Partida Rol por web

Los acuerdos de Pazo Pajar

Capítulo III: Sonrisas y monedas.

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17/01/2018, 23:14
Director

El Castellano de los Thalassos llevaba un par de días moviéndose entre el personal del castillo, empezó por el círculo de sirvientes de confianza, los que trabajaban más cerca de las Casas que se encontraban en estos momentos en Pazo Pajar para ir abriendo el cerco hasta el exterior. Así empezó por el personal de cocinas, chismosos habituales y en muchas ocasiones personas invisibles para las personas a las que sirven.

Los que trabajaban en las caballerizas hablaron menos. Incluso fueron lo justamente hoscos como para no ganarse la hostia que merecían. Por lo que a ellos respectaba, su gente también merecía justicia y la única forma era cortando las manos a la pareja de jóvenes hijos de la serpiente. Ese sobrenombre le habían dado.

Dar con los antiguos sirvientes de la Casa Errol era tarea harto complicado. La purga de la familia había sido motivo más que suficiente para sellar los labios o de adornarlos con mentiras. Pues de nada sirve el oro si no hay vida que permita disfrutar del mismo.

Paradójicamente el lugar en el que se encontraba en estos momentos le trajo inevitablemente la conversación mantenida apenas unos pocos días atrás con el bastardo de los Horpe y con Ser Greggor Griffin quién amablemente intercedió por los jóvenes demostrando rápidamente su inocencia.

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17/01/2018, 23:48
La Dama

-¿Qué tipo de compañía busca?- Le preguntó la Dama sacando al castellano de su ensimismamiento, así llamaban a la madame de aquel burdel. El nombre era por supuesto irónico pues sus modales distaban de ser refinados, tampoco era elegante su forma de vestir que se acercaba mas a la de una verdulera que a la de una cortesana. Sin embargo su burdel tenía éxito entre las clases medias y bajas. 

Villa Viciosa, así se llamaba el burdel que La Dama regentaba, tenía de todo y para todos los gustos. Especialmente para todos los bolsillos. Por supuesto escatimar en gastos podía acabar dejándote un souvenir inesperado. El lugar constaba de una sala principal que nada tenía que envidiar a una taberna salvo las mozas que de cuando en cuando se sentaban en el regazo de un hombre escogido al azar buscando provocarle como mínimo una erección. Mientras consiguiese hacerle desear más y por el camino aliviarle del incómodo peso de las monedas.

En la planta superior es donde decían que la magia sucedía, allí se encontraban incluso las profesionales, las que no mendigaban propina como sus compañeras de la planta inferior y que sólo eran mostradas a unos pocos elegidos que estuvieran dispuestos a desembolsar la suma.

-Usted tiene pinta de buscar algo mejor que lo que ve...- Volvió a insistir la Dama.

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18/01/2018, 00:46
Nathan Ostlich

Resultaba decepcionante tener que acabar en un lugar asi, pero no parecía haber de otra. Nathan hecho un vistazo a la sala, donde las mujerzuelas hacían sus promesas por monedas, y ciertamente descarto mezclarse con ellas.

-No se encuentra desencaminada, señora… +replico, dándole un trato mucho más cortes del que normalmente cabria a la tal Dama. Pero por esta vez, la tomaría como tal.+ No estoy seguro todavía si hoy prefiero juventud o experiencia. Sin embargo, me han dicho que su plantel puede abastecer toda clase de gustos… ¿Qué tiene para ofrecer, además de lo usual?

Cerro su pregunta colocando los pulgares en el cinturón, golpeando como quien no quiere la cosa el saquito que llevaba dentro del jubón al hacerlo, para hacer sonar las monedas.

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23/01/2018, 19:42
La Dama

La Dama sonrió ante aquella respuesta que parecía satisfacerla.

-Tenemos bellezas exóticas traídas desde el otro lado del mar angosto, tenemos expertas con artes amatorias de las que ninguna dama que se precie usaría y por supuesto tenemos espacio para la timidez. Jóvenes inexpertas que apenas han visto lo que es un buen falo. -Acompañó aquel gesto con un puño como buscando enfatizar su última palabra pronunciada.

-Lo mejor es que juzgues tú mismo. Verás que no exagero, sube, sube. Sígueme a los escalones de arriba.- le invitó.

