Partida Rol por web

Los pecados de don Braulio

II. El palacio de ese desgraciado

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28/06/2018, 15:05
Director

Noche de Junio, madrugada del 23 al 24.

Mientras ibas caminando con tus filos bajo las prendas, y tu nueva capa y capucha sobre la cabeza, viste a varios grupos de personas moviéndose de aquí y allá. Te preguntaste dónde iban, y recordaste que aquella era la noche de San Juan. Muchos creían que en esa noche los demonios se despertaban, o tal vez fueran los muertos, y paseaban unas horas por el mundo de los vivos. Aquellos jóvenes seguramente irían a encender hogueras. El caso es que, sin darle mayor importancia a ésto, llegaste en unos minutos al sitio estipulado:

La Tenebregosa.

Aquel nombre no podía dar mejor a entender aquel tramo de intramuros. Un lugar oscuro y frío, húmedo y desolado. Quien quisiera tranquilidad íba a encontrarla sin duda. Una figura embozada asomaba en el comienzo de la calle, en la esquina entre dos grandes palacios.

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28/06/2018, 19:49
Tomás

Pasé entre la gente intentando pasar desapercibido. De vez en cuando sonreía a un grupo y hacía gestos con las manos como de que continuase la fiesta. A veces es mejor parecer uno más entre el montón que una sombra.....y reparan menos en tí.

El caso es que llegué a la Tenebregosa y un escalofrio recorrió mi espalda. Ví una figura....Eneko supuse y me acerqué a el con la cabeza gacha y esperando que me llevase a la casa de don Braulio e hiciese uso de la llave que nos iba a llevar a un mar de riquezas y a una vida mejor......hasta que se gaste .pienso sonriendo para mí conociendo la mala cabeza que tengo para los dineros.-¿Estamos?-pregunto al encapuchado ¿Eneko?

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28/06/2018, 20:06
Obeko

¿Qué decís, joven? -el tipo bajo la caperuza tenía voz ronca-. Entonces te asustaste un poco, pues parecía que te habías confundido. Rápidamente se retiró la capucha. ¡Pues claro, Tomás! ¿Quién sino? Ja Ja Ja -reía-. Menuda cara se te ha quedado, primo, ¡Ja ja! -entonces sacó la gran llave, para mostrártela en confianza, de color negro-. Está todo, y no anda muy lejos el sitio. Es allí, ¿la véis? -decía señalando con la cabeza a uno de los palacios de la calle-. Ese es el caserón. ¡Andando!

Y tras recorrer unas sesenta o setenta varas bajo la oscuridad de la noche burgalesa, Obeko y tú os arrimásteis a la puerta. Entonces sacó la llave, la introdujo en la cerradura y la intentó girar. No se oía nada.

¡Maldición! -decía el navarro, forzando la llave una y otra vez-. ¡Será...! ¡No gira! -entonces maldijo susurrando-. ¡El malnacido...! -cada vez movía más la llave, de arriba a abajo, sin poder girarla-. ¡...ha cambiado la cerradura!

Entonces desistió en su empeño, y quedando la llave puesta, se metió la mano bajo la caperuza para secarse el sudor de la frente.

Notas de juego

Con tu siguiente intervención, haz una tirada de Descubrir (fácil, osea, con +25% de bonus).

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29/06/2018, 04:23
Tomás

Me empiezo a poner nervioso, miro a todos lados pero nada veo, así que aparto a mi primo, que me está poniendo de los nervios-déjame a mí-, saco las ganzúas y me pongo a trabajarme la puerta. Una vuelta por aquí, una por allá, zas, abierta. Cedo el paso a Eneko con teatralidad haciendo una fingida reverencia y con una sonrisa de oreja a oreja con la puerta abierta, después paso tras él.

Me quedo un momento satisfecho de mí mismo, como si ya lo hubiésemos hecho todo aunque solo hayamos conseguido entrar. Ya voy imaginando las riquezas que voy a echar a mi zurrón-¿por dónde?

