Partida Rol por web

21 del mes de Myrtul de 1344 (Calendario de los Valles).

El sol se ha puesto hace poco. Las barcas de los pescadores van volviendo al puerto mientras algunos vigilantes empiezan a encender los faroles que alumbran las principales calles. Pronto sonarán las campanas anunciando que se cierran las puertas de Velen hasta el día siguiente.
El Descanso del Contramaestre, una taverna cerca de la céntrica calle de la Corriente, es frecuentada por miembros de la guardia, por lo cerca que está de uno de sus cuarteles. Habéis tomado por costumbre reuniros allí antes de la cena a poneros al día de vuestras cosas.

Zook como cada noche, habia ido a la taberna del "Descanso del Contramaestre" para tomar unas buenas jarras de cerveza de Trigo, jarra tamaño semiorco, el tabernero sabia que Zook no era de los que se conformaba con una jarra gnoma para beber, era un lugar interesante para conocer gente, observar recien llegados y conseguir ofertas de trabajo y nuevos clientes apra su oficio de alquimista y asesor arcano ..., pero esa noche, tenia la visita de un grupo de conocidos interesantes ... gente interesados en uno de los hobbys de Zook investigar ... 

Wymar entró a la taberna y se paró en la puerta haciendo un paneo general de los que estaban en el salón.
4 Marineros jugaban dados en una esquina con otro hombre. Los marineros no eran de por aquí, y estaban tan ebrios que no se percataban que los dados estaban cargados. Seguramente eran los dados del otro hombre, que si era local. No le tomo más que ver dos jugadas a Wymar para darse cuenta.

Contra la barra, una mujer con un lindo vestido bebía de una copa, sola y sin prestar mucha atención al resto del lugar. No bebía, solo mojaba sus labios, y ese vestido era demasiado elegante para un lugar como este. A juicio de Wymar, una prostituta demasiado novata a quien su fiolo no le había dado las indicaciones correctas de cómo comportarse para atraer un hombre

Un joven bebía un jarro de cerveza en una mesa cercana al centro, delgado con un corte rapado. Su expresión agresiva y desafiante no llegaba a ocultar que estaba más asustado que un miliciano de vanguardia viendo venir una carga de caballería. El joven claramente esperaba impresionar un grupo de marineros para que lo contraten. Solo conseguiría que le den una paliza por mirar feo a algún hombre de mar.

Los dos guardias en otra orilla habían visto al estafador de los dados, Wymar los vio reírse mirando a la mesa asi que seguramente también se habían percatado de la estafa, pero Torfan y Kellar ya habían terminado su turno y seguramente no tenían ganas de intervenir. Wymar pensaba igual que ellos, los saludo con un movimiento de cabeza y siguió escrutando la taberna

Un gnomo, de espaldas en otra mesa tomaba cerveza de una jara inusualmente grande para alguien de su tamaño, no habia nada que deducir sobre ese personaje peculiar.

-Zook!!, compañero, tanto tiempo sin verte- Saludó Wymar alegremente - Eres el primero en llegar, así que cuéntame mientras esperamos al resto. ¿Que tal van tus cosas?.-

Zook levantó la mano haciendo una seña al tabernero. -Del mismo tamaño que el- Le dijo señalando la jarra de Zook

El tabernero atiende vuestro pedido en cuanto se lo permite la ajetreada fauna de su local. En un momento dado parece que vaya a haber una pelea a navajazos cuando los marineros descubren que les está timando el tahur, pero los dos guardias se interponen y el bribón se va corriendo. Los marineros juran venganza, y quizá arreglen cuentas en algún callejón. Pero esos incidentes no son raros en Velen, y la mayoría de conversaciones no se interrumpen. El flujo de bebida también sigue constante.

Se dice que un dragón rojo ha despertado en los montes Colmillos; pero eso es problema de otros. Han llegado a la ciudad dos barcos de balleneros que llevaban meses sin tocar tierra. Sin duda van a gastarse la paga en una juerga descomunal. Curiosamente el capitán de uno de ellos ha ido al templo de Umberlee antes que a la taverna. Al parecer el gran sabio Elminster pasó hace unos días por casa de Itara, una maga local. Aunque desapareció en un estallido de azufre. El pías vecino de Tethyr, Amn, está reuniendo una gran flota de guerra en el puerto de Murann. Dicen que para combatir la piratería. La princesa consorte Dhara ha vuelto a desairar a su suegra, la reina Rhinda...

