Partida Rol por web

Los secretos de "El Roblón"

Donde mora el Ojáncano

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03/09/2014, 18:35
Director

Finalmente llegaron al final de las escaleras con el corazón latiendo a mil por hora. Antes de que pudiesen siquiera mirar a ver si había alguien en la cueva y donde estaba, el techo comenzó a temblar y oyeron unas terribles voces y golpes. Era el ojáncano...y estaba cantando y bailando. Lejos de ser un espéctaculo cómico o divertido era algo aterrador. No solo por el terrible vozarron o por la gravilla que les caía encima  cada vez que saltaba o daba una palmada. Era algo mucho más terrible pero que estaba bastante claro: si algo alegraba a la criatura más malvada de la tierra, no debía ser nada bueno. No hacía falta que Fiz o la Anjana se lo dijesen, era algo obvio.

Por otra parte, el ojáncano  bailaba de una forma muy violenta. No eran solo los saltos. También agarraba piedras y las estrellaba contra la pared entre risotadas cuando terminaba una estrofa. En una ocasión incluso vieron como una piedra se estrellaba contra un murciélago, reventándolo y esparciendo su sangre por todas partes.

Hoy es el día,
el día elegido
los dioses me darán
lo que me fue prometido.
 

El caos sembraré.
De pus y sangre,
la tierra inundaré.

¡INUNDARÉ!

JAJAJAJA.

Huevos de basilisco,
dientes de monuca,
crin de alicornio,
verruga de sapo.

Todo triturado
molido, machacado
y en la caja de tejo
un mes almacenado

¡¡SERÉ INMORTAL!!

JOJOJOJO

La caja de tejo
con cerrojo dorado
la llave en mi cuello

¡¡EN MI GUARIDA ENTERRADO!!

Anjanas y Musgosus
Trentis y Arquetús
Quien ayude a los humanos
perecerá bajo mis manos.

JAJAJAJA

En la próxima luna nueva.
Los ingredientes trituraré
y el mundo entero arrasaré

 

 

La canción continuaba explicando las muchas maldades que haría una vez consiguiese la extraña fórmula que estaba haciendo. Los continuos movimientos que hacía dejaron ver de pronto, bajo la espesa y negra barba una llave dorada que sin duda alguna debía ser la que abriese la caja donde guardaba los ingredientes. Ahora...la caja no estaba a la vista y el ojáncano era realmente grande, fuerte y atemorizante. Tenían que matarlo o robarle la llave dorada; al fin y al cabo, sin los huevos del basilisco no habría hechizo destructor y el basilisco no pondría huevos hasta dentro de mucho, mucho tiempo. Pero decir (o pensar) todo aquello era, desde luego, mucho más difícil que hacerlo.

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03/09/2014, 20:05
José Sánchez "Panes"

La gravilla caía sobre el niño mientras el ojáncano bailaba y bailaba como un poseso, estaba realmente contento, distraído con sus canciones, saltos y palmas. No era una buena señal, pero al menos no se había percatado de su presencia.

Deberíamos buscar primero la caja.- propuso Panes. - Es tarde, tal vez después de bailar se canse y se vaya a dormir como un niño.- Parafraseó el niño a su abuela.

O eso esperaba José quien estaba seguro de que sería imposible acercarse a la llave si el monstruo estaba despierto.

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04/09/2014, 18:33
Lucio "Uzo"

Uzo, pese que se había calmado tras tanto llorar gracias a Alicia, se llevaba las manos a los oídos. Aquellas estrofas le parecían como fórmulas de maldad (que así en realidad podían serlo), pues el vozarrón del ojáncano contrastaba mucho de cualqueir bella canción interpretada dulcemente. Además, hablaba de monstruos, ingredientes y algo de amenazar al mundo, cosa que al pequeño Uzo no le pintaba nada bien.

¿La caja? -repuso, pese a tener las palmas de las manos cubriéndole los oídos-, ¿no hemos venido a por los huevos de basilisco?

