Partida Rol por web

¿Qué sobrevaloraste la lealtad de tus hombres? ¡Nos habéis enviado a una muerte segura sin decirnos nada sobre la falsedad de las gemas! Si sois así con todos vuestros subordinados, ¿cómo no os van a traicionar a la primera oportunidad? Al menos el orco ha sido más sincero y ha cumplido con “su palabra” al dejarnos con vida, mientras que vosotros que encima nos engañasteis queréis colgarnos.

Y aun no hemos dicho nada del guante… veamos cómo anda de dotes diplomáticas el amigo Habib agarro con más fuerza aun la empuñadura de mis armas y tenso todos mis músculos, ya que si mis cálculos no fallaban esta conversación solo tenía un final posible. Uno que no me gustaba nada cuando estaba en la morada enemiga, en inferioridad y además con hechiceros de por medio.

Habib quería salvar la vida de sus compañeros a toda costa y para ello quería ganarse a la Reina, pero en el fondo, sabía que era difícil que Milaszor respetase su trato, así como que no pondría la mano en el fuego por la Reina, por protectora que hubiera sido de esta ciudad, la cual no había prosperado mucho en las últimas décadas.

Qué podía hacer más que jugar al juego de la muerte, donde no siempre había un ganador, pero siempre había al menos un perdedor.

Así que tiene el guante... - Se escucha un crugir de huesos, parece que la bruja no suele levantarse a menudo

Vadrian, al igual que vosotros fué engañado

El velo que cubre el trono de la bruja se corre, Vadrian baja la mirada tembloroso, el arma de Sutu cae al suelo, Rhaz y Willem aflojan el agarre de sus armas y Habib queda boquiabierto, tan solo envalentonado al sentir el vínculo mágico que le une a la Reina Bruja ahora visible para todos. Su imagen resulta terrorífica, y aún así, débil, cansada y frágil.

Medio cuerpo putrefacto, de piel muerta y huesos desgastados, finas sedas púrpuras que cubren su cuerpo cubriéndola de una macabra elegancia, su presencia merma la voluntad de los presentes que tratais de detener o acelerar un escalofrío que sube muy lentamente por toda vuestra espalda. Sus ojos vacíos os miran sin sorpresa

Su mano da una vuelta y aunque vuestra mirada ha quedado hipnóticamente fijada en sus vacías cuencas, en sus huesudos dedos sostiene un zafiro del tamaño de un ojo y con la misma forma circular.

Las gemas que busca Milaszor, son cinco gemas como esta.... los cinco soles, más aquí solo hay uno.... uno aquí....

Esta gema en particular, tiene el poder.... de crear agua.... de la nada....

Solo con ella.... mantengo la ciudad... Milaszor la quiere... sin agua... la ciudad vendrá a por mí

Y él controlará Zalas

Un tiempo de silencio, de meditación, salís de ese embotamiento aunque todavía temblais al tratar de realizar algun movimiento voluntario

El guante.... desata el resto de poder de cada uno de los soles.... hace eones, ese guante dividió el mundo

Dividió los elementos.... estas gemas son las puertas.... el guante es la llave...

Pero el uso de tal poder, solo conllevará la destrucción de las esferas, la destrucción de los mundos

La bruja clava su vacía mirada en Sutu, y el enorme bárbaro, se siente el más insignificante de los gusanos

Sé que, el que yo perdiera mi bola de cristal no te vale de excusa

de igual manera te digo que Milaszor no te devolverá a tu familia

Yo.... estoy cansada.... muy cansada....

Pero vosotros ya no podeis salir de éste vórtice

Siento que hayais caído en su trampa

Siento que hayais sido vosotros quienes arrastren el yugo impuesto por el brujo

Milaszor me ha arrebatado todo, salvo esta gema.... es todo lo que queda de mi poder....

¿Qué vais a hacer....?