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23/01/2018, 22:32
Nathan Ostlich

Alzo las cejas, simulando encanto y admiración. Ciertamente si le sorprendía un poco  la declaración de la mujer, aunque no para gusto necesariamente.

-Le agradezco. Veamos esas maravillosas mujeres…+sonrió con aplomo, siguiendo sus indicaciones a la planta alta+ Me sorprende que posea un plantel tan variopinto. ¿Es la fama de este local lo que las atrae, o como?

Su pregunta, hecha en tono inocente, más buscaba distraer la atención de la dama que otra cosa. La de Ethan estaba, desde luego, interesada en ojear ese supuesto harén cuanto antes. Podía descartar a las extranjeras; lo que buscaba era mucho más local y familiar.

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24/01/2018, 13:26
La Dama

La madame se detuvo a mitad de los escalones tras la pregunta de su cliente.

-No os veo un hombre de fe… Yo tampoco lo soy, soy práctica. –Tras subrayar su última afirmación con el símbolo del dinero prosiguió su avance. Entonces siguió hablando sin detenerse en su ascenso:

-Las tragedias las traen, se quedan sin padres, son repudiadas por su familia… Hay de todo, sin ir más lejos la última que vino llegó en la noche. Fue la misma noche que murieron todos los Errol. Contaba que soldados llegaron a su casa y pasaron a todos los hombres a cuchillo. A su madre prefirieron pasársela por la piedra… Ella huyó. No tenía signos de haber sido forzada así que puedes estar tranquilo. Como ves, vienen porque a partir de entonces todo les va mejor.

La pareja llegó a una especie de recibidor, no era el más elegante del mundo pero contaba con un pequeño sofá de dos plazas cubierto con sábanas, el inconfundible sonido de gemidos fingidos de alguna fulana terminaba de ambientar el lugar.

-Espere aquí. –Le pidió con una sonrisa que pretendía ser seductora. Entonces se dirigió a una de las habitaciones en la que entró sin llamar a la puerta, el castellano percibió la sombra de unos muslos de propietaria desconocida y la mirada de otra joven que miró con curiosidad al lugar donde él se encontraba . Entonces se escucharon voces, amortiguadas por la desvencijada madera que era la puerta, no obstante el hueco entre los tablones permitía el paso de la voz:

-¡Vamos niñas, poneos en pie que tenemos un cliente!. Parece importante así que como mínimo sirve a los nobles que están en el castillo. Espábila y péinate un poco que pareces una ramera de puerto. A ver que os vea…

La puerta volvió a abrirse, y salió una joven que sonreía descaradamente –el castellano la reconoció como la que le había mirado al abrirse la puerta- aunque su vestido no era nada especial estaba limpio y poseía un generoso escote que mostraba un escote convenientemente alzado para la ocasión; la siguió otra de muslos bien firmes que eran el preludio de unas piernas que no tenían fin, sus pechos menudos y apenas se vislumbraba el escote entre los rizos castaños que caían sobre el mismo; la siguió otra mujer más entrada en edad y carnes, no obstante de buena figura, la ideal para hacer debutar a un pringao; a continuación venía una joven de mirada tímida que parecía luchar por esquivar los ojos del recién llegado, vestía algo más recatadamente; la última opción era una mujer voluptuosa con caderas y pechos bien marcados, sin embargo lo más exótico de ella era su piel aceitunada y convenientemente aceitada para que destacase más.

-¿Ves como no mentía, eh?- Dijo La Dama dedicando a las merectrices una mirada orgullosa, entonces pareció advertir el aspecto casto de la penúltima. -¡Puta!, ¿te crees que esto es un convento?- Y con un tirón extrajo la cuerda que cerraba el escote, tornando éste en una 'V' informal suficiente para dotar a la joven tímida de un aspecto de perro apaleado, que terminaba de conferirle la inocencia que buscaba que tuviera.

-¿Y bien? ¿Cuál te gusta?

Notas de juego

Tirada de percepción oculta dificultad 9 para saber más de alguna.