A Rebás no lo habían visto, porque había salido un momento a hablar con Aéli, la moza tezhyriana que muchas veces frecuentaba el joven mulano. Tal vez no sólo había hablado, pero digamos que no venía al caso. La muchacha estaba embelesada con las historias que le contaba Rebás, y sin contar con lo observador que era y que siempre recordaba si se había arreglado el pelo de una manera diferente, o si llevaba una flor distinta en el hojal de la blusa.

Cuando entró a la taberna nuevamente, luego del ajetreo acostumbrado por marineros con mucho alcohol en sangre, se encontró con que Wymar y Zook conversaban con sus sendas jarras de cerveza. Cualquiera que hubiera mirado hacia la puerta, se habría encontrado con un joven atlético, de altura envidiable, con ropas cuidadas pero con muchos pliegues, un cinturón de armas con una espada de hoja curva, fina, de clara manufactura extranjera; y un gran libro negro con letras doradas colgando con unas cadenas bastas.

Negó levemente con la cabeza, y pidió su acostumbrada jarra de agua potable, que buscó directamente de la barra. Cada tanto tiempo, el joven Turth ayudaba al Contramaestre con agua que fuera realmente potable, y por lo tanto nunca le cobraban cuando él pedía eso mismo que él creaba. Además de la jarra y un vaso, sacó de detrás de la barra, al tiempo que Aéli recibía una mirada del Contramaestre de cierta desaprobación, su mochila abultada y escudo.

-Gracias, Contra, ahora te saco ésto de aquí- le dijo con una sonrisa -Y no te entretengo más a esa bella mujer-

Se dirigió a la pareja de estaturas tan desiguales manteniendo aquella sonrisa, y dejó sus pertenencias junto al banco.

-Wymar... ¿día tranquilo?- saludó palmeando la espalda del detective, y sentándose junto a Zook -Qué bueno verte, hacía tiempo que no te veía por aquí- le dijo al gnomo, mientras se servía agua en un vaso de madera, y vieron cómo elaboraba su acostumbrado rito de bendición del agua y la comida -¿Se enteraron de lo de Amn? ¿Qué dicen? ¿Veremos esos barcos en nuestras costas, o realmente es para lo que dicen?-

Su humor era jovial y, siempre que podía, buscaba conversar de las nuevas noticias que llegaban a Velen.

-Pero si es mi mulano favorito, bueno, el unico que conozco en realidad, así que no te creas la gran cosa-Bromeó Wymar-¿Es que no me conoces Rebás?, ¿cuando Wymar Beltran ha tenido un dia tranquilo?, al menos hoy no me he llevado ningún navajazo, eso puede considerarse un día tranquilo-

Wymar de inclinó sobre el hombro de Rebas fingiendo que le sacudía el polvo, y tomó un cabello que claramente no era de él -A ti ni te pregunto, veo que ha sido un día alegre- Agregó lanzando una mirada a la moza que atendía una mesa cercana.

-Espero que la flota no venga por aquí. aunque, si es cierto que es solo para atacar a los piratas, no nos vendría mal. Pero nunca son ciertas esas tontas excusas- Wymar hizo una pausa y miró a Zook.

-A ver a ver a ver, Rebas, que no seas maleducado, estaba por hablar Zook y lo interrumpiste- Terminó con una sonrisa cediéndole la palabra al Gnomo

Zook ve como llegais, pero ese era su momento entre el y su gran cerveza, asi que tomo un gran trago mientras que ibais llegando, los cuales vio venir gracias a los reflejos de los sucios cristales de la taberna.

Escucha su llegada y los mira sin ninguna sorpresa sabia que vendria .