La bruja mira a Rhaztamel quien ha quedado mudo, mira a Willem quien ha olvidado donde llevaba la espada, mira a Sutu quien ya no lucha por detener el suave temblor, y mira a su súbdito Habib sobre el que seguramente, gire y se centre un cosmos de decisiones y responsabilidades, os mira a todos y a la vez.... sin ojos, no es capaz de veros a ninguno

Rhaz que habia quedado perplejo ante aquella fijura, despues de un tiempo en el que su cuerpo no respondia a sus ordenes y tras oir las palabras de aquella bruja, de nuevo el sentido volvió a el, una sensación de pena y lastima atrapo al picaro - Yo tenía el presentimiento de que no debiamos devolver ese maldito guante, sabía que no es de fiar, maldita sea..... - La mirada de Rhaz se clavo en Habib - Se que te dije que te ayudaría Habib - luego si mirada se posa en los ojos de Sutu - Sutu sabes que también te dije que te ayudaria en tu busqueda - a continuación su mirada vuelve de nuevo a la figura de la Reina de Zalas y un corto silencio pensativo deja la sala muda, despues el picaro vuelve a reaccionar - Y os ayudaré, pero no, si seguiis a las ordenes de ese maldito Milaztor, ella tiene razón, que creeis que hara cuando tenga ese poder? pensaís que cumplirá su promesa porque ya lo hizo una vez? pues a mi parecer y ya os lo avise estamos en el bando equivocado. Y ahora debeis decirme que vais a hacer? - finalmente el picaro vuelve a mirar a todos sus compañeros esperando su respuesta.

La imagen de la más que anciana Reina, impresionó sobremanera al hechicero. De esta mujer emanaba parte de su poder, pues sólo una reina o un rey hechiceros podían conceder el don de curar. Nunca la había visto, pero sabía que ese poder provenía de ella. Siempre lo concedió sin pedirle nada a cambio. Hasta hacía poco era el único acto de generosidad que había conocido hacia su persona. Pero ahí estaban sus compañeros para defenderle y salvarle. Y Rhaz, casi siempre callado, era el primero en hablar desde el corazón.

Amigo Rhaz, me alegra más que la lluvia oírte decir eso. Tenías razón cuando nos aconsejaste huir con el guantelete. Quizá hubiéramos perecido, pero tal vez, lo hubiéramos salvado de sus garras. Entonces no podíamos imaginar su poder. No podré soportar, el tiempo que me quede de vida, mi error si no hago nada para remendarlo, aunque no sobreviva. Mi Señora, contad conmigo para lo que sea necesario. No dejaré que Milaszor se haga con las gemas. En mí tenéis un aliado por poco poderoso que yo sea. De echo, ya tenéis dos. Y dijo sonriendo hacia Rhaz.

Rhaz pone la mano en el hombro del mago y asinte ante las palabras de este con un sonrisa de satisfación al ver como su compañero se unia a él y reconocia su error.

¿Pero qué demo… eso no es un puñetero cadáver? Joder he visto cuerpos medio en descomposición con mejor aspecto que el de esa bruja. El orco ya era anciano, ¿pero esto? ¡Debe de tener más edad que la ciudad! pienso una vez el velo vuelve a tapar aquella imagen de pesadilla mientras tanteo en busca de las empuñaduras de mis espadas.

Me pongo la mano derecha en la cara al mismo tiempo que hago un gesto de negación y lanzo un profundo suspiro voy a coger este trabajo, tan solo se trata de llevar unas gemas a un castillo, ¿qué puede salir mal? Incluso puede que pudiera coger alguna. O si, una brillante idea. Si llego a saber cómo iba a acabar esto me hubiese vuelto al desierto. De seguro que hubiese tenido un final menos horrible que el que me espera. ¿Y qué vamos a hacer? No podemos huir y desaparecer sin más. Si lo que la Reina-Hechicera ha dicho sobre la bola de cristal es cierto ese viejo orco sabrá donde nos metemos. Es probable que incluso sepa lo que está pasando ahora mismo, por lo que engañarle será imposible. Así que ya me diréis como salimos de esta…

Sutu sintió cómo las fuerzas le fallaban ante la antinatural visión que se mostró frente a ellos. Aquella cosa que no debía existir y que sin embargo allí estaba, parecía traer con ella el eco de los abismos insondables del más profundo de los infiernos.

La mujer, o lo que alguna vez fue una mujer, y de lo que ahora sólo quedaba un despojo de formas que insinuaban un cuerpo antaño femenino, habló con la voz de un ser primordial, escupiendo palabras que sonaban como pronunciadas en la más cavernosa de las cavidades del mundo, allí en donde luz alguna jamás perturbo la tenebrosa y oscura paz de seres no destinados a ser contemplados por ojo mortal.

