Partida Rol por web

Tras abandonar las Ered Luin y deambular por las tierras del Norte en busca de fortuna llegaste a Metraith, la capital de Dol Tinereb, allí te pusiste al servicio de Lord Camiel, un númenóreano negro, el cual es uno de los tres señores de una aldea llamada Soders, en los Cantones libres de Feotar. Al poco de ponerte a su servicio contactó contigo un extraño personaje el cual te propuso un negocio, mantenerle informado de las actividades de los "señores" de Soders, especialmente de Lord Camiel, a cambio del pago de una cantidad de dinero. Al principio aceptaste, pero luego, al ver que no sería muy honorable, o porque no te gustaba la idea, o porque te pagaban poco, da igual, dejaste de tener contacto con este personaje, eso sí, tampoco cobraste el primer pago.

En Soders eras el único enano al servicio de sus señores. El otro señor, llamado Solo, era un curioso personaje, tenía la cabeza rapada y un ojo tatuado en la parte trasera, parecía un medio elfo, pero su comportamiento era un tanto....impredecible. El otro señor, Juminji, procedía de una tierra de Oriente, Dorwinion, y era bastante amigable. Pudiste comprobar que aunque eran tres los señores, quien más parecía manejar los hilos o al menos, hacer de voz de los tres era Lord Camiel. Solo se ocupaba de organizar las tropas de la aldea y Juminji del resto de tareas. Por lo que oístes los tres amasaron una inmensa fortuna, lo que les permitió contratar una tropa de mercenarios a su servicio, que son quienes están al cargo de la defensa de la ciudad. Has oído rumores sobre ellos, no todos buenos, la mayoría dicen que estaban al servicio del rey Zelidor Gavilán de Soders o de su hijo, el príncipe Kadan (depende de la versión), al cual traicionaron y que mediante la magia oscura se hicieron con el poder y acabaron no sólo con el rey, sino con el príncipe al cual ajusticiaron. Desde entonces se han intentado ganar el favor del pueblo gastando grandes cantidades de dinero en su manutención, pero aun así, las gentes de Soders les siguen mirando con desconfianza, así como a todos aquellos que les sirven.

La aldea se encuentra alejada de las principales vías de comunicación, por lo que está bastante aislada del mundo exterior, y sólo tiene contactos con algunas aldeas vecinas. No es muy grande, consta de una población de aproximadamente unas doscientas personas, entre hombres, mujeres, niños y ancianos, de origen dunlendino. La mayoría reside en la aldea, aunque unos pocos viven en granjas aisladas próximas a Soders. La mayoría se dedican al cultivo de hortalizas y a la caza para subsistir y comerciar, aunque hay una treinta de hombres que se han especializado en combate y que vigilan la aldea o la fortaleza cuando no se dedican a cazar. Has podido comprobar que en caso de ataque, además de las tropas mercenarias, los hombres de la aldea se movilizan para defender la aldea, llegando a alcanzar una cifra de unos 80 o 100 efectivos, dependiendo del caso.

Con el trato que has tenido con sus gentes has podido comprobar que desconfían de los extranjeros, pero especialmente de aquellos que difieren de ellos notablemente racialmente. Son bastante supersticiosos y cualquier hecho al cual no encuentren una explicación pueden vincularlo de inmediato a la brujería. Su economía se basa principalmente en el trueque, aunque usan el dinero para el comercio exterior.

La aldea de Soders se encuentra rodeada por un muro de tres metros de alto y un metro y medio de grosor. La parte inferior es de piedra perfectamente tallada, que alcanza hasta los dos metros y que a simple vista se puede ver que se trata de una obra bastante antigua. La parte superior está hecha con madera. Para acceder al muro se utilizan unas escaleras, las cuales se pueden retirar.

La aldea consta de aproximadamente una cuarentena de edificios, en su mayor parte casas particulares, y todos construidos con madera y con el tejado de paja. Algunas de las casas particulares están abandonadas desde tiempos de la Gran Plaga, teniendo un aspecto bastante desvencijado. Hay un par de almacenes de uso comunitario, en los cuales suelen guardarse las provisiones para el invierno y el comercio. Uno de los almacenes se usa también como lugar de reunión común y para celebrar los grandes eventos.

El único edificio de piedra que hay es una pequeña fortaleza que consta de tres plantas, incluyendo la baja. Cualquiera puede ver que no la han construido los lugareños y que posiblemente se encontraba allí antes de que ellos se instalasen, siendo reutilizado posteriormente por los antepasados de sus actuales habitantes. En la fortaleza es donde resides. Justo detrás de la fortaleza hay el cementerio de los señores de Soders, dónde nunca has estado y cuyo acceso desconoces. Hay un muro de cuatro metros que lo rodea por completo, similar al que rodea a la aldea, aunque no suele constar con vigilancia, dado que la realizan desde la fortaleza. La fortaleza es custodiada normalmente por diez hombres y en caso de ataque serviría como refugio de toda la población, teniendo provisiones para resistir un asedio durante un mes.