- Tiradas (2)

Notas de juego

Me quito 1 de suerte.

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29/06/2018, 10:33
Obeko

Tu primo se apartó a un lado, y entonces pudiste hacer tu parte.

¡Clack!, la cerradura finalmente cedió gracias a tu entendimiento en tales cuetiones, y pese a que la llave que tenía Obeko no era la última utilizada en aquel palacio. A tu primo se le alegró el rostro bajo la capucha, y entonces él accedió primero, y luego tú (al fin y al cabo él conocía bien el lugar).

¡Cierra y echa el cerrojo, Tomás! -te dijo casi susurrando-. La casa estaba totalmente a oscuras. Espera un momento... -entonces oiste que dió unos pasos, tanteó algo en aquel zaguán y enseguida tomó un candil que solía haber en un rincón y lo encendió con una velita-. De la oscuridad pasásteis a un ambiente tenue, en el que sólo veíais algunos pasos por delante vuestra. Aquí hay otra lámpara... espera -entonces tomó una segunda lámpara que había colgada bajo la escalera que se presentó enfrente de vosotros-. Entonces comenzó a explicarte.

Éste es el zaguán. Ahí, a tu izquierda está una puerta que lleva a la bodega y al gran horno para amasar pan -decía señalando con el candil-. Y esas escaleras, llevan a estancias superiores: salón, habitaciones de criados, la alcoba de Braulio y alguna que otra sala. Jamás supe dónde escondía ese malnacido sus riquezas... voy a ver si anda ese desgraciado en la cama. Indaga si quieres, pero no hagas ruido. -Parecía que tu primo se conocía la casa de arriba a abajo, y de hecho, así era-.

Notas de juego

La entrada es el círculo azul (se ve el detalle de cómo entra la luz externa). La sala que te ha indicado es la flecha de abajo. Él sube por la escalera candil en mano. Tú tienes tu propio candil.

Haz una tirada de Degustar (PER).

P.D. Obvia las personas del mapita.

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30/06/2018, 07:46
Tomás

Allí estaba yo, en mitad de la casa de don Braulio. Mi instinto me decía que tirase para las habitaciones superiores con Eneko, pero quería comprobar la bodega primero. A las malas conseguía una botella de buen vino que no pagaba nada pero alegraba el corazón.

De modo que intentando hacer el menor ruido posible bajo a la bodega a ver si encuentro allí algo. MIro para todos lados nada más entrar, no vaya a ser que haya alguien.

- Tiradas (3)
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30/06/2018, 11:52
Director

Mientras tu primo subía por las escaleras, candil el mano, tú llevas el tuyo hacia la puerta de la izquierda. Tomáste el poco, lo giraste y traspasaste la puerta. A la derecha había una gran sala (que debía ser la cocina donde estaba el gran horno piedra), pero tornaste a la izquierda, donde a la luz del candil comenzaste a ver una serie de barriles, sacos, botas y pellizas de piel y canastos, todos ellos repletos de comida y bebida. También había algunas longanizas colgadas en los techos abovedados, pues el frío burgalés conservaba bien estos productos.

Claro que, entonces*, la luz de la lámpara iluminó algo que llamó tu atención: en una esquina, tras el hueco de unos sacos colocados casi a ras de la pared, divisaste casi de casualidad restos de pelo negro. Habúa bastantes, dispersos por la zona descrita en cuestión. Eran cabellos cortos, pero no sabías si eran de animal o persona.

Oiste entonces un crujido en alguna parte de la casa, fruto del rechinar de la estructura interna de madera del palacio. Debía ser tu primo.

Notas de juego

*Debido a tu tirada de Descubrir.

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01/07/2018, 09:02
Tomás

Cuando llego a la cocina la boca se me hace agua y no puedo resistirme a echar al zurrón una ristra de longanizas y un pellejo de vino. Si no encontramos nada, por lo menos llenaremos la panza y nos alegraremos el corazón.