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04/09/2014, 20:36
Lucía

Aquella canción que se escuchaba no tenía nada que ver con la de la Anjana, ni la voz ni el retumbar de las paredes cada vez que el Ojáncano saltaba y bailaba. Lucía tenía tanto miedo que ni siquiera era capaz a hablar y, mucho menos, a llorar, por si acaso se delataban y el monstruo los descubría. Intentó no escuchar la letra de la horrible canción pero no pudo, y lo que oyó le heló la sangre. Lo que cantaba eran cosas muy malas, cosas muy desagradables y eso sólo reforzaba lo malvado y cruel que debía ser el Ojáncano. ¿Cómo iban a conseguir vencerlo?

-Quizás los huevos los guarde en la caja... Tenemos que conseguir descubrir dónde la guarda y conseguir la llave que está en su cuello. Pero ¿cómo? Si esperamos a que se duerma tendremos una oportunidad pero si tarda mucho en hacerlo ¿qué será de nosotros?

El Ojáncano hacía el suficiente ruido como para no escuchar sus voces, aún así Lucía no se atrevió a hablar más que en susurros.

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04/09/2014, 23:39
Guillermo

Guillermo contempló paralizado al horrible ser que se agitaba ante sus ojos. Escuchó su temible canción como si estuviera a miles de quilómetros de allí, solo al terminar la tonada pudo articular palabra.

- Hay que quitarle esa llave como sea, ya habéis oído lo que pasará si termina el hechizo ese.

Lo cierto es que esperar a que el monstruo durmiera no era algo que le apasionara pero acercarse mientras estaba despierto era algo que ni en su más loca imaginación podría suceder.

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05/09/2014, 12:33
Alicia

La niña temblaba como una rama sacudida por el viento, estaba más pálida de lo normal y respiraba profundamente, como si le faltara aire. No era porque le tuviera miedo al ojancano, o que una piedra de las que tiraba la aplastara, o porque era casi imposible que consiguieran los huevos de basilisco; no era nada de eso era algo mas mundano e incluso puede que ridículo. Alicia tenia fija la mirada en el charco carmesí del suelo, era la sangre del murciélago que había muerto aplastado la roca. También había sangre de murciélago por las paredes e incluso varias gotas de sangre habían salpicado la cara de la niña. Alice le tenía pánico a la sangre.

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08/09/2014, 13:54
Director

Los niños se quedaron temblando agazapados mientras el ojáncano hacía retumbar toda la cueva, con el consecuente peligro de derrumbarse. Afortunadamente, la cavidad llevaba muchos mas siglos que el ojáncano y salvo un poco de gravilla que se soltaba de cuando en cuando no parecía ocurrir otra cosa. Más de media hora esperaron los niños sin que el ojáncano se cansara, hasta que, de pronto paró en seco, como si hubiese oído algo.

¿QUIEN HAY AHÍ? tronó con una terrible voz

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08/09/2014, 14:00
Lucio "Uzo"

El pequeño Uzo se llevó las manos a la boca. Los habían descubierto, o al menos eso parecía. Con la oscuridad ni el propio ojáncano nos veía, y al menos era una ventaja. Lo único que quería el chico es que pensara que aquello que escuchara no fuera sino una pequeña rata o algún otro animal, no unos niños dispuestos a llevarse uno de sus ingredientes.

No habléis... -pensó Uzo mirando a sus compañeros-. Si se quedaban quietos y callados, quizá aquel monstruo pensara que aquello que hubiera no sería más que su imaginación. No se atrevía a pensar qué podría hacerles si los descubriese allí.

Notas de juego

Uff, como no se calme, creo que descubrirse no será bueno.

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08/09/2014, 14:57
Alicia

La niña continuaba con la mirada perdida, sin saber como reaccionar todo le daba vueltas. Solo la voz ronca de ojancano lo había sacado de sus ensoñaciones. Pero que podía hacer ella contra tal descomunal monstruo, si trataba de hacer algo acabaría como el murciélago estampada contra una de las paredes. Alicia decido permanecer callada y quieta.

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08/09/2014, 22:45
José Sánchez "Panes"

Panes se quedó completamente paralizado cuando escuchó la potente voz del Ojáncano preguntar quién había en su cueva. Deseó ser más valiente y dando un paso al frente salir de su escondite para que el monstruo fijase en él su atención salvamdo de ese modo sus amigos como hacían los héroes de la talla de Indiana Jones o Han Solo.