Si el ruido del hacha alertó al bárbaro de que lo había dejado caer, no se supo por el semblante de este.

-Brujería... malsana y vil brujería... Musitó Sutu. Aquello ya era demasiado para él y sintió que su cordura bailaba un frenético compás al borde de un precipicio cuya profundidad lamía los mismos fuegos del tártaro. Tan solo la imagen de su familia en su mente lo salvó de enloquecer en el mismo momento en el que aquella cosa habló, después de que Habib lo mencionara.

Milaszor... la Reina Bruja... ¿Cómo puede uno tener fe en el destino que nos depara sabiendo de la existencia de tales cosas? El Señor de Raivah aún era algo que se podía contemplar, pero esto es muy diferente. ¿Y qué validez hay en la palabra de un brujo o de algo como esto que camina y habla frente a mí? Pensó el bárbaro.

Sus compañeros comenzaron a exponer sus opiniones, mientras que Sutu seguía asimilando lo que acababa de ver, y escuchar, sin ser capaz de decidirse por uno u otro bando.

Esta cosa ha salvado la vida de tanta gente con esa piedra... ¿Es cierto eso? ¿Y si lo es? ¿Cómo podré vivir sabiendo que un día rompí la palabra que le dí al Señor de Raivah al ayudar a esta... cosa?

-Difícil me va a resultar romper la palabra que ya dí. Pero cierto es que ese enemigo tuyo no me inspira confianza alguna. Dijo cuando su fuerza de voluntad ganó la batalla por su cordura. Tu pregunta yo también me la hago ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué deberiamos hacer si te ayudamos y con eso, ayudamos a Zalas? Y lo más importante. Lo único que reálmente me importa ¿Puedes tú devolverme a mi familia? ¿Puede con sus artes hacerlo el Señor de Raivah aunque no lo quisiera? Ese es el único motivo por el que ahora estoy aquí.

Es probable Willem, es probable - A las palabras de Sutu se da la vuelta y echa a andar por el suelo inmensamente alfombrado

Ayudarme a mí.... h'hhhh'hhhhh - La bruja vuelve tras el velo y se escucha su acartonado y desgastado pellejo resquebrajarse al tomar asiento en los cojines más mullidos de Zalas.

No,... hace mucho....... mucho tiempo que nadie puede ayudarme a mí, el mundo... se dividió, se destruyó..... se secó por la magia, y lo mismo me ha pasado.... tan solo aguardo la aparición de un ReyBrujo con intención de mantenerlos con vida, para que me sustituya.... para morir de una vez

¿Ayudar a Zalas? Sssi, si Milaszor consigue esta gema, toda la ciudad morirá de sed

Yo... no puedo devolverte a tu familia, sin mi bola de cristal no veo más allá de las paredes que me rodean

Pero Habib demuestra ser buen merecedor de parte de mi poder, Habib.... tienes razón, en efecto..... Milaszor no debe conseguir esta gema. Pero ahora os encontrais en mayor apuro, pues sin ella Milaszor os perseguirá hasta la muerte, su poder es inmenso, casi tanto como el mío.... pero podeis quitárselo.

Unas palabras arcanas empiezan a salir como una melodía, Vadrian cierra los ojos y frente a vosotros las palabras de la bruja se tornan figuras tan nítidas y reales que si no fuera por su voz, no os parecería estar aún en la torre de la hechicera.

Hace más de cincuenta años, éramos tres los grandes reyes hechiceros: Astraza de la Sangre Fría, Alaszor padre de Milaszor y yo. Milaszor no nació con el tremendo poder de su padre, y sin embargo, Alaszor deseaba que su hijo azotara Has'sara con su misma tiranía, por eso murió creando un vínculo más allá de la vida.

Aún a dia de hoy Milaszor sigue extrayendo su poder del cuerpo muerto de su padre, que yace en la Necrópolis de Ok'Ragna, el cuerpo de su padre no tiene ningún poder, pues todo lo absorbe Milaszor, si destruís a su padre, Milaszor será un mortal más sobre Has'sara.

