Partida Rol por web

La taberna es u sitio tranquilo. No va mucha gente, tienen buena musica y además sergio, el dueño, de vez en cuando os invita a chupitos. Hace una hora que la taberna abrió y bajo vuestra mesa el suelo está lleno de cascarás de cacahuetes. Es jueves y no hay nadie más excepto el dueño, que tras la barra se lía un cigarrillo mientras mira embobado un videoclip sin sonido. 

Habéis quedado allí por que Violeta os ha llamado a todos para deciros algo importante. Vais por vuestra segunda ronda y todavía estáis alucinados con lo que os cuenta. ¡Menuda herencia rara! Ya tiene pensado vender el terreno para que edifiquen algo, pero no puede creer que haya heredado un convento medieval en medio de castilla. Pero ahí no acaba la cosa, parece que en vuestras cabezas va rumiando una idea, la idea de hacer una excursión ese fin de semana para verlo con vuestros propios ojos y poder pasar el día...

Violeta había reunido la semana anterior alli a sus amigos con idea de darles otra noticia, pero en lugar de eso se encontraba contandoles lo que la había pasado dos días atrás: la herencia de un convento antiguo. Una gran mansión... Su tio abuelo al que no conocía había muerto, y como no se llevaba bien con la familia, había dejado la herencia al familiar más lejano que podía: Violeta. La chica estaba pelando cacahuetes, nerviosa pero sin comer ninguno, apretando el cacahuete con sus uñas mordidas, dejando caer el fruto en la mesa y la cascara al cenicero.

No se... la verdad que no me lo esperaba...ni siquiera sabía que tenía ese familiar y de pronto...Bueno...—la chica calló unos segundos, mirando el monton de cacahuetes pelados frente a ella y bebeiendo a sorbos un vaso de agua con unas rodajas de limón.

Por una parte, estoy muy justa de pelas, mis padres tambien así que venderlo estaría genial... aunque no creo que nadie lo compre. Pero una mansión así... Y despues de tanto estres con los examenes, el trabajo... La chica miraba nerviosa a su heterogenea pandilla. Tres chicas que había conocido en la universidad y al benjamin del grupo, James Manuel, un chico que conocía del gimnasio y con el que había trabado amistad. hacía un par de años. Ademas sería una buena forma de celebrar.. bueno...no os lo había contado, pero me han seleccionado para los regionales. Violeta parecía divagar, una costumbre suya que en ocasiones era algo molesta. ¿Qué os parecería celebrarlo en la casa esa? Podiamos llevar bebidas, musica... no se...

Joder... ¡¡tia!! -dio empleando un tono exagerado apelando a la sorpresa y la ironía-, Los regionales... ¡Enhorabuena! ¿¿Eso significa que ahora sabes hacer saltos mortales mientras das una triple patada de dragón?? "¡¡guajaaaahh!!" -he hice un gesto envolvente y ridículo con las manos, como si fuera a enfrentarme a Bruce Lee o Chuck Norris, para luego hacer una reverencia al más puro estilo oriental, como finalizando mi interpretación ridícula-.

En absoluto me estaba riendo de Violeta, sino al contrario. Era una buena colega que había conocido hacía poco y creo que entendía mi humor desde el principio.

Bebidas, música...en fin... -dije por lo bajo carraspeando mientras le daba un sorbo a mi cerveza-. Puedo llevarme la cachimba si queréis... ¡¡va a estar de puta madre!! ¡¡Dale a ese fiambre las gracias, joder, ejem... bueno... en fin...!!

Realmente mi acento era español con toques ingleses de norteamérica, como aquel yankee que ya tiene muy fluido el idioma.

Joder, que suerte, cuanto me alegro-dijo Carlos tras darle un trago a la cerveza que estaba tomando- hombre yo creo que la excursión está bien pero no se yo si hacer un botellon en medio de un convento es muy buena idea... además si esta abandonado lo mismo esta todo lleno de mierda...

Violeta se puso como un tomate ante las palabras de su amigo. Sabía que bromeaba por supuesto, pero con sus voces todo el bar iba a enterarse y la chica era bastante vergonzosa.

Bueno si....significa que puedo hacer eso mientras te rompo tus partes mas preciadas—respondió sacandole la lengua— Si, la cachimba puede estar bien, aunque si llevas maría yo paso  hasta después del torneo... 