- Saludos Chicos ... ya pense que tendria que beberme solo una jarra e irme a casa ... pero ya que habeis llegado podre beberme unas cuantas mas, jejeje ... -

Zook os escucha y os mira

- La verdad es que esa armada contra los piratas seguramente vengan ... donde van a encontrar incautos tan locos para unirse a esa empresa ... jejeje ... mirar el chico de alli, seria capaz de apuntarse sin dudar a cazar piratas aunque sea una muerte segura, jajaja -

Destro observa impasible la puerta que da entrada a la taberna del "descanso del contramaestre". No es la primera vez que viene, siempre que está en la ciudad y visita a Zook suele frecuentar el antro en cuestión, pero hoy es distinto. Zook le ha dicho que le presentaría a unos amigos suyos, es un hombre de muchos contactos, que podrían ayudarlo a encontrar aquello que busca. No está acostumbrado a entrar en tabernas si no es con su flauta en mano, pero quiere dar una primera impresión medianamente positiva y seria a los amigos de Zook. Tras unos segundos, lindando con el minuto, de mentalizarse mirando la puerta de madera carcomida se decide a entrar por ésta. Justo cuando va abrilar ésta se abre desde el interior, dejando pasar a una figura escuálida la cual marchaba con paso ligero, como si huyera de algo o alguien, mientras cargaba en sus manos unos dados. Sin prestarle atención Destro sujeta la puerta antes de que se cierre e intenta encontrar a Zook, descuidando cualquier otra situación que no incluyera a su pequeño amigo de gran beber. El encontrarlo no fue una tarea árdua, pues solo tenía que ubicar al individuo con una jarra equivalente a su tamaño. Con paso mecánico y nervioso dirigiose Destro hacia su objetivo, chocándose con alguna mesa fruto de su túnel de visión casi absoluto, cuando tras algún que otro traspié llegó relativamente intacto y airoso. 

- Sa-saludos Zook.- Carraspea la voz y toma confianza. -Ruego perdonéis mi tardanza mas me puse a improvisar en la explanada  en la puerta de madera (wood's gate) de la ciudad, para dar un recibimiento como se merecen a mis camaradas viajeros, y muchos se unieron. Y ya sabes como son las creaciones armónicas que llamamos música, una vez empiezan no se puede forzar su final. Espero no haberos hecho esperar en demasía.- Levanta la mirada de Zook, y observa a las seres que lo acompañan. -Igualmente, me gustaría agradecerles encarecidamente su presencia hoy aquí, y ofrecer mis servicios si fueran de necesidad o utilidad. Soy Destro, amparador de recuerdos y memorias remotas, promotor de ensoñaciones palpables y cónsul autoproclamado con el mundo feérico, y, en definitiva, bardo errante.- Acompaña su introducción con una reverencia al final. Se puede observar como aún inclinado su ojos os siguen mirando, intentando discernir si ha causado buena impresión, o si se excedió en su formalidad y charlatanería.

Pese a ser parte de la Guardia, Blarc era de los pocos que no solían frecuentar el lugar. No le agradaban las bebidas. No le agradaba la gente. Y en este sitio había demasía de ambas. El Hogar de los Firmes era el único donde podía hallar cierto descanso, mas descanso no era una palabra aceptable en el diccionario de un vigilante. Esta noche, era parte de su deber asistir a la taberna, y así lo haría.

La entrada del Paladín probablemente llamó la atención de más de uno, no por lo reluciente de su armadura como muchos otros, sino por su grisáceo pero imponente tamaño. Puede que algún que otro plebeyo ebrio se viese intimidado por lo poco que se dejaba ver de su mirada tras su oscuro yelmo, aunque su mirada sólo buscaba una cosa y no tardó en hallarla. Fue entonces que se dirigió directamente hacia la mesa y tomó asiento, en una postura muy poco relajada. Podía notarse en el puño de su guantelete derecho, el grabado del ojo que todo lo ve y vigila: el símbolo sagrado de Helm.

- Wymar. Veo que reuniste... Más de uno. - Serio y poco conversador como siempre, observando a cada uno de los demás quiénes compartían la mesa. Dos de ellas le resultaban conocidas, Rebas y en menor medida, el gnomo Zook. Su mirada se detuvo en la última, desconocida. Parecía estar juzgándola. Aún no sabía si era de fiar o por qué asunto los había reunido el detective, por lo que aguardaría a su palabra y confiaría en su criterio, del cuál sí tenía buen juicio. Debía tratarse de algo importante.

Yo los reuní acá por algun motivo como dice Blarc???

Tras la presentación de Destro, estáis rumiando aún su parrafada cuando unos nobles ven su instrumento y le piden que toque "lo que esconde el velo", una canción picante sobre un aventurero que se mete en un harén de Calimshan para seducir una dama velada y se despierta al lado de un hombre barbudo...