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24/01/2018, 17:22
Nathan Ostlich

Esbozo una leve sonrisa comprensiva a las palabras de la mujer y asintió con la cabeza, haciéndose cargo de cuanto decía como parte de las crueldades del mundo. Aunque también porque encajaba muy bien con lo que había supuesto…

Pero mantuvo las apariencias, aunque aprovecho el “reto” a la jovencita para estudiarla a fondo. Cuando la madama volvió la  atención a el para exhibírselas, alzo la cabeza, cruzo las manos tras la espalda y procedió a cumplir su papel de cliente, examinando a otras también con atención. La extranjera desde luego no le interesaba, así que centro en la madura y en una de las otras, como sopesando lo que veía a ver que convenía a su humor este día.

Se llevo luego el índice a los labios, adoptando un aire pensativo. No quería dar la impresión de ansiedad, sino de un cliente selectivo.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Desde luego la 4 le interesa, pero para no levantar suspicacias tambien miro atentamente a la 3 y la 1. En base a lo que digas me extiendo.

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25/01/2018, 20:04
Director

Nathan Ostlich se acercó a las jóvenes juzgándolas con ojo crítico: primero se detuvo en la primera que salió, al acercarse percibió como allá donde el canalillo terminaba en una misteriosa oscuridad se insinuaba la marca de unos dientes aún reciente. La joven sintiéndose observada se aproximó más buscando rozar el brazo de su cliente potencial con uno de sus pechos, sabía a ciencia cierta que eso tendía a acabar con todas las dudas.

No se detuvo apenas en la segunda, lo justo para mirarla una segunda vez, para acabar por centrar su atención en la mujer más madura de todas las que allí estaban. Escrutándola de cerca se percibe el inicio de unas arrugas a ambos lados de sus ojos que denotaban experiencia aunque intentara disimularlas con maquillaje, lo cierto es que la dotaba de cierto aire de superioridad. Lo que el maquillaje no ocultaba tanto era la carne que empezaba a tornarse más flácida en el mentón. Salvando aquel par de detalles se antojaba como una estupenda inversión en la que meter el dinero pues presumiblemente el arte lo tendría más que dominado.

La cuarta seguía con la mirada gacha hasta que sintió que el recién llegado se detuvo frente a ella. Alzó entonces la frente mostrando unas cejas perfectamente delineadas que eran el preludio de unos ojos claros. Sus facciones aunque suaves mostraban una vida castigada y sus labios que apenas estaban maquillados se mostraban rosados y saludables. Sin ningún atisbo de sonrisa. Su mirada se cruzó con la del joven y miró incómoda para otro lado sintiendo cómo su mirada le desnudaba el alma. Lo que no sospechaba es que los ojos no recorrerían el resto del cuerpo fantaseando como eliminar el corsé. Algo había familiar en aquel rostro, algo que vio algunos años antes en una joven Lady Catelyn Errol. Para confirmar aquello se fijó en sus manos, eran suaves para nada hinchadas así que no era la hija de un molinero precisamente... Y lo más duro que habrá pasado por ellas no sería otra cosa que una erección esperando a ser deshinchada.

No había interés en ver a alguien que no era de poniente.

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25/01/2018, 23:27
Nathan Ostlich

-Encantadoras.- +comento admirativo, terminado su examen, para volverse hacia la Dama.+ Mis felicitaciones. A todas. +añadió, mirando a las mujeres al extender el cumplido. Era sincero por cierto, ya que excedian lo que normalmente se encontraba en estos lugares.

Tras esto se aproximo a la mujer, casi apegándose a ella. Bajo el tono de su voz, para tornar la conversación algo mas privada.

-Ya tengo en mente lo que quiero para esta ocasión. Sin embargo, al verlas se me ha ocurrido algo más. Tengo hombres y amigos en el castillo, que a diferencia mía no podrían salir sin provocar algunas, digamos, suspicacias. Pero desaparecer en un cuarto con una supuesta “sirvienta” durante un rato, por otro lado +dejando las palabras en el aire para que la mujer llenara lo faltante con imaginación, que no precisaba demasiada¿Cuánto me costaría llevar una o dos por unas horas, al terminar? Desde luego, le abonaría lo que considere justo ahora mismo, y uno de mis hombres las escoltara de regreso.