Cuando la lámpara ilumina la esquina veo unos pelos que llaman mi atención, me acerco con el candil, me agacho y los examino. -Ratas-pienso. Pero no estoy del todo seguro. De modo que cojo unos cuantos pelos y me los guardo en uno de los bolsillos internos de la capa. Luego le preguntaré a Eneko por los pelos. Sigo mirando la zona un rato a ver si veo algo más. Una trampa para ratas o mierda de estas. No puedo evitarlo, quiero saber la procedencia de esos pelos.

Entonces escucho crujir la madera-​La madre que te parió, Eneko. Ruidoso que eres.-​Dejo lo que estaba haciendo y subo a ver la causa del ruido en caso de que no sea Eneko.

- Tiradas (3)
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01/07/2018, 15:04
Director

Saliste pues, de la bodega, y en vez de encaminarte recto hacia las cocina, tomaste la puerta que daba al zaguán. De nuevo la oscuridad brindaba en la casa, y haciendo gala de presencia total te encaminaste escaleras arriba.

Cuando las subiste todas, te diste cuenta que una especie de entreplanta adornada con un par de muebles acompañaban a otros dos accesos: uno enfrente, que era una puerta, y otro a tu derecha, que penetraba en una especie de torreón y seguía subiendo con escaleras*. Entendiste entonces que aquel palacio tenía planta baja, la primera (a la altura donde ahroa mismo estabas) y una segunda planta. Entonces oiste de manera clara el sonido de unas patas corriendo en alguna habitación contigua. Una persona no corría tan ligeramente.

Notas de juego

Las dos últimas tiradas (sigilo y descubrir), no las hubiera contado aunque las hubieras sacado, ya que habías lanzado por ello en tu post inmediatamente anterior. Cuando lances dados, indícame, por favor, el motivo exacto.

*:Las dos flechas de arriba son los dos caminos.

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02/07/2018, 04:52
Tomás

ME dispuse a examinar esta planta y ver lo que había en ella antes de subir al torreón. No fuese que pasase algo por alto. Entonces escuché el ruido de algo moverse. Me quedé helado. Si era un perro habría ladrado, de eso estaba seguro y ¿qué más podía ser? Siendo la noche que era ya empezaba a fantasear con que el demonio venía a vernos.....¿ o eran los muertos los que se levantaban?

Saqué el cuchillo y candil en mano me dirigí a la puerta de enfrente

Notas de juego

Ok.

La segunda tirada de descubrir era para ver si en la zona encontraba algo más. Una trampilla o una trampa para ratones.

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02/07/2018, 10:16
Director

Al acceder por la puerta de enfrente observaste que el pasillo se bifurcaba de nuevo, igual que en la planta inferior: a izquierdas había una gran sala y a la derecha otra. Para examinarlas bien tendrías que explorarlas, ya que la luz del candil no te alcanzaba a otearlas con precisión. Lo único que apreciaste es que en la de la izquierda había más mobiliario. Parecía un salón.

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02/07/2018, 16:18
Tomás

Me fui directo a la de la izquierda y allí me puse a buscar de nuevo acercando el candil, pero con el cuchillo en la diestra por si acaso el "perro o demonio" aparecían. Busqué en los arcones, abriéndolos si los había y por los estantes. Intentaba guiarme por los sentidos, a ver si veía algo que llamase mi atención. Y la oreja la ponía para intentar localizar a la criatura que andaba por la casa.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Descubrir-para ver si encuentro algo

Escuchar-para localizar a la criatura

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02/07/2018, 22:09
Director

Tus ojos comenzaron a moverse por doquier, de abajo a arriba, de izquierda a derecha. Nada más acercarte candil en mano, éste iluminó la gran sala que allí había. Sin duda, se trataba del salón principal de la casa. A tu derecha toda la pared estaba recubierta de un gran enlosado de madera, lo cual asemejaba mucho a retablo ecelsiástico, y ello hacía señoral la habitación. Una ventana en el medio de la pared diestra, dos armarios delante de la misma, una chimenea apagada al fondo y una mesa con sillas en el centro de la sala dibujaban por completo el lugar. Eso sí, tus ojos se fijaron en el refulgir evidente, debido a la ayuda del candil, de algunos objetos preciosos, de plata seguramente, que descansaban sobre uno de los muebles: tres vasijas que bien debían valer su peso en...

