Partida Rol por web

Había llegado el momento, la oscuridad del tubo fue remplazada por un brillo cegador. En lo alto el sol brillaba iluminando la cornucopia y a todos los tributos. Un libro gigante abierto esperaba frente a los tributos, encima había toda clase de enseres, desde armas hasta alimentos. En el centro sendas columnas de libros cerrados se alzaban y en la parte superior se encontraban los que probablemente fueran los premios mas jugosos. La cuenta atrás comenzó: 60, 59, ...

Los mas cobardes miraron a sus espaldas y se estremecieron al ver que estaban rodeados por paredes de piedra y roca que se alzaban imponentes, mas alto de lo que la mayoría era capaz de escalar. Respiraron aliviados al ver agujeros en las paredes, los suficientemente grandes como para que cupieran hasta dos personas; incluso un caballo. Parecían entradas a una cueva. 

Entonces volvieron su vista a los demás, la mayoría eran tal y como los habían conocido durante los preparativos, pero algunos destacaban por algunas de las cosas que poseían. Allan Quatermain tenía un rifle a la espalda, Bridget Jones conservaba su bolso, Don Quijote estaba a lomos su fiel corcel, Momo seguía acompañada por su tortuga y Victoria tenía en sus manos un imponente báculo. Pero la más impresionante de todas era la compañía de la Dra. Susan Calvin, que tenía a su lado un imponente humanoide hecho de metal y plástico.

La tensión se palpaba en el ambiente, los números seguían sonando y se acercaba el inevitable momento del comienzo. El silencio y la calma invadían el lugar, pero después de la calma, siempre llega la tormenta. 3,2,1... 

Una voz retumbó en el cielo.-¡Que comiencen los primeros juegos de hambre literarios!-Y la calma se rompió.

Los objetos marcados con un * tienen energía mágica

Otros lo confundirían con simples piedras, pero Rincewind podía identificar claramente el pan de enano frente a el. 

Momo vio un paquete de tabaco tirado en la arena, era inconfundible, era la misma marca que utilizaban los hombres grises.

Arya reconoce una de las espadas al pie del montículo de libros, es Aguja, no hay duda.

Mientras la cuenta atrás estaba en marcha Alicia ve un conejo blanco salir de una de las grietas frente a ella. Apresurado y mirando el reloj cruza la cornucopia corriendo y se mete en la entrada detrás de Arya, justo cuando comienzan los juegos.

Julieta cerró los ojos al salir a la arena, deslumbrada por el sol después de la oscuridad del tubo, pero enseguida trató de acostumbrarse a la luz para buscar a Romeo con la mirada. - Oh, Dios... Está muy lejos... - Pensó preocupada al darse cuenta de que su amado estaba junto a Odiseo. Mientras la cuenta atrás comenzaba miró a su alrededor, buscando la salida más cercana por la que pudiesen pasar dos personas al mismo tiempo. - La suerte nos sonríe, hay una detrás de nuestro gentil caballero... 

Los números avanzaban sin descanso y el corazón de la joven empezó a galopar desbocado. Sus piernas temblaban y su respiración se agitaba mientras buscaba con la mirada algo que pudiera coger con facilidad antes de huir rápidamente. Sus ojos se posaron entonces en los objetos más cercanos, los que se encontraban en la zona 2b, y en cuanto la cuenta atrás terminó hizo un gesto hacia Romeo, indicándole con señas la grieta tras Don Quijote, a sólo unos pasos de ella, esperando que el doctor Jeckyll y Miss Marple la viesen también, pero preocupada sobre todo por su amado. 

Tras hacerles la señal, decidió tratar de coger algún objeto mientras Romeo se reunía con ella y corrió a toda velocidad hacia una de las mochilas, la más cercana a su posición. En el caso de que no quedase ninguna mochila al llegar a esa zona, trataría de coger uno de los contenedores de agua. En el caso de que tampoco quedase ninguno de ellos, trataría de coger los ungüentos medicinales y en el caso de que estos tampoco estuvieran disponibles, trataría de coger un cuchillo.

Arya está nerviosa. Esas paredes tan altas le provocan escalofríos pues le da la sensación de que no deberían estar ahí. Le recuerdan al muro: puestas ahí para mantener las cosas malas alejadas de los reinos de los hombres. Mira a su alrededor, manteniendo la compostura, en busca de alguna cara conocida. A pocos metros a su izquierda se encuentra la Emperatriz Infantil. La estudia durante unos instantes sopesando si lo que le dijo en el campo de entrenamientos sería cierto o se trataría de una treta. 