Pero en lugar de eso se quedó completamente quieto, en silencio, incapaz de mover ni un solo músculo de su cuerpo mientras el miedo se apoderaba él.

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09/09/2014, 00:45
Lucía

Llevaban mucho tiempo esperando a que el Ojáncano se durmiera y Lucía comenzaba a cansarse. Pero el cansancio dio paso a un susto enorme cuando el monstruo, deteniendo su cantinela, comenzó a gritar. ¿Cómo era posible que los hubiera descubierto si ninguno de ellos había hecho ruido? Seguro que tenía unos oídos muy finos o era una especie de mago que descubría la presencia de los niños. Sí, tenía que ser algo así.

Intentando pegarse todo lo que podía a la pared, Lucía permaneció, al igual que sus amigos, en completo silencio ya que el Ojáncano parecía no saber dónde estaban con exactitud y si ellos no se movían seguro que no los descubrirían.

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10/09/2014, 17:57
Lucio "Uzo"

Chicos, chicas... -dijo el pequeño Uzo intentando acaparar la atención de sus compañeros en bajito para no ser advertidos-. Mi primo, el del pueblo... creo que ya os he hablado de él en más de una ocasión... Bueno, el caso es que..., antes de venir al Roblón, me dió un poncho que llevo aquí detrás -entonces el muchacho se tocó la mochila-. Mi madre decía que eso era un saco de piojos, que éste lo usaba el perro de mi primo para dormir cada noche..., Pero yo me lo traje. ¿Sabéis por qué? Mi primo decía que era una capa invisible, mejor que la que lleva Batman, pues aunque la suya planea, este poncho es mucho mejor. Porque... porque te hace invisible. ¡Sí! ¡Eso me contó! Decía que él la usaba para vigilar a una muchacha mayor que él en el pueblo de nuestra abuelita, ya que a veces la visitaba un señor y "la asustaba"...

Uzo hizo una pequeña pausa para mirar al Ojáncano y comprobar que no le estaba oyendo.

Mi primo decía que ya no la necesitaba, que ya no necesitaba vigilar a esa chica. Por eso me la dió. Y yo le pregunté porqué. Le pregunté si el señor que la asustaba ya no lo hacía. Pero mi primo no me quiso contar porqué dejo de jugar al superhéroe... Claro que, mi madre me dijo poco después que estaba castigado, que yo nunca hiciera lo que él hizo; por lo visto, los poderes de la capa son ciertos: mi primo se cubrió con ella, y escondido se asomaba a la ventana de la habitación de la chica cuando venía el infame señor a verla... Pero es que no era un señor cualquiera (ni malo)... era su novio... Le pregunté a mi madre porqué castigó al primo cuando sólo hacía un bien a esa muchacha... Mi madre no me dijo nada, pero mi primo, cada vez que me contaba por lo bajo del tema, decía que había visto a la chica sin ropa y, también al hombre... Qué cosas...

El pequeño Uzo se encogió de hombros y arrugó labios y cejas, sin comprender la situación.

En fin, nosé. El caso es que la capa funciona... ¿Y si la usamos para acercarnos a la caja, hacerle cosquillas al Ojáncano o algún otro plan?

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10/09/2014, 20:25
Guillermo

Al escuchar el grito del monstruo Guillermo se envaró y notó como se le erizaban los pelos de la nuca. El bicho no se dormía y parecía más bien que les fuera a descubrir de un momento a otro. Por ello al oír la alocada propuesta de Uzo, asintió nerviosamente.

- Parece una locura, pero algo hay que hacer... susurró.

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12/09/2014, 20:45
José Sánchez "Panes"

¡¡¡Si la capa te hace invisible podemos recorrer el lugar sin que nos vea!!! - Los ojos de Panes relumbraban por la emoción y le faltaba poco para dar saltos de alegría, Uzo había encontrado la forma de poder recorrer la cueva sin peligro y ahora estaban más cerca de su objetivo, era un auténtico héroe.

