Partida Rol por web

Arya mantiene la expresión desconfiada de su rostro. Las amables palabras de la emperatriz infantil suenan extrañas en sus oídos, desconocidas. Es como si se ella estuviera hablando en otro idioma. Le sorprende oirla hablar con tal serenidad de su propia muerte pero asiente con la cabeza y responde. 

- Entonces, ¿puedo llamarte Nada?- pregunta, con la ceja alzada y con un tono que hace que parezca más una afirmación que una pregunta. 

Redirigiendo su atención hacia el mago del sombrero, retoma la conversación que había interrumpido. 

- Si esa es tu habilidad, creo que por eso nos han emparejado.- le responde, pensando en la infinidad de veces en las que se ha visto obligada a huir, escapando de sus captores y enemigos delante de sus narices. - ¿Qué hay en la Cornucopia?- añade, con la curiosidad propia de un niño. Algo de lo que se arrepiente al momento de pronunciar esas palabras. Ahora pensarán que soy una niña...

Robin se queda mirando a la compungida niña, sin saber que hacer. No se parece nada a los decididos pillastres de Sherwood, esta pobre niña le inspiraba ternura.

Se arrodilla para quedar a su altura y la mira a los ojos. -¿No tienes nombre?. Todas las personas del mundo tienen uno- Puede que sus padres le abandonaran sin uno... 

Parecía una petición tan inofensiva... Tan ínfima, y mas teniendo en cuenta la barbarie que nos aguardaba. Robin asintió para si, hacer feliz a aquella niña sería la forma de compensar lo que tendría que hacer mas adelante. 

De acuerdo, te daré un nombre. ¿Que te parece...? - El cazador se quedó mirandola durante unos instantes, tratando de encontrar un nombre adecuado -¿Elayne?

Frunzo ligeramente el ceño, pensativo y saco de nuevo la pipa. Necesito el tabaco para pensar con claridad. Miro fíjamente a Jekyll, sin escuchar siquiera que pregunten sobre Bridget.

Enciendo la pipa y una vez hecho el humo, balanceándome ligeramente en mis pies hacia adelante y hacia atrás, hablo:

- Fabuloso. Un rival que conoce de nuestros secretos, ¿eh? Lástima que esa ciencia no sea tan exacta como podría él suponer. De eso estoy seguro.- dudo que yo sea tan fácil de leer. Para nada; sin contar con que no tengo secretos que ocultar. Más bien secretos por descubrir.- Por otro lado, diría que se trata de un hombre. ¿Me equivoco? Y además... díganos, querido amigo. ¿De quién se trata?

Y entonces responde. Robin Hood. Creo una cortina de humo y miro de reojo a nuestro sabihondo rival. Sin duda tiene pinta de avispado.

- Tiene pinta de guerrero astuto, de eso no cabe duda. Su mirada es profunda y sus músculos preparados para esfuerzos significantes. Es duro de pelar. Una unión entre él y Odiseo podría ser peligrosa. Aunque depende del orgullo que tengan. Aún así, achantarse es una idiotez. Somos más inteligentes. ¿Qué opina, Miss Marple?
 

El joven pelirrojo sigue al Dr. Jekyll con curiosidad, mirándola con ojos avispados.

-¿Qué ocurre?

La Emperatriz Infantil sonríe, ladeando la cabeza divertida.

- Pero yo no soy la Nada.- Responde sin dejar de mirar a la muchacha.- La Nada se traga todo lo que encuentra a su paso en Fantasía. La Nada fue la que me quitó el nombre.- Se encoge de hombros levemente y esboza una tímida sonrisa.- Pero si te gusta, puedes llamarme Nadie. Igual que tú.

Una vez más miro alrededor, inseguro y temeroso de que alguien pueda oírme. Sé que no soy rival físicamente para ningún adulto presente, y tampoco para muchos de los adolescentes.

- He oído algunas cosas... - comienzo, sin saber cómo atajar el tema - Pareces un buen chico, así que tengo que preguntarte... ¿Cuánto confías en Odiseo? - le digo, y entonces me apresuro a aclararlo - Tranquilo, no estoy diciendo que no sea de fiar... pero quiero asegurarme.

La niña contiene las lágrimas de alegría que se agolpan en sus ojos al escuchar su nuevo nombre de los labios de aquel arquero.

