Partida Rol por web

 Nobu se acerca al cadaver de Lacross y comienza a lamerle la cara y a darle golpecitos con el hocico mientras emite gruñidos de tristeza. Al ver definitivamente que el elfo no reacciona emite un fuerte rugido de agonía que despunta en el silencio de la noche. El oso te encara y te enviste. Debido a su corpulencia y a la carga adicional que llevas te resulta inevitable caer al suelo junto a los demás. Después de eso, Nobu mantiene la distancia contigo pero sigue rugiendo...

 Un ruido de fondo te hace reaccionar aunque no demasiado rápido. Lo último que recuerdas es estar luchando en aquella bodega contra unos encapuchados cuando perdiste la conciencia. Ahora sientes frio, tu cuerpo descansa en lo que parece ser tierra y piedras, el viento sopla levemente y tus entumecidos musculos poco a poco contestan a las órdenes de tu cerebro. En ese momento el rugido de un gran animal te taladra los oidos y despiertas sobresaltado. A tu alrededor ves a tus compañeros, todos tirados en el suelo. Adviertes estar en la calle y Nobu, el oso de Lacross, se encuentra de pie y mirando desafiante a Kraull.

 Un ruido de fondo te hace reaccionar aunque no demasiado rápido. Lo último que recuerdas es estar luchando en aquella bodega contra unos encapuchados cuando perdiste la conciencia. Ahora sientes frio, tu cuerpo descansa en lo que parece ser tierra y piedras, el viento sopla levemente y tus entumecidos musculos poco a poco contestan a las órdenes de tu cerebro. En ese momento el rugido de un gran animal te taladra los oidos y despiertas sobresaltado. A tu alrededor ves a tus compañeros, todos tirados en el suelo. Adviertes estar en la calle y Nobu, el oso de Lacross, se encuentra de pie y mirando desafiante a Kraull.

 Un ruido de fondo te hace reaccionar aunque no demasiado rápido. Lo último que recuerdas es estar luchando en aquella bodega contra unos encapuchados cuando perdiste la conciencia. Ahora sientes frio, tu cuerpo descansa en lo que parece ser tierra y piedras, el viento sopla levemente y tus entumecidos musculos poco a poco contestan a las órdenes de tu cerebro. En ese momento el rugido de un gran animal te taladra los oidos y despiertas sobresaltada. A tu alrededor ves a tus compañeros, todos tirados en el suelo. Adviertes estar en la calle y Nobu, el oso de Lacross, se encuentra de pie y mirando desafiante a Kraull.

- Mmmh mi cabeza - gimo dolorido agarrándome la cabeza con ambas manos

Al darme cuenta de la situación me pongo de pie con dificultad y con cuidado me dirijo hacia Lacross para intentar despertarlo.

- Tranquilo Nobu, tranquilo - digo al oso con un inocente intento de tranquilizarle a medida que me acerco despacio al druida

Una vez junto al druida le muevo para despertarle

- Eh! Lacross! Despierta, creo que tu oso tiene algún problema con Kraull

 -Alexander, olvidalo, está muerto, no despertará para sofocarla la ira de su oso....solo queda una alternativa

Kraull se levanta y blande su mandoble contra el oso.

-Vamos osito, ven....atrevete a tirarme de nuevo

Dijo el paladin mirando al oso, frunciendo su ceño...

 -Maldito oso, moriras bajo mi acero, por tu culpa no logré llegar a mi destino

Se dijo el paladin, tensando sus musculos mirando al oso con ira, furia contenida, y rabia.

-Tu seras mi proxima victima

- Muerto? - digo sorprendido alejándome del cadaver - Y ahora el oso las lleva con nosotros.

Más por precaución que por otra cosa tomo un cuchillo arrojadizo para estar listo por si el oso ataca.

- No creo que a Lacross le gustara que el oso terminara así... no hay otra forma?

Volví con dificultad en mí para notar que estábamos todos allí. Al ver la actitud de Nobu me extrañé. Siempre había sido un animal tranquilo y cariñoso y no entendía por qué se enfrentaba a Kraull de aquella manera.

Escuché las palabras de Alexander y la respuesta de Kraull. ¡No, eso no puede ser cierto!

Aún mareada, tambaleante, me acerqué hasta el cuerpo de Lacross. ¿Podía ser verdad aquello? ¿Realmente el elfo había fallecido mientras atravesaban esa maldita sala?

