Partida Rol por web

Bastia, en vista que la situación se había calmado y conseguían llegar a un entendimiento, comenzó a limpiar sus armas con delicadeza mientras no apartaba la vista de los soldados que habían salvado la vida.

 Aparte de él, ¿quién podría saber donde los guarda? - continuó preguntando. - Porque si él no puede contarnoslo, no sois de ninguna utilidad ni para nosotros ni para vuestra familia.

Hizo un gesto de asentimiento a Varag para indicarle que le gustaba su plan de acción.

Alguien debería asegurarse que no llegan refuerzos.

Mientras Varag intenta que Maxwell recupere el conocimento los guardias, que han oido toda la conversación contestan a Bastia.

- No sabemos, la verdad es que actuaba bastante por su cuenta. Si explicaba algo a sus superiores no lo hacía delante nuestro. - contestan

Cuando Maxwell logra abrir los ojos, tras limpiarse la sangre de la cara, y a medida que escucha a Varag, va recuperando la sonrisa de superioridad.

- Tanta sangre para nada. Seguimos exactamente en el mismo punto que antes. - explica como quien habla con alguien mucho menos inteligente mientras mueve la cabeza - Os sigo ofreciendo el mismo trato, usar la cabeza y aceptarlo de una vez.

Yabiz se queda en un segundo plano, lamiendo sus heridas.

Abot se acerca al niño

- Mira nene. Yo sé que tienes que demostrar tu valía y todas estas cosas... también sé que te están mirando tus hombres, pero ellos ya te han perdido el respeto, tienen vida porque somos de la Guardia Gris, no porque tú valgas algo... Hay gente muriéndose mientras tú juegas a ser un señor en lugar de un niñato.

Se acerca y le coge la mano, con suavidad mientras con la otra mano se quita los anteojos para mirar directamente al muchacho

- Así que de aquí nosotros nos vamos con los capullos o con tu vida. Y no, no estamos igual que antes... Bueno, nosotros sí, pero tú tienes un dedo útil menos...

En ese momento se oye un fuerte chasquido y el grito de Maxwell cuando nota como Abot dobla bruscamente hacia atrás el dedo anular de su mano derecha.

Y el índice también lo rompe a continuación

- Dos menos, que tenemos algo de prisa. ¿Saco la navaja?

Maxwell grita como un loco y no puede evitar derramar unas lagrimas.

- El sótano, están en el sótano, al lado del 23. Por favor no, no me cortes nada, por favor. - confiesa con totalmente histérico. Pero en cuanto el dolor remite no puede evitar mirar a Abbot con ojos asesinos y murmurar entre lagrimas - Lo pagaras, maldito viejo, lo pagaras.

Los guardas guían al grupo al lugar mencionado por el muchacho, donde hay dos barriles llenos de los capullos.

Sugiero llevarlo al templo, que lo curen mágicamente mientras está en la hora dorada y esperar que a Maxwell no le queden secuelas que le den aún más motivos para buscar venganza. Luego dejarlos marchar.

Yo lo ejecutaba sin más miramientos. Pero como sospecho que eso sería demasiado poco civilizado para un lugar como este, sugiero entregarlos en el templo para que ellos decidiesen de qué forma solucionar las cosas con los Jutzenka. Al fin y al cabo, nosotros nos iremos y serán ellos quienes tengan que quedarse aguantándolos.

—Lo que necesita este chaval es un buen internado militar. Propongo que nos lo llevemos con nosotros y le hagamos trabajar para compensar sus maldades. Y si su familia tiene problemas con nuestros amigos, se lo mandamos en trocitos. 

Norm era partidario de la solución más drástica, pero ese lugar intermedio serviría. Sin duda alguna el niñato se vengaría en alguien por su incompetencia, así que lo ideal sería llevárselo y hacerle un hombre de verdad a hostias. 

—Tomemos estos barriles y hagamos esa cura, tenemos que erradicar esa enfermedad y ayudar a la gente. 

- ¿Curarlo? Ese niñato sólo siente dolor en su orgullo y eso no tiene hora dorada. El suyo está en el barro y ahí se va a quedar. No. Se va a quedar con dos dedos inútiles en esa mano. Así no volverá a tensar un arco porque deduzco que no coger la pluma le da igual...

Calla y sopesa la solución de Norm...

- La verdad es que si eso no me obligara a dormir con un ojo abierto sería muy interesante. y no, Flog, el problema lo hemos buscado nosotros, no la gente del templo. No podemos cargarles a ellos el muerto, aunque aún no lo esté.

A continuación añade

Y eso vale para los guardias. Todos dentro del almacén, dame la llave y si gritáis mucho a lo mejor os encuentra alguien pronto.

Se cuelga la llave del cuello y coge un barril bajo el brazo* 

¿Al templo?