Hay un par de casas en las afueras que se dedican a criar ganado o a cultivar la tierra. Aparte hay unos huertos comunitarios que son cuidados por la mayoría de aldeanos. Se quedan con una parte y el resto es para la aldea. En las cercanías hay unos túmulos, donde son enterrados los aldeanos a su muerte. El camino de acceso a este cementerio está señalizado por un monolito con símbolos antiguos.

Tras tomar el poder en Soders, sus tres señores han tenido enfrentamientos con las aldeas vecinas, las cuales no les reconocen como señores de Soders y les han declarado la guerra. De momento sus actividades han consistido en quemar cosechas e interrumpir el poco comercio que había. En vista de la situación los tres señores de Soders tomaron la decisión de convertirse en vasallos de Dol Tinereb. El principado había ocupado hacía tiempo las tierras dónde se encontraba la aldea y había ordenado la sumisión de todos aquellos que habitasen allí, aunque pocos les habían hecho caso. Al convertirse en vasallos de Dol Tinereb tendrían su protección y las aldeas vecinas no osarían atacarles, por temor a las represalias. Aunque esto tenía el inconveniente de que si Dol Tinereb reclamaba la ayuda de sus vasallos, estos tenían que acudir, cosa que hizo enseguida para la guerra que estaba llevando a cabo contra el Señor de la Guerra.

De momento Lord Camiel es quien está al frente de las tropas de Soders. Ha llevado a diez guerreros mercenarios, sin contarte a ti, aparte de un par de aldeanos que le sirven como criados. No es una gran tropa, pero es lo que hay. Por méritos propios y experiencia, eres su segundo al mando al frente de sus tropas. Normalmente la mitad de los hombres se quedan en el campamento, aunque si fuese necesario partirían todos, salvo uno o dos que quedarían al cuidado de las pertenencias de Lord Camiel y de sus criados.

Tras los acontecimientos que vivisteis en el Cerro del Fin del Juego, cerca de Quiel, dónde os enfrentasteis y vencisteis a un grupo de no muertos, así como al mago no muerto Ephcamreca, estuvisteis un tiempo recuperándoos de las heridas sufridas y descansando. Tú perdiste el conocimiento pero tu señor quedó herido, por lo que en la actualidad no sale de su tienda y se encuentra al cuidado de sus criados. Por lo tanto, hasta su recuperación tú estás al frente de sus hombres y decides y hablas por él, eso sí tras consultarle.

Aunque no se ha acabado la partida de "Misión a Moria", fuiste recompensado por tus servicios. Creo recordar que fueron 50 monedas de oro. Si es así, se mantienen, si no, me lo comentas.

Sí, increíble pero cierto, recuerdo que eran 50 monedas de oro.

Al poco tiempo de tu regreso de la misión de Edirey se presenta en tu tienda un robusto enano llamado Náin. Es miembro de la compañía de enanos enviados por Moria para a ayudar a Dol Tinereb en su lucha contra el "Señor de la Guerra" y tu enlace mientras dure el conflicto para transmitir tus informes al rey Báin de Moria. Al no ser que tenga que informar de algo de manera urgente, mantendrá reuniones semanales contigo, siempre que sus obligaciones, y las tuyas, os lo permitan. En caso de que le pasase algo, otro enano se pondrá en contacto contigo para seguir informando a Báin.

Magnífico. Aprovecho la compañía para cuchichear en nuestro idioma y emborracharnos. Especialmente lo segundo. Y luego cantamos canciones de borracho en común, a voz en grito, que eso siempre es algo que el resto de la tropa apreciará xD

Náin, muy cortésmente, declina la invitación. Se encuentra de servicio y por lo tanto no le conviene beber. "Ya habrá otro momento para emborracharnos y disfrutar un poco, especialmente si antes hemos aplastado a nuestros enemigos", afirma. Tras lo cual se despide de ti y se retira.

Antes de los acontecimientos de Dol Gorf, Lord Camiel se vio obligado, en base a una sugerencia de lord Celebdur, a solicitar refuerzos a Soders. En total llegaron unos 25 milicianos, de los cuales han caído unos seis, habiendo otros tantos heridos. Por lo demás estos días pasan con bastante trajín, mientras las fuerzas aliadas se están reorganizando tras el ataque de Dagorhir a vuestro campamento.