- Elayne.- Susurra en voz casi inaudible, saboreando el sonido que desprenden sus labios al pronunciarlo.-Mil gracias caballero, pues vuestro regalo ha encendido en mi la chispa de la esperanza.- Sonríe en una mezcla de alegría y tristeza, sin dejar de mirar al hombre.- Jamás podré alcanzar a pagaros lo que acabáis de hacer por mí. Pedidme algo, cualquier cosa, y vuestro deseo se hará realidad.

-Lo suficiente como para creer que no nos apuñalará a la primera de cambio -ladeo la cabeza-. Pero si esperas que mis palabras puedan hacer que dejes de dormir con un ojo abierto mientras otro monta guardia, creo que no podré convencerte de tal cosa. El discurso que di sobre ese taburete tan llamativo, no fue más que para encontrar a aquellos que estaban dispuestos a hacer equipo con alguien que no quería la muerte de nadie.

Le dedico una mirada curiosa, para ver si me sigue.

-Aquellos que me despreciaron rápidamente o me fijaron como alguien débil, son aquellos que están dispuestos a matar a quien sea y están preparados para ello desde el principio. Sin embargo, los que os acercásteis a mí, o bien no lo estáis y queréis colaborar para sobrevivir, o bien simplemente son personas con sentido de lealtad hacia una alianza.

Me permito dedicarle una ligera sonrisa.

-Pienso que nuestro grupo es el mejor formado, y que Odiseo también es capaz de ver el potencial del mismo. No creo que quiera destruirlo. Si quieres enfocar esto de otra forma... No creo que encuentres a nadie mejor.

Ya veo.

En otras circunstancias ya le habría mandado al carajo después de semejante sarta de absurdeces. Ahora bien, en estas circunstancias las absurdeces cobraban forma bien tangible ante sus ojos y hacían y deshacían planes para matarse entre sí. No podía descartar en absoluto que el supuesto bufón fuese realmente un mago.

¿Tus conocimientos sobre la magia son meramente teóricos o serías capaz de hacer frente a los otros magos? Necesitamos estar preparados en todos los frentes.

Julieta apretó los dedos en torno a las manos de su amado mientras suspiraba y miraba a su alrededor. - El anciano parece dispuesto a ayudarnos de buena fe, dejemos que nos acompañe si ese es su deseo... Pero no creo que sea prudente que todas las damas que él me presentó lo hagan también. - La muchacha posa sus ojos en los de Romeo entonces y en cuanto sus miradas se cruzan, un brillo ilusionado aparece en la de ella. A pesar de eso, continúa hablando con seriedad. - Mi instinto me dice que debemos escapar como podamos de los profesionales. Temo que sólo nos consideren objetivos o, en el mejor de los casos, cebos que utilizar para atraer las miradas de otros... 

- Puede que las circunstancias sean funestas, pero no quiero separarme de ti, no podría imaginar una vida sin mi Romeo. Mi corazón no podría soportarlo. Cuando todo comience, creo que deberíamos huir de la cornucopia como podamos, mientras estemos juntos. ¿Qué opinas, amado mío, de ese doctor? Alguien versado en las artes de la medicina podría ser muy útil, pero al igual que tendrá conocimientos para sanar, parece probable que también los tendrá para segar vidas. ¿Crees que podríamos confiar nuestras vidas a su compañía?

La mirada de Julieta se posa de nuevo en los pequeños que más desvalidos le parecen. - Mi corazón se encoge de lástima al verlos... Pero no sé si es prudente que carguemos con ellos, un grupo demasiado numeroso podría llamar sobre nosotros atenciones no deseadas. ¿Qué piensas tú, mi amor?

Suelto la mano de Robin Hood que me había apartado para discutir ese tema, y me giro hacia Juana de Arco. Veo a Victoria entre el círculo de los "Profesionales" y le lanzo una mirada intrigada. 

-Podría hacerle frente a otro mago, pero igual que un guerrero necesita armas, un mago necesita herramientas cabalísticas. Un grimorio, un báculo...

Se nos había acercado una muchachita, pequeña. Parecían estar terminando una conversación que tenían pendiente. 

Casi parecía emocionada con lo de la Cornucopia. Mejor, hasta los villanos más malvados podían recuperar el alma después de hacer el mal, si vivían con ilusión. No digamos los héroes que se veían obligados a hacer el mal. 