De rastros de aquello que andaras buscando no había nada perceptible, o tal vez es que anduvieras pensando en lo mejor que uno pudiera sisar en aquellos momentos.

Notas de juego

Entras desde la derecha de la imagen (obvia las personas). En círculo amarillo, las piezas de valor que encuentras en medio de la oscuridad.

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03/07/2018, 04:25
Tomás

Cuando veo las vasijas mis ojos brillan de emoción, pero descarto la idea de llevármelas por pesadas. Me acerco a examinarlas. COmo no quiero dejar el cuchillo, dejo el candil momentaneamente en el suelo y meto la mano en las vasijas, por si hubiese algo. Luego recojo el candil y me aproximo al armario, repito la operación de dejar el candil esta vez en un estante y rebusco entre los armarios. Cuando ya los he mirado y si no he encontrado nada me dirijo a la chimenea y empiezo a buscar dentro de ella....no vaya a ser que hayan escondido allí algo.

Una vez revisados todos los lugares en los que creo que puede haber algo, paso a la siguiente habitación. HAce rato que no oigo al perro.criatura.demonio, quizás lo haya imaginado, pero más me vale andarme con cuidado.

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03/07/2018, 13:46
Director

El armario de la derecha estaba cerrado. Dado que no tenías otra cosa que hacer más que saquear cuanto pudieras, tal vez estaría bien inteintar forzar la ínfima cerradura que llevaba. Era ornamental, con una llave de dibujo plano, supusiste. Aquello no era un reto para tí, asíque parecías estar de suerte.

Notas de juego

Tira por Forzar Mecanismos (muy fácil, +50% de bonus.)

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04/07/2018, 04:33
Tomás

Cuando ví la cerradura dejé el cuchillo en el cinto y me puse a trabajármela. No era demasiado complicada , con mis ganzúas en seguida la abrí. Acerqué el candil que lo había dejado un momento en la estantería y empezé a rebuscar en el armario intentando poner la oreja por si aparecía el perro -demonio.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Pierdo 1 de suerte.

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04/07/2018, 15:37
Director

Con la ayuda de las ganzúas, la pequeña cerradura del armario cedió sin problemas. Una vez abriste sus puertas, encontraste en su interior un par de baúles pequeños, que prácticamente cabían en las manos. Uno contenía, una vez abierto, varios pergaminos enrrollados, los cuáles, tras una ojeada, comprobaste que estaban llenos de líneas. El otro poseía caudales, y al verlo tus ojos brillaron de emoción; eran doblones de oro, un total de cuatro, y una decena de maravedíes. Tu cuerpo tembló un poco, pues nunca un trabajo tan fácil se te había presentado de aquella manera. Si ahora mismo salieras corriendo el botín hubiera sido, seguramente, el mayor de tu vida en una sola noche.

Sin embargo no te alcanzó ese pensamiento, o tal vez sí.

Notas de juego

Réstate el punto.

Puedes añadirte 4 doblas de oro +10 maravedíes = 144+10= 155 maravedíes en total.

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04/07/2018, 15:38
Obeko

¡¡AAAAAAAAAHHHH!! -un estremecedor grito de una de las estancias del piso de arriba, la de la segunda planta, heló tu cuerpo y tu persona-. Luego otro y otro. Y otro más. Era tu primo Obeko. Gritaba como un poseso, y varios chillidos te hicieron estremecer hasta hacer saltar por el suelo algunos de los doblones de don Braulio que ya tenías en la mano...