Apoyo la diestra suavemente en la espalda de la mujer, para generar algo de cercanía y confianza. Remato la idea yendo a lo que sin duda le importaba a la mujer: su bolsa.

-Su buena disposición será bien compensada. Tenga por seguro que hablare muy bien de esta experiencia y podría esperar muchos otros clientes de gustos refinados en los próximos días.

- Tiradas (1)
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29/01/2018, 11:11
La Dama

-Palabras sabias las vuestras… -Contestó de manera aduladora en el mismo tono que sólo su cliente escucharía. -No quisiera que la necesidad diese lugar a malas palabras y a rumores poco adecuados para sus señorías. –Aquel exceso de protocolo mal empleado resultaba vulgar como el de una verdulera.

-Si algo tiene mi mancebía es que presta discreción a quién la paga. –Volvió a juntar índice y pulgar, un gesto que parecía muy habitual en ella. -No obstante tengo una preocupación y es la seguridad de mis niñas. Aquí se sienten seguras porque tengo abajo mis guardias, más de un listo ha acabado pagando con hierro lo que no ha pagado con cobre. Pero los caminos bien sabe, que son peligrosos y el miedo es un mal consejero. Ello haría que perdiera buena fuente de ingresos.

La Dama estuvo reflexionando un rato en lo que juzgaba las pertenencias con las que su cliente contaba.

-Su espada. No sé de espadas pero por los siete que estará hecha en un castillo. Así que la tomaré como seguro. Si las chicas no vuelven, me la quedo en compensación por las pérdidas… ¿Y en quienes pensabas?

Notas de juego

Pues eso. Si aceptas te quedas sin arma.

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30/01/2018, 22:50
Nathan Ostlich

-Comprendo vuestra preocupacion y alabo esa responsabilidad para con vuestras niñas. Despues de todo, sois una mujer de negocios. +replico sin sorna+ Sin embargo, en esa circunstancia me suena imprudente dejar la espada; la necesitare para cuidarlas en el camino. Pero puedo dejar una prenda igual de valiosa.

Diciendo esto rebusco en su jubon, y tras tocar un poco su bolsa, extrajo 5 dragones. Aunque la luz del lugar fuera mala, el color del oro resultaba muy diferente a la plata y cobre al que estaria acostumbrada. Los dorados simbolos descansaron en su palma mientras hablaba.

-Más que suficiente para cubrir el coste de otra hoja y de los servicios, diria yo… Aunque claro, espero recuperar la mayor parte de esta suma al regresarlas mañana. Cuanto de ello, desde luego, dependera de vuestra buena disposicion.

La sugerencia implicita de la propina de seguro no le pasaria por alto. Aunque este fuera el mejor prostibulo del reino,  la dama dificilmente habria visto tanto oro junto en la vida. Dejo que mirara las monedas mientras continuaba

-Ahora bien, me llevare a la pequeña y la de piernas largas. +continuo+ No quiero hacer trabajar de más a mi caballo. Aunque tomare a la eosiana ahora, mientras el otro par se alistan... ¿Tenemos un acuerdo, Dama?

- Tiradas (1)
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31/01/2018, 10:06
La Dama

El brillo del oro reflejando la tenue luz que había en aquel lugar no pasó desapercibido para nadie de los que se encontraba en aquel lugar. A la Dama, los ojos se le abrieron como platos en cuanto vio los cinco dragones, a continuación una sonrisa codiciosa se dibujó en sus labios que acabó por contagiarse por su mano que no dudó en tomar aquella ‘prenda’ que le ofrecía su cliente. -¡Que así sea! –Sentenció dando por cerradas las negociaciones. –Para cuando termines estarán las dos preparadas y listas para el viaje.

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31/01/2018, 10:10
Director

La alcahueta se alejó de su cliente y le hizo una señal a la mujer solicitada por el castellano. A continuación se llevó a las demás a la sala de donde antes Nathan las había visto salir. Más su atención estaba centrada en la que había sido apartada para su propio disfrute. Ella sonreía y su piel aceitada brillaba con el mismo fulgor que lo habían hecho aquel puñado de Dragones, los bucles de su cabello se mecían suavemente con cada gesto. Ella parecía tomárselo con calma, aquel cliente no era un cliente normal. Se merecía lo mejor parecía decirse.

