - Le miro y hace un gesto con la cabeza señalando hacia Padre, Marth y Lowel.- ¿Es que no sabías dónde te metías? - Levantando los hombros y arqueando las cejas y sin dejar de caminar, le digo que no. - Más de 7 tes... en ... meses y ... .... en tu ...er año como tri...- Oigo la voz de Padre, por encima de la cualquier otro. - McLewin! Deja que mi hijo prosiga su camino! - Entrecortando las palabras del hombre.

Por suerte o por desgracia, mi vida anterior me ha reportado una gran capacidad de deducción y asimilación. - Detengo mis andares. Se hace un vago silencio a mi alrededor. Busco los ojos de Padre, que instintivamente encuentro con facilidad. Mis cuerdas vocales parecen desgarrarse y a su vez proyectar un chorro de voz, casi visible por el resto que al seguirlo, pueden vislumbrar a quien va dirigido:

AQUÍ ES DONDE EMPIEZA MI VIDA! Y AHORA MISMO, LA VUESTRA EMPIEZA A TERMINAR! - Eufórico, acelero el paso hacia el escenario. Entre el último grupo de persona, veo agarrado entre los barrotes* a Tom, con la cara sonrojada: Suerte! - Me dice. Vuelve con su grupo. Comenzando nuevamente la melodía (original por cierto) "Muerte al Teslero!"

Ya sé porque he vivido lo que he vivido, ya sé porque he tenido la familia que tengo. He nacido para esto. Venganza. Pero antes de vengarme de ellos... Debo aparentar lo que no soy. Porque nunca llegarán (todos ellos) a conocerme realmente, estarán muertos antes de que pueda llegar a ocurrir. - Pienso mientras llego al escenario y actúo con normalidad, es decir...cara de miedo, evito a la presentador y esbozo una falsa, pero convincente sonrisa consoladora dirigida a mi compañera enemiga... - -Todo irá bien! - Le susurro.

¡Vaya lo que tenemos aquí! Señoras y señores, nuestro último tributo de hoy es Sáuce. -dice mientras se pone en medio de ambos.
¿Algún voluntario para sustituir al pequeño Sáuce? -la pregunta queda en el aire al no hallar más respuesta que un amargo silencio, y es que nadie se atreve siquiera a un leve susurro en el momento en que piden voluntarios por temor a una confusión. Fucsia continúa entonces animando al jóven: ¡No pasa nada, muchacho! ¡Lo harás muy bien! -y le regala una amplia sonrisa blanca blanca entre los labios pintados del mismo color rosa que invade su cabellera.

Mientras brinco levemente por el susto que me llevo al ver tan de cerca a Fucsia, me doy cuenta que que todo el mundo mira hacia nosotros dos. Quizás esperan que hagamos algo? Por qué no nos suben a un coche y nos llevan a dónde sea que nos hayan de llevar?

Muestro una cara pensativa... Acto seguido sonrío levemente y saludo con la mano a toda aquella aglomeración de pobres mineros que a penas se sostienen en pie, viudas carcomidas por la codicia y la desesperación.

Digo en voz suave, para que me oiga solo Fucsia. - Lo sé, lo haré muy bien...

Es muy curioso, que por culpa de unos errores pasados, todos estamos pagando el coste. Cada año, 2 vidas por distrito, desde hace 75 años. No es curioso, es LOCURA. O exceso de inteligencia. No. Eso no existe para el Capitolio, más bien es ambición, la ambición nos hace listos pero no inteligentes. No poseemos más inteligencia que un animal, lo que poseemos es ambición... Anota eso, teslero.! - Sonrio para mis adentros, descubriendo mi capacidad de hablar conmigo mismo, no solo como lo haría una persona "normal" sino que puedo sacar conclusiones por mí mismo. - Me alegra descubrirme... - Me digo.

La presentadora rosa deja su puesto en el podio y el alcalde nuevamente sube a él con un papel entre las manos y semblante serio. Comienza a leer lo de todos los años: El Tratado de la Traición, un texto lúgubre y asquerosamente odiado que leen año tras año durante la ceremonia. Se habla del honor, se la lealtad...

Pero vosotros no haceis ni caso de las palabras del alcalde, solo podéis preguntaros por qué vosotros habeis salido elegidos. Qué malditas tretas os deparará el destino...
Cuando termina de leer os indica a ambos que os deis la mano.

Mientras suena el Himno de Panem debeis mirar hacia el frente, hacia toda la gente de vuestro Distrito que os va a permitir marchar sin más, con la esperanza de que alguno de vosotros ganeis y el Distrito sea "recompensado" con un montón de comida para el año siguiente.

Le cojo fuerte de la mano. Miro al frente e intento no pronunciar nada con mi rostro. Estoy petrificado.

- No sé muy bien todavía porque Padre, Marth y Lowel me han llevado por este camino de espino... Aunque supongo que en caso de ganar... ninguno de los 3 probará un solo bocado del premio.

Intento que el apretón de mano dure exactamente lo que dura el himno, no quiero malentendidos, ni juegos de apretones, etc...

¿Y ahora qué?

Respondo al apretón de manos del pequeño Sauce con una mezcla de asco y rabia. Asco hacia la multitud que atesta la plaza con su maldito pánico, y con todas sus escasas esperanzas puestas en un niño y una adolescente.
No siento miedo en absoluto y tampoco tengo miedo a morir.
 

- Se repite la historia...

De nuevo mi hermana vuelve a mi pensamiento.

-Aunque sólo sea por ella...

Acaba el himno y una media sonrisa cruza mi cara.

Una vez termina el himno, os ponen bajo custodia. No es que os esposen ni nada de eso, pero un grupo de agentes de seguridad os acompañan hasta la puerta principal del Edificio de Justicia del Distrito 3.

Una vez dentro os conducen por separado a una salita lujosa y os dejan solos. Es un lugar lujoso, con alfombras de diversos motivos y colores y sofá y sillones de terciopelo.

Una hora a solas es lo que teneis de ahora en adelante para despediros de vuestros seres queridos antes de partir hacia el Capitolio.
Os recuerdan que os dejan llevar algo de vuestro distrito en el estadio, algo que os recuerde a casa, este es el momento de decidir si llevais algo y el qué.

Disculpas aceptadas y siento si me puse muy borde pero en esta web hay gente que muchas veces solo responde así y lo he aprendido por las malas al igual que mi novio.
Ahora te miro a conciencia la ficha que creo que no me salen bien las sumas y te comento por la escena de "creación de personajes".
Por cierto, te habrá costado encontrar la foto ¡¡pero me mola un montón!!

Bueno, es normal, ya estabas mosqueadilla con el otro jugador. De verdad que lo siento, no volverá a pasar.
Me alegra que te guste la foto, para mi es algo fundamental sentise bien con el aspecto del personaje en una partida.

¡Ya está arreglado el asuntillo de los puntos!

Saludos:)

Miro a mi alrededor perpleja. Nunca había visto nada parecido: tapices, relojes de pie, lujosos sillones e incluso una pequeña mesita con un jarrón lleno de malvas...

Uhm, malvas.. -pienso- Tiene gracia.

Me paro en medio del inquietante salón mirando hacia la gran lámpara de telaraña que cuelga del techo.
 

-Un objeto... ¿¡Quién demonios desea llevarse un objeto a la tumba!?

Desesperada y turbada me llevo las manos a la cabeza.

Inundada ahora por un enorme sentimiento de pena, recuerdo algo que hace que se me encoja el alma.

-El guardapelo...

No puedo evitar que una lágrima resbale por mi rostro.