A Varag no le gustaba lo que acababa de pasar, pero al menos habian conseguido el último ingrediente. Salvar a la gente de Puertoeste era lo mas importante.

La primera misión -recitó - es proteger a los inocentes de aquellos que quieran hacerles daño o quitarles lo que es suyo por derecho.

Sin embargo el Juramento decia "No tomaré ninguna accion que deshonre a los Exploradores". Romperle los dedos al crio no era muy honroso. En general, no habian tomado decisiones honrosas, como robar. El orco sintió que se mareaba. No estaba preparado para que los principios que habian guiado su vida hasta ahora entraran en conflicto unos con otros. El fin justificaba los medios? Varag no tenía respuesta.

Lo pagaras, maldito viejo, lo pagaras.

 No. Tu no calculaste bien tu situación y has pagado por ello. Tomalo como una leccion para tu futuro.  Dile a la matriarca de los Yutzeska que la deuda queda saldada con tu vida. - Varag queria acabar con esto y salir de aquella ciudad.

Yabiz veía como sus compañeros empezaban a caer en la misma brutalidad que se habían comprometido a combatir. Por un lado lo entendía dado lo mal que les habían tratado y lo cerca que habían estado de la muerte en varias ocasiones,  pero sembrar más odio no auguraba nada bueno. A pesar de las heridas, extrajo la energía que quedaba dentro de él y trató de arreglar mágicamente los dientes y los dedos rotos al chico para que no le quedasen secuelas. Maxwell era aún joven y Yabiz quería creer que podía cambiar y convertirse en una buena persona.

Encerremosles y vayamonos cuanto ántes. - dijo Bastia sin involucrarse en si salvaban los dedos del muchacho o no.

Mientras Yabiz cura a Maxwell el grupo encierra a los soldados en uno de los almacenes del emporio. Después cargados con los barriles y el joven Yutzenka se dirigen al templo.

Allí Jorim y los druidas les reciben encantados y se ponen a trabajar de inmediato en la cura. En apenas unas horas están administrándola a los enfermos en la hospedería del templo y rápidamente llevan varias dosis hacia los pantanos.

Mientras tanto Jorim miran inquisitivamente a Maxwell y al grupo.

- Avisaré a Frank de que todo esta arreglado - comenta sin decir nada sobre el muchacho.

Unas pocas horas despues de regresar al templo, Joriam aparece a buscar al grupo.

- Alguien quiere hablar con vosotros. Por favor, no hagáis ninguna tontería, ni metáis al templo en problemas. Y recordar que oficialmente no sois exploradores.

Sin esperar mucho os lleva hacia una capilla lateral en la nave principal del templo. Allí, rodeada por seis hombres con armaduras una señora de unos cuarenta años y una impresionante belleza, vestida con algo que parece seda negra espera mirando hacia un retablo.

En cuanto Jorim y el grupo se acerca uno de los soldados dice en voz alta:

- La señora Karolilona Jutzenka, matriarca del clan Jutzenka desea hablar con ustedes.

Tras lo cual la señora presta toda su atención a los exploradores.

- Buenas tardes a todos. Jorim, este templo es realmente impresionante, me gustaría contribuir en lo posible a embellecerlo. No, no, que menos si como dicen habéis logrado salvar la ciudad. - se gira con una sonrisa perfecta hacía los hombres de Frank - Creo que les debo a ustedes también esa gratitud. Muchas gracias, de mi personalmente y de todos los enfermos de mi familia. La ciudad entera esta en deuda y me encargaré de el concejo se lo reconozca. Mientras tanto... me gustaría saber que pretenden hacer con mi nieto.

Nada, es libre de marchar. - se apresuró a decir Varag con una ligera reverencia, antes de que el resto respondiese alguna barbaridad - Hubo un pequeño malentendido respecto a las prioridades necesarias para la ciudad. Es un buen chico, deseoso de ayudar a su familia. El atemperamiento propio de la experiencia le hará un buen líder, seguro. Agradecemos también a la familia Jutzenka la ayuda prestada para conseguir ciertos ingredientes.

Flogdegtnur no sabía qué decir ante la pregunta de la matriarca de los Juztzenka. Finalmente fue Varag el que dio una respuesta. El goblin se encogío de hombros. Si fuera por él, le cortaría una mano para que aprendiese la lección, pero lo mismo no era muy inteligente proponerle algo así a aquella mujer, que se veía que era respetada en la ciudad. Y más aún en el templo, luego de ofrecer su ayuda para "embellecerlo". Con todo, no pudo contener su lengua lo suficiente, como para no devolver la pregunta a la mujer.

-La cueztión es qué pretenden hacer uztedez con él ¿Ze van a ocupar de que no vuelva a zer un problema para la ciudad?
 

Estoy seguro que toda la experiencia le ha servido para aprender y mejorar como futuro lider de la casa. - la brinchie trató de cubrir la pullita de Flog como buenamente supo.