No seas pijo Carlos, seguro que hay alguna habitación presentable... llevando unas mantas o algo para poner en el suelo y unos sacos por si no hay camas creo que podemos pasar  ¿no?—la chica parecía ahora dudosa de que la idea fuese buena

Es verdad... como se pasen con los controles deportivos... cuando jugaba al baseball en Albuquerque los controles eran casi diarios... y teníamos catorce años, ¡alucina!

Vi a Carlos poco convencido.

Que sí, hombre..., lo hacemos en el campo, a ver si no nos llueve, o lo que dice Violeta. Si es un convento habrá muchas salas... y seguro que una capilla con bancos... joder, ¡ya tengo gans de hacer un botellón de tranqui y sentado!

-Que no lo digo por eso, pero estará todo en ruinas. Lo mismo se cae alguna viga o se rompe alguna tabla y la tenemos...-dijo algo receloso- pero bueno, el caso es que me apunto, claro. Joder te ha tocado un convento, eso es tela de raro jeje

Diana jugaba con la etiqueta de la botella mientras escuchaba a Violeta hablar. Frunció ligeramente el ceño al escuchar las noticias sobre el convento y miró con interés mientras seguía escuchando y no reaccionó hasta escuchar lo de los regionales. Ahí tocaba felicitar.

- Enhorabuena, has trabajado mucho y te lo mereces. - dijo con una sonrisa y voz calmada.

Después de eso vuelvió a la escucha pasiva, aunque era obvio que algo se acababa de meter en su cabeza y no tenía que ver con los regionales.

- ¿Y sabes si estará lleno de cosas? ¿Conservará la biblioteca? - preguntó curiosa - Creo que merece la pena ir, puede ser divertido. - esa palabra sonaba rara en boca de Diana. - No te preocupes, Carlos, nosotros te protegeremos. - dijo bromeando, cosa que tampoco era muy frecuente en la chica.

Sandra escuchaba atentamente a su amiga, que por lo visto traía un dos por uno en buenas noticias. No sólo había llegado a clasificarse en los regionales, si no que también había heredado una mansión (o un convento, eso no le quedó muy claro a la pobre cabecita rubia de Sandra).

La muchacha sonrió, asintiendo con la cabeza a su amiga Violeta. — Enhorabuena, por ambas cosas. No todos los días se consigue una casa grande así por las buenas... — Seguiría hablando, pero se vio interrumpida por James y sus exageradas exclamaciones. A Sandra no le terminaba de caer del todo bien, pero sonreía y aguantaba cual persona con hemorroides todas las burradas del amigo Martín. Una vez éste termina sus "cosas", Sandra sonríe de modo amplio. — La celebración me parece una gran idea, podría ser divertido. A demás... — Enarcó las cejas y mostró los dientes con un aire macabro. 

— Si es tan antiguo puede que esté encantado...

- Eso sería divertido, podríamos grabar las brujas de blair 3-dijo Carloes echandose a reir.

—¿Como va a estar encantado?— Violeta parecía no darse cuenta de que era un chiste e iba a soltar una disertación física sobre el tema, cuando entendío la broma y se echó a reir también. —En ese caso, si fuese "James Manueeeeel"—dijo poniendo voz de culebrón barato— andaría con ojo, no ser el primero en palmar, como en las pelis. Pero estaría bien, un día incluso podíamos incluso rodar un corto para algún concurso con la cámara de Carlos.

- Jaja me llevaré la cámara, hice algunas cosas cuando estudiaba artes asi que lo mismo se nos ocurre alguna idea. Imaginaos: "la matanza de las monjas asesinas", sería genial-bromeó Carlos- pero bueno entonces... ¿cómo vamos a quedar mañana?

Diana sonrió abiertamente ante la broma contra James, aunque no intervino en ella. No era buena bromista y los chistes que intentaba contar acababan con ella intentando explicar porqué aquello tenía gracia. Además, tenía cierta tendencia al humor negro y no a todo el mundo le interesa saber que un niño muerto a otro le ofrece gusanitos.

- Siempre podemos montar nuestra propia sesión de espiritismo. - propuso - Seguro que las monjas tienen cosas interesantes que contar. - parecía que Diana hablaba en serio - O podemos hacer una sesión más alternativa a lo oráculo de Delfos, si quemamos laurel en la cachimba...

