Partida Rol por web

Gracias a su altura, Sutu miró por encima de las cabezas a la gente que comenzó a congregarse alrededor de ellos en la taberna. No tenía ganas de hablar y a punto estuvo de cortar tajántemente las preguntas del tabernero cuando Habib habló.

Bien hecho hechicero... Pensó al escuchar las respuestas de Habib. Pero como sigan preguntando yo mismo responderé a su curiosidad cortándola de raíz.

El bárbaro escudriñó la taberna con atención, sabedor de las probabilidades que habían de que la bruja que lo había convencido para aceptar el trabajo que lo llevó al hogar del Señor de Raivah estuviera por allí, y no dejaba de preguntarse en cómo se las apañarían para capturarla.

Si lo hacían en aquel momento, deberían cuidar de ella hasta que tuvieran las gemas que Milaszor deseaba obtener, pero si esperaban, la presa podía escapar. El engaño parecía la única opción y pese al orgullo que el bárbaro sentía por sus propios métodos, sabía que aquella habilidad no era su fuerte.

Vamos a ver… esto por aquí… esto otro por allá… a esto le doy un par de vueltas… ¡y ya está! ¡El refugio perfecto! Bueno al menos dadas las circunstancias… pienso al ver mi creación. Al menos sería mejor que estar directamente expuestos al sol.

Y así fue, aunque no se pueda decir que fue una estancia agradable. Por momentos pensé que los sesos se me iban a freír del calor, pero milagrosamente llegamos vivos a la noche. Al parecer los dioses querían seguir torturándonos. Aunque por fortuna el viaje nocturno fue tenso pero sin sorpresas por primera vez desde que dejamos la ciudad.

Ciudad cuyas luces comenzamos a vislumbrar y a la que no tardamos en entrar, muertos de cansancio y con ganas de descansar decentemente por primera vez en días. Y con esa idea nos dirigimos a la posada. Nada más entrar el posadero nos reconoció, nos ofreció comida al tiempo que se interesaba por nuestras aventuras.

¡Oh si, el heroico relato de aquellos héroes incapaces de hacer frente a unas simples alimañas! ¡Venid todos y escuchar como pusieron fin a la vida de la terrible cucaracha de la cocina y dieron también fin al moscón de la terraza! Como si las “aventuras” realmente fueran como se cuentan en las tabernas… estaba a punto de soltarle alguna contestación bastante ruda y malsonante cuando Habib se me adelanto e hizo su propia versión de los hechos. Relato por el que debía felicitar al hechicero, pues además de contar los hechos que más nos interesaban no nos ponía como el grupo de aventureros más torpe de la historia. Bien dicho Habib. Poco es lo que hay que añadir a las palabras de mi compañero. Nos encontramos hambrientos y cansados, agradeceríamos una pequeña tregua para al menos poder comer. Ya habrá tiempo para las historias más adelante.

A Rhaz no pareció sorprenderle la actuación de las gentes en la taberna, todos y cada uno de ellos sabian que nadie volvia del castillo y el simple hecho de estar allí ya era un prueba evidente de que ibamos a ser el centro de atención. Cuando le agarró el posadero, el picaro simplemente asintió con la cabeza afirmando y despues y como siempre el hechicero sabia hacer muy bien su trabajo, y eso fue lo que hizo contando una gran historia entreteniendo al personal. Rhaz no le gustaba ser el centro de atención con lo que cogio su plato de verduras y su agua con su capucha echada hasta taparle casi del todo la visión se sentó en una mesa alejado de todo el bullicio y se dedico a comer y reponer fuerzas mientras de vez en cuando observaba el espectaculo que se habia producido en la taberna cuando Habib estaba contando la historia.

Entonces el funeral tuvo sentido, si Eremy ha muerto Vadrian tiene buenas razones para ir en busca de la bruja de Zalas

¿Y ahora qué pensais hacer? ¿Pensais quedaros aquí sin más?

Deberíais ir a hablar con Vadrian, pero él probablemente ya esté en la torre de la bruja esperando audiencia

La taberna está ya abarrotada y los murmullos que se escuchan por todas partes son muchos y muy diversos

Había oido que el Sr de Raivah era en realidad una princesa duérgar

Murciélagos del desierto, yo he cazado docenas de esas criaturas, y las jaulas de Vanor pueden dar fe de ello

Tal vez sean espías de Raivah

Papá ¿cuanto puede aguantar vivo alguien fuera de Zalas?