Al desviar la mirada a la izquierda, su mirada se topa con una imagen mucho más preocupante. Una especie de armadura andante, pues no parece que haya ser humano alguno en su interior, se yergue junto a la seria señora vestida en un traje gris ceñido. ¿Será peligroso? Sin duda lo es...no estaría aquí de no serlo. 

La cuenta atrás sigue sonando. 20, 19, 18... y por fin, Arya se permite mirar al frente, al enorme libro en el que encontrará los objetos que le ayudarán a sobrevivir. Eso si consigue salir viva de la lucha por conseguirlos. 10, 9, 8...De pronto, un destello llama su atención. Entrecerrando los ojos, intenta localizar la fuente de ese reflejo. Y entonces la ve. Posada a los pies de un montón de libros frente a ella está Aguja. Tiene que ser mía....Nadie más tiene derecho a ella. 3, 2, 1...

Y en el preciso momento en que el comienzo de los juegos es anunciado, Arya sale disparada como una flecha hacia la espada que descansa al pie del montón de libros de su misma zona. Mientras corre, pide a los dioses nuevos y a los antiguos que le permitan llegar a tiempo, que el humano de hojalata no la vea y que pueda encontrar un escondite después. En el último instante recuerda las palabras de Rincewind "Coge la mochila y huye". Decide que lo hará, pero antes tiene que recuperar su espada. 

60, 59, 58...

Juana contempló ante sí toda la extensión que tenía delante suyo. Sus ojos recorrieron todos los tributos que tenía delante y pudo constatar que no todo el mundo tendría que pelear a mano desnuda según llegasen a la Cornucopia.

38,37,36...

"La suerte está echada", pensó. A continuación, se arrodilló, juntó sus manos y rezó para sí.

Per signum Sanctae Crucis
de inimicis nostris
libera nos, Domine Deus noster.
In nomine Patris,
et Filii,
et Spiritus Sancti.

23, 22, 21...

Tras incorporarse, se santigua y fija la vista al frente cual halcón, lista ya para abatirse sobre sus presas.

Amen.

Dire, tú dirás lo que ha salido. Le he dado estando albardado a lo de "oculta" y, en fin... xD

Si he conseguido suficientes éxitos, voy a por el espadón. Si no, cojo una de las espadas del anillo exterior.

Mi orden de prioridades: 

Voy al 2b. 

Mochila -> Cantimplora -> Papel enrollado -> Salir por patas. 

Salgo con el báculo por delante y, si veo que se me acerca alguien con intenciones ofensivas, emprendo la retirada aunque tenga las manos vacías.

Cuando subí por el tubo el sol me cegó durante unos momentos. Después me froté los ojos y puede ver donde estabamos, 24 tributos dispuestos a pelear y matar por sobrevivir. Delante de nosotros teníamos un libro gigante con las armas y comida encima, tofo tipo de cosas. También miré a mis lados y pude ver a Don Quijote y a Julieta, por lomenos tenía cerca a algunos de mis aliados, no creo que ellos me hagan algo. Después empiezo a mirar las arma... ¿Cuál coger? Me perece ver una jabalina cerca de donde estoy, así que ese será mi primer objetivo...

Momo miró alrededor de todo...todo era coom unan fantasia, como si el mismo señor del tiempo la hubiera metido alli.

-Vamos Casiopea, habra que ser rapidos

Me siento durante la cuenta atrás, me quito la bota izquierda y me sao el calcetín. Lo enrollo y me lo guardo en la manga, dándole la vuelta. Repito el proceso con la bota derecha, y me vuelvo a calzar, solo que la segunda vez sujeto el calcetín con el elástico tenso con las puntas de los dedos de mi mano izquierda. Era un gran invento eso del elástico.

4 de destreza más atletismo.  Corro mientras me llevo las manos a la cabeza y grito ¡En la cara noooooo!Subo hasta la cima, y cojo, por orden de prioridad:

-un objeto mágico de mi mundo (excluyendo grimorios que se muevan solos y me lancen el conocimiento diréctamente en la cabeza.
-Un objeto de mi mundo
-Un objeto mágico. 

Si algún grimorio me lanzase un hechizo a la cabeza grito en alto ¡Ooooooh, mierda!¡Otra vez no!

No se si he hecho bien la tirada o que, pero si hace falta la repites XD ¿De que me sirve tener velocidad 11 si no se aplica a estas cosas?

Dicho esto, corro como una cerda a la zona 2b, y engancho una jabalina. Si me la quitan, voy a por la honda, y si me la quitan, en vez de eso, voy a la zona 2d y cojo los cuchillos arrojadizos.