Partida Rol por web

Flogdegnurt ya tenía varias plumas negras bien recortadas. Levantó la vista de la pluma que estaba trabajando y se quedó mirando a Softy con curiosidad.

-Hola, gatita-contestó el goblin intentando con escaso éxito dedicarle una amable sonrisa-Paza y ziéntate. Ezto...Flogdegnurt probó cozaz peorez. Ze bebe y ez barato. Suficiente para Flogdegnurt.

Yabiz se había acostumbrado al olor a orco cuando su pequeño clan familiar pasó unas semanas en una fortaleza orca antes de unirse a la tribu de goblins de las montañas. El olor a felino le resultaba un tanto incómodo y no paraba de rascarse la nariz sin venir a cuento. El olor a humano era el más desconcertante de todos, pero al menos era de pueblo y no de ciudad. El olor a ciudad le resultaba francamente incómodo.

Estaba convencido de que la gata se mostraba desconcertada por los mismos motivos que él. La taberna era una mezcolanza de olores extraños e invasivos.

-Zííí, dazme a mí también de eze bdebaje.

Esperaba que el Yarak entumeciese su sentido del olfato y le permitiese relajarse un poco.

De todos modos no terminaba de fiarse de la gata. Se hacía la despistada, a lo mejor era una enviada de Frank para ponerles a prueba. Así que, disimuladamente, mientras se bebía el Yarak haciéndose el distraido, canalizó su fuerza interior para analizarla.
 

— Esta aguado —. Dijo el tal Varag esbozando una sonrisa al cabo de un tiempo. — Se puede beber.
— Hola, gatita —. El goblin, Flog, se adelantó a las palabras que estaba por dedicar Softy a responder al gran Orco esbozando una sonrisa aún más incomodante que la del anterior, pero Softy apreció el gesto devolviendo las sonrisas. — Ezto... Flogdegnurt probó cozaz peorez. Ze bebe y ez barato. Suficiente para Flogdegnurt.
— Ohh, bueno… —. Softy miró amablemente a ambos interlocutores con sus ojos de un suave color ámbar como la miel. — Yo he probado la cerveza y el vino cuando… bueno, antes… pero por lo que me cuentan mejor dejo para ustedes el Yarak.
— Zííí, dazme a mí también de eze bdebaje —. De repente se le erizó un tanto el pelo de la cola cuando saltó de la nada en elevado tono de voz el pedido del otro goblin en un aun peor Galean que Flog, Softy apenas se había fijado en la presencia de aquel, debía ser el tal Yabiz.
— Ehh… ¿ustedes cuatro vinieron juntos hasta aquí? —. Inquirió Softy mientras le servían la bebida a Yabiz, dirigiéndose a los cuatro “pieles verdes”, sabía que no demasiado lejos existía una especie de reino de orcos y goblins, quizás eran compañeros desde antes o se habían unido durante el viaje, de cualquier forma sería una buena historia a compartir para romper el hielo y conversar mientras esperaban. Pero entonces sintió una casi imperceptible sensación…

~~— Ehh… ¿ustedes cuatro vinieron juntos hasta aquí? —.

A quien se referia? Habia 5 en la mesa aparte de ella. Y a que venia el uso del usted si eran todos candidatos al mismo nivel? Y los titubeos? A Varag esto le daba cada vez peor espina. Y si habian acabado con Frank y habian mandado a esta para entretenerles mientras les preparaban una emboscada?

Perdonadme - dijo mientras se levantaba, ajustandose el hacha al cinto. - Voy a coger un poco de aire. - explicó como excusa

-Flogdegnurt viajar zolo. Variaz zemenaz a travez de laz montañaz-dijo encogiéndose de hombros en contetación a Softy-Elloz eztar aquí cuando llegar ¿Tu?

Lo cierto es que de algún modo la brinchi parecía agradar a Flogdegnurt. El pequeño goblin no había tenido ningún contacto con los especímenes de su raza y la aparente y deconcertante buena disposición que mostraba para tratar con un goblin como él, le sorprendía. 