¿Hay que decir alguna palabra mágica o solo hay que ponérsela?- Pregunta después.

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13/09/2014, 12:06
Lucio "Uzo"

Mi primo decía que en silencio, que así no te oía nadie mientras vigilabas a quien fuera... -recordaba el pequeño Uzo-. Con ponértela y "creer" me parece que es suficiente. Si quieres puedo dejártela -le ofreció-.

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15/09/2014, 22:49
José Sánchez "Panes"

¿Entonces solo ponérsela y ya está?- volvió a preguntar El Niño para confirmarlo.- Vale, puedo hacerlo. -Se decidió al fin. Con una capa invisible era fácil poder enfrentarse al Ojáncano y ser un auténtico héroe.- Ayudarme a ponerme la capa invisible y trataré de conseguir la caja.- Terminó ya imaginando como sería eso de hacerse invisible y no poder ser visto.

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15/09/2014, 23:46
Director

Mientras los niños hablaban en voz bajita para que el ojáncano no les oyera, este se rascó la cabeza y entrecerró el ojo, escudriñando su territorio. Finalmente, Jose se puso la capa y, para su sorpresa se volvió invisible, tal y como le había dicho el pequeño Uzo. ¡La capa funcionaba! AUnque hubiese un montón de luz era imposible ver al niño. Sin embargo, no todo era bonito ya que el ojáncano no se había olvidado del rido.

¿¡QUIEN ANDA AHí!? preguntó con voz enfurecida.

Notas de juego

La idea fue de Uzo, así que la taba blanca la pierde él. Recordad que no se pueden "copiar" acciones.

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16/09/2014, 20:27
Lucía

Lucía no había comentado nada mientras Uzo había hablado sobre su capa invisible, era algo que ella no acababa de creérselo. Si hubiera capas invisibles seguramente mucha la gente las usaría... o quizás si las usara y por eso sucedían cosas raras. Así que, cuando vio como José se la ponía y desaparecía de su vista, a punto estuvo de elevar la voz en una exclamación de asombro, menos mal que en el último segundo se pudo tapar la boca y así evitar que saliera ruido alguno de su garganta.

Pero aún así lo iban a tener muy difícil, pues el Ojáncano parecía escucharles aunque aún no los hubiera visto.

-Vete con mucho cuidado José. A ver si puedes conseguir la caja.

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17/09/2014, 16:59
Lucio "Uzo"

Uzo se quedó alucinado. Su primo, que tantas veces le había dicho hartas mentiras, tenía razón por una vez, y le había confiado el gran secreto del "poncho de invisibilidad". Palpó el "aire", justo donde Panes había desaparecido, y le tocó el pelo, pero ningún ápice de su cuerpo era visible... Fue entonces cuando Uzo oyó la terrible voz del ojáncano: ronca y pesada. Trago saliva y nada se atrevió a hacer ni pronunciar. Demasiadas emociones estaba experimentando en pocos momentos...

 

Notas de juego

En realidad no se me ocurre qué plan podríamos intentar llevar a cabo para quitarle la llave (si es que la lleva al cuello)...

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17/09/2014, 22:30
José Sánchez "Panes"

El pequeño José no notó nada diferente cuando se cubrió con aquella capa, él se seguía viendo perfectamente, sus manos, sus piernas, sus ropas, nada había desaparecido, pero por las caras de sus amigos supo que había funcionado, pero de nuevo la profunda voz del Ojáncano le hizo temblar de miedo.

Tenía que vencer su miedo, vestía la capa mágica y era invisible, tenía que salir de donde estaba escondido y comenzar a buscar la caja. Despacio, obteniendo un poco más de valor con cada paso que avanzaba, panes fue moviéndose. Saliendo de su escondite caminando muy despacio, mientras se alejaba de sus amigos y se acercaba al lugar donde el monstruo había brincado y saltado, mirando para todos los lados con la esperanza de ver la caja. Aunque sin dejar de prestar atención al Ojáncano, pues si este se aproximaba al lugar donde estaban sus compañeros tendría que hacer algún ruido para desviar su atención.