Partida Rol por web

La Estación de Tren está cerca del Edificio de Justicia.

La Estación de tren está a rebosar de periodistas con cámaras apuntándoos a la cara, como insectos.

Teneis que quedaros unos minutos en la puerta del tren, mientras las cámaras engullen vuestras imágenes.

Después os dejan entrar en el vagón y las puertas se cierran tras vosotros. El tren comienza a moverse de inmediato.
No es un tren de mercancías normal, sino uno de los modelos de alta velocidad del Capitolio, que alcanza una media de 400km por hora.

El "Tren de los Tributos" es aún más elegante que la habitación del Edificio de Justicia. Cada uno teneis vuestro propio alojamiento compuesto por un dormitorio, un vestidor y un baño privado con agua corriente caliente y fría.

La mentora del Distrito 2, a quien apenas habiais visto excepto en la Ceremonia, es la que se encarga de llevarte a tu compartimento una vez entrais en el tren.
- Hola, Kelia. Yo soy Aroa, vuestra mentora. -te dice seria aunque da la sensación de que intenta ser simpática.- Sé que esto es duro... pero tienes que ser fuerte y lista. Se te ve una chica inteligente y bastante pochola así que no nos irá mal si lo potenciamos.
Te abre la puerta de un compartimento y te quedas asombrada pues ni siquiera los más pudientes de tu Distrito podrían tener algo así:

Te sonríe mientras te dice que en los cajones hay un montón de ropa bonita y que puedo ponerme lo que quiera, que todo está a tu disposición.
Tu única obligación es estar lista para cenar en unas 4 horas.
Se despide con un escueto "Hasta luego" y te deja allí sola.

- Vamos, jovencito, alegra esa cara. -te dice Myu una vez que las puertas del vagón se cierran detrás tuyo y se queda a tu cargo. Ves como la mentora, con quien no has tenido trato por ahora, se lleva a Kelia.
- Te voy a llevar a tu compartimento, ya verás qué cómodo y bien vas a estar, y no te preocupes por nada. Hay ropa limpia en los cajones, te puedes dar una ducha bien caliente... -te va diciendo por un estrecho pasillo mientras notas la velocidad que lleva el tren. Hasta que se para frente a una puerta y la abre:

- Puedes hacer y ponerte lo que quieras. Vendré a buscarte dentro de unas 4 horas para cenar, tienes que estar listo para entonces. -dice la presentadora sonriendo y se marcha dejándote en aquella habitación.

- Vamos, jovencita, alegra esa cara. Y no hagas caso de ese... parece que quiera matarte antes de empezar los Juegos -te susurra Tiare una vez que las puertas del vagón se cierran detrás tuyo y se queda a tu cargo mientras ves como vuestro mentor, con quien no habeis tenido trato por ahora, se lleva a James.
- Te voy a llevar a tu compartimento, ya verás qué cómodo y qué bien vas a estar, y no te preocupes por nada. Hay ropa limpia y bonita en los cajones, te puedes dar una ducha bien caliente... -te va diciendo por un estrecho pasillo mientras notas la velocidad que lleva el tren. Hasta que se para frente a una puerta y la abre:

- Puedes hacer y ponerte lo que quieras. Vendré a buscarte dentro de unas 3 horas para cenar, tienes que estar lista para entonces. -dice la presentadora sonriendo y se marcha dejándote en aquella habitación.

Una vez que se cierran las puertas el vagón, el mentor del Distrito 3, a quien apenas habiais visto excepto en la Ceremonia, es el que se encarga de llevarte a tu compartimento una vez entrais en el tren.
- Hola, James. -te dice seriamente.- Sé que esto es duro... pero tampoco lo pagues con esa pobre muchacha que ha corrido la misma mala suerte que tú. Ya sé que sois enemigos pero no deberías crucificarla antes de entrar al Estadio, a menos que quieras que esa sea tu estrategia...
Por cierto, mi nombre es Deneb, por si no te acuerdas...

