Partida Rol por web

Bueno, entiendo que el plan es dejar que la francesa se adelante sola (o con el alemán) y el resto seguirla escondidos para intentar coger por sorpresa al menos a un grupo de alemanes. ¿no es así?.

Saliendo con cuidado de la casa Hayden forma en la base de la colina junto a sus compañeros y espera órdenes.

- Mientras la señorita nos hace de señuelo, debería colocarme en una posición segura pero que me permita utilizar la mierda que he estado cargando todo el día. Al mismo tiempo otro grupo podría ganar posiciones en la ladera, tanto como para hacer de segunda distracción como para rematar al enemigo.

La joven sube la colina esperanzada, esperando salvar a su padre, con vosotros detrás. Pronto una voz le da el alto:

- Halten Sie, wer es ist?

- Vengo a buscar a mi padre, por favor libérenlo les daré lo que quieran.... - la voz de la joven es firme, sin delatar pizca de miedo.

- Amerikaner - grita uno de los alemanes mientras dispara su fusil mientras se retira, fallando a la joven.

Mathilda se lanza al suelo con una sonrisa esperando vuestra intervención.

*En ingles chapurreado*
-Estooo, sarge, no guork dis, inten... trai tu llover... rein granades en... in nazis, despues... ¿como se decia eso...? nose. ir por oder lado an trai tu quil los nazis.- le dije a Sarge en voz baja viendo el futuro resultado de la mision.
-Ai, gou primero an trai tu distra...- no, no se decia asi-de nazis, luego yu kann quil ellos.- Me quede mirandolo con la esperanza de que hubiera entendido algo.

—Putos nazis— masculló Sullivan. En voz más alta de lo recomendable, como de costumbre. Iba a ser una sangría subir esa colina, la mujer no había conseguido engañarles.

Henry, Walker, Sullivan! Mantengan a esos malditos en sus trincheras y ocupados con este frente. Bogdanos, coja en bazooka y encuentre una posicion sobre la que disparar y acabar con la M88. El resto, conmigo. Vamos a darles una sorpresa por la espalda.

Hayden deja de comprobar la corrección de todo su equipo y la artillería que pronto utilizará.

- Sí, señor.

Y espera pacientemente a que alguien inicie la marcha tras el teniente para colocarse en retaguardia

Jones asintió y se puso en marcha inmediatamente, sin decir mucho. Reviso que sus granadas estén en su lugar y comenzó a subir la colina.

El sargento Willian divide al grupo en dos y empiezan a subir la colina, por desgracia para ellos confían demasiado en la oscuridad y cuando los alemanes lanzan una bengala de magnesio quedan al descubierto. Los soldados rápidamente se lanzan buscando cobertura.

La luz de la bengala muestra una pequeña fortificación de sacos alrededor de un cañon antitanque. Tras una segunda barrera de sacos varios SS disparan sus armas. El cañón ofrece un espectáculo dantesco, un hombre esta atado a el desangrándose por multitud pequeños cortes, el metal muestra chorretones secos de color rojizo dando a entender que este hombre no es el primero en sufrir ese destino.

A la luz de la bengala los nazis hacen fuego contra los americanos.

El teniente parece ser el primer objetivo de los alemanes y cae al suelo vomitando sangre tras recibir varios impactos. La misma suerte corre Underwood y Boganos.

El sargento, Willian Jones y Sullivan también son alcanzados, pero con heridas menos graves.

Entre los tiroteos se pueden oír unos extraños cánticos en Alemán, cuando acaban las heridas del hombre atado al cañon empiezan echar sangre a borbotones de forma poco natural. Pero eso no resulta tan intranquilizador como ver el anti-tanque empezar a moverse solo y girarse hacia la posición de los atacantes.

Sullivan vio la cantidad brutal de nazis que había allí y el torrente de fuego que les llovía, sintió como una bala le golpeaba... pero sólo le había dado en un michelín, en uno artificial donde llevaba dos kilos de tabletas de chocolate.

Mi chocolate... ¡Malditos nazis! Ahora verán...

Y sin más lanzó una granada contra ellos. 

La mente del sargento Miller se quedo en blanco al ver el horror del cañon. Ninguna cita biblica le vino a la cabeza. Ninguna tactica salvadora para sus hombres, que estaban siendo acribillados. Una bala le alcanzó en el hombro pero ni siquiera con eso reaccionó. Se quedó alli, de pie, mirando hacia el cañon como si estuviese mirando al mismisimo demonio. Y, en cierto modo, era cierto

Viendo cómo los alemanes comienzan a acribillarnos la mente analítica de Johnson se pone en marcha.

- Ese cañó​n no es natural, pero no hace falta un ingeniero para saber eso. Nuestra única oportunidad es que alguien ágil (y descerebrado) corra hasta la base del cañón y deje caer allí esto.

Entrega al teniente un paquete de explosivos convenientemente preparado y un detonador.

He manipulado el detonador para que funcione al revés, una vez pulsado se activará cuando se suelte el pulsador. De este modo podremos lanzarlo desde relativamente cerca del cañón.

... bajando un poco la voz

...Y si nuestro correo no llega, al menos allí donde llegue dejará un ruidoso mensaje. Los demás debemos intentar que eso no pase descargando todo lo que tengamos cuando el "cartero" se lance colina arriba.

las heridas del hombre atado al cañon empiezan echar sangre a borbotones de forma poco natural y el anti-tanque empezar a moverse solo y girarse hacia la posición de los atacantes.

Y con suerte aliviaremos el sufrimiento de esa pobre alma antes de que él y su montura alivien el nuestro.

Hayden prepara la carga, pero el teniente no parece muy receptivo a recogerla.