Tomó su mano y le invitó a seguirla…

Para cuando salió de la habitación la joven seguía en la cama en un estado de duermevela fruto de los embates sufridos en sus entrañas. Otras con las que había estado una vez ellos terminaban se incorporaban y volvían a su puesto como si nada hubiera pasado. Aquella al menos tenía la cortesía de hacerle sentirse a uno importante.

El recibidor no había cambiado apenas desde la primera vez que llegó, de cuando en cuando se escuchaba algún gemido que se filtraba por las rendijas que separaban las puertas de los marcos. Abajo el jolgorio incluso parecía haber ido en aumento conforme avanzaba el día y el ocaso del gran astro parecía estar aproximándose. Allí estaban las dos mujeres escogidas: embozadas en una capa de viaje que ocultaba sus encantos haciéndolas pasar por dos viajeras más. Estaban juntas, pegadas la una de la otra como si buscasen el calor mutuo. Ambas estaban siendo estrechamente vigiladas por dos de los tres guardias de aquel lugar. La que Nathan bautizó como la de las piernas largas miraba con curiosidad a su alrededor mientras que los ojos de la segunda asemejaban más a los de una gatita asustada.

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31/01/2018, 23:35
Nathan Ostlich

Le dejo una suave caricia en la espalda a la eosiana, que bajo hasta sus caderas ahora más rojas y marcadas después del encuentro. Buena chica, bonita, cordial y atenta a la imagen del cliente. Así daba gusto. Seguidamente se vistió y arreglo lo mejor posible con parsimonia antes de salir, con una sensación de “misión cumplida” en el cuerpo, pese a que claro, esto distaba mucho de terminar.

Estudio el disfraz que la Dama había provisto a sus chicas y lo encontró satisfactorio. Otra cosa habría sido ostentosa y hasta contraproducente. Seguidamente, las invito a ir afuera, donde esperaba su brioso corcel. Después de desatarlo, fue el primero en montar.

-Tu adelante, pequeña. +indico, ayudándola a subirse a la cruz del animal, directamente entre los brazos de Nathan+ Y tu en la grupa, muchacha. +continuo con la otra, la de largas piernas. Aprovecho el momento para dedicarle una mirada, algo que no había hecho en el lineamiento. No era tanto su tipo… solo la había elegido por ser una opción delgada y que parecía menos usada que las otras+ ¿Sus nombres, por cierto?

Aunque la pregunta era en tono meramente informal, al menos uno podía adivinar como Rhae, pero se guardo de decirlo. La charada debia continuar, al menos, hasta llegar al campamento en las afueras del castillo.

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02/02/2018, 17:25
Sue

-Sue... Ese es mi nombre milord. -Contestó con una sonrisa seductora. En algún momento pareció divertirle la charada que estaba tomando lugar y siguió con ella. Escogió para la ocasión un clásico juego de roles que encantaba a sus clientes, con ello en mente se dirigió a su hermana que callaba discretamente. -Ella es mi hermana Nealie.

Y la pegó un codazo que provocó un leve movimiento de la cabeza de su montura.

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02/02/2018, 17:28
Nealie

-Así es milord. Como os dijo S... Mi hermana, soy Nealie. -Contestó la joven.

Notas de juego

Entiendo que os ponéis en marcha, las dos a caballo y tú a pata.

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02/02/2018, 22:14
Nathan Ostlich

-Las hermanitas Sue y Nealie... Muy bien.+aprobo, siguiendo su juego+ Entonces vamos, señoritas. La noche nos llama. +indico, presionando con los talones a su caballo para emprender la marcha. De principio, desandaria el camino al castillo, pero en vez de ir a este directamente, daria un rodeo un poco antes de llegar, de modo de poder ir al campamento de los soldados Thalasos directamente por el costado.

Así, ahorraría tiempo y no tendria que pasar con dos prostitutas delante del resto de los acampados. La presión de sus brazos sobre la pequeña y el tibio roce de la otra a su espalda le hicieron sonreír involuntariamente. ¿Que pensarían si lo vieran de esta forma sus señores? Aunque este acomodo tenia tambien el efecto practico de permitirle sujetar a la muchacha rapido, si la vision del castillo le traia algun... inconveniente.

