Partida Rol por web

Los Cinco Soles

1.3 - Los secretos del Puño de Hierro

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10/10/2010, 19:40
Habib

Volví al pajar donde encontré a Rhaz durmiendo. No quise despertarlo. Mañana le contaría lo sucedido.

Guardé las cosas que me había dado el brujo en mi mochila, me tumbé, pero el dolor era insoportable, así que decidí lanzarme el último conjuro de curar para aliviarme y así poder dormir.

Eché un último vistazo a Rhaz por si le había despertado.

Notas de juego

me lanzo curar heridas menores para aliviar el dolor y descansar.

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10/10/2010, 20:01
Rhaztamel Rapidfinger

El picaro escuchó la llegada de Habib y se levanto - Que ha pasado Habib? que te ha dicho? - pregunto Rhaz.

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10/10/2010, 20:25
Habib

Creía que dormías. Jejeje. Luego se puso serio de repente.

Rhaz, las gemas que traíamos en el carro eran falsas, pero si hubieran sido las verdaderas, hubieran accionado el guantelete. El Rey Brujo me ha encomendado recuperarlas. Por eso me ha puesto un tatuaje, creo que será para saber dónde estoy o para comunicarse conmigo, no sé. Si queréis participar, habrá riquezas para todos en abundancia. Pero la misión es casi un suicidio, así que no sé si estaréis dispuestos. Yo creo que no puedo negarme. Si lo hiciera, sería mi fin. Pero vosotros podéis echaros atrás. No quiero condenaros a la muerte. Nadie os perseguirá si no queréis saber nada.

Hago una pausa para tomar aliento y pensar brevemente.

Si quieres entrar, luego no podrás echarte atrás, Rhaz. Piénsatelo esta noche y mañana lo decidimos entre todos. Será mejor que durmamos. Buenas noches.

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10/10/2010, 21:04
Rhaztamel Rapidfinger

Rhaz escucha atentamente las palabras de Habib y tras terminar no dice ninguna palabra, simplemente se echa a dormir.

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11/10/2010, 17:41
Sutu el Desolado
Sólo para el director

Notas de juego

No se si lo he entendido bien. ¿Se supone que estamos encerrados en nuestras habitaciones, pero que podemos forzar los cerrojos y salir?

Yo quería hablar con Milaszor "a buenas" sobre lo que me incumbe antes de retirarnos, si ahora salgo de la habitación para hablar con él forzando la cerradura ¿No sería una declaración de malos modales? XD

Por cierto, me mosquea que me hayan puesto en una habitación lujosa y a los otros no XD

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11/10/2010, 21:07
Sutu el Desolado
Sólo para el director

Sutu pasó la tarde junto a sus compañeros en silencio, no tenía mucho para decir, habían cumplido con aquello para lo que se les había cotratado y eso era todo, ahora únicamente quedaba comprobar la recompensa.

Y ese era el problema.

El bárbaro no había ido hasta aquel rincón apartado del mundo en busca de dinero, aunque aceptaba que Milaszor quisiera pagarles con el mismo, por un lado por que poco podía saber él de los motivos del bárbaro para aceptar el trabajo, y aunque lo supiera gracias a su brujería, quizás su carácter y mentalidad le hicieran pensar que una gran suma de dinero era lo que necesitaba un humano sin civilizar para estar contento.

Pero ese no era el caso de Sutu.

Aquella noche no durmió pensando en lo que le diría al brujo sobre el tema que le concernía, aunque el hecho de dormir con un lujo al que no estaba acostumbrado también ayudó a que no conciliara un buen sueño, y a tenerlo alerta toda la noche. A la mañana siguiente, se levantó temprano para hablar con el brujo e intentar conseguir lo que había ido a buscar allí.

Tras llamar a Zufra, o a cuaquier otro siervo del brujo que pudiera llevarlo hasta su presencia, se presentó ante él.

-Buenos días señor de Raivha. Le dijo con siempre serio tono que caracterizaba a Sutu. Quisiera poder hablar con usted sobre el motivo real de mi venida a su morada, si es ello posible y no resulta impertinencia. Algo que puede tener que ver con el pago por el trabajo que hemos realizado yo y mis compañeros.

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11/10/2010, 21:46
Milaszor

Sssí cierto, si mal no recuerdo quisiste negociar antes de tener el guantelete, pero ahora ya lo habeis traído sssí

Y estoy muy contento con vuestro trabajo ssssí, sin embargo ya os he pagado... ¿Qué más podrías querer de mí?

El orco hablaba desde su asiento de cojines en la enorme sala alfombrada en la que solía recibiros, el tipo humano delgaducho no estaba con él, tan solo un orco le guardaba ahora muy serio junto a él con una doble hacha apoyada contra su cuerpo mientras el rey brujo hablaba tranquilo. El guantelete no estaba a la vista, pero sí a su lado un par de bultos que parecen sacos, lleva puesta una armadura de cuero al contrario que otros días, pero aparte de esto, no hay nada más que llame la atención

¿Ssssí, Sutu el Desolado, habitante de las colinas a las afueras de Zalas verdad?

Dime, qué quieress y sobretodo, qué ofreces a cambio...

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12/10/2010, 16:09
Willem Rottemberg

Parecía que lo que no habían conseguido las bestias de la cueva lo iba a conseguir el desierto. Pese a la ayuda de Rhaz la travesía se había convertido en mi infierno particular. En ocasiones me preguntaba si realmente no había muerto en aquella cueva y este viaje era mi castigo eterno por mis pecados. Pero justo cuando ya pensaba en abandonar y dejar que los carroñeros del desierto hicieran su trabajo divisamos el castillo del rey brujo a lo lejos. Nunca antes me había alegrado tanto de ver un edificio.

Tanto en el camino a la sala donde se encontraba el rey brujo como dentro de esta me mantuve en silencio. No era solo que pretendía pasar desapercibido, sino que apenas tenía fuerzas para articular palabra. Y aunque las tuviera tampoco había nada que añadir a lo dicho por Habib. Ahora solo cabía esperar la reacción del rey brujo.  O realmente cumplía su palabra o los próximos en decorar el castillo como Eremy seremos nosotros, de cuyo destino se puede aprender una gran lección: no intentes engañar a un rey brujo en su propio castillo.

Finalmente, y tras una tensa espera, el rey brujo demostró ser una persona de palabra. O al menos por el momento. Cogió lo que era suyo y nos dio la recompensa tal y como prometió. Incluso se digno a darnos cobijo. En circunstancias normales todos mis sentidos estarían pitando y habría salido por patas de aquel castillo. Pero en este caso el cansancio pudo más que la prudencia, así que después de despedirme del grupo me dirigí a mi habitación. Tenía toda la pinta de ser una trampa mortal, pero poco importaba. Ahora mismo el único pensamiento que pasaba por mi cabeza era el de descansar. Así que tras cerrar la puerta me tumbe en la cama. Ya me preocuparía de lo demás cuando me levantara. Si es que lo hacía…

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12/10/2010, 23:12
Odros

La noche es fría y agitada en el Castillo de Raivah, hay movimiento y las criaturas del exterior lo notan, aullan y graznan en la penumbra y en un momento dado parece haber cierta agitación de quien haya de guardia esa noche armando un poco de escándalo, pero envueltos en la oscuridad, entre mantas que detienen la gélida brisa del desierto poniendoos la piel de gallina conseguís descansar.

Por la mañana en el patio dos mujeres orco* y una semiorca preparan unas tinajas de agua invitandoos a daros un baño, parece que el buen humor del ReyBrujo por un trabajo bien hecho se refleja por todo el castillo. Willem, Habib y Rhaz se quitan el polvo de varias semanas mientras alzan la vista a la puerta de Sutu sin que este haga aparición en escena, mientras os bañais, en el mismo pajar donde Rhaztamel y Habib han dormido, ponen una manta con algunos dulces de miel y queso, la miel es tan cara como el agua, y os hace desconfiar de su naturaleza, Habib parece más tranquilo, y aunque Rhaztamel y Willem no se acaban de fiar.... ¡Hay que alimentarse!

Pasan ya varios minutos y ya vestidos, desayunados y aseados decidís ir a picar a la habitación de Sutu, de nuevo no hay respuesta, vuestras manos pasean por el pomo de vuestras espadas alarmados, en el pasillo aparece entonces Odros... el semigigante. Lo que habia sido precaución ahora se torna preocupación y vuestras manos se aferran fuerte a las armas, el gigante hace lo mismo, llevando la mano a una enorme espada de hoja ancha que cuelga de un cinto casi escondido por su enorme barriga.

Sois unos cabrones.... Milaszor no aprueba que os rebane el cuello en el castillo.... pero no dudeis que me las pagareis

Vuestro amigo ya está reunido con el Señor de Has'sara

Con desconfianza retrocedeis para dar un volteo y llegar a la cámara de Milaszor, donde efectivamente se encuentra Sutu de buena mañana hablando con el Rey Brujo. No hay rastro del hombre enjuto y chupado, y Milaszor se encuentra acompañado solamente por un vasallo orco. A vuestra entrada Odros ensombrece la sala, colocándose en la puerta por la que entraba la luz del patio interior

Notas de juego

Recuperad vuestros conjuros y 2pg por haber descansado

Queda un poco ambiguo decir "Dos orcas" no quiero que nadie se alarme

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12/10/2010, 23:07
Sutu el Desolado
Sólo para el director

El bárbaro expuso aquello que lo había llevado hasta allí.

-Reálmente, no se qué es lo que puedo tener para ofrecer al señor de Raivah. Dijo. Y nuestro acuerdo ha terminado con el cumplimiento de nuestra tarea, y el pago recibido, pero no es eso lo que me ha llevado a visitar su morada.

Sutu tomó aire, midiendo las palabras que iba a decir y sabedor de que aquellas iban a ser cruciales.

-Mi familia ha desaparecido. Si está muerta o prisionera de los esclavistas es algo que no lo se, y lo único que anhelo y deseo es encontrarla y llevarla de vuelta al hogar del que nunca debieron ser secuestrados. Una bruja de ciudad, de cuyas aptitudes y sinceridad sigo dudando, me dijo que podía ayudarme si a cambio le llevaba un objeto personal del señor de Raivah, y es eso lo que me ha traido hasta aquí. La hechicería es un conocimiento que escapa a mis habilidades, pero estoy seguro que algo cómo eso podría tener serias implicaciones cuya embergadura sólo conocen los que saben de estos temas, y no es mi deseo contrariar, ni perjudicar a nadie, tan sólo deseo recuperar a los míos.

El hombre miró al señor de Raivah esperando alguna reacción, pero al ver que aún tenía tiempo de terminar de hablar, continuó.

-Así pues, si conseguir un objeto como lo que pido no es posible, quisiera saber si hay alguna manera de recibir ayuda del señor de Raivah para recuperar a mi familia, ya sea cambiando el pago por el servicio que he prestado junto a mis compañeros, o de cualquier otra forma que él considere oportuna, si es que el dinero ganado no es suficiente para llevarme al encuentro de los míos.

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12/10/2010, 23:34
Milaszor

Milaszor observa como entran el resto de sus invitados, está serio y fija la mirada en Habib para de nuevo observar con inquietud a Sutu el bárbaro, su mirada resulta tan penetrante como la de una cobra, y parece que tan solo con ella sea capaz de envenenaros, pero en lugar de ello tan solo vuelve a sisear, continuando cortésmente la conversación con el bárbaro.

Yo voy a ser el nuevo señor del desierto de Has'sara

El viejo orco manda llamar al lacayo verde y maloliente y entre susurros le manda ir a buscar unas cadenas para Sutu, ha sido apenas un susurro por lo que desde que escuchais hasta que pudierais reaccionar, pasa un lapso de tiempo en el que no lograis moveros del sitio.

Haremos lo siguiente Sutu el Desolado, YO encontraré tu familia, y yo la traeré aquí

Y tú protegerás a Habib, mi nuevo lacayo, con tu vida y te asegurarás que no le falten recursos, además..... me traerás en persona a esa susodicha hechicera que te habia encomendado tan rarísimo recado....

El orco entra con unos grilletes que arroja a los pies de Sutu

.... traela viva

Cuando Habib vuelva a Raivah, irás con él, y tu familia te estará esperando

Dame sus nombres, su descripción, y cualquier objeto personal suyo que aún puedas guardar

Habib, Willem y Rhaz no entienden demasiado bien de que va todo esto.... por lo que deciden aguardar con algo de impaciencia

Notas de juego

Si habeis terminado de hablar con el Sr del desierto, podreis relajaros comiendo en el patio y pasando la tarde, con un post de resumen de toda la tarde me valdrá, tan pronto como tenga ocasión, anochecerá y partireis de regreso a Zalas

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13/10/2010, 00:45
Sutu el Desolado

Sutu se giró para observar a sus compañeros que en aquel momento aparecieron en el salón del trono del rey brujo Milaszor, especiálmente a Habib cuando el señor de Raivah expuso sus condiciones ante la petición del bárbaro.

¿Qué extrañas alianzas os traeis vosotros los hechiceros? Se preguntó con intriga, e incluso con algo de miedo. Para el bárbaro la magia era algo ajeno y de otro mundo con lo que no había que jugar.

Miró a Milaszor y le respondió mientras se quitaba un collar de huesos y unas pulseras del mismo material, que siempre pasaban desapercibidas para el que estudiaba a Sutu como unas baratijas bárbaras.

-Aquí las tienes: Las joyas que con sus manos hicieron para mí aprovechando los restos de la caza mi mujer Aldana, y mis dos hijas, Sigrid y Brianna. Le dijo al anciano orco tras acercarse a él con cautela y ofrecerle lo único que le quedaba de su familia, y que le costó un esfuerzo sobrehumano entregar. Las tres tienen unos cabellos negros que rivalizan en belleza con la oscuridad de la noche, y sus ojos relucen con el fuego del sol del desierto. Sus pieles son morenas por la vida en el desierto , al igual que la mía, y mientras que mis hijas tienen 7 y 10 años, mi esposa tiene 30 igual que yo.

Suponiendo que aquella descripción era suficiente, Sutu se retiró a recoger los grilletes que le habían arrojado.

-Tendrás a esa bruja de ciudad... y a Habib no le faltará un brazo fuerte cuando lo necesite.

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13/10/2010, 21:21
Willem Rottemberg

La tolerancia de un rey brujo a cambio del odio eterno de un semigigante. Vaya un intercambio pienso mientras esquivo la gigantesca mole de grasa con la mano izquierda en la empuñadura de la espada corta y la derecha en la de la espada larga. Seguramente el miedo al anciano orco hará que realmente no les ataque mientras se mantienen en el castillo, pero un poco de precaución nunca está de más.

Pero el día aun nos deparaba más sorpresas. El bárbaro se encontraba ya en presencia del rey brujo, y por lo que parecía llevaban un tiempo de charleta. ¿Qué se traerán entre manos estos dos? ¿A ver si al final el bárbaro es más listo de lo que me pensaba? ¿Y que se supone que quiere ese viejo orco de Habib? Aquí algo huele peor que el guisado de mi abuela. Sera mejor estar a la expectativa y no bajar la guardia. Mantengo el cuerpo en tensión y las manos en las empuñaduras de mis armas. Una especie de alarma se había encendido en mi cerebro y me decía que había problemas a la vista. Y mi alarma no me solía fallar. Aun así era mejor pasar inadvertido, así que me mantuve callado y a la espera de acontecimientos.

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14/10/2010, 01:53
Habib

Escuchaba las palabras del Hechicero y me alegraba saber que iba a ayudar a Sutu, pues ya nos dió a entender que ese era el objetivo del guerrero, cosa que admiraba en él. También me alegré de saber que iba a ayudarme en esta tarea tan peligrosa. Pero por otra parte, temía que no lograra disfrutar de su familia por este mismo motivo.

Pobre y noble Sutu, nos hemos metido en un buen lío!

Mis compañeros guardaban silencio, pero sentía la tensión e imaginaba que debían estar extrañados. Bueno, tal vez uno no, ya que alguien debió espiar mi conversación con Milaszor. Pero comprendía que debía explicar muchas cosas a mis compañeros y que debían saberlo todo para decidir si querían arriesgarse o no. Habría riquezas, pero también la muerte acechaba.

Qué locura!

Sólo contaba los segundos para volver a estar a solas con los demás y sin oidos furtivos. Esperé.

Notas de juego

Espero no haberme colado, creo que has mencionado lo de tu familia, pero si no, edito. xD

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14/10/2010, 14:57
Rhaztamel Rapidfinger

Rhaz miro al gigante a los ojos y siguió andando hasta sobrepasarlo sin apartar la vista de sus ojos, el picaro podía ser muchas cosas, pero nunca se achantaría ante nadie que ladrará. Despues tras llegar a los aposentos del hechicero, Sutu estaba allí, escuche la conversación - Vaya ayer Habib y hoy Sutu le sigue, creo que no voy a tener mas remedio que ayudarlos, no me gusta dejar solo a compañeros de aventura - pensaba este.

Simplemente observaba y escuchaba para que no se le escapara ningun detalle, no tenía pensado abrir la boca, se había levantado con pocas ganas de conversar y encima los ladridos del gigante le habían puesto un poco de mala leche.

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14/10/2010, 15:12
Director

Salís de la sala y en el patio esperais, junto al cadáver reseco y cubierto de moscas de Eremy tomais un té que amablemente os sirven mientras esporádicamente se escuchan la risa demencial del Rey Brujo por los rincones del castillo, el sol está muy alto, la mañana pasa rápido y la tarde pasará de largo igual de deprisa, salisteis por la mañana bajo el sol, entre las sombras de la montaña y algunos no pudisteis aguantar, sabeis que es un suicidio salir a pleno sol a las arenas del desierto.

Pacientemente esperais a que el sol caiga y el cielo se oscurezca dejando la candente arena y el aire fresco recibir a los viajeros, pero no será tan fácil y sabeis que los enemigos acechan en cada duna, por lo que hay que ir preparado para cualquier cosa, hoy hay luna llena, todo el desierto se encontrará en penumbra.... ¿cuan prudente será llevar una luz consigo?

Notas de juego

Cuando gusteis, podeis narrar vosotros mismos que anochece y abandonais el castillo internandoos en el desierto... esperad lo peor

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14/10/2010, 15:28
Rhaztamel Rapidfinger

Tras abandonar el salón del hechicero, salimos al patio, donde el cuerpo del desgraciado de Eremy ya no es ni reconocible, nos tomamos un té mientras hacemos tiempo para que se ponga el sol. Volver a salir con este sol infernal no sería buena idea, mientras tanto pido un pequeña explicación tanto a Habib como a Sutu de lo que ha ocurrido, mientras espero paciente a que me cuenten, saco una de las dagas y la lanzo al aire dando vueltas y la vuelvo a coger. - Y bien Sutu, Habib, teneís que contarnos algo que no sepamos? - pregunta este a ambos.

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14/10/2010, 20:04
Habib

 

Con gran calma, miró a los demás uno a uno, acabando en Willem.
 
Rhaz ya sabe algo, pero aquí hay oídos y adivinos. Os lo contaré cuando partamos.
 
Escuché a los demás, pero no quise hablar. No quería exponer a mis compañeros.
 
Antes de partir le pregunté a Sutu:
 
Sutu, has conservado la escalera de mano? La vamos a necesitar.
 
Por fin salimos al atardecer, después de una jornada de descanso y curaciones. Era el momento de hablar.
 
Bueno, Rhaz ya sabe que ayer no me quedé directamente a dormir, quería hablar con Milaszor, quería averiguar para qué sirve el guantelete. Rhaz me dijo que no lo hiciera, con gran sensatez, pero la curiosidad me puede, compañeros. Poco me importa más que los misterios de este mundo, pero sobre todo, necesitaba saber si habíamos hecho bien en entregarle el artefacto al Rey Hechicero. No podía quedarme con la incertidumbre.
 
Acudí a su presencia con gran osadía, pero Milaszor me escuchó. Se interesó por mí al saber que empleo la magia. Por lo visto le sirvo en sus planes. Me dijo que las gemas que traíamos son las que pueden accionar el artefacto. Eremy trajo falsas. Así que cree que las verdaderas las tiene la Reina Hechicera. Quiere que la mate y recupere las gemas. Para asegurarse de que hago lo que quiere, me ha tatuado algo en la espalda, pero no sé qué es todavía. También quiere que me ayudéis, pero no os obligará a ello. Podéis no hacerlo, seguir vuestro camino. Nadie os perseguirá ni os reprochará nada. Ya que me temo que es una misión casi suicida, amigos.
 
Sutu, espero sinceramente, que todo salga bien y que puedas recuperar a tu familia. Pero quizá no vivamos mucho. Aunque tú has dado tu palabra de protegerme, yo la doy de que haré todo lo posible para que te reúnas con tu familia para siempre, Sutu.
 
A los demás os digo que nos ha prometido grandes riquezas si queremos arriesgarnos. Con esto, lo dejo a vuestra voluntad si seguir o no. Aunque si no seguís, no deberéis estar en la ciudad cuando lleguemos, sólo lo justo para reponer víveres y marcharos. Correréis peligro y nosotros también, pues sabéis demasiado. Esto no me lo ha dicho Milaszor, pero no es un estúpido, así que si queréis vivir, deberéis estar con nosotros o muy lejos.
 
Podría no haberos dicho nada de la misión e intentar seduciros con la promesa de riquezas, pero no quiero engañaros. Ahora lo sabéis todo. Podéis elegir gracias a eso. Si me preguntáis porqué lo hago, sólo os puedo contestar que haré lo que pueda para que las cosas salgan bien. Ya estoy metido en las arenas movedizas hasta los ojos. Pero vosotros sólo tenéis un pie. Podéis sacarlo e iros o ayudarme para que nadie que no lo merezca emplee el artefacto.

Notas de juego

Perdonad que haya forzado el tema de tener que estar fuera, pero creo que era más seguro. xD

En cuanto me contestéis os propondré más cosas.

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14/10/2010, 21:04
Rhaztamel Rapidfinger

Cuando callo la noche partimos del castillo, la temperatura era mucho mas agradable, cuando aún no habiamos recorrido mucho, Habib se detuvo un momento para explicarnos la situación. La mirada de Rhaz era bastante severa ante las palabras de este. Escucho antentamente sus palabras y cuando terminó tras una breve pausa - Ironico, verdad? Obedecer a un hechicero, para morir en manos de otro, pero bueno este es mi destino también supongo que es lo que mejor sé hacer, nunca me tacharán de abandonar un compañero, pero una cosa os digo, lucharé con vosotros, te ayudaré Habib - dijo mirando al mago, después miró a Sutu - Y también a ti grandullón, me parece una causa noble la tuya, pero llegado el momento habrá cosas que hacer a mi manera, y ninguno de nosotros dejará de atacar a los enemigos, hasta que nuestras almas se separén de nuestros cuerpos, si eso ocurriera ya me encargaré yo de que se separe - Despues miro hacia el cielo nocturno - Espero no tener arrepentirme - terminó diciendo este con una leve sonrisa dibujada en su cara mirando a la oscuridad del ocaso.

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14/10/2010, 22:52
Willem Rottemberg

Ha que bien, conseguimos que el rey brujo nos mire con un poco menos de desprecio pero vamos a ganarnos el odio eterno de la reina hechicera coloco la mano derecha en la frente y niego con la cabeza con gesto desolado.

Como si el viejo orco nos fuese a dejar así como así. Conocemos sus planes, seguro que no nos dejara en paz. Además la única manera de que aquel semigigante no nos persiga hasta el fin del mundo lanzo un suspiro de resignación morir por que si o morir por una fortuna. La segunda opción suena mejor. Podéis contar conmigo.