Partida Rol por web

Imponente, glamurosa, colorida, llamativa... se alza ante vosotros por primera y seguramente última vez la Gran Ciudad que domina todo el país de Panem y sus Distritos, de donde procedeis:
El Capitolio, la cuna de todo lo que se cuece en Panem.

El tren frena y entonces os separan nuevamente por parejas como de costumbre.
Si os habeis dejado algo en vuestro compartimento (lo que llevais con vosotros, por ejemplo si es que no lo llevais siempre encima) vuestro mentor o mentora os acompañará a cogerlo a toda prisa porque hay que salir ya, volver a pisar tierra firme... y sentirse abrumado por la infindad de flashes que cegarán vuestros ojos cuando lo hagais.

Una vez estais todos listos, os colocan en orden de Distrito para salir. Primero salen los dos tributos del Distrito 1 seguidos de su mentor y su presentadora de extraño peinado, tras ellos los tributos del Distrito 2 con su mentora y la presentadora... y así hasta ir saliendo todos en ordenada fila y silencio.

Según vais saliendo, y aunque os dirijen recto por un pasillito hecho para la ocasión que os separa de los periodistas por vallas, los fotógrafos no pierden detalle de vosotros y os inmortalizan a cada segundo y los periodistas que hay os acosan con preguntas estúpidas que no estais obligados a responder. Para eso ya habrá una entrevista en los siguientes días.

Una vez conseguís salir fuera de la moderna Estación de Trenes, os esperan varios coches enormes para llevaros a los 4 de cada Distrito en cada uno de ellos.

El interior de los coches es increíble, hay comodidades en cada centímetro que observais. El trayecto no es largo así que no os da tiempo a acomodaros mucho.

Os dejan frente a un edificio hecho casi en su totalidad de cristal. Os impresiona ver algo así; de donde vosotros procedeis jamás sería factible el construir algo así, ni siquiera en el Distrito 4 (el de la construcción) que es desde donde mandan la mayor parte del material con el que construyen edificios en el Capitolio:

Sale una mujer con melenita y cabello tan rubio que casi parece blanco y saluda con una mano a todos.
Luego pide silencio por que hay algunos que están cuchicheando... y grita bien alto:
- ¡Este es el Centro de Renovación! ¡De aquí saldreis como nuevos y perfectos para el desfile de esta tarde/noche! ¡Seguidme en orden como habeis ido hasta ahora!

Entrais y os van llevando a cada tributo por separado a una salita, en el piso tal o el piso cual. Apenas os da tiempo de observar el edificio por dentro, todo ocurre muy deprisa...
Y para cuando os quereis dar cuenta, estais desnudos sobre una camilla y ya teneis a varias personas sobre vosotros encargándose de quitaros casi todo el pelo que tengais en el cuerpo: piernas, brazos, axilas, pecho, espalda, parte de las cejas... para seguidamente embadurnaros con una especie de barro que os irrita aún más a piel ahora que la teneis sensible y desprotegida. Después os echan una especie de crema pringosa por el cuerpo que os alivia la irritación.
Os dan una toalla para taparos y os hacen pasar a otra habitación.

Entrais en una habitación puramente blanca con unos cuantos sofás y, de frente a vosotros, un chico y una chica os miran de arriba a abajo en silencio. Luego ambos se presentan:
- Buenos días, me llamo Celene y seré vuestra estilista junto con... -dice la jóven pelirroja de melena perfectamente recta y señalando hacia su compañero, que le interrumpe:
- Y, yo soy Emery, también estilista y encargado de vestuario. Podeis sentaros mientras pensamos en la idea final para el desfile de hoy.

Os dejan solos y se meten a una habitación contigua cerrando la puerta. Al cabo de pocos minutos vuelven, ambos sonrientes y Emery os dice:
- Bueno, nos hemos fijado en que venís conjuntados, no sabemos si por casualidad o no , pero intentaremos que siga siendo así en el desfile de esta noche.
Celene se coloca entonces frente a vosotros y os pide que la sigais. De pronto, de la pared donde parecía que solo había pared, abre una puerta corredera y se muestra ante vosotros un amplio armario perfectamente ordenado.
- Hemos pensado en que... siendo del distrito del oro y la plata, podríais ir con colores dorados o plateados, os mostraremos algunas joyitas del armario...-dice Celene sacando el traje y vestido que han elegido para vosotros.

¿Qué os parece? -os preguntan a la vez.