Destro se gira a los caballeros que le hicieron tal encarecida petición mientras desenfunda su violín irlandés.

-Me temo caballero que no conozco tal son, y he de decir que no fue de mi agrado su descripción,

No desenfundo mis armas para soeces cantar, pero conozco mil y una historias que les podría agradar.

Dice mientras hace una pequeña reverencia y empieza a tocar los primeros acordes.

-Pues...

Quiero hablaros de un héroe, el Rojo Ragnar,

un valiente muchacho de armas tomar.

Le gustaba el buen vino, también el buen yantar,

relatar sus hazañas por tierra y por mar.

Pero un día la escudera Matilda llegó,

lo miró cara a cara y sin más le espetó:

Eres un presumido y no paras de hablar.

¡Deja de beber vino y ponte a pelear!

Empezaron la lucha Matilda y Ragnar,

con fiereza se oyeron espadas chocar.

Esta historia es más que veraz, eso lo podría jurar

Pues estuve allí y con mis ojos observar

al bueno y tonto Ragnar,

que perdió la cabeza por fanfarronear.

-Espero que haya sido de su agrado. Recuerden, ésta historia es real se lo he jurado.- Dice dirigiéndose a la audiencia y terminando con unos acordes alegres la canción.

 -Aprendan de ella es mi consejo, sino serán presa fácil, como un conejo.

Y si alguien hueco en su corazón encontrara, de invitar a una ronda a éste bardo de voz cansada

Agradecido por siempre le estaría, y lo invitaría conmigo a cantar juglarías.

Hay una ronda de aplausos después de la canción, y los nobles le pagan una ronda a Destro, la camarera está sirviendo vuestras consumiciones cuando se abre de golpe la puerta y entra una cara conocida. Es Autre, una comerciante de caballos. Parece muy agitada y tras localizaros, corre hacia vuestra mesa empujando todo el que esté enmedio. Cuando llega a vosotros, le queita la cerveza a Zook y pega un buen trago. Antes de exclamar:

- ¡La han matado!

Todos la miráis. PEga otro trago profundo.

- Han matado a Anlyn. Tenía hora con ella. En su taller. He ido y estaba abierto. Y está muerta. ¡Muerta! Por Tymora, haced algo!

Los sucesos desde la llegada del paladín parecían un frenesí de acción, la llegada de un bardo con un hablar muy trabajado seguido por una poesía a la carta y una damisela a los gritos por un nuevo asesinato en Velen no le dieron tiempo al investigador de responder la pregunta de Blarc. Un pensamiento cruzó rápidamente la mente de Wymar cuando Autre entró por la puerta.

"Diablos...Que hermosa que es esa mujer...uff" 

La cadena de pensamientos se desenrolló un eslabón más "no seas idiota, está hablando de un asesinato,algo muy importante, y tu piensas en ligarla". Como si hubiera dos Wymars discutiendo entre si, el tercer eslabón terminó la cadena "Estoy seguro que puedo encargarme de ambas cosas al mismo tiempo".

Wymar puso su cara seria y preocupada y se acercó a Autre, la rodeó con un brazo intentando calmarla -Tranquila joven, tranquilícese, sientese aqui y hable conmigo, soy el señor Wymar Beltran, investigador de la guardia-Le dijo mientras la sentaba en una silla próxima-Traigan un vaso de agua, digame, solo ¿encontró a Anlyn muerta? ¿no oyó nada raro o vió alguien salir del lugar?-Mientras la joven bebía y se tranquilizaba lo suficiente para responder, miró a Blarc

- Wymar. Veo que reuniste... Más de uno.

-La verdad es  que no había reunido a nadie, pero, ya que estamos todos aquí, a trabajar señor Blarc. Señor  Turth, señor Zook-Wymar guardaba el trato formal cuando hablaba de trabajo-Dado la conveniencia de que estamos todos juntos, ¿gustan unirse y colaborar nuevamente con la guardia?. Señor Kelainus, quizás también pueda ayudar pero voy a pedirle que se mantenga detrás mío hasta que le explique cómo proceder. No queremos arruinar posibles pistas por un manejo inadecuado en el lugar del asesinato, ¿le parece bien?. No se preocupe, puede aprender rápido el oficio si comienza a trabajar con nosotros, gustosamente le explicaré de a poco.