Se para frente a una puerta y la abre dejándote entrar:

- Dentro de 3 horas vendré a buscarte para cenar. Puedes hacer lo que quieras hasta entonces, hay ropa limpia en los cajones y en el baño hay agua caliente. -Te dice antes de cerrar la puerta del compartimento y marcharse.-

El alocado presentador te coge por banda en cuanto las puertas del vagón se cierran. Te agarra de un brazo con delicadeza y te lleva con él por un estrecho pasillo. Para ser nuevo para que se conoce bien el tren...
- Bueno, Bost, ahora podrás descansar un poquito fuera de cámaras. Te voy a llevar a tu compartimento y podrás descansar o darte una buena ducha caliente si lo deseas.
Te va llevando por el pasillo hasta que abre una puerta y te deja entrar delante para que veas su interior:

Es una habitación muy lujosa, con múltiples cajones y un baño grande al que se llega a través de una puerta cerca de la amplia cama.
- Puedes hacer lo que quieras, hay ropa limpia y de tu talla en los cajones para que te puedas cambiar si quieres. Dentro de 2 horas vendré a recogerte para la cena. -te dice mientras cierra la puerta. Antes de cerrarla del todo le oyes gritar alegremente: ¡Hasta luego!

Una vez que se cierran las puertas el vagón, el mentor del Distrito 4, a quien apenas habiais visto excepto en la Ceremonia, es el que se encarga de llevarte a tu compartimento una vez estais en el tren.
- Hola, Walter. -te dice divertido.- Sé que Urdin te ha descolocado un poco así que he preferido guiarte yo a tu compartimento... Por cierto, me llamo Torg, por si no te acuerdas ni sueles ver los Juegos.
Te va llevando por un pasillo dándote ánimos hasta que se para frente a una puerta y la abre dejándote entrar:

- Dentro de un par de horas vendré a buscarte para cenar. Puedes hacer lo que quieras hasta entonces, hay ropa limpia en los cajones y en el baño hay agua caliente. -Te dice antes de cerrar la puerta del compartimento y marcharse.-

Cuando se cierran las puertas una vez estais en el tren, una jovencita niña un poco más baja que tú te sonríe y te agarra de un brazo para que la sigas, dejando a tu compañero de Distrito con la loca presentadora. Es la mentora del Distrito 6, ganó hace dos años y la recuerdas vagamente. Te recuerda un poco a tu hermana mayor...
- Hola Briggitte... Mi nombre es Mel, seré vuestra mentora este año, quizá aún te acuerdes de mí. -te dice alzando la vista para mirarte mientras sonríe tristemente.- Te voy a llevar a tu compartimento y allí podrás descansar o darte una buena ducha caliente si lo deseas.
Te va llevando por un estrecho pasillo hasta que abre una puerta y te deja entrar delante para que veas su interior:

Mientras tú entras, Mel se queda en la puerta y te explica:
- Hay un montón de ropa bonita en los cajones, puedes ponerte lo que quieras, hacer lo que quieras... todo está a tu disposición. La ducha tiene agua caliente. Vendré a buscarte dentro de una hora para cenar, tienes que estar lista para entonces. -y tras esto, se marcha dejándote sola ante unos lujos que jamás hubieras podido imaginar.

La alocada presentadora te coge por banda en cuanto las puertas del vagón se cierran. Te agarra de un brazo con delicadeza y te lleva con ella por un estrecho pasillo mientras va silbando alegremente.
Cuando estais llegando a tu compartimento te dice:
- Bueno, Sáuce, ahora podrás descansar un poquito fuera de cámaras. Te voy a llevar a tu compartimento y podrás descansar o darte una buena ducha caliente si lo deseas.
Se para frente a una puerta, la abre y te deja entrar delante para que veas su interior:

Es una habitación muy lujosa, con múltiples cajones y un baño grande del que puedes ver el interior pues la puerta está abierta.
- Puedes hacer lo que quieras, hay ropa limpia en los cajones para que te puedas cambiar. Dentro de una hora vendré a buscarte para cenar. -te dice mientras cierra la puerta. Antes de cerrarla del todo le oyes gritar alegremente: ¡Hasta luego pequeño!

-Si te digo la verdad, no soy muy fuerte...- admito con un hilo de voz, algo avergonzada por ello pero dispuesta a decir la verdad porque si no, ¿cómo va a ayudarme?.
-Po...¿pochola?- repito un poco perpleja. Es la primera vez que alguien emplea un adjetivo de ese tipo para definirme, ¿de verdad doy esa impresión? Bueno, no sé, tampoco es que conozca a mucha gente tal vez por mi relativa timidez... Sea como sea supongo que juega a mi favor, como ella misma acaba de comentar.