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04/07/2018, 22:05
Tomás

Cuando abrí la puertecita del armario y ví los dos cofrecitos los abrí de inmediato. El de los pergaminos lo dejé a un lado, pero el otro.....el otro lo abrí y me pusouna sonrisa de oreja a oreja. Ya estaba guardando el botín en el zurrón cuando se produjo el grito de Eneko. Se me cayeron algunas monedas, pero no había tiempo para pararse a recogerlas. MEtí el resto en el zurrón, recogí el candil y saqué el cuchillo y corrí como un loco al lugar del que venían los gritos. Si era el perro-demonio debía haber cogido a Eneko y estar destrozándolo.....y el era la única familia que me quedaba y no iba a permitir que pasase. O por lo menos intentaría sacarlo de allí.

Notas de juego

Sigo el origen de los gritos

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04/07/2018, 23:41
Director

Guardando todoc cuan rápido pudiste, saliste de aquel salón con el candil en la mano, y regresando a la entreplanta. Subiste pues por las escaleras que seguían ascendiendo y te diste cuenta que te colaste en un torreón lateral (ya que las escaleras subían en forma de caracol). Intentabas seguir los gritos de tu primo, pero la oscuridad invadía toda la vivienda, y dar grandes zancadas era realmente difícil. Una vez subiste varios escalones girando casi sobre tí, viste dos puertas que se presentaron delante de tus ojos: una a izquierdas y otra a derechas, unos escalores más arriba. La voz de Obeko se apagó, y supiste que venía de la puerta de la izquierda. Al penetrar en ella te diste cuenta que aquello era una alcoba, una alcoba muy señorial y recargada. Pareciera que ese tal Braulio fuera un noble y no un burgués o comerciante o lo que fuera.

Lo que viste dentro jamás podrías olvidarlo. Una gran alcoba de colchas verdes y un gran armazon de madera con dosel del mismo color se encontraba en el centro de la habitación. Una silla también de madera descansaba a tu izquierda, y más allá, bajo la ventana, una especie de cubeta o escupidera, y también un gran baul de viaje, todo ello del mismo material. A tu derecha una mesita de noche con una vela apagada acompañaba a la cama.

Pero lo que tus ojos vieron, tu mente absorbió y por lo que tu alma se sobrecogió no fue sino por aquel rastro negruzco. Había sangre por doquier: el suelo, la colcha, la puerta (en su parte inferior) y la mesita de noche... pero también en un enorme cuadro sobre ésta, y ahí era donde más había. Era como si alguien que tuviera mil heridas en su cuerpo se hubiera arrimado a esa obra y, apostándose en ella, la hubiera embadurnado. Por cierto, al tratar de mirar dicho cuadro no encontraste sino un paisaje de fondo, muy lejos y desenfocado, como si el lienzo estuviera desaprovechado en su primer plano. Tras mirar tus pies y seguir el rastro de sangre con la mirada, veías que también salía de la habitración y subía loos dos o tres peldañitos hasta la puerta final del torreón...

Fue en cierto momento, cuando te giraste otra vez hacia delante, que tus reaños fueron puestos a prueba:

¡¡¡UNA MANO SOBRESALÍA BAJO EL FALDÓN DE LA CAMA, DEBAJO DEL COLCHÓN DE PAJA!!!

Estaba semiabierta, inerte, tendida; y su dueño,por supuesto, debía estar debajo...

¡¡¡ENTONCES LA MANO SE DESPLAZÓ HACIA DENTRO PRECIPITADAMENTE!!! ¡¡¡Y SUPISTE QUE ALGUIEN HABÍA TIRADO DE ELLAAAA!!!

           Un bramido.
                      La cama tembló. Abajo, arriba. Arriba, abajo...
      Luego silencio.

Lo primero que te vino a la mente, tal vez, fue el Mal.

Notas de juego

Haz una tirada de Descubrir o Escuchar (lo que más tengas)