No creo que el laurel de positivo en las pruebas antidopping...—titubeó la chica durante unos momentos— Pero ya sabes lo que pienso del espiritismo. En cuanto al humor y la falta de sociabilidad, Diana y Violeta se parecia, pero a la rubia no creía en las "tonterías  wiccas" de su amiga. Pero bueno, por probar.

Total...si no creo ¿que mas me da?

"JA-JA", -dije exageradamente con voz graciosilla por el comentario de Violeta-... Aunque es verdad que "siempre la palma primero el negro", ja ja. No sé Diana, no suelo fumar mierdas raras... hace poco estuve enganchado a... bueno, quiero decir -tampoco había contado todo a sus nuevos amigos antes de su llegada a España-..., el caso es que yo voy "a lo seguro", ya sabes, un "poquito de tal", "de cual", pero siempre lo mismo... ¿me captas? -y le guiñó un ojo a la chiquilla-.

Cuando hablaron del espiritismo la cara le cambió a James.

Uff,... ¿habláis en serio, chicos? -dijo en un tono visiblemente más serio. Quizá ese fuera un punto débil suyo-. De pequeño fui a con mi madre en Puerto Rico a la casa de una de esas santeras, allí esá muy de moda, como los curanderos y... ¡joder! Calaveras por aquí, velas y gusanos por allá... ¡en su propia casa! Eso si me da mal rollo, tios... Aunque puede llegar Violeta y PUMM: ¡patada voladora!,  Ja Ja.

Violeta puso los ojos en blanco. Las superticiones y religiones era algo que la ponía negra. De hecho era lo único que podía hacer que discutiese con valentía sus opiniones. Eso y que se metiesen con sus amigos. Para cuatro que tenía, la gustaba conservarlos.

Mira, James Manuuuueeeelll Martin....te prometo que si aparece un fantasma le daré al más puro estlo Chuck Norris. —La voz estaba cargada mas de ironía que de fanfarronería. Violeta ya había dicho muchas veces cuando la decían que era una suerte saber artes marciales que ella si la atracaban se quedaría bloqueada. Su tono volvió a la normalidad mirando a las chicas y a Carlos—¿Alguno tiene coche disponible? Mis padres no me dejan ni tocar el suyo y la otra forma de llegar es pillarnos el tren dirección Santander, hacer trasbordo en Valladolid y andar unos tres kilometros por la carretera.

- Oh, no, es sólo un ritual que me gustaría probar, ya sabéis, en plan arqueología experimental. No hace falta fumar nada, con inhalar el humo se supone que ya funciona, aunque tengo mis dudas. - explicó mientras daba un par de sorbos a su cerveza - Pero no creo que unas monjas se sientan impulsadas a hablar con nosotros si invocamos a los dioses del Olimpo. Puedes estar tranquilo. - dijo con una sonrisa a James.

Diana hablaba tranquila, como si estuviera explicando qué tiempo iba a hacer mañana. Podía creer o no en la existencia de espíritus, en lo que sí creía era en sus estudios.

- Ya sabéis que yo coche no puedo aportar, pero no me importa caminar hasta llegar al sitio. - contestó a Violeta.

Yo el año que viene empiezo con el carnét... -dije-, asique  por mi parte tampoco... , "brujas, monjas", ¡qué movida! Lo cierto es que me daban respeto esas cosas, no porque fuera supersticioso, sino porque de pequeño mi familia materna había estado muy ligado al tema de los santeros y toda esa mierda... Al menos me llevaría mi bate de baseball, por si algún fantasmita se dignase a visitarnos...

Okei, tía... probaremos con el laurel... espero que no nos dé un colocón de tipo alérgico... -y mostré mi blanca sonrisa pícara-.

-Bueno pues si no tenemos coche, podemos coger un bus hasta el sitio ese y luego darnos un paseo hasta el convento, ¿no? Si vamos en bus tampoco saldrá muy caro-dijo Carlos al ver que no parecía haber otra forma de transporte.

Si, yo me apunto... -dije-. La verdad es que ando un poco pelado de dinero... Por mi bien. Será mejor comprar bebidas y lo demás en el propio sitio, para luego ir al convento, casa... o lo que mierdas sea -dije entre risas-.