Opto por dejar ese tema aparcado por ahora, sin embargo asiento con decisión.
-Yo también estaba pensando centrarme en la estrategia y esas cosas. Creo que será mi única oportunidad real...- suspiro levemente, pero el desánimo se disipa en cuanto abre la puerta de mi habitación y ahogo una exclamación de asombro.

-¡Qué maravilla!- espeto irremediablemente adentrándome en la iluminada estancia con la boca entreabierta, hasta que me percato de ello y la cierro de golpe aunque no los ojos, que parecen querer absorber el más mínimo detalle. Si tenemos que morir al menos nos darán un buen preámbulo según parece.

-Vale...- antes de darme cuenta Aroa ya se ha retirado y vuelvo a quedarme sola. Parece una chica bastante introvertida, no quiero ni imaginarme lo que debió vivir... pero tendré que preguntárselo para que me sirva de guía.
Finalmente opto por distraerme dándome un larguísimo y relajante baño con espuma y sales aromáticas para después distraerme otro largo rato con la inmensidad de conjuntos de ropa a mi alcance. ¡Nunca había visto tanta junta! Lo cuál me recuerda que cuando nos pongan en manos de los estilistas espero que no nos obliguen a llevar algo demasiado extravagante.

Al final entre unas cosas y otras creo que me retraso unos cinco minutos pero eso es todo, tras cuatro horas y cinco estoy lista para la cena en el compartimento pertinente. ¿Veré a Mike limpio? No sé yo...

Qué es todo esto? La madera brilla... La ropa de los cajones, no solo está limpia. Es nueva.

Me siento en la cama y siento como mis glúteos se relajan por primera vez en muchos años. (Fundido a negro)

(Fundido de apertura)

El espejo del baño ahora está cubierto por el vao y por supuesto lleno de garabatos. Me echo en la cama y disfruto de ella hasta que resten 5 minutos para la hora señalada. Entonces, cogeré ropa limpia y me cambiaré. Permaneceré sentado y cambiado hasta que llegue la presentadora.

Las cosas iban muy deprisa, y Michael se veía arrastrado por la corriente que le rodeaba. Se movía como una oveja de rebaño guiada por su pastor: simplemente avanzaba y giraba cuando se lo decían. Antes de darse cuenta se encontraba frente al tren que los llevaría al capitolio. Los flashes de las cámaras le molestaban, sobre todo por que estar acostumbrado a trabajar en una mina tiene sus consecuencias respecto a la tolerancia a la luz intensa, y aquella lluvia de flashes era como mínimo muy intensa. Por suerte acaban entrando al tren donde Michael es conducido por Myu hacia su habitación, mientras a Kelia se la llevan a otro lado, probablemente a su habitación también. Cuando Myu abre la puerta Michael no puede evitar mostrar su asombro.

¡Pero qué...! ¡Menudo lujo!..y en un tren...Aqui viviría mi familia cienveces mejor que en casa... y en cambio ahí estamos muriéndonos de hambre...

A pesar de sus pensamientos negativos, intenta no mostrar rabia.-Uau!... Esto es realmente lujoso.- le costaba admitirlo, pero la oportunidad de darse una ducha caliente le atraía de una manera increíble. Cuando la presentadora se marcha Michael vuelve a centrar su vista en la habitación. Lo primero que hizo fue ir directo al baño y desnudarse para darse esa ducha caliente...

Hay de todo, la verdad. Habrá camisetas normalitas o camisas para arriba, pantalones vaqueros de buena calidad o de traje, o trajes enteros. ¡Un sinfín de posibilidades!
De todos modos, ahora solo te tienes que vestir para ir a la cena, que no se televisa ni nada. Hasta el día siguiente no llegareis al destino.

Me voy al baño y tomo un relajante y largo baño de agua caliente, hacía tiempo que no disfrutaba de cosa igual.

Al terminar me recuesto sobre la cama y dejo la mente en blanco disfrutando del poco tiempo que me queda de descanso, antes de empezar los juegos.

Media hora antes de la cena me dispongo a vestirme, como es una cena formal, me pongo el traje, y espero a que vengan a por mi para la cena.

observo la habitación, paseo despacio tocando las suaves telas de las ventanillas y el acabado brillante de la madera de las butacas, me siento en la cama botando ligeramente un par de veces para probarla.

