Partida Rol por web

Baja Mare: Significa Mina Grande. Región de Maramunes.

AÑO 950. - FASE DE INVIERNO.

ECONOMIA: Las cosechas son igual que en el resto. Base de Recaudación: 300.

SUCESO: Se quieren ir 65 Familias hacia Klausenburg, en busca de la protección de una gran ciudad. Si lo consiguen, la Base de Recaudación baja permanentemente a 235.

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA.

MES DE FEBRERO.

- El Caballero Vladimir Dravescu y su prima Vladana Bratovich llegan al pueblo. El primero a lomos de su caballo de guerra Honor, y la segunda en su carruaje acompañada de dos criadas y un mozo como cochero.

- Cuando llegan se encuentran un verdadero tumulto. Hay mucha gente discutiendo airadamente en la calle principal de la población.

- Subido sobre lo alto de un carro está el Capataz Sibiu, el gobernante local, gritándole a una multitud de por lo menos sesenta familias que portan todas sus pertenencias consigo, así como animales y carromatos. Le acompaña una pequeña milicia campesina como soporte.

- Vladimir, que va en cabeza, presta oídos a la discusión a gritos y deduce que muchas familias de la población quieren emigrar hacia Klausenburg en busca de la protección de una gran ciudad, debido principalmente al miedo a los magiares.

- En el camino habéis visto que los campos no están sembrados y se ve muy poco ganado (es invierno) y que cualquier potencial recaudación deberá esperar hasta el Otoño (como es tradición desde siempre).

Observo con cierto asombro la escena que se desarrolla ante nuestros ojos nada más llegar a la ciudad... Parece que la misión no va a resultar tan sencilla como podría parecer en un principio. El miedo ha asolado estas tierras... Las cosechas están muy retrasadas debido a ello. Nuestro cometido aquí está claro, que no así el correcto desempeño del mismo. Mas es nuestra obligación llevar esta empresa a buen puerto...
Aún sobre mi corcel voy acercándome al centro del tumulto, donde además se encuentra el capataz, el hombre a quien tenemos que hablar. Lo primero será determinar cuál es su posición... Si es partidario de quedarse, será un paso menos que tendremos que dar. Si es lo contrario... Bueno, ahora mismo no quiero pensar que sea lo contrario...
Intento, mientras me acerco, determinar la naturaleza de sus gritos.
Prefiero, por el momento, no hablar. Tomaré partido una vez conozca la situación por entero. Desvío la vista ligeramente hacia atrás, observando cuáles son los movimientos de mi prima. No puedo dejarla desatendida en ningún momento tampoco.

Observa la llegada de los nobles con cara de pocos amigos.

"Estos seguro que vienen a darme más problemas. ¡Como si no tuviera ya bastantes!"

Vladana tras el viaje tranquilo se sobresalta al escuchar tantos gritos…

- ¿Qué pasa, que sucede ahí fuera, porqué tanto escándalo?

Las preguntas iban dirigidas para quienes la acompañaban, pero desgraciadamente sabían lo mismo que ella. Ante tantos gritos, decide no asomar y quedarse dentro hasta que su primo se dirija a ella, pues lo último que quiere es entorpecerle… por eso manda a una de las criadas

- Baja a ver que está sucediendo y ven a informarme cuanto antes.

A pesar de ser noble, siempre fue muy educada con la servidumbre, pues sabía muy bien lo que era que te hiciesen sentir inferior… y no quería ser jamás ese tipo de monstruo.

¿Qué estará pasando, porque Vladimir no viene a decirme nada? será mejor que espere dentro del carruaje, si hay problemas no quiero ser un estorbo para él, lo mío es la labia pero no la lucha…

-¡Capataz Sibiu! -Grito, desde donde estoy, al anciano, sin bajar de mi corcel. -¡Soy Vladimir Dravescu, Caballero de Satu Mare al servicio del gran Knezi Tiberiu Bratovich, en escolta de la excelsa hermana de nuestro señor, Lady Vladana Bratovich! -Mi voz resuena orgullosa, llena de resolución y determinación. -¡Decid ahora el motivo de este revuelo y vuestra posición para con el mismo! ¡Y alzad la voz, buen capataz, pues nuestra señora ha de escuchar todas vuestras palabras!

- "¡Maldición, joven señor! ¡Lo último que necesito en estos momentos es a unos nobles agitando todavía más las cosas! Estos míseros que aquí veis, son más de sesenta familias completas de Baja Mare que pretenden huir de la región y establecerse en Klausenburg por miedo a los magiares. Yo intento impedírselo, pues necesitaremos su trabajo en la mina de hierro y con el ganado para no caer en la más honda ruina y miseria." -

Hago girar a mi caballo, dando una vuelta completa, sin dejar de mirar al capataz y a los pueblerinos. -Dos cosas os diré, buen capataz: en primer lugar guardad vuestras palabras, pues estáis ante Lady Vladana Bratovich, honorable dama y hermana de nuestro señor, el Knezi Tiberiu Bratovich; y en segundo lugar no sólo a vos sino al resto de los presentes, os digo que mantengáis la calma. Mi señora y yo hemos acudido con la firme intención de aclarar lo acontecido en estas tierras, mas ahora que conocemos dónde está el problema nos pondremos a trabajar en ello... A todos vosotros, que queréis marchar, os digo: ¡Contened vuestros pasos por ahora y os expondré las razones por las que deberíais quedaros aquí, pues este es vuestro hogar por derecho de nacimiento! Emito mis palabras con fuerza y determinación, haciendo gala de un enorme carisma y facilidad de habla. Paso la mirada no sólo por el capataz, sino también por cada uno de los aldeanos, para hacer que se sientan lo más identificados posible.

Vladana permanece en el carruaje esperando noticias de la sirvienta a la que envió, pero al ver que tardaba y escuchar como su primo le nombraba decide bajarse del carruaje para dirigirse a las gentes del pueblo.

Primeramente baja una de sus sirvientas llamando la atención de todos al abrirse la puerta… dándole la mano para ayudarle a descender, hace aparición la bella muchacha, manteniendo la cabeza bien alta camina entre las gentes como una más… mezclándose entre estas, aunque ellos a su paso, asombrados, se apartan de su trayectoria abriendo a su vez un pequeño pasillo. Ante ella un muchachito se queda quieto mirándola, momento que aprovecha alborotarle el pelo y dedicarle una sonrisa, pues entendía que para las madres, lo primordial eran sus pequeños retoños. Interrumpiendo a Vladimir ahora que todos los ojos estaban puestos en ella, toma la palabra.

Los motivos por los que debéis permanecer en vuestras tierras, queridas gentes de Baja Mare, son los mismos que nos han traído en este día a mi primo y a mí hasta aquí. Venimos, ni más ni menos en nombre del Knezi Tiberiu Bratovich, mi hermano, con el fin de reunirnos para tratar temas tan delicados e importantes como un incremento de las defensas de Baja Mare para que nadie tenga que abandonar su hogar por miedo a los constantes hostigamientos de los Magiares.

Es por ello, buenas gentes, que debéis regresar a casa, mientras nosotros arreglamos todo y así no retrasar más la llegada de los refuerzos. Decidme sino vosotras, mujeres, ¿dónde iréis con niños tan pequeños, acaso queréis que crezcan lejos de sus hogares, que sean víctimas de enfermedades e incluso perdáis a alguno? ¿Y vosotros hombres, abandonaréis aquello que con tanto esfuerzo os costo conseguir?

Vladana sabía tocar el punto débil de las personas, por eso interrumpió a su primo e intentó hacerse notar en una era donde las mujeres eran utilizadas únicamente como objetos.

Debéis hacer ambos una tirada de Carisma + Expresión.

También podéis hacer una de Apariencia + Subterfugio.

Ambas tiradas en dados de 10, sin modificador, Dificultad 7, Desglosados.

Motivo Tirada 1: Apaciguar a la gente.

Motivo Tirada 2: Impresionar a la gente.

La gente se queda obnubilada por un momento mirando a Vladana Bratovich, mientras que nadie mira dos veces al Caballero Vladirmir Dravescu.

RESULTADOS:

- Tras mucho hablar y discutir, Vladana logra convencer a 20 Familias para que se queden.

- Las otras 45 Familias emigran a Klausenburg.

- La Base de Recaudación Normal se reduce de 300 a 255.

El Capataz parece impresionado por Vladana Bratovich.

Cuando han pasado las horas y las 45 Familias se han marchado, y las otras 20 han vuelto a sus casas, se dirige a los dos nobles:

- "Por favor, son ambos bienvenidos para quedarse en mi casa el tiempo que deseen". -

Conduce a ambos hermanos, con sus acompañantes, caballos y carruaje a su casa, que es la principal del pueblo.

Allí les da alojamiento y comida.

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA.

MES DE MARZO.

Vladana, aunque algo decepcionada por no haber conseguido que todas las familias volviesen a sus humildes hogares, acepta hospedarse en la casa del capataz.

Dirigiéndose a su primo en voz baja mientras monta de nuevo al carruaje...

- No me fio de este capataz, nos oculta alguna cosa... estoy segura querido Vladimir.

Evitando arrugarse en exceso su vestido, se acomoda en su lujoso carruaje, haciendo señas con la mano por la ventanilla del mismo a su criada para que vuelva a subir.

Cierto pesar y culpa caen sobre mis hombros tras lo ocurrido. Mucha gente ha partido, dejando este pueblo diezmado y sin demasiada gente que realice aquellos trabajos para los que estaban destinados. Y mucho me temo que, de haber venido yo solo, Baja Mare habría quedado desierto. Las palabras de Vladana han resultado verdaderamente profundas y poderosas... Mucho más que las mías. Esto me hace sentirme orgulloso de mi prima. Ha demostrado una vez más que las mujeres no son únicamente objetos de los que presumir. El relato de sus hazañas será transmitido a Tiberiu, quien se sentirá henchido de orgullo, más todavía, teniendo una hermana como la que tiene.
Cuando Vladana sube al carruaje, coloco mi caballo a un lado del mismo, para poder hablar con ella en confidencia. Al expresar sus temores, asiento, respondiendo en el mismo tono de confidencia.
-No seré yo quien no atienda los presagios que la intuición femenina es capaz de discernir... Y menos todavía si vienen de ti, mi amada prima... Si aquí hubiera algún secreto que habríamos de saber, es nuestro deber alcanzarlo... Hablaremos de ello en nuestros aposentos, donde los oídos y los ojos curiosos resultan más ajenos, ¿os parece, milady?