Observó las miradas que sus compañeros le dirigían. Parecían subestimarla. Nunca había visto un Brinchie en persona, pero sí había oído hablar de ellos. Y por lo que decían, su parentesco con sus primos felinos les propiciaba unas excelentes cualidades para moverse en silencio y acechar a sus presas. Lo cierto es que "Softy" no parecía una depredadora en abosluto, pero ese hecho en sí mismo, podía ser una ventaja. Siempre está bien que tus enemigos te subestimen si sabes aprovecharte de ello.

Cuando Varag abre la puerta se da de bruces con un grupo de cuatro hombres de aspecto impresionante: todos visten capas grises oscuras, manchadas con la tierra del camino, llevan varias cicatrices con orgullo y tres de ellos están fuertemente armados. Bajo las capas se adivinan ropas amplias como las que se suelen usar para andar por el desierto.

Uno de ellos le hace un gesto al orco para que se aparte y entran en la habitación. El mayor se adelante, coge una silla, le da la vuelta y se sienta con el respaldo hacia adelante. Mira en silencio a los presentes mientras saca una pipa del bolsillo y la enciende dejando a la vista un sello plateado.

- Un grupo variopinto sin duda... mi nombre es Frank. ¿Así que queréis morir por los Reinos del Sur? - pregunta en cuanto empieza a salir humo de la pipa. Sin esperar una respuesta añade - Si es así me gustaría explicaros que mis métodos de selección son bastante poco ortodoxos, pero rápidos y efectivos. Para empezar mi amigo - señala con la cabeza al único hombre desarmado del séquito, que reacciona poniendo una sonrisa amenazadora - os examinará con sus... errr... dones. Si alguien quiere irse a casa que lo haga ahora. Si alguien tiene algo que decir que lo haga aquí y ahora también. Si más adelante intentáis resistiros a los dones seréis expulsados. Por favor, evitarnos ese mal trago.

Flogdegnurt quedó abrumado ante la presencia de los cuatro hombres, enfundados en sus imponentes vestimentas que los identificaban como Exploradores Grises. Cualquier cosa que hubiese oído sobre ellos, se quedaba corta. Se adivinaba por su porte que estaban curtidos en mil batallas e incluso Frank, que parecía el mayor, desprendía una energía que era difícil de ignorar.

-Yo...Morir no, pero querer zer explorador griz-contestó el goblin con decisión-Loz métodoz no importar. Flogdegnurt no tiene caza a la que volver.

Mejor que fuese rápido. - Pensó Yabiz mientras asentía con la cabeza y  se relajaba para facilitar que el hombre sonriente usase sus "dones" sobre él.

Fank se mostraba directo y sincero. Eso era bueno también, Yabiz no se unía a los Exploradores Grises para ir de acampada sino para enfrentarse a grandes amenazas como la que expulsó de sus tierras a su clan familiar. Y justo eso era lo que Frank parecía ofrecerles

~~Uno de ellos le hace un gesto al orco para que se aparte y entran en la habitación

Haciendo un gesto de bienvenida con la cabeza, Varag se apartó y siguió a los hombres hasta la mesa. Sin sentarse, esperó en posición marcial a que se colocasen y empezasen a hablar.  Observó a Frank y a los Exploradores que venian con el, curtidos en mil batallas, con el ligero olor a sangre y muerte que sigue a todo guerrero competente.

~~os examinará con sus... errr... dones. Si alguien quiere irse a casa que lo haga ahora. Si alguien tiene algo que decir que lo haga aquí y ahora también.

Toda su vida le habia llevado hasta este punto. No habia titubeos o dudas. Solo determinación.

Soy Varag, enviado por el Baron Oberwald, de los Exploradores Grises de Kator para unirme a los Exploradores, defender a los inocentes y destruir a los agentes de la Oscuridad y la Llama. - dijo solemne. Personalmente preferia dedicarse a lo primero, pero debia decir la formula oficial - Aceptaré cualquier prueba. - no sabia que poderes tenia el hombre desarmado, pero no tenia nada que esconder.