-Se...Se supone que comida, herramientas para sobrevivir, ar...mas. Lo mejor para los que vamos a huir son las armas y las mochilas,... siempre hay mochilas. Las mochilas tienen cosas... coger una mochila es como coger varias cosas... a la vez. Coge una mochila, si ves que no te ataca nadie, coge un arma. Después huye. Si seguimos vivos los dos, nos terminaremos encontrando... tengo un don para cruzarme con los que vagan sin rumbo. Aunque no quiera... 

- Temo que todos los profesionales sean peligrosos. - Intervino Julieta, frunciendo el ceño levemente preocupada. - Y que si deseamos tener alguna posibilidad de escapar de ellos el pacto que propone Romeo es la mejor idea que podría surgir. ¿Que os parece, caballeros? - Pregunta, alternando su mirada entre el doctor y Don Quijote.

-Mi dulcísima Dulcinea, hermosa entre las bellas. Debería escuchar al bueno de Sancho, quien, pese a su desgarbada apariencia posee una mente prodigiosa. Y a aqueste señorito, capaz de distinguir la bondad entre tanta maldad.-Don Quijote se mueve entre ellos haciendo gestos algo exagerados. En mi mirada hay ciega convicción.-Sea pues. Nos protegeremos entre nosotros para que el mal no puedo hacer mella en nuestra alma. Andad con cuidado pues el camino que nos aguarda será arduo. Yo me armaré, como todo buen caballero que se precie. Pero andad alerta!- Digo, alzando ligeramente la voz dándole un tono dramático al discurso. Después me giro me giro hacia el crío.-Sobre todo si el enemigo ha puesto sus ojos en ustedes.

- Robin... Me ha sorprendido ver a Odiseo formando una alianza bastante poderosa al margen de los profesionales. Entre ellos se encontraba el Dr. Jekyll y mi compañero de distrito. Además, creía que mi participación iba a ser discreta hasta que la alianzas hubieran quedado claras... Si Odiseo sigue entre los profesionales y ha formado otra alianza aparte... ¿no es eso traición? Además, estaban pensando en reclutar también a Yocasta.

Seguía insistiendo en que lo mas rentable era hacer una alianza de magos.

-Me he acercado a los "profesionales" y he descubierto que Victoria D´Ascoli no es de fiar, esta con ellos. 

Asiento con gravedad, mirando a la chiquilla.- Victoria, eres una aliada mas valiosa de lo que cabría imaginar. Gracias.

Habrá que tomar cartas en el asunto. Si te es posible ¿Podrías conservar su confianza?

Ha llegado a mis oídos, desde un aliado, que el bueno de Odiseo ha conformado una alianza contigo y el chico pelirrojo en contra del resto de profesionales, mientras se mantiene aliado a nosotros, afirmando que os tiene engañados para traicionaros después.

Llego a la conclusión de que Odiseo juega a un doble juego, tratando de hacer que nos matemos entre nosotros para después contar con ventaja. 

No me lo tomo como algo personal, todo vale en esta barbarie, sin embargo veo un problema. Sea cual sea el resultado de lo que tiene Odiseo en mente, acabar con el en un combate justo se me antoja fuera del alcance de la mayoría de nosotros...

Mi propuesta es delicada. Traicionemos al que esta jugando con nosotros, que pague por su arrogancia, y aumentemos nuestras probabilidades de supervivencia. 

Señores, estamos en un aprieto.

Por lo que la pequeña Victoria me ha podido contar, su compañero de distrito, el loco pelirrojo de los discursos y Odiseo están formando una alianza, tomándonos a nosotros como presas a asesinar durante la cornucopia. 

Si antes era importante permanecer unidos durante la matanza inicial, ahora lo es mas, pues si no acabamos con Odiseo y sus aliados rápidamente, serán ellos los que acaben con nosotros. 

- Pu - pues tenemos un problema. - respondo, encorvándome un poco para acercarme más a él por si alguien nos oyera.

- Un profesional se ha acercado a mí. - le digo - Todos ellos tienen una alianza para eliminar antes a los demás candidatos. Odiseo les ha dicho que lo nuestro sólo es un engaño para traicionarnos después. Este profesional quiere pactar conmigo para eliminar a Odiseo juntos por su doble juego, pero no voy a aceptar. Yo sólo quiero sobrevivir, Kvothe. Y tú has parecido siempre sincero.