El cruzado parecía hacer oídos sordos ante tan armoniosa canción, eso último no podía negarlo... Nomás no se sentía parte de ese público. Su mente estaba en otra cosa, y no fue sino la brusca intromisión lo que llamó su atención y lo obligó ponerse de pie.

Sin embargo, el detective tomó la iniciativa y la palabra, una bastante suave si bien era apropiado interrogarla. Él, por su parte, la observaba con frialdad detrás de su grisáceo yelmo. Sabía que la maldad y la corrupción tomaba muchas formas, por lo que no se fiaba del todo de sus palabras y estudiaba las mismas, en busca de alguna señal de mentira u ocultación tras ellas.

- Lo has hecho. Sólo no voluntariamente... - Suspira más para sí que para Beltran, con cierta convicción. No dudaba que era Helm quién lo había conducido allí, quizás también a los demás... Aunque dudaba un poco de esto último. No era alguien que le agradase trabajar en una multitud. No obstante... su deber como Paladín y Guardia estaban primero.

Observó a la mujer, con la oscuridad natural de sus ojos, aguardando su respuesta. Y estudiándola. No le agradaba la idea de que bebiese, el alcohol era capaz de nublar hasta cierto punto el juicio. Si lo intentase de vuelta, se interpondría con su enorme cuerpo.

Zook no puede evitar pensar como siempre que Autre es una chica muy hermosa, pero cuando coge con tanta rapidez su jarra he indica que ha encontrado un cadaver, sabia que era momento de actuar.

Ve como sus compañeros se activan de forma automática como un resorte, pero el es mas tranquilo, menos nerviso, el cadaver no iba a desaparecer de repente .. o si ...

- Tranquila Autre ... tranquila, quedate aqui y TABERNERA ... que no se mueva de aqui y nadie le mosleste y dale algo arpa los nervios, tila o tisana, nada de alcohol ...  Autre, luego vendremos y queremos que nos cuentes todo .... pero ahora debemos ir primero a ver que ha pasado antes de que algo desaparezca antes de la cuenta OK? -

Cuando la hermosa chica me da el visto bueno, decido que es el momento de marcharnos
- Chicos tal vez que quedaramos hoy no ha sido una coincidencias, sino los desinio de los dioses, vayamos lo antes posible a la casa de Anlyn, antes de que los guardias extropeen toda la zona con sus piezazos ... - TU - Zook le grita a un chaval que conocía - Avisa a la guardia de que ha habido un asesinato y que hemos ido a ver que ha ocurrido, eso si, tarda unos 10 minutos en informar, ok?  - y le lanza una pieza de cobre al chico

- vamos chicos, la noche es Joven - Zook coge la jarra y a apura antes de salir

Autre se sienta, pero pese a los intentos que se exprese, empieza a sollozar incontrolablemente y solo consigue murmurar que está muerta.

- No hace falta llamar a la Ronda, ya estamos aquí.- los dos guardias que han apagado la bronca de los marineros se ponen en pie, ha hablado el mayor mientras se ata el barboquejo.

- Pero si acabamos de hacer dos turnos...- se queja uno.

- Cállate y arrea la burra.- El otro se resigna y se echa en la boca un bocado de migas que le acababan de servir. El veterano se dirige a Blarc, al que conoce vagamente (aunque Blarc no consigue recordar su nombre).- ¿Vamos, señor?

El taller de Anlyn ocupa un estrecho edificio de dos pisos (planta baja y un piso). Un cartel encima de la puerta entreabierta muestra el símbolo de Mystra (diosa dela magia), la runa particular de Anlun y una serie de herramientas. Dentro aun hay luz encendida. Al entrar en la oficina os golpea las narices el olor a sangre fresca,mientras suena una campanilla. Hay un pequeño charco que sale de debajo de una puerta a la izquierda. De no ser por eso, la oficina sería bastante agradable. Está iluminada por varias lámparas de aceite que cuelgan de las paredes. Hay un mostrador y un escritorio a la izquierda, bajo una pequeña ventana enrejada. El suelo está lleno de papeles arrugados y desordenados. Se oye sólo el repicar de un relojmecánico de estilo lantanés, que sigue intacto en el mostrador.