Entrais en una habitación puramente blanca con unos cuantos sofás y, de frente a vosotros, una chica rubia y un chico con un diabólico pelo os miran de arriba a abajo en silencio. Luego ambos se presentan:
- Buenos días, me llamo Gisselle y seré vuestra estilista junto con... -dice la bonita rubia señalando hacia su compañero, que le interrumpe:
- Y, yo soy Daryl, también estilista y encargado de vestuario. Podeis sentaros mientras pensamos en la idea final para el desfile de hoy.

Os dejan solos y se meten a una habitación contigua cerrando la puerta. Al cabo de pocos minutos vuelven, ambos sonrientes y Daryl os dice:
- Bueno, vamos a ver qué podemos hacer con vosotros... ¡Manos a la obra!
Gisselle se coloca entonces frente a vosotros y os pide que la sigais. De pronto, de la pared donde parecía que solo había pared, abre una puerta corredera y se muestra ante vosotros un amplio armario perfectamente ordenado.
- Hemos pensado en que... siendo del distrito de ganadería y caza, hemos pensado en vestiros con tonos anaranjados o marrones. Os mostraré algunas joyitas del armario...-dice la chica sacando el traje y vestido que han elegido para vosotros.

¿Qué os parece? -os preguntan a la vez.

Entrais en una habitación puramente blanca con unos cuantos sofás y, de frente a vosotros, una chica morena despeinada y un chico jóven y cuidado os miran de arriba a abajo en silencio. Luego ambos se presentan:
- Buenos días, me llamo Amir y seré vuestro estilista junto con... -dice el jóven con tono serio aunque sonriente y señalando hacia su compañera, que le interrumpe:
- Y yo soy Dalia, también estilista y encargada de vuestro vestuario a partir de ahora. Podeis sentaros mientras pensamos en la idea final para el desfile de hoy.

Os dejan solos y se meten a una habitación contigua cerrando la puerta. Al cabo de pocos minutos vuelven, ambos sonrientes y Amir os dice:
- Bueno, vamos a ver qué podemos hacer con vosotros... ¡Manos a la obra!
Dalia se coloca entonces frente a vosotros haciendo divertidos gestos para calmar el ambiente y os pide que la sigais. De pronto, de la pared donde parecía que solo había pared, abre una puerta corredera y se muestra ante vosotros un amplio armario perfectamente ordenado.
- Hemos pensado en que... siendo del distrito de la construcción y la gris piedra que se usa para los edificios, vamos a vestiros de riguroso gris con algún tono de color. Os mostraré algunas joyitas del armario...-dice la chica sacando el traje y vestido que han elegido para vosotros.

¿Qué os parece? -os preguntan a la vez.

Entrais en una habitación puramente blanca con unos cuantos sofás y, de frente a vosotros, una chica morena y un chico de extraño painado os miran de arriba a abajo en silencio. Luego ambos se presentan:
- Buenos días, me llamo Riku y seré vuestro estilista junto con... -dice el jóven sonriendo y señalando hacia su compañera, que le interrumpe:
- Y yo soy Noa, también estilista y encargada de vuestro vestuario a partir de ya. Podeis sentaros mientras pensamos en la idea final para el desfile de hoy.

Os dejan solos y se meten a una habitación contigua cerrando la puerta. Al cabo de pocos minutos vuelven, ambos sonrientes y Riku os dice:
- Bueno, vamos a ver qué podemos hacer con vosotros... ¡Manos a la obra!
Noa se coloca entonces frente a vosotros haciendo divertidos gestos para calmar el ambiente y os pide que la sigais. De pronto, de la pared donde parecía que solo había pared, abre una puerta corredera y se muestra ante vosotros un amplio armario perfectamente ordenado.
- Hemos pensado en que... siendo del distrito del carbón, ya que vamos a vestiros de riguroso negro, le vamos a dar un toque haciendo que la ropa sea toda de cuero. Os lo mostraré...-dice la chica sacando el traje y vestido que han elegido para vosotros.

¿Qué os parece? -os preguntan al unísono, ni que lo tuvieran ensayado.

Vaya cambio! Habéis hecho un gran trabajo. Briggitte te sienta genial ese cuero. - Les hago un gesto de agradecimiento, mientras me adapto al cuero...

Qué extrañas telas... Se enganchan en la piel y son incómodas en según que zonas, cómo las axilas, entrepierna... Me pregunto si deberé llevar esto puesto cuando empiecen los juegos... - Pienso mientras muevo brazos y piernas probando la comodidad de mis nuevas ropas.