Notas de juego

No, voy a presionar un poquito al caballo. Como detalle en el post anterior, voy montado normal, la pequeña en la cruz (la parte del medio adelante, antes del cuello del animal) entre mis brazos, y la otra a mi espalda, casi sobre la grupa (los cuartos traseros digamos). Vivo en zona de campo XD. Entre los 3 seremos apenas unos 200 kilos, una carga mediana para cualquier corcel, y ya que voy sin la armadura no deberia tener estorbos en acomodarnos apretaditos :P

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06/02/2018, 23:25
Director

Con ese plan en mente dirigió a su montura a lo largo del camino. No llevaría mucho, lo justo para llegar una hora tras la puesta del sol, y no había mejor momento para pasar desapercibido. Sue se abrazaba a su espalda y se presionaba, tal vez temiendo escurrirse de la montura, más la sensación del corsé y lo que sujetaba era cuanto menos placentera.

Llevaban la mitad del camino recorrido cuando escucharon una voz.

-Paga el impuesto del camino. -Una antorcha delató el origen de una de las voces. A unos metros más allá se encontraba otra figura que también portaba una antorcha. - Danos el oro que llevas y te dejaremos marchar. - La otra figura que se recortaba por la luz de la antorcha desenvaino una espada. -No parecían tener intención de dejarle marchar.

Notas de juego

Pues eso, te emboscan, son dos figuras que están delante de ti en medio del camino. Ambas a pie con antorchas y sabes que uno ha desenvainado el arma.

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07/02/2018, 00:26
Nathan Ostlich

Gentilmente, Nathan sujeto la cintura de “Nealie” con la zurda y tiro de ella para que bajara del caballo por ese lado. Al mismo tiempo,  su diestra se poso en el pomo de la espada, listo a desenfundar, un gesto que el mismo cuerpo de la pequeña ocultaba.

En el mismo movimiento, volvió la mirada sobre su hombro. No solo para comprobar si no había un tercero, sino también para murmurarle algo a Sue. Era la que lo tendría más fácil para desmontar y moverse con esas lindas piernas

-Bajen y corran a los arboles.

Seguidamente su vista se volvio adelante,  al vocero de los asaltantes. La situación tal vez ameritaba más diplomacia. Además, el pedido no le costaba realmente gran cosa. Pero, por otro lado,… si en algo el castellano de los Thalassos no destacaba era con su piedad para con los delincuentes.

-Si quieres tu impuesto ven a por él. ¿Tengo las manos ocupadas, que no ves?+chanceo casi cordial. En realidad lo era. Pero no por un motivo que los aprovechados pudieran imaginar.

- Tiradas (1)
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08/02/2018, 22:14
Sicario

-Caballeros... A ver si seguís siendo tan cachondos...  En cuanto te saque el arma de las tripas -Dijo el primero de los intrusos aproximándose. Sus pisadas resonaban fuertes y crujían sobre la hojarasca y las ramas secas que se quebraban. La melodía de la muerte. Su compañero le seguía con el arma envainada.

La luz de las antorchas titilaba tornando a sus faces de un aspecto cadavérico con matices anaranjados. Las sombras danzaban terminando de darles el aspecto de enviados del dios sin nombre. Eran buenos en lo de acojonar más Nathan estaba curtido en combates peores que el que estaba por suceder y había flirteado con la muerte, incluso demasiadas veces.

Para cuando se detuvieron esperando un gesto por parte de su contrincante fue cuando les reconoció: los dos guardias que hacía apenas unos instantes estaban escoltando a Sue y Nealie.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Ganan iniciativa pero consumen toda la acción en acercarse pues estaban alejados cuando les has visto. Si bajas desde el caballo consumes una acción menor y puedes hacer otra acción menor. Si atacas desde el caballo puedes en el mismo turno cubrir la distancia que te falta y atacar.

Para agilizar esto te doy los datos de los dos combatientes, asumiré que has visto la suficiente guerra como para saber que son lo que son. Escoltas de taberna. Los dos cuentan con:

Defensa combate 10, (se encuentra deducida la penalización de armadura)

Armadura cuero blando (Prot 2 penalización -1)

Salud 9

¡Pues eso, que rueden los dados!