No hay rastro de la bruja que habló con Sutu, y la gente de la taberna parece satisfecha con la historia, dando ellos mismos sus propias versiones entre ellos como si hubieran estado allí, por unos minutos la sed parece pasar a un segundo plano alimentados por las palabras de Habib

El señor Vadrian merece una explicación y nosotros también, así que mañana, ya descansados, podremos hablar. Creo que unos y otros merecemos quedarnos tranquilos. Pero no tengo fuerzas y mis compañeros tampoco.

Necesitaré agua y comida para el resto del día y una habitación resguardada, amigo Marl. Qué lugar mejor que tu casa donde recuperarnos para mañana cumplir con nuestras obligaciones.

Me alegro que les hayan entretenido nuestras desventuras, agradecido público, pero hemos de retirarnos a descansar.

Despues de terminar la sopa de verduras Rhaz se dirige hasta Marl y le suelta el dinero para el agua y la habitación con pestillo - Aqui tienes Marl me voy a descansar - despues de esto el picaro sube a la habitación entra cierra el pestillo y se echa a dormir.

-Hechicero. Le susurró Sutu al oido a Habib, llamando su atención al posar su mano en el hombro de él, y procurando que nadie escuchara las palabras que le iba a decir. ¿Crees prudente que durmamos separados? La ciudad está llena de gente de mala calaña que no dudaría en vender a su madre por unas monedas. Mucho menos de probar suerte intentando desvalijar a unos viajeros exaustos que guardan misterios y dinero para permitirse agua, por mucho pestillo que tengan sus habitaciones. Si no dormimos todos juntos, al menos deberiamos hacerlo por parejas.

El bárbaro lanzó una mirada de desconfianza a la gente allí reunida, dejando claro con la misma que seguía estando alerta a la perfidia de la civilización.

Haciéndole un gesto de asentimiento a Sutu, pido con discreción una habitación comunal para los cuatro con pestillo o que nos deje una tranca para fijar la puerta. Ya a solas, le digo a Sutu y a los demás:

Tenías toda la razón, amigo. Estaremos más seguros así, los cuatro juntos. Bien, compañeros necesitamos todos descansar. Con la tranca y los abrojos que pondré cerca de la puerta, será imposible que no nos despertemos. Pero si alguien levanta un ojo de vez en cuando, no se lo reprocharé. Lástima que no esté Crik con nosotros, él nos hubiera ayudado. Buenas noches, amigos. Que descanséis.

Comí tranquilamente sin hacer caso a los murmullos que se estaban empezando a generar entre los parroquianos de la taberna. Al parecer nuestra fama está aumentando. Tal vez más adelante le pueda sacar alguna ventaja a esto. Tal vez el viaje acabe mereciendo la pena…

En ese momento el resto del grupo se levanto para ir a descansar a las habitaciones. Fue justo cuando me levantaba de la mesa para seguirles cuando Habib comento lo de descansar todos juntos. ¿Todos juntos en la misma habitación? ¿Y cómo nos las vamos a arreglar para descansar? Porque aun en el supuesto de que la cama sea grande… no os lo toméis mal, pero ninguno de vosotros es precisamente mi tipo, y eso de compartir cama… no lo veo muy claro.

Las palabras de Willem le arrancan una sonrisa a mis labios cuarteados, lo que hace que me los toque por el dolor.

Jejej... espero Willem, que el posadero nos ofrezca una habitación con camas para los cuatro. Una de las comunales tal vez..

A mí tampoco me gustan los olores viriles, pero los puedo soportar a unas yardas de distancia. Jejeje.

La habitación que os ofrece está totalmente vacía para vosotros, Habib la fortifica mientras el resto ya os acostais, y preparais trampas y preveeis un ataque, tal como debíais hacer en el desierto mientras descansábais o caminábais, pero en la habitación de una taberna, todo bastante surrealista, cuando todo parece apropiadamente seguro, todos cerrais los ojos y descansais al menos 5 horas hasta mediodia, donde no podeis descansar más.

Dormir de día no es tan fácil, pero habeis conseguido dar una cabezada después de toda la noche durmiendo, y los jergones de hojas de palmera cubiertos por una sábana relajan lo suficiente vuestro cuerpo para poder oir con toda nitidez el agradecimiento de vuestras piernas por tan merecido descanso.

Por la noche tal vez podais descansar mejor, ahora sentís una falsa sensación de descanso que decaerá al atardecer, pero aún quedan larguísimas y calurosas horas hasta entonces.

Despierto físicamente mejor pero mi cabeza sigue un tanto dispersa. El cansancio mental necesitará más tiempo. Me pongo a guardar los abrojos para que no haya accidentes mientras espero a que se despierten los demás. El ambiente está cargado. Dan ganas de abrir una ventana, pero el calor debe ser insoportable. Sólo deseo descansar, así que no les despierto pora alargar más el rato de descanso.