Las imágenes se deshacen y todo vuelve a la normalidad

Así salvareis vuestra vidas....si entonces acudís rápido al castillo, y lograis acabar con Milaszor, y recuperar mi bola de cristal, encontraría la familia de Sutu, y tendríais mi eterna gratitud.

El guante... sin la gema no es más que un trozo de metal...pero ahora que ha sido encontrado, no puede pasarse por alto.... tal vez con él yo pueda morir tranquila, y tal vez con él, el mundo puede volver a ser el que era, todo depende de como se use

¿Podríais hacerlo? ¿Podriais recuperarlo todo? ¿Podeis ganar? ¿Tanto os arriesgareis?

- Cuenta conmigo, como siempre digo, una misión practicamente imposible con muerte casi segura, se puede pedir mas? - dice este mientras mira a sus compañeros y sonrie.

El relato de la Reina era aterrador. Esta desolación era fruto de la magia? Cómo podía recobrar su esplendor la tierra que antaño fue fértil?

Mi Señora, ójala pudiera relevaros en vuestra gran función, pero mi poder es pequeño y mi experiencia en consonancia, pero quizá pueda ayudarla a derrotar a Milaszor. Nunca confié en él. Su motivación es la codicia, su ansia de hacerse con el dominio de todo y de todos. Un tirano en busca de más y más como una boca que nunca se sacia. Qué podemos ser para él más que peones sacrificables. Acaso alguien como Milaszor puede compartir nada? Su fama de asesino es cierta. Vimos el cuerpo de Eremy y cómo se ensañaron con él. No tuvo una muerte limpia. Debió sufrir un horror tremendo. Además lo colgaron para que fuera espectáculo de todos lo que pasaran por el patio del castillo. Cómo se puede confiar en alguien así?

Usted, sin embargo, da de beber al sediento. Sólo le pido que si confía en nosotros, permita a cada habitante de esta ciudad tomar el agua que pueda acumular. Si algo sale mal, al menos que tengan agua para poder irse de esta tierra. Le parece razonable, mi Señora?

Además, nos ha dejado pasar a pesar de que sabía que podíamos tener la misión de matarla y robarle la gema. Usted, con su inmenso poder, ha confiado en alguien como nosotros.

Habib hizo una pausa para recapacitar sobre la tremenda misión que se depositaba en las espaldas de cada uno de los miembros del grupo.

Señora, comprendo lo que dice Willem y me parece razonable. Quizá no podamos presentarnos en el castillo como ti tuviéramos la gema o llegar a Ok'Ragna y destruir el cadáver del padre de Milaszor creyendo que no nos esperarán. Él nos vigila de eso estoy casi convencido. No sólo tiene la bola de cristal, mi Señora. A mí me puso un tatuaje en la espalda. Permitidme que os lo enseñe.

El hechicero, con naturalidad, como quien enseña una "pupa" a su madre, se giró y despojó de sus ropas por la parte de arriba.

Mirad, mi Señora, con este símbolo en mi piel no sólo me ha marcado, creo que puede saber muchas cosas, aunque son suposiciones mías, ya que no he podido investigarlo en absoluto y pocas personas tienen conocimientos como para decirme qué hace el tatuaje.

Una vez mostrado, miró Habib a Sutu, el cual estaba muy preocupado e indeciso.

Querido Sutu, en el poco tiempo que nos conocemos he aprendido a admirar tu corazón lleno de nobleza y bondad. Sé que tu palabra es más valiosa que el agua. Pero sabéis que Milaszor no os devolverá a vuestra familia. Y si lo hace, no podréis más que vivir juntos el horror de ver este mundo arrasado por su tiranía. La Reina quiere ayudaros, pero en esta ocasión sólo depende de nosotros. Si logramos acabar con Milaszor, mi Señora podrá acabar sus días con dignidad y hará lo que esté en su mano por devolverte a tu familia. Además, un mal inmenso habrá perecido y donde quiera que estén tus seres queridos no tendrán nada que temer de ello. Amigo Sutu, seguid con nosotros, por favor, aunque respetaré vuestra decisión sea la que sea.

En la voz de Habib había cariño y comprensión, y en su rostro, una gota de agua brotaba de sus ojos. Había deramado agua por Sutu.

