Partida Rol por web

Antes de presentar lo que sabemos, el espía real y las propiedades del polvo, deberíamos encontrar dónde está esa protección ambiental. - sugirió Bastia. - Si se encuentra en alguna estancia o hay quien ejecuta la magia sobre el rey o la reina.

Notaba una alivio porque al fin parecían avanzar en sus pesquisas pero se mezclaba con la tensión de no saber en qué clase de intriga palaciega se estaban metiendo.

No sabemos si el secretario está involucrado o no pero tenemos que preguntarle sobre ello...

Con el fuego ya extinguido la calle vuelve lentamente a retomar la calma. La gente desaparece en sus casas y los capas grises son los únicos que quedan hablando junto a los restos de la tienda.

Varag se habia mantenido callado las ultimas horas, sabiendo que sus compañeros más inteligentes estaban mejor preparados para casos como este. Habia ayudado a apagar el fuego y se habia maldecido en silencio ante la muerte del alquimista. Si hubiese estado alli, podria haberle defendido.

~~Esta en concreto reacciona a un hechizo de protección ambiental. Probablemente incluso dentro del estomago de una persona...

Sabes que es lo que hace? La mujer de palacio lo pidió y lo administraba para incrementar la fertilidad del Rey. Tenia el efecto contrario, incrementando un problema ya existente, o tiene otro efectos nocivos? - le pregunto el orco a Abbot. Al fin y al cabo su mision trataba de los problemas para tener un heredero. Si esto simplemente era otro complot habria que ayudar tambien pero no avanzaban en la direccion principal. - Creo que habría que encontrar a la persona que dió la bolsa de oro antes de hablar con ninguna persona importante, especialmente el secretario. No queremos darles posibilidades de borrar sus huellas, como han hecho con el alquimista... Alguien nos esta observando. - continuo Varag - Quizas podemos preguntar al guardia? Seguro que podemos intimidarle para que nos de el nombre.

PNJTIZADO

- Un alquimista lo podría confirmar, pero yo diría que es una formula anti-conceptiva - responde Abbot.

Sólo tengo que añadir que no me sorprendería que la alcoba real estuviera protegida y sea ahí donde entra en acción el efecto anticonceptivo. 

—Tenemos que hablar con el rey en privado, querrá saber que ocurre y porqué estaba ocurriendo esto. Tenemos las pruebas, el polvo y el pergamino lleno de palabras. Querrán saber lo que ocurre. Una vez con su autoridad real, podremos ir a por el miembro del servicio secreto que es un traidor y quería borrar huellas. 

Flog y Norm logran convencer al grupo de hablar con el rey y todos se dirigen a palacio. Allí tras una pequeña espera son recibidos por Velthana. El joven rey accede a un encuentro privado, y en su despacho los capas grises le cuentan todo lo sucedido.

- En efecto, nuestros aposentos están protegidos por varios hechizos. Evidentemente la protección ambiental es uno de ellos. - contesta asombrado - Habéis hecho un gran trabajo. La reina estará muy contenta.

- Mandaré detener al traidor inmediatamente. Si queréis participar en la acción no tenéis más que pedirlo. Luego el verdugo real le sacará para quien trabaja.

-Capaz grizez a zu zervicio-contestó Flogdegnurt haciendo una exagerada reverencia-Si decir que colaborar, colaboraré.

- Es nuestro deber, majestad. Estaremos a su servicio hasta que hayamos completado la operación

Además, me gustaría asegurarme de que es la única manzana podrida de este palacio...

Por supuesto, majestad. - aceptó Bastia cuadrándose y colocando su mano sobre el pomo de la espada.

Varag no dijo nada. Sus compañeros habian respondido ya al Rey y compartia su opinión. Con una ligera reverencia se puso de nuevo el yelmo y esperó a la orden de empezar la caceria.

- Sea. En ese caso esta media noche haremos la detención. En su propia casa y lo más discreto que sea posible. Lo ideal es que quien quiera que sea su superior no se entere de que lo tenemos. - comenta el rey.

- Lo ideal sería echarle las culpas a alguien y cerrar oficialmente el caso. - añade el secretario. - La doncella podría ser una buena cabeza de turco.