-podría acostumbrarme a esto...

me levanto dirigiéndome al cuarto de baño y sonrío al ver la bañera, pongo el agua caliente mientras me desvisto tirando la ropa a un lado, siento el agua de la ducha caer encima mientras cierro los ojos, sin querer doy un repaso a mi vida, penas , alegrías,tantas cosas han pasado, tantos momentos y en todos ellos mi padre, siempre presente, nunca me había separado de el, lo hecho tanto de menos, esta tan lejos ya...

salgo de la ducha y me enrollo en la toalla, haciendo lo mismo con el pelo tumbándome en la cama, cierro los ojos y sin darme cuenta me quedo dormida, cuando solo queda media hora para la cena me despierto sobresaltada mirando alrededor

-no, no ha sido un mal sueño...

miro la hora y me levanto rebuscando en el armario.

-sera una cena elegante me imagino habrá que causar buena impresión...

hablando con migo misma, saco un vestido negro escotado por atrás en forma de pico y recto por delante con cuello barco, acabado en una falda que llega por encima de la rodilla con evasé, me miro al espejo y sonrío mientras me recojo el pelo de manera un poco mas informal con unas cuantas horquillas que veo en el tocador, después me coloco los tacones y saco un poco de partido a mi cara con un poco de colorete y pinta labios, una ultima mirada en el espejo, me encojo de hombros y sonrío

-disfrutemos de lo que hay mientras aun haya, nunca se sabe.

miro la hora justo a tiempo ya es la hora en la que deberían recogerme...

Dos horas... Tiempo suficiente para relajarme. Sin perder tiempo, me doy una rápida ducha, pues no me gusta estar sucia y la expectación y el calor de los focos me han hecho sudar. Salgo de la ducha, y esperando que llegue el momento de bajar a la cena, donde espero conocer a los demás participantes, me detengo en contemplar la habitación. El decorado es lujoso y exuberante, pero no me siento cómoda, ya que toda mi vida he estado rodeada de paredes desnudas. Estando recubiertas no puedo fijarme en cómo están construidas...

Me dirijo al armario, que está llena de vestidos. Pero dónde hay unos pantalones... No me aclaro entre tanta ropa. Después de mucho buscar, encuentro unos bonitos y cómodos pantalones largos, y una camiseta de manga picada que llega hasta el codo.

No es muy elegante, pero para la cena creo que servirá. Me pongo la ropa y espero a que llegue la hora de la cena, recordando a mi familia, y pensando en qué estarán haciendo.

Micheal dedica unos largos minutos a disfrutar de su ducha caliente. Se queda todo lo inmóvil que puede para dejar que el agua corra tranquilamente por su cuerpo desnudo. Poco a poco los músculos y él mismo se iban relajando bajo la acción del agua. Era una sensación realmente placentera. El tiempo va pasando lentamente y entonces decide salir de la ducha, para vestirse. Sólo con una toalla como "pantalones" salió del baño para ir al armario. Antes de nada dedicó una rápida mirada a sus ropas pues evidentemente todavía le servían, pero decide cambiar pues están bastante sucias.
El armario le ofrecía una amplia gama de posibilidades a nivel de vestuario. La verdad es que estaba desconcertado y no tenía ni idea de cómo debía vestir para aquella cena. ¿Traje? ¿Casual? ?Un punto medio?...Nada, ni idea. Tampoco podía acercarse a las habitaciones de los demás para preguntar pues quedaría ridículo, así que tras mucho pensar decide ponerse unos vaqueros oscuros, con una camiseta de manga corta, y una cazadora de marca que encontró por ahí. En resumidas cuentas: lo que llevaba al entrar en el tren, pero de mayor calidad, limpio, y planchado. Una vez arreglado eso se peina un poco, pero no demasiado, pues se veía ridículo bien peinado. Finalmente volvió a colocarse sus guantes. No porque tuviera frio, o por que quedaran bien, sino porque le daban sensación de seguridad. Tanto tiempo trabajando en las minas le había dejado las manos hechas un asco y llevar los guantes para protegerlas era ya más bien un hábito.

Bueno, y ahora a esperar hasta la cena...

Se tumbó en la cama dispuesto a descansar hasta la hora de la cena.

Observo cada detalle del compartimento con sumo cuidado y busco cualquier objeto que pudiera serme de utilidad en el futuro, ya sea un pequeño martillo para romper la ventana en caso de incendio, un boli, lapicero o similar.

Luego me ducho tranquilamente y me pongo ropa limpia, ya habrá tiempo de padecer penalidades, pero ahora hay que descansar para lo que se nos viene encima.

Luego me tumbo en la cama y descanso hasta la llegada de Torg