Partida Rol por web

Está bien, por intentarlo... Digo sin mucho convencimiento, ya que las soluciones de fuerza no son lo mío.

Observo a mis compañeros. Mi idea era ayudar a buscar. Si ellos buscan sigo ayudando, si no, me uno a empujar.

La losa cede y es arrastrada hacia dentro, entre losa y pared hay espacio donde afianzar los dedos. Cuando la losa es ya parcialmente ladeada pudiendo dejar pasar a una persona, revela el oscuro pasadizo que se interna en la tierra, una cueva natural de roca desprendida, una losa colocada con el único ánimo de no dejar entrar a las bestias salvajes de Has'sara.

No se escucha ni un solo ruido ahí dentro, aunque a juzgar por lo salvaje de la estructura, no debe tener demasiada profundidad, y el riesgo de desprendimiento debe ser bastante alto.

Cuando la losa empieza a ceder, mi cara debe expresar una gran sorpresa.

Será posible? Lo más sencillo es a veces lo más factible. Jejeje.

Le hago un gesto a Sutu, al que tengo al lado, de respeto y agradecimiento. Luego me giro a los demás y, antes de que reaccionen y digan cualquier cosa, les hago el signo universal de guardar silencio.

Hagamos bien las cosas desde le principio.

Hago una seña al explorador y al pícaro, nuestros compañeros habilidosos y les dejo paso para que exploren. Mientras miro hacia dentro y escucho. Mi cuervo hace lo mismo, contagiado de la sorpresa y la alegría, pero también de la prudencia.

Crik parece muy atento a lo que se escucha. No sé si ha podido captar algo.

Jajajajajaja esto parece una broma pienso al ver como el entre el bárbaro y el mago mueven la losa. Definitivamente hay veces en las que la simpleza vale su peso en oro.

Asiento ante el gesto del mago de guardar silencio y agudizo el oído por si capto algún sonido. El bárbaro había demostrado que el exceso de paranoia podía ser bueno, pero después de lo visto la paranoia no me abandonaría hasta que no volviésemos a la “civilización”.

No se escucha ni un solo ruido ahí dentro, en la profunda oscuridad

De nuevo una leve sonrisa se dibuja en la cara del picaro al ver como el barbaro había conseguido encontrar la puerta, lo mira y asiente - De nuevo muy bien hecho Sutu, me alegro de que estes con nosotros, ahora es nuestro turno -, dice este mirando a Willem

Con que era una puerta... MMmm,  camino con prudencia, tomo mi lanza y digo muy bajo Lumenis dutu  y en ese momento la lanza se ilumina como una antorcha.

Creo que con eso ayudamos a ver mejor.

- Gracias Matrina, si eres tan amable de prestarme el objeto, Willem y yo nos adelantaremos, tenemos que acabar con esto cuanto antes - dice este estendiendo la mano para que Matrina le preste el objeto brillante y volviendo a hacerle un gesto a Willem para que lo siga.

Muy bien, vamos entonces. Pero… creo que sería mejor que… fueras tu primero, al fin… y al cabo llevas la luz y podrás… abrir camino mejor que yo le comento a Rhaz antes de meternos en la cueva. Era cierto que si yo iba delante tendría más dificultades para abrirme paso, pero la verdadera razón por la que no iba en cabeza era otra si hay alguien ahí dentro el primero que va a recibir es el que va en cabeza. Y yo ya he recibido bastante desde que salimos de Zalas.

El bárbaro lanzó una mirada de indiferencia a su compañero ante las palabras referentes a la losa que acababa de mover, como si no entendiera el motivo de su aprobación ante algo tan simple.

Gente de ciudad... Pensó intentando explicárselo a sí mismo de alguna manera.

Sutu recogió su enorme hacha, y se preparó para lo siguiente.

Frente a ellos, la gruta continuaba adentrándose en las entrañas del páramo en una oscuridad que contrastaba con la luminosidad que el abrasador sol extendía sobre su superficie, y los ojos tuvieron que acostumbrarse a un nuevo entorno. Mientras lo hacían, Sutu escuchó cómo junto a él, sus compañeros debatían el modo de adentrarse en las lóbrega oscuridad, negra como la pez, y una vez más la extraña hechicería volvió a obrar sus milagros, está vez en forma de arma luminosa que guiara sus pasos.

El bárbaro lanzó una mirada de temor y a la vez de fascinación, ante semejante hecho, pero se guardó las palabras.

-Adelante, veamos de qué están hechas las visceras de esas bestias. Dijo con un tono seco y cortante, dejando que le iluminaran el camino.

Antes de que se marchen Rhaz y Willem, les digo en voz baja:

Mejor nos quedamos detrás y cuando nos hagáis una señal, avanzaremos hasta donde nos déis el aviso. Suerte!

Habib se queda en la puerta entreabierta de la losa y observa cómo se elejan despacio, iluminados por la lanza de la hechicera.

Espero que esta vez no sea tan peligroso.

Crik siente mi preocupación y me consuela con leves picotazos en la cabeza. Son tan sutiles que son como caricias.

Le acaricio la cabecita mientras sigo atento.

Rhaz empieza ha adentrarse por el oscuro pasillo con el objeto de luz colgado en el cuello alumbrando su camino y en la mano derecha su espada corta. Sus movimientos son sigiloso, ni un solo sonido sale de sus pisadas, a la vez que intenta escuchar y buscar de forma exhaustiva si hay alguna trampa puesta en el camino, Willem le sigue de cerca mientras que el resto del grupo se encuentra mas retrasado, esperando la señal para poder avanzar.

Me adentro en la oscuridad a pocos pasos de Rhaz manteniéndome lo más sigiloso posible, aprovechando las sombras que dejaba la luz que portaba el pícaro. A partir de aquí cualquier tropiezo es fatal. Vamos Willem, enséñales de que estas hecho.

Avanzais cautos, iluminados por la lanza de Matrirna sujeta en la zurda de Rhaztamiel como si de una tea se tratara, pisando guijarros y golpeandoos ocasionalmente la punta de los pies con alguna roca sobresalida, pronto los dos exploradores arrugan la nariz, observando con el mayor sigilo posible a su alrededor, y esperando que el resto de la comitiva les alcance.

La cueva está muy cerrada, con un techo puntiagudo en una gran grieta, como si os encontrárais entre dos piedras gigantes que se desgajaran sobre vosotros en cualquier momento, el grupo, que avanza a tientas y dandose más golpes y pisando el abrupto suelo de la cueva ve el haz de luz, y no sin cierta precaución os manteneis a distancia hasta que os confirman que no hay peligro.

Un enorme surco cruza de lado a lado el camino, agrietando las paredes, como un camino profundo y alternativo, el fondo está muy oscuro, imposible saber la profundidad a simple vista, os mirais unos a otros, no todos sois atléticos, y es un buen salto el que hay que dar, diez pies de distancia os separan del otro lado

Un repulsivo crugido se ha podido escuchar, tan solo unos segundos, en el fondo de la grieta, muy flojo, como si alguna cosa viva se agitara tras un largo sopor. En cualquier caso, no estais solos

El camino no nos estaba poniendo las cosas faciles, la estrechez de este daba al pícaro algo de clautrofobia, tras dar señales a Willem este indica a sus compañeros que el camino esta despejado y estos empiezan a llegar hasta ellos, cuando una grieta nos corta el camino, cuando rompe el silencio y se dirige al grupo con voz lo suficientemente baja como para que se enteren todos. - Vaya señores, parece que vamos a tener que saltar esta grietecilla que parece muy profunda - dice este quitandole importancia para no preocupar al resto del grupo - Si cojemos una carrerilla no deberíamos tener problemas en saltarlo, de todas formas - continua diciendo y mirando al Barbaro, - Sutu  creo que tu eres el mas atletico de todos nosotros y se me ha ocurrido una idea, y si saltas tu primero y nos lanzas un cuerda para amarrarnosla a la cintura - hace una breve pausa, - vamos lo digo por seguridad - Termina diciendo Rhaz con una sonrisa.

El bárbaro escuchó las palabras que le decía su compañero y lanzó una mirada a la grieta que los separaba del otro lado. Su profundidad se perdía en la espesa negrura de aquel lugar, que casi se podía palpar.

Sutu escupió un grumoso y verde gargajo elaborado a conciencia al vacío que se extendía bajo sus pies, y trató de escuchar el sonido que pudiera producir al llegar al fondo, más para entretenerse mientras pensaba en aceptar lo que Rhaztamel le decía, que para comprobar la profundidad de aquello. Finálmente se giró para responderle.

- Creo que puedo saltarlo con facilidad sin me dejáis espacio para correr. Le dijo. Pero no voy a jugarme la vida tóntamente. Si teneis una cuerda lo suficientemente larga, átate un extremo, y yo me ataré el otro*. Si algo ocurre, me llevaré un buen golpe, pero con tu peso, y los demás sujetándote, podréis subirme aquí. Concluyó con una mirada seria. Luego miró a Matrirna.

-Ese abismo me da mala espina. Puede que sólo sea oscuridad y nada más, pero podrías lanzar tu hechicería a una piedra para dejarla caer ahí, y comprobar si hay algo en el fondo. Y lo mismo digo del otro lado. Señaló el objetivo a alcanzar. Una vez allí estaré sólo hasta que paseis, y no quiero tener ninguna sorpresa que no pueda ver acercárseme.

Rhaz asintio ante las palabras de Sutu - Alguien que lleve una cuerda? - pregunta este.

Escucho a mis compañeros mientras miro la grieta que me parece un abismo.

Sí, buenas ideas, compañeros. Aunque también podríamos lanzar al más ligero de nosotros con la cuerda atada por si acaso. Luego la podría atar a alguna parte y hacer una pasarela con tres cuerdas. Aunque claro, necesitamos tres cuerdas y algo donde atarlas. Rhaz, puedes iluminar más adelante?

Miro lo que hay delante, además de alrededor, para saber si la idea de hacer una pasarela es posible o es tontería.

Luego lanzo un piedrecita para escuchar el sonido del fondo. Esto se escuchará mejor.