Varag se retiró cortésmente de la mesa dirigiéndose a la puerta, con lo que volvió a captar la atención de Softy que asintió.

— Flogdegnurt viajar zolo. Variaz zemenaz a travez de laz montañaz —. Respondió al inmediato momento seguido. — Elloz eztar aquí cuando llegar ¿Tu?

— ¿Flogdegnurt?, ahh, Flog era un apodo, creí que todos los tuyos usaban solo nombres cortos como ocurre con las palabras de su lengua, perdona, solo conocí unos pocos Orcos en mi vida y esto es lo más cerca que he estado de un Goblin —. Repuso Softy, realmente había visto algunos en ciertos viajes pero nada más los vio de lejos. — Ufff!!... ¿semanas?, te entiendo completamente, yo tuve que viajar a pie desde Loval con la única compañía de mi cansancio… ¡fueron como dos docenas de días de viaje!, nunca había caminado tanto, los primeros días fueron horribles, las patas me dolían… no sé cómo no me rendí…

Enmudeció cuando se dio cuenta de que alguien había llegado por las miradas de los otros, al voltearse vio como llegaban a la mesa esa comitiva de humanos curtidos y detrás de estos Varag los seguía. El hombre más veterano se sentó inapropiadamente aunque campante y de manera intencional, ¿era una tradición de los líderes de los Exploradores sentarse así?

— Un grupo variopinto sin duda... mi nombre es Frank. ¿Así que queréis morir por los Reinos del Sur?, si es así me gustaría explicaros que mis métodos de selección son bastante poco ortodoxos, pero rápidos y efectivos. Para empezar mi amigo… —. Con un gestó de la cabeza señala a uno de los hombres cuya expresión del rostro le inquietó. — os examinará con sus... errr... dones. Si alguien quiere irse a casa que lo haga ahora. Si alguien tiene algo que decir que lo haga aquí y ahora también. Si más adelante intentáis resistiros a los dones seréis expulsados. Por favor, evitarnos ese mal trago.

— Yo... Morir no, pero querer zer explorador gris —. Se apresuró en decir Flogdegnurt. — Loz métodoz no importar. Flogdegnurt no tiene caza a la que volver.

— Soy Varag, enviado por el Baron Oberwald, de los Exploradores Grises de Kator para unirme a los Exploradores, defender a los inocentes y destruir a los agentes de la Oscuridad y la Llama —. A las espaldas del resto el Orco pareció recitar un juramento oficial, ¿acaso todos tenían que decirlo? — Aceptaré cualquier prueba.

— Yo… creo que puedo ser más útil con vida... —. Repuso Softy ni bien tuvo ocasión, y antes de seguir con la declaración de la cuestión que más le inquietaba… ¿el hombre dijo Reinos del Sur?, nunca había visto un mapa pero uno de sus últimos viajes con su amo… con su antiguo amo, fue a una Ciudad dentro del Dominio de Malakar y había oído que más al sur de allí se hallaba La Nación Elfica, ¿sería parte de esos Reinos del Sur?, de cualquier forma quiso probar también a aquellos hombres a la vez se demostraba un poco a su persona, por lo que abandonó el Galean para lo siguiente preguntarlo en la Lengua Fae, antiguo idioma de los elfos. [color=#FF9933] — ¿Qué es eso de “los dones”? ¿Podría, por favor, ponernos sobre aviso sobre lo que su compañero nos hará? [/color]

Bastia, que ya estaba a punto de volver a levantarse de la mesa y salir detrás de Varag, se cuadró en cuanto escuchó vio al grupo acercarse y a su lider identificarse como Frank, el hombre al que esperaban.

Bastia Caminarena. - se presentó, ambas manos sobre las empuñaduras de sus espadas, y asintió ante los métodos que había dicho el humano. Rápido y efectivo era algo que podía acatar.

Si consideráis ese método necesario, así sea.

Frank eleva una ceja y da una calada profunda a su pipa. Sonríe y mira a Flogdegnurt.