Espero que no me digan de ir a ver a Vadrian esta tarde.

Pensaba, pero sabía que debíamos quitarnos esto de encima cuanto antes.

Rhaz se levanta, se atavia y se dirige a la parte de abajo de la posada, no han sido muchas horas durmiendo pero la verdad es que habia recuperado mucha de sus fuerzas - Posadero tiene algo para comer? - pregunta el picaro, mientras espera a que sus compañeros bajen.

Volver a descansar en un lugar más adecuado que el páramo que era el desierto fue algo de agradecer, aunque lejos quedaba la mullida cama en la acogedora habitación del Castillo de Raivah en la que Sutu durmió, el bárbaro no necesitaba lujos para poder sentirse descansado, pese a ser consciente de que su cuerpo requería de mejores atenciones tras las batallas libradas desde que dejara la ciudad para ir al Castillo de Raivah.

Las horas de descanso habían transcurrido con normalidad, sin ningún tipo de allanamiento por parte de bandidos codiciosos, y en el fondo Sutu lo agradecía, pero aquello no iba a hacer que bajara la guardia mientras se encontrara en aquella infecta civilización.

Sutu, bajó a la taberna de la posada, y se sentó silenciosamente junto a Rhaztamel, esperando que el que faltaba, bajara para poder hablar sobre el siguiente movimiento que harían en la ciudad.

Sutu y Antes que él, Rhaz se habían sentado ya a la mesa y pedían resueltos algo de comer. El hambre llamó a mis tripas, entró y se instaló cómodamente.

Señor Marl, yo también querré algo de comida. Si puede ser algo caliente, se lo agradeceré.

Bien, compañeros, qué será hoy? Ver a Vadrian o investigar algo? Os advierto que no estoy para curar a nadie, he agotado mi poder hasta mañana. Así que si son tareas poco peligrosas, mejor para todos. Esperemos a Willem para decidir, pero id pensándolo, por favor. Dijo con algo de astío, que no era por ellos sino por su agotamiento y falta de moral.

Hoy hay raíces de yohL de las montañas del este con carne de cordero

Marl os trae unos vasos de agua poco llenos y unos platos muy secos con tubérculos cocidos y algunos pedazos de carne, todo remezclado en una leche espesa cuyo símil no os voy a describir, la pinta es repulsiva y la textura a vuestro paladar casi vomitiva, pero a cada cucharada que cae en vuestro estómago sentís que realmente revitaliza y sea por la causa que sea quita el hambre.

Un niño orco se acerca a vosotros y se sienta a vuestros pies cerca, con las manos recogiendo sus piernas mira a algun punto detrás vuestro, manteniendo la vista sobre vosotros sin veros, pero parece estar escuchando con atención cada mordisco y al parecer, está esperando que algun bebáis agua para tratar de escuchar el arrullo de un sorbo.

Sutu mira alrededor y en la puerta, apoyada a un lado entre la sombra, esta Haki, esperando algo, observandoos desde una mesa vacía a la que ahora se sienta un semigigante junto a ella para decirle algunas cosas al oído, pero Haki está ahora ocupada y dando unos manotazos al aire espanta al gigantón que se aparta irritado

¿ Qué tal está ?  - Pregunta Marl mientras comeis despacio

Es justo lo que necesitamos, señor Marl. Creo que me retornan los ánimos con cada bocado. Le contesté francamente al posadero.

Luego asomé la cabeza por debajo de la mesa, mirando al niño sonriente.

Hola, cómo te llamas? Tienes hambre? Por qué no te sientas y te pido algo de comer?

Pedí algo de comer y un poco de agua para el niño. Verle era como ver la miseria de este mundo. Todavía me preguntaba cómo tantos niños y niñas llegaban a adultos. No pedí permiso a mis compañeros. Si me hubieran dicho que no lo hiciera, lo haría igualmente. Al notar sus reacciones, dije:

Este lugar está lleno de truanes. Seguro que a ninguno le dieron un poco de agua y comida cuando eran niños. Si lo hubieran hecho, tal vez se buscarían la vida en otra parte, tal vez no, pero ya no podrían pensar que este mundo se había portado mal con ellos siempre.

Luego charlé con el niño un rato de lo que quisiera contarme si es que podía hablar mientras comía o le apetecía, claro.

Si bien no había descansado tanto como necesitaba, pero gracias a las horas de sueño al menos era de nuevo capaz de mantenerme en pie sin tambalearme. Al menos ahora la gente seria capaz de distinguir entre mí y un cadáver.

Me vestí tranquilo y despacio, ya que el calor era tan fuerte que seguro que si me vestía demasiado rápido acabaría con la ropa encharcada del sudor. Ya tendrá tiempo el sol de hacer que mis ropas acaben más mojadas que debajo del agua. Baje y me encontré con todo el grupo comiendo en una mesa… y a Habib dándole parte de su comida a un niño orco. Primero los lagrimones por aquel pajarraco y ahora dedicándose a la beneficencia. ¿Y qué le estas enseñado tu, que si te acercas a un forastero y le pides comida te la dará? Espero que el niño no lo aprenda, o puede que la siguiente vez lo que se gane es un sopapo.

Me siento en la mesa y pido un plato de lo mismo, que no tenía una pinta muy apetitosa, pero poco importaba con el hambre que tenía. Uno nunca sabrá lo que hubiese pasado si hubiese elegido de manera diferente o si hubiese actuado de otra manera. Y si es así seguro que es por algo. Pero bueno, dejemos las decisiones filosóficas para mejor momento. ¿Cuál es el plan ahora?

Marl te mira sorprendido, después parece relajarse con un suspiro nostálgico y trae un plato igual al vuestro

Son diez piezas de oro, no sé como aún existe alguien que gaste agua para los demás, cada vaso que relleno no sé si tendré para vender agua al dia siguiente.

Los murmullos de la taberna aumentan, ha sido mucho oro el que se ha movido en poco rato, suficiente oro para que cualquiera de ellos pueda asegurarse el agua por una semana entera, y Marl mueve disimuladamente un hacha doble bajo el mostrador en el que estais comiendo.

El chico se lanza al vaso de agua y bebe hasta la mitad, como si le supiera mal beber, luego tuerce el plato y empieza a sorber el caldo blanco del plato para coger la cuchara y rebañar la comida que hay en él, sus labios verdosos están acartonados y secos, y aunque no come demasiado apresurado parece estar disfrutándolo, muy probablemente, lloraría si no estuviera tan deshidratado.

Hace una pausa entre bocado y bocado, no deja que caiga ni una gota de la cuchara y entre viaje y viaje al plato la chupa bien

Me llamo Zaoy, soy hijo de Ukrum, mi padre salió hace dos dias en busca de caza y aún no ha regresado

El chico debe tener unos ocho años, unos pequeños colmillos asoman de su mandíbula inferior confirmando una buena genética orca

Hacia dos días que no probaba bocado señor, muchísimas gracias, mi padre volverá pronto

Mira a los 4 aventureros en la barra, como si tratara de reconocer a alguno de vosotros, pero vuestros rostros no le son conocidos, y sigue comiendo.

Al percatarse de la presencia de la bruja, Sutu gruñó y habló a los otros una vez Willem se hubo sentado a la mesa y comenzado a comer con ellos.

-Hablabámos sobre nuestro próximo objetivo. Sobre cuál será la mejor opción. Tenemos el trabajo que nos han encomendado, y tenemos una paga pendiente por parte de Vadrian*. Pero además... calló un momento y bajó la voz hasta casi un susurro. Ahí está... la mujer de allí, la que habla con el semigigante es la que hizo que yo emprendiera el viaje al Castillo del Señor de Raivha. Les dijo. Ahora mi objetivo es llevársela al brujo Milaszor además de cuidar de Habib, y si por mi fuera zanjaría esa cuestión ahora mismo. Pero no podemos retenerla hasta que terminemos con el trabajo encomendado a Habib, ni volver al castillo  sólamente con ella. ¿Que pensais que seria lo mejor?

El bárbaro mostró indiferencia ante el niño orco que hizo mella en el corazón de Habib hasta que este habló de su padre, momento en el que captó toda la atención de Sutu.

-Dime niño. Le dijo tras escuchar lo que los otros tenían para decir sobre lo expuesto por él. ¿Tu padre no ha encontrado un lugar mejor que esta posada en el que dejarte a esperar? No es lugar para alguien de tu edad.

El bárbaro era consciente de la situación y de lo que significaba, él lo había vivido muchas veces y estaba seguro de que el progenitor de aquel niño estaría cazando sin poder quitarse de la cabeza el hecho de que de su habilidad con la caza dependía la supervivencia de su hijo, no sólo la suya. Y fue en ese instante en el que en su cabeza se congelaron las imágenes de su regreso al hogar, y lo vacío que este se encontraba cuando ocurrió. No podía tolerar que alguien sufriera lo mismo que él, y ahora ante sus ojos, podía ocurrir de nuevo la misma tragedia.