¿Pero a este tío de donde lo han sacado? ¿O en qué mundo se cree que vive? O es el tipo más ingenuo o el más rastrero que conozco, siempre del lado de aquel con el que habla. Pues claro que da de beber al sediento, ¡joder, por 100 piezas de oro yo también le doy de beber! ¡Pero el que no tiene ese dinero se queda como esta! Y es por culpa del inepto de su subordinado por lo que casi morimos en Raivah y por lo que estamos en esta situación. A mi manera de ver no hay mucha diferencia entre un hechicero y otro. Ambos se preocupan única y exclusivamente de sus intereses, y no dudaran en utilizar a cualquier incauto que tenga la mala suerte de cruzarse en su camino, como nosotros por ejemplo.

Un nuevo suspiro salió de mi boca cuando Habib mostró el tatuaje que le había hecho Milaszor vale, rastrero e ingenuo no sé, pero tonto es un rato. Mira que dejarse hacer ese tatuaje. Ahora sí que no tenemos escapatoria. Pero, ¿cómo sabemos que podemos confiar en ella? Y sobre todo, ¿qué sacamos a cambio?

Después de estar toda la conversación detrás de mis compañeros doy un par de pasos adelante para ponerme delante de mis compañeros se que después del relato puedo sonar un tanto insensible pero, ¿cómo sabemos que podemos fiarnos? Fuimos enviados al castillo de Raivah a una muerte segura sin saber nada, ni de la función de las joyas, ni que estas eran falsas, ni siquiera de las intenciones de Milaszor. Habiendo sido engañados antes, ¿por qué debería de creeros ahora? ¿Por qué debería de volver a arriesgar mi pellejo por vosotros?

Tras la historia de Habib, una pregunta llama la atención del picaro, este dirige una mirada seria a Willem - Que porque tendrias que jugarte la vida por nosotros dices Willem? - Rhaz hizo una breve pausa - No tienes que jugarte la vida por nosotros,  de hecho no voy a convocerte que te unas con nosotros en esta misión, eres libre de salir por las puertas he ir donde te plazca. Creo que con esto abré despejado tus dudas no es así? - la mirada del picaro era penetrante hablaba completamente en serio, no iba a consentir dudas a estas alturas. Despues de esto miró al mago, - Habib tendremós que ver como lo vamos a hacer trazar un plan, y demorarnos los minimo posible para jugar a favor con factor tiempo -.

Y yo que tenia a Rhaz por el único inteligente del grupo y resulta que es tan tonto como el resto. ¿Cómo he podido juntarme con semejante grupo? ¿Acaso soy el único que sabe donde nos hemos metido? En eso te equivocas. Ninguno de nosotros es libre ya. Sabemos los planes de Milaszor por lo que nunca nos dejará en paz. Y gracias a al tatuaje de Habib y a la bola de cristal que le robo a la Reina Bruja puede encontrarnos en cualquier parte del mundo. Ahora mismo solo tenemos dos salidas: o cumplimos lo que Milaszor nos ha ordenado o lo destruimos. Así que no tomare ninguna decisión hasta no haber escuchado su respuesta a mis preguntas digo señalando en dirección a la Reina Bruja.

Habib no reprochaba la respuesta de Willem. Era un hombre endurecido como casi todos en esta parte del mundo. Cómo podía impedirle sus dudas y reproches? Además era sensato conocer la opinión sobre todas las dificultades que podían imaginar ahora.

Sutu ya no sabía en quién creer. Tantas mentiras y engaños lo estaban volviendo loco y aunque la desconfianza en todos era ya parte de la tarea de encontrar a su familia, no dejaba de ser irritante ver como las argucias de los brujos manejaban como vulgares marionetas a la gente, por mucho que el motivo fuera el bienestar de la mayoría.

-Debí suponerlo... Dijo cuando la Reina Bruja confirmó que Milaszor no le devolvería a su familia. El bárbaro se agachó y volvió a tomar su hacha del suelo lentamente, creando expectación sobr elo que haría a continuación y recordando las palabras que Haki, la bruja de ciudad, le dijo en su momento.