Lalaith le hace las pruebas rutinarias al cadaver de Lacross. Éste no tiene pulso, no exhala aire y empieza a estar inusualmente frío. A estas alturas, reanimar a Lacross está más allá de una simple poción o un conjuro de curación.

Nobu al ver como empiezan a levantarse los demás parece algo desconcertado y su ira va apagándose poco a poco dejando paso a una tremenda tristeza, reflejada en su ojos...

Al ver que el oso se tranquiliza guardo el cuchillo. Ya Lacross está muerto, no tiene sentido llorarle, tan solo seguir con lo que estábamos y quizás liberar al oso en terreno salvaje.

- Qué pasó allí dentro? Cómo terminamos en la calle? - pregunto a Kraull - Tú nos sacaste?

Miro a mi alrededor intentando ubicarme.

- Dónde estamos?

La tristeza me invadió al comprobar que el tímido elfo ya se había ido para siempre. Sin poder evitarlo, unas lágrimas escaparon de mis ojos, pero rápidamente me encargué de hacerlas desaparecer. No quería que me vieran llorar, aunque tuviera ganas de hacerlo a mares.

Escuché a Alex hacer la pregunta que mi boca hubiera pronunciado de no haber conocido la muerte de Lacross antes de poder hablar. Un poco embotada, miré a Kraull. Él era el único que tenía las respuestas a cómo había terminado el combate y quién había asesinado a nuestro amigo.

 -Cuando vosotros quedasteis inconscientes por culpa de un veneno que aquellos encapuchados os lanzaron, Lacross y yo peleamos contra los enemigos.

Dijo mientras veia que Nobu se tranquilizaba , y guardaba el mandoble.

- Cuando yo intentaba desquitarme de mi oponente, Lacross peleaba con el suyo, y aquel que quedó solo, aprovechó la dstraccion que teniamos para apuñalar a Lacross por la espalda. Vengue su muerte, con sangre, pero no pude salvarle.

Bajó la mirada al ver que Lalaith derramaba lagrimas de tristeza.

-El jefe de los ladrones lamenta la perdida de Lacross, yo solo os llevaba hacia la taberna para que descansarais en un lugar comodo, y luego tendriamos una reunion con Locke. Si lo deseais podeis vlver, pero...yo necesito dar un paseo....y largo

No dirige su mirada a ningun lado, olo queda pensativo.

 Da igual si no podia llevarles a ellos....tenia el medallon y eso es lo que su jefe deseaba, ya tendria tiempo para acabar con ellos.....habia uno menos...la lista se hacia pequeña.

Parpadeo levemente mientras miro hacia los lados, tengo el cuerpo dolorido y siento cansancio, me había despertado de mi letargo un ruido. Al girar la cabeza veo a Nobu, mirando fijamente a Kraull. ¿Quién nos habrá sacado de aquí?-pienso cuando me levanto eso sí con cierta dificultad. Alexander se acerca para despertar a Lacross, pero éste no lo hace y nunca más lo haría. Las palabras dichas por Kraull me hacen reaccionar rápidamente intentando hallar un pulso que no encuentro...

-Lo siento, valiente elfo, que el señor se apiade de tu alma-digo en voz baja y acto seguido hago la señal de la cruz.

Dirijo una breve mirada a los demás.

-Deberíamos ir a descansar a la posada, para reponer fuerzas, mañana ya tendremos tiempo de conseguir respuestas.

- Está bien, vamos a descansar. Pero hay que sacar el cadaver de Lacross de aquí. Y hacer algo con el oso, no creo que llevarlo a la posada con nosotros sea buena idea.

Luego de pasar todo este tiempo dormido no tengo mucho sueño aunque descansar un momento seguro le haría bien a mis doloridos músculos. Sin embargo la idea de dejar pasar toda una noche sin respuestas no me agrada demasiado.

- Quizás no sea necesario esperar hasta mañana? - digo sin muchas esperanzas - A fin de cuentas la mayoría ya dormimos bastante no?

-Es mejor recuperarnos completamente para estar mañana con todas las fuerzas, yo al menos tengo ganas de comer algo y dormir en una cama. A Lacross deberíamos enterrarlo en algún lugar cercano y a Nobu... No sé que podríamos hacer con él, quizá alguien lo querría domesticar, un cazador, tal vez...

 Kraull no dice nada mas. Él necesitaba un paseo, largo y solo.

-Nos veremos a la mañana....

Dicho ésto camina hacia las sombras de la noche desapareciendo de los ojos de sus compañeros.