Cuando salimos del tren me limito a sonreír con cierta timidez a los periodistas. Me supone un esfuerzo pero sé que tengo que hacerlo por muy incómoda que me sienta. Intento no alejarme demasiado de Mike y el resto de representantes de mi Distrito, creo que si tuviera que enfrentar estas situaciones sola me moriría directamente y sin necesidad de juegos.

Al llegar al interior del edificio acristalado y tras la perplejidad inicial, me siento más relajada por un momento que dura más bien poco, pues pronto tiran de nosotros con total impunidad. Podría morirme de vergüenza sin parar de pensar "tierra trágame" hasta que por fin nos dejan salir con una bata para escoger indumentaria.

-Son muy bonitos... pero es lo que todo el mundo espera, oro y plata. Creo que si queremos llamar la atención de la gente y los patrocinadores tendremos que optar por algo menos típico, que les coja por sorpresa. ¿No....?- me siento un poco idiota por intentar hacer cambiar de opinión a una pareja de estilistas profesionales, ¿y yo qué sabré de todo esto? Pero he visto los Juegos año tras año y cuando se visten "como siempre" tardo más en aprenderme los nombres de esos tributos que de los demás. Eso no puede ser bueno.

Celene te mira asombrada y tarda en responder a tu propuesta:

- Vaya vaya, pues como siempre se ha hecho así tampoco nos habíamos planteado el cambiar eso. ¿Y qué sugieres, pequeña? ¿Alguna idea? ¿Otros colores? - te pregunta un poco reticente a que una chiquilla le de consejos pero a la vez ha de reconocer que la idea de innovar totalmente no es mala y has llamado su atención. Mira a su compañero que asiente con la cabeza pero añade:

- No tenemos mucho tiempo, más vale que se nos ocurra algo rápido entre los 4, 4 mentes piensan más que dos y vosotros sois los interesados... ¿no creeis? - tras decir esto empieza a revolver las perchas del armario buscando algo aquí y allá poniendo caras y negando con la cabeza a cada segundo.

- ¿QUE! NI DE COÑAAAAA, digo con un fuerte grito, me gusta como voy vestido, es cómodo,  además ¿qué te crees? ¿qué somos modelos?, no pienso ponerme como si fuera a una boda... ¿pero que se han creido estos tios? Despues del calvario de la depilación ahora nos vienen con esto, ¡ME NIEGOOOOO!

-Además que pasa ¿por dedicarme a la caza tengo que vestir con tonos  marrones? Para cazar nunca he ido de marrón... que poco sabeis de la vida real... digo en un tono de susurro.

-Así que ya sabeis o vais buscando otro modelito, o yo voy así. Y no hay más que hablar. Digo en un tono serio.Estos tipos me están cabreando, no puedo ir como quiero ni el dia de mi muerte...

despues de las fotos, prisas ,dolorosa depilacion, barros y mas prisas al fin parece que hay un poco de paz nos presentan la ropa para vestirnos y oigo a James como se  pone a despotricar sobre la ropa que le ofrecieron la miro y sonrio levemente, mirando despues mi vestido me quedo pensativa mirandolo

hombre, no creo que nos lleven a las peleas con esta indumentaria miro a los estilistas un poco con la ceja elevada o si?, a mi el vestido me gusta pero no precisamente para pelear...

Nada mas mirarme al espejo siento enrojecer. Muerta de vergüenza por no haberme visto ni imaginado nunca llevando un atuendo semejante, me aventuro a dar media vuelta sin dejar de fijar la vista en mi reflejo.
Me agarro el cabello con las dos manos.
Me lo vuelvo a soltar.
Finalmente me lo acomodo sobre los hombros y miro al pequeño Sauce.

Le sonrío.

-Gracias.

Vaya, Sáuce había dejado de tener ese aspecto infantil.
Me río.

-¿Te habías imaginado alguna vez llegar a estar vestido de este modo?

Hacía mucho tiempo que se me habían olvidado mis incipientes formas de mujer. Mirando de reojo intento caminar con éste calzado tan poco usual.

Pues la verdad... El cuero que yo conocía servía para afilar los cuchillos de caza... Es difícil imaginarlo tan comprimido, estirado y... vestido con él. Pero todo sea por hacer sonreír un poco a esos que nos disparan luces blanquecinas cegadoras.

