Partida Rol por web

Es oscuro, y la fria noche te envuelve, ya que la ausencia de luna, pues esta está en su fase nueva, hace que la oscuridad te sea agradable, casi tanto como cuando vivias, hace tan solo unas horas, en la profundidad de la antipoda oscura. Sonriente, te echas sobre el mullido saco, con la mirada fija en el cielo, mientras meditas sobre las ultimas palabras del cuervo...Entra a conocer tu destino, tu viaje empezara en un lejos de tu hogar, que La Gran Voluntad te guíe.. Con esta idea en la mente y una gran tranquilidad en el alma, el sueño te acoge...

Una indescriptible sensacion de miedo te recorre de repente, adentrandose en tus huesos y logrando que todos tus musculos se pongan en tension, dispuestos para...... huir!. Atemorizado, logras incorporarte para observar a tu alrededor, buscando sin desearlo la fuente de tu temor, mientras en tu interior, con toda tu fuerza de voluntad, tan solo deseas huir, correr lejos de eso que está causandote ese pavor. Incredulo, sientes como tu cuello, en contra de tu voluntad, empieza a volverse hacia un lado, y todo y que deseas cerrar los ojos, una fuerza invisible te obliga a mantenerlos abiertos, forzando a tus parpados de forma bruta y dolorosa...

Con decenas de lágrimas surgiendo de tus ojos, consigues enfocar tu mirada en la alta figura que yace, de pie, a pocos metros de ti. A su alrededor todo signo de vida se ha marchitado, dejando a la oscura figura rodeada de muerte, pues incluso la tierra que toca se ha tornado negra... A tus oidos llegan los ruidos, cercanos, de los animales, y por sus gritos deduces que la mayoria de ellos mueren de temor o luchan por huir..

En tu atontada mente, pues tan solo hay pavor en ella, crece la idea de morir, de desearlo por encima de todo, antes de continuar en presencia de ese ser, esa figura que reconoces sin lugar a dudas. Quieres, deseas, morir antes que permanecer un solo segundo más ante Solkan.

Saludos, Asterot, hijo del Gran Asteror y descendiente de Anakylás, el capricho de Aelyn. - su voz, mortalmente fria, te golpea con fuerza, lazandote varios metros hacia atrás. Una vez te repones y logras alzar de nuevo tu mirada, esta vez de forma voluntaria, ves que la figura de Solkan esta a tan solo unos centimetros de ti.

No deberias temerme, pues ambos amamos las mismas cosas, y eso nos convierte en aliados.... ¿no?...Por mucho que hoy lo desees, no moriras, pues no estoy aqui para ello. - Atemorizado, intentas ecahrte atrás, pero Solkan es demasiado rapido, y tras acuclillarse, agarra con fuerza tu mandibula, obligandote a mirarlo a los ojos, con tan solo uno centimetros de separición.

Bien, has sido elegido, por lo que deberias estar orgulloso. Desde este momento, tú, un miserable mortal, has sido elegido por Aelyn, nuestras diosa.... y eso te permite vivir unas horas más...! - Solkan te susurra la ultima frase con desprecio y odio, y quizás, ¿envidia?, tras la cual te lanza al suelo, nuevamente y con suma facilidad, a varios metros de su posición.

Ponte de pie, escoria, y sigueme al lugar que te ha sido asignado para superar la prueba. Hazlo, y la diosa Aelyn te acogerá y te nombrará su elegido, al igual que hizo con Anakylás, falla y yo acabaré lo que tanto deseo hacer ahora. -con estas ultimas palabras, observas como alrededor de Solkan aparece una intensa luz negra y poco a poco esta se convierte en un portal. Al otro lado, una diminuta y oscura caverna.....un fuerza intangible te alza del suelo y te lanza, a una velocidad vertiginosa, hacia el portal....La inmortalidad?? Un osado objetivo para alguien tan débil...quizás tu herencia sea tu salvación... o quizás tu perdición... - escuchas, en tu mente, antes de estrellarte contras unas duras piedras y perder el conocimiento...

Cuando logras abrir los ojos te hallas en una diminuta y húmeda caverna, iluminada tenuemente por lo que intuyes una magica luz. Dolorido, llevas tus manos a la rodilla derecha y encuentras el origen del punzante dolor que te ha despertado, ya que encuentras un monton de sangre seca en esa parte de tu túnica. Mientras te mojas la rodillas con agua de tu odre, recuerdas la temible figura de Solkan y sus palabras, y sonries, orgulloso ante lo que puedes llegar a ser. Elegido de Aelyn, bien, te demostraré que lo soy y hallaré la inmortalidad!! - te dices a ti mismo, desafiando las ultimas palabras de Solkan...