- Si quieres un trabajo cómodo de mercenario puedo conseguírtelo en los Jinetes del Desierto - comenta con voz calmada y añade mirando a Softy - Los exploradores grises es un camino rápido a la tumba. La mayoría no dura los dos años. Es importante que lo tengáis claro. Y nos comunicamos en Galean.

Golpea la pipa contra la mesa y añade

- Goblin, brinchie, no hay vergüenza en dejarlo ahora. Tampoco durante la instrucción. Pero quiero que quede claro que en cuanto recitéis el juramento, la pena por la deserción es la muerte. Y hay muchas probabilidades de que muráis antes de recitarlo. - añade con una sonrisa cínica. - Contestar claramente, ¿estáis dispuestos, si es necesario, a morir por proteger los Reinos del Sur?.
 

Frank no podía expresarlo más claro. Y ellos estaban allí para contestar afirmativamente a la pregunta, pero estaban seguros de que la respuesta era afirmativa.

Ante semejante cuestión, normalmente Yabiz habría tenido que tomarse un tiempo de introspección para meditar la respuesta, pero en este caso había pasado tres días meditando a las afueras de Mara para llegar exactamente a esa respuesta.

-Yo zí eztoy dizpuezto. Ingdezad en loz explodadodez Gdizez ez la mejod maneda de pdoteged loz Deinoz del Zud y  limpiad el Mal que ahoda infezta la Tiedda de miz atepazadoz. Zi ezo conlleva enfdentadze a la muedte, que azí zea. Ademáz, todoz modimoz un día.

Al tal Frank le hacía falta pensar de forma más positiva. Pero Norm suponía que era inevitable que un viejo soldado se comportara así para asustar a los reclutas cobardes.

—Me presento, Señor, soy Norm Alman y estoy aquí para representar orgullosamente al Reino de Galea y a mi Rey en los Exploradores Grises. 

—He recorrido mucho desde mi pequeña aldea natal, y no soy precisamente el mejor de los soldados, pero trataré de hacer lo que pueda. 

— Si —. Respondió Softy cerrando los ojos e inclinando un tanto la cabeza hacia el suelo. Realmente daría lo mejor de sí pero definitivamente no quería morir. De pronto abrió los ojos dirigiéndolos de nuevo al rostro estoico de Frank. — ¿Instrucción? Ohh… significa entonces que nos darán entrenamiento, ¿armas y armaduras también? —. Cierto alivio calmó a Softy ya que con cierto esfuerzo y cuidado no tendría que enfrentar una situación mortal, y sería un sinsentido enviar a sus miembros a misiones suicidas, ¿no? — Usted, Frank, con todo respeto, llegó hasta poseer esa honorable barba blanca, entonces nosotros también podemos, ¿no es cierto?

El pequeño goblin no acababa de entender a los humanos y sospechaba que nunca lo conseguiría. O lo estaba entendiendo mal, o aquel que decía llamarse Frank, estaba disuadiéndoles de aceptar el trabajo para el cual habían sido convocados.Quizá no le gustasen lo candidatos. O quizá fuese a consecuencia de algún giro del idioma que no acababa de captar, pero ¿a caso podría haber alguna otra pena posible para un desertor?

-Zi zer necezario....De donde venir Flogdegnurt, ezo suzeder sin recitar nada-contestó desconcertado-Zí, estar dispuezto.

Frank contesta con un asentimiento de cabeza a todos los que contestan, dejando la mirada fijada un poco más de tiempo en Flogdegnurt. Finalmente se dirige a Softy:

- No - contesta Frank secamente al brinchie e ignorando claramente la segunda pregunta - Por ahora no se os dará nada. En realidad me sorprendería mucho que tu pasaras el examen. Os dejo con Reneau.

Se levanta de la silla y se mueve al fondo de la habitación. El acompañante desarmado se acerca, da la vuelta a la silla de forma que quede en la orientación normal y se sienta.

- ¿Quien será el primero? - pregunta en un Galean sin acento (*).

Norm se ofreció el primero, como siempre hacía. En realidad, lo de las pajitas y la más corta en casa... mