Partida Rol por web

Así no iba a sobrevivir demasiado, aquella herida era mucho. Intentando ubicar uno de los túneles por lo que recuerdo me dirijo corriendo hacia uno de ellos para allí intentar hacer algo para evitar el desangrado.

¿Y yo dónde ando? ^^". 

¿He subido, no he subido?

Si estoy a los pies y soy la más cercana, entro en modo unicornio ahora que Odiseo está cegato y lo trincho por la espalda. 

Si no, si ya estoy arriba, trato de agarrar el báculo chachi, porque veo mucha espada de por medio. 

Hago la tirada por si acaso, pero si estoy más lejos que los tipos con espada, sigo con mi acción anterior. 

Después de atacar a la emperatriz y cegado por la luz que ella emitía Odiseo decidió salir de ahí y corrió hacia la salida mas cercana. La emperatriz, muy sabiamente, tuvo una idea similar a la de Odiseo y salió corriendo con todas sus fuerzas hacía Victoria, a la que había visto curarse. Al buscar a Victoria la vio terminando de subir a la cima de la cornucopia y se dispuso a subirla ella también. 

Mientras tanto, y aprovechando la ausencia del resplandor de la emperatriz, Don Quijote espoleó su caballo hacia Odiseo con la lanza ensangrentada en su mano. Odiseo llegó a cerca de una de las salidas mientras Don Quijote le recortaba distancias, al fondo Juana corría con fuerzas sin llegar a alcanzarles.

Sin mirar atrás y con algo claramente en mente Robin abandonó la cornucopia, ajeno a lo que sucedía a sus espaldas.

La niña se deja caer a los pies de Victoria, exhausta por el esfuerzo de llegar hasta ella. Con un gesto de dolor alza el rostro para mira fijamente a los ojos de la muchacha.

- Por favor... ayúdame...- Susurra ya casi sin fuerzas.

-Corred! Gritó don Quijote a las chicas al ver que la critarura del averno corría hacia ellas. Enfréntate a mí cobarde!

Donqui hará que persigue a Ulises, pero no le alcanzará, intentará quedarse cerca de él. Quiere que la emperatriz muera porque ha brillado y eso no puede ser natural.

Donqui va tras Ulises para matarlo.

- Que sepas que mi poder no es eterno, y que no podré curar todos tus daños - la digo mientras me arrodillo a su lado -. Tendremos que usar las hierbas y los vendajes...

Ajeno a lo que sucede continúo corriendo hacia la salida, aquello no estaba saliendo nada bien y iría a peor si no cuidaba esa herida. Aunque a ciegas...

La niña alza la vista hacia ella, las lágrimas a punto de escapar de sus ojos almendrados.

- Aun asi.... gracias.- Susurra mientras trata de sobreponerse al dolor de la flecha, aun clavada en su costado.

En la cima de la montaña de libros una tenue luz proveniente del Baston de Victoria iluminó a la emperatriz. Bajo esa luz la emperatriz pudo sentir como su heridas desparecían, al menos en parte, y como su vida dejaba de correr peligro.

Mientras tanto Odiseo vivía una situación muy distinta, con una herida y varios enemigos persiguiéndole, contra las cuerdas. Escuchaba el trote del caballo de Don Quijote cada vez mas cercano y a Juana gritando cada vez mas cerca. Rápidamente empezó a palpar la pared en busca de la grieta y se introdujo por ella justo cuando Don Quijote llegó al trote e intentó introducir su lanza por la grieta por la que había escapado Odiseo.

Un grito se escuchó en lo profundo de la grieta, no sabían si mucho o poco pero habían vuelto a herir a Odiseo. Desgraciadamente, con el choque contra las paredes de la grieta la lanza de caballería de Don Quijote se partió por la mitad.

Juana llegó a la entrada de la grieta y se quedó ahí, no pudiendo pasar por que Don Quijote estaba en medio.

- Elayne, ¿puedes levantarte? - digo mientras las ayudo -. Esto servirá de momento... 

Me pongo de pies yo también y me vuelvo hacia el montón de objetos. 

- Vamos, veamos que tenemos por aquí. 

Me vuelvo hacia el báculo que veía ya desde abajo de la Cornucopia. 

Miro el báculo antes de tocar nada. 

La niña sonríe agradecida.

- Creo que si.- Susurra mientras trata de ponerse de pie.

El báculo funciona de forma parecida al tuyo, pero es un arma. Sabrías como canalizar su energía, pero no sus efectos.

- Creo... Creo que entiendo cómo funciona el báculo. Puede sernos útil. 

Con cuidado, pongo la mano encima y trato de sacarlo. 

- Podré usarlo sin problema. Es parecido al mío - le explico a la emperatriz -. ¿Qué hay de lo demás? No lo veo demasiado útil.