—Habría que pillarlo vivo y llegar hasta el final, seguramente hay algún poder oscuro o cortesano traicionero detrás de todo. Nadie hace algo así sin motivos. Y la pobre doncella ya sabe que no debe hacer esto. Si contratáis a otra, igual os la vuelve a montar. No digo que no sea justo castigarla —había fallado en sus funciones—, pero prefería que el verdadero culpable fuera el que recibiera el mayor castigo. 

~~ pero prefería que el verdadero culpable fuera el que recibiera el mayor castigo

Quizas podríamos cerrar el caso encerrando a la doncella de forma suficientemente pública para que no esten en alerta, pensando que nos han engañado. Esta noche cazaremos a los verdaderos culpables y podeis soltarla mañana. El susto hará que no vuelva a extralimitarse en sus funciones, por muy bienintencionados que sean sus pensamientos. - ofrece Varag como solucion intermedia. - Por otra parte, deberiamos tener la casa vigilada hasta esta noche, por si deciden escapar antes de tiempo.

El rey sonríe.

- Varag se ha acercado a entender mis intenciones. No tengo ningún interés en castigar a la doncella, pero debe parecer que lo hago para que el verdadero culpable quede tranquilo. Oficialmente los culpables deben ser la doncella y el alquimista y nadie más.

Suspira y le hace una seña al secretario, que asiente y empieza a hablar.

- Por otro lado el verdadero culpable no tiene porque pagar ahora. Entiendo que es lo que reclama la justicia, pero por desgracia los gobernantes deben ser inteligentes además de justos. Necesitamos al hombre de la bolsa vivo no solo para que nos revele quien es su jefe. Queremos saber mucho más: con quien se relaciona, que otros planes tiene, quien le apoya...

El rey vuelve a tomar la palabra.

- Y si, amigos, así de triste es la política. Debo castigar al inocente y el culpable, al menos de momento, va a escurrir el bulto - dice apesadumbrado, lanza una mirada de desprecio al secretario y añade - Convertirle en un activo le llaman.

~~Debo castigar al inocente y el culpable, al menos de momento, va a escurrir el bulto - dice apesadumbrado, lanza una mirada de desprecio al secretario y añade - Convertirle en un activo le llaman

Sin intencion de extralimitarme, Majestad - dice el orco en un ultimo esfuerzo - Perdonar a la doncella despues de condenarla tambien le hara parecer magnánimo ante el pueblo. Aunque en ese caso, no debería seguir trabajando en palacio.

- Disculpadme de nuevo, majestad. Pero creo que tomar ahora una decisión pública no haría que el culpable se relajase, si no que incrementase su temor y podría decidir huir.

Perdonar a la doncella despues de condenarla tambien le hara parecer magnánimo ante el pueblo. Aunque en ese caso, no debería seguir trabajando en palacio.

- Si, lo había pensado. Una condena a muerte, una confesión y cambiarlo por un destierro... bien pagado.

- Disculpadme de nuevo, majestad. Pero creo que tomar ahora una decisión pública no haría que el culpable se relajase, si no que incrementase su temor y podría decidir huir.

-Espero que no, si públicamente decidimos que los culpables son la doncella y el alquimista, y NO se entera de la detención de esta noche creerá que ha tapado bien sus huellas y se sentirá a salvo. Si huye le perseguiremos y mataremos, pero si no lo hace lo vigilaremos.

¿Castigar a una inocente y luego perdonarla para parecer magnánimo?

Toda aquella conversación era demasiado compleja para Flogdegnurt. De donde venía aquella situación se habría solucionado de una forma muy sencilla. Capturarían al tipo de la bolsa, lo colgarían por los pulgares y le practicarían todo tipo de torturas hasta que confesase quien era el que le pagaba. Luego capturarían al ordenante y finalmente, ambos serían ejecutados públicamente para deleite del pueblo.

Además, la inocencia era a juicio del goblin, un mero ideal inalcanzable, pues al final cada uno era culpable de alguna cosa. Y casi todos, de muchas.

Pero él no estaba allí para opinar. De hecho, no sabía muy bien qué hacía allí. Sí,...claro, servir a los capas grises. Pero...

Mejor será no decir nada y esperar.