Michael volvió a recibir a la multitud de periodistas con una cara de no demasiados amigos. Las malditas lluvias de flashes no le hacían ni pizca de gracia. Por suerte no tardaron mucho en librarse de ellos, aunque sólo para encontrarse, segundos después, en una situación si cabe peor. La sesión de "depilación" resultó horrible para Michael, demás de innecesaria para su gusto. Los del capitolio están chalados...

Por fin le dejaron "libre" con la bata para volver a encontrarse con su compañera de distrito en la misma situación. Los dos especímenes que tendrían que vestirlos para la ocasión mantienen a Michael con la boca cerrada. No quería que se le escapara alguna estupidez. Sin embargo no puede evitar hacer una mueca al ver el traje que querían ponerle. Sólo con verlo ya se imaginaba lo incómodo que sería, pero aún así intenta que no se note tanto lo poco que le gusta. Tenía que seguir la idea de Kelia.

- Con...conmigo no contéis demasiado...Yo no soy bueno para estas cosas.- responde a Emery, aunque más bien lo dice para todos. Si por él fuera volvería a ponerse la misma ropa con la que entró al tren.

Después de la "pelada", me quedo tan sorprendida que me dejo llevar. Así no pasaré calor en verano... Dos tipos muy raros se encargan de elegir la ropa para nosotros. Me parece bien la idea de llevar gris en honor a nuestro distrito, aunque el vestido parece un poco... aireado. A pesar de eso, supongo que entienden más que yo del tema, por lo que les doy la razón.

-Me parece muy buena la elección, gracias. El color gris me gusta...

Daryl miró primero asustado y luego enfadado la reacción de James sin saber muy bien a qué venía tanto jaleo. Todos los años se hacía lo mismo, tooodos los años se ponían guapos a los tributos para presentarlos en condiciones en el desfile por la ciudad.
No le dió tiempo a contestar al muchacho pues Gisselle, muy calmada ella, se limitó a contestar a Alexandra para tranquilizar los ánimos en la habitación:
- No, cariño, por supuesto que no vais a tener que pelear con esta ropa. El traje de James y tu bonito vestido sólamente son para que podais luciros lo máximo posible durante el Desfile de Presentación Oficial que es dentro de pocas horas. Sé que estareis nerviosos... es normal, pero podeis relajaros, en cierta medida, ya que aún quedan bastantes días para que tengais que entrar en los Juegos. - sonriente os mira a ambos esperando una respuesta, un cambio de humor... un algo.

Noa y Riku se miraron y los ojos de ambos parecían irradiar pura felicidad al oír vuestros alagos, vuestras palabras y vuestros agradecimientos.
La verdad es que, una vez vestidos ambos, se os veía perfectos, increíblemente guapos para el Desfile Oficial de Presentación que comenzaría en unas horas.
Riku se acercó a vosotros y giró alrededor vuestro captando cada centímetro de vosotros con el traje y el vestido puestos asintiendo con una sonrisa y lanzando miradas cómplices a Noa. Riku os pregunta:
- ¿Qué os parece? ¿Estais cómodos? No es que importe mucho, sólo vais a llevarlo puesto unas horas y después del Desfile os llevarán al hotel a descansar.

- Ahora nos falta peinaros y maquillaros... pero como aún no es la hora de empezar con eso comeremos algo aquí, si os apetece... -dice Noa mientras pulsa un botón que hace que de inmediato aparezca una mesa totalmente completa con comida ya lista para comer por detrás de uno de los sofás.

-Humm...- tuerzo el gesto ante la reacción de nuestros estilistas. Al menos no se han negado de forma rotunda pero dejan claro que año tras año se limitan a trabajar sobre lo mismo sin innovar. Aunque hay que admitir que nuestro distrito y el primero suelen ser los mejores en esto porque el resto todavía son peor. Aún así nunca está de más eliminar riesgos.

Miro de reojo a Mike, pero como ya esperaba acaba por eludir su opinión en cuanto a moda se refiere. Seguro que más adelante cuando los Juegos estén cercanos no parará de dar su opinión. A veces es tan rotundo como un mazazo.

-Bien, si sólo tenemos unos minutos será bastante difícil...- me aproximo al amplísimo armario junto a Celene y Emery -Sería más llamativo que los colores no sólo fueran del color de esos metales si no que llevaran parte de ellos impregnada, así emitiríamos destellos muy llamativos. Yo dorados y Mike plateados, sol y luna, en cierto modo- suena un poco cursi y estoy segura de que a mi compañero no le emocionará demasiado la idea pero por desgracia nuestra verdadera opinión ahora cuenta poco, debemos intentar ser algo pragmáticos.