Esa mujerzuela dijo que los esclavos eran traidos a una casa cerca de la morada de la Reina Bruja... Contempló la hoja del hacha pensativo. Si mi familia es esclava de... Los ojos de Sutu se abrieron de par en par al recuperar de su memoria un fragmento olvidado gracias a las atenciones del desierto, los buitres gigantes, las bestias de las cavernosas profundidades de la tierra y el propio Señor de Raivah ...¡Vanor*!

-¡El posadero dijo que la bruja de ciudad era esclava de Vanor! Exclamó sin poder contener sus pensamiento Esa maldita furcia... ¿Qué otras confabulaciones se están tramando en esta ciudad? Todo es ambición y perfidia. La civilización consume la humanidad de las personas... El bárbaro parecía enfurecido al darse cuenta de otra pieza en aquel rompecabezas.

La bruja de ciudad quería algo de Milaszor... seguramente para darle poder a su amo sobre el Señor de Raivah, y a su vez, este quiere destronar a la Reina Bruja... pensaba intentando llegar a alguna conclusión, pero ninguna le llevaba hacia su familia, salvo la idea de haber sido esclavizada por acechadores del desierto. Y para pedir cuentas a Vanor, a la Reina Bruja no le hacía falta más que fuerza física... fuerza con la que ya contaba gracias a la hechicería que había creado los golems que la custodiaban.

Sutu miró a Habib cuando este le habló y luego escuchó las palabras de Willem antes de hablar:

-Creo que no puedo tomar una decisión antes de que ella le responda a nuestro compañero. Le dijo sécamente. Por mi parte, aunque hay elementos que juegan a favor de ella, también los hay que juegan a favor de Milaszor. La respuesta a las preguntas de Willem decidirá la mía.

No hay manera, corazonada ni conjuro ni garantía que... te pueda asegurar el futuro Willem, no hay nada tangible en tus manos que pueda hacer que te fies de mí, de la ...misma manera en que yo no he pedido ayuda, ni que os unais a mí.

En esta sala, solo hemos.... analizado vuestra actual solución, y os he dado conocimiento...

Mi muerte aquí y ahora seria tan impredecible como la muerte de Milaszor

....

Vanor, no os metais con él si apreciais vuestras vidas... tiene un corazón tan perverso y oscuro como el del propio Milaszor

Yo le he brindado el enorme poder que tiene.... por ello sé, que por ahora, depende de mí

A su vez, ensanchecer la imagen de la maldad en Zalas, mantiene controlados a otra clase de chusma

.... estrategia

Entonces vuestro sentido del peligro se dispara, no estais solos en esta sala, Vadrian levanta la mirada con cierta picardía y diversión al ver vuestro asombro cuando el mar de alfombras empieza a moverse, los bellos felpudos retozan y reptan por la sala hasta formar una larga mesa alfombrada muy cerca vuestro sobre el que hay cuatro viales.

Willem, no es cuestión de confiar o no, se trata de ¿Qué harás ahora si es cierto....?¿y si no lo es? Cuales son tus opciones

Esas son pócimas revitalizantes, las necesitareis si vais a Ok'Ragna, las necesitareis si pensais ir a ver a Milaszor, y las necesitareis si pensais que podeis retomar vuestra vida.

Habib.... Rhaz.... si pensais liberaros del yugo que os ha colocado Milaszor yendo a la Necropolis, tendreis que cruzar el desierto entero, son miles los que han muerto bajo el sol, y cientos los que han ido a Ok'Ragna y no han vuelto, si decidís ir, coged los viales.

Es mediatarde, al anochecer.... cuando el último atisbo del sol haya caído, tendreis unos camellos esperando a las puertas de mi torre

Creados por mi propia magia, os llevarán incansables durante una jornada entera antes de desaparecer, aprovechad bien ese tiempo para avanzar todo lo posible en el desierto.

Se hace el silencio, las alfombras esperarán el tiempo necesario para que recogáis los viales antes de re-colocarse por la sala, y la bruja resta en silencio esperando alguna última cuestión, o tal vez que acepteis vuestro destino y os resigneis a pasar las horas que os queden antes de que Milaszor os encuentre.

Habib comprendía que sus compañeros tuvieran dudas al ver a la Reina-Hechicera de Zalas en su forma innatural y horrenda. A él le inspiraba piedad, aunque sabía que había elegido el camino del poder y la gloria y que eso tenía sus consecuencias. Nunca lo haría por él mismo, sólo por un bien mayor y, sin embargo, dudaba de que no hubiera otros caminos. La insinuación de que la magia era la responsable de la configuración del mundo actual, de su hostilidad, del hambre, la sed y la muerte le repugnaban. Cuanto se podía sacrificar por el arte de la magia? No entendía el ansia de dominación del padre de Milaszor ni el de su hijo. Tampoco mantener una ciudad en la sed dependiente, poseyendo uno de los soles, el del agua infinita. O tal vez tenía algunos límites? La reina no quería responder a más preguntas. Debíamos decidir con lo que había. Pero aún eran libres? Posiblemente podían huir y perecer o aprovechar la oportunidad de acabar con uno de aquellos tiranos. Luego ya se vería si la reina era merecedora de prevalecer o no, pero sabía que Milaszor arrasaría la tierra y sus gentes.

Compañeros, entiendo vuestras dudas, pero la Reina no nos propone aliarnos con ella hasta el final si no acabar con Milaszor. Nos da más oportunidades que el propio tirano, el cual no querrá más que nuestra muerte una vez le diéramos la gema. Yo iré a acabar con el poder del Rey-Hechicero, aunque entenderé que no me acompañéis todos. Una vez hagamos esto, podremos ser libres, ya que Milaszor no podrá hacernos daño. En ese momento, podremos elegir de nuevo sin presiones.

Mi Señora, tengo muchas más dudas y preguntas, pero podéis confiar en que me pondré en marcha como pedís. Dijo mientras tomó las pociones de la alfombra.

Luego miró a Vanor y por fin le habló, después de haberle ignorado todo este tiempo. La fuerza de su mirada indicaba que lo iba a decir era en serio:

Señor Vadrian, usted parece tener una función en todo esto, la cual no comprendo todavía. Eso no quiere decir que me guste ser manipulado o engañado. Quizá más adelante podamos aclarar asuntos pendientes y quizá le comprenda y respete, pero hasta entonces, no goza de mi confianza. Por deseo de su majestad, dejaremos la conversación en un futuro incierto. Quizá más adelante ya nada importe, pero ha de comprender que de nosotros depende el futuro de Zalas, así como el suyo propio. Espero que lo tenga en cuenta.

En ese momento calló y dejó de mirarle, ya no le contestaría en lo que restara de tiempo hasta que se marchasen. Esperó a que sus compañeros se decidieran mientras apoyó su mano en el hombro de Rhaz, el cual demostraba una gran sensatez, detrás de sus parcas palabras y sus rudas formas.

Rhaz no dijo nada mas, ya habia dicho todo lo que tenia que decir, asi que tras las palabras de la bruja y al ver aparecer las pocimas se acercó hasta ella y la cogió, estaba clara cual era su decisión mas que tanjante. Habib agarro el hombro del picaro y este solo asintió con la cabeza para que supiera que esta preparado para salir cuando fuere.

Al oir su nombre Vadrian escucha y observa al calmado Habib mientras le habla y al que contesta con un deje de ira controlada

Alcanzo a comprenderlo hechicero, más sois vosotros quienes habeis roto mi confianza, fuí yo quien puso la vida de Eremy en vuestras manos y fuisteis vosotros quienes le perdisteis.

Yo también deseo conversar con vosotros, y daros el pago que mereceis por perder al hombre que fué como un hijo para mí

La Reina Hechicera me va a retener aquí precisamente para que no me cruce en vuestro camino, pero mañana por la mañana saldré de la torre....  y os buscaré, y os encontraré, y para entonces espero que hayais encontrado la manera de reparar el agravio

Un nuevo siseo de la bruja indica que ya es suficiente acerca de las rencillas que tengais pendientes en ambos bandos, pues vuestras vidas se mueven aún de lado a lado en un incierto camino. Es improbable que la bruja piense que la muerte de Milaszor traerá paz a Zalas, de ser así hubiera tomado acciones antes, pero todo ha cambiado desde el robo de su bola de cristal, y el hallazgo del guante, aún quedan cosas pendientes y el sendero solo se terminará de desvelar cuando sigais caminando por él