La caverna es muy pequeña, quizas un par de metros de largo por otros tantos de ancho. El suelo está húmedo, y las rocas que lo compenen son resbaladizas y peligrosas. Tanto del suelo como del techo, decenas de estalcatitas y estalagmitas impiden que se pueda caminar en linea recta, lo que te obliga a dar giros y giros para avanzar. Al fondo de la sala, un oscuro punto llama tu atencion, pues es el unico lugar donde la magica luz no ilumina....

Sonriendo aún por las palabras de Solkan y andando con cautela me acerco hacia el punto en el que hay esa oscuridad que no puede la luz mágica mitigar mientras pienso.

Solkan no sabes cuanta razón tienes al llamarme el elegido y algún día verás como mi poder te subyuga y te destroza, entonces recordaras que una vez fuiste tu el que me tubo en su poder y perdió la oportunidad querido general.

Observo el sitio con mucha cautela haber si puedo distinguir algo en tanta oscuridad.

Cuando te acercas a la oscuridad, divisas, de forma sorprendente, a través de ella y te da la sensacion de que incluso se podria pasar. Al otro lado parece haber una nueva caverna, y aunque permanece totalmene a oscuras, tu visión nocturna te permite descubrir que es muy similar a la que te encuentras, aunque de dimensiones mucho, mucho más grandes... Durante unos instantes, permaneces de pie, atento y concentrado en la oscuridad, cuando de repente te percatas de algo que llama tu atención.

Al otro lado de la oscuridad, en la gran caverna, a tu derecha, a muy poca distancia y en el mismo muro donde se situa la oscuridad, observas lo que, sin duda, es una puerta abierta. Dicha puerta, y tras observarla friamente, deberia estar tambien en la pequeña caverna donde te hallas, a pocos pasos de la oscuirdad, o asi lo entienden tus sentidos, pues por su posición asi deberia ser....

Me acerco a la puerta entre abierta y la observo cuidadosamente miro si es de madera, metal u otro material que pueda conocer o me parezca desconocido.
No me termino de fiar no se... no se.
Miro si tiene tallado algo en ella, como un mensaje de algún tipo ya sea mágico o no mágico y miro a través de la rendija que forma la apertura de la puerta haber si consigo discernir que hay al otro lado, todo esto lo hago sin tocar la puerta pues no me fío y podría ser una trampa.
¿Será una trampa para incautos?
Así que también busco trampas de algún tipo ya sean mágicas o no mágicas, también intento hacer todo esto lo más silenciosamente posible, que nunca se sabe si hay alguien escuchando tras la puerta.
Recordando a mi madre pienso.
Esa vieja bruja siempre decía que no me fiara de nada ni de nadie y menos de una amable invitación, aunque tambien decia que caería en la primera trampa que me tendieran y que le harian un favor quitandole un peso muerto como el mio de encima.

Ante la idea de una posible puerta, centras tus sentidos, lo mejor que la situacion te permite, en intentar hallarla..... Tras unos segundos te parece divisar algo extraña en la piedra, ya que parte de la pared parece estar totalmente seca, a diferencia del resto, por donde la humedad campa a sus anchas.

Me acerco cogiendo mi bastón con una mano y alargo el brazo con el para dar unos golpecitos minúsculos en busca de un sonido hueco, una vez encontrado con claridad donde está el sonido observo si tiene algún tipo de asa o abertura para tirara de esa puerta mimetizada.
Que poco me gustan las puertas así mimetizadas, siempre hay algo escondido en ellas y no suele algo bueno lo que está escondido.
Si tiene asa o algo para tirar lo observo haber si hay algo escrito en ella o en la puerta en general en busca de un hechizo y si no tiene nada la empujo con suavidad para intentar hacer el menor ruido posible pero no sin antes haber pegado un poco mi puntiaguda oreja para ver si escucho algún sonido del otro lado.

Desconfiado, alzas tu bastón, cpn la intencion de golpear, pero cuando adelantas el arma para apoyarla en la piedras, esta la atraviesa como si alli no hubiese nada. Soprendido, pierdes el equilibrio y... cuando estás a punto de caer tu bastón golpea con...

Perplejo, observas como donde antes habia pared aparece la pulida y lisa madera de una puerta, entreabierta. Tu bastón no ha conseguido ni arañarla, aunque se mantiene apoyado en ella por la inercia.

Te incorporas y logras ver una gran caverna al otro lado (la misma que veis a traves de la oscuridad)...

La nueva caverna es de grandes dimensiones, y con tu mirada no logras ver el final de esta. Como en la anterior, el suelo y el techo están plagados de estalgamitas y estalactitas, y la humedad, gran humendad, está presente en cada una de las resbaladizas piedras. El único sonido que percibes es el intermitente goteo de agua, el cual proviene de todas la direcciones, produciendo un inquietante eco...

Empujo la puerta con cautela y traspaso el umbral agudizando todo lo posible mis sentidos y a la espera de que salte sobre mi algún peligro, aún así llevo mi bastón bien cogido para darle un bastonazo a lo primero que aparezca.

Con cautela, examinas la puerta detenidamente y no hallas nada que llame tu atención, a excepcion, de que como ya supones, es magica, de ahi la razón por la que la madera se conserva en tan buen estado. Decidido, la empujas suavemente.

Una vez examinada, te detienes para escuchar, y tan solo el tintineo, esporádico, de algunas gotas de agua llega hasta tus oidos. Seguro, avanzas y atraviesas la puerta...

La nueva caverna es de grandes dimensiones, y no logra vislumbrar el final de esta. Como en la anterior, el suelo y el techo están plagados de estalgamitas y estalactitas, y la humedad, gran humendad, está presente en cada una de las resbaladizas piedras que pisas. El único sonido que percibes es el intermitente goteo de agua, el cual proviene de todas la direcciones, produciendo un inquietante eco...

Me adentro en la oscuridad de la caverna con cuidado de no caerme por el suelo resbaladizo y con el bastón preparado para cualquier eventualidad, ando en línea recta(todo lo recta que me sea posible) y observando si tiene algún tipo de salida.
Joder que poco me gusta este sitio... no me da buenas vibraciones.

Con paso lento avanzas, con cautela, asegurando cada uno de tus pasos en las peligroso piedras....

La gran cantidad de estalagmitas y estalactitas, algunas de ellas de más de dos metros de radio, te obligan a caminar por estrechos y rocambolescos caminos, los cuales giran hacia uno y otro lado de forma continua y laberintica.... Tras unos minutos asi te detienes y te das cuenta que la puerta ya no está a tu vista, y que, todo y el cuidado que has llevado, has acabado perdido y desorientado. En ninguna de las direcciones que miras logras ver la pared delimitadora de la cueva...

Preocupado, reinicias tus pasos cuando un leve sonido, quizás algo arrastrándose y procedente de algun lugar cercano, llama tu atención. Tenso, escuchas durante unos eternos segundos en busca de la dirección de dicho ruido, pero tus desorientados sentidos, y el eco reinante, evitan que lo descifres...

Me agacho y cojo una piedra con la mano miro a mí alrededor y la tiro para que haga ruido, entonces escucho y miro a mi alrededor para discernir la reacción de lo que sea que escuché antes, mientras cojo el palo y me preparo para a cualquier peligro asestarle un palazo donde más le duela, tambien intento tranquilizar mi respiración para hacer el menor ruido posible mientras empiezo a acojonarme de verdad.

El mayor peligro es no saber de que se trata ese peligro.

Recuerdo de mis enseñanzas entre los de mi raza.

Confundido con la direccion del ruido, te agachas lentamente, prestando atención y en busca de una piedra para poder lanzarla...

Con decisión, lanzas la piedra lejos de tu posición, provocando un ruido fuerte, que se repite a causa del eco, al chocar tu piedra con alguna estalagmita... Durante unos instantes, y mientras dura el eco, te mantienes quieto y atento...

De repente, vuelves a escuchar los extraños ruidos, esta vez muy, muy cerca de ti, y sin duda, a tu derecha, tras una enorme estalagmita de 3 metros de radio...

En tensión, escuchas el sonido de algo arrastrandose, cuando el rudio cesa, de repente, quedando nuevamente el silencio, roto tan solo por las continuas gotas de agua...

Me cuelgo mi bastón y cojo la ballesta, le coloco los virotes o el virote (no se si es de repetición o algo así) y apunto hacia mi derecha mientras intento rodear con todo el sigilo del que soy capaz por la izquierda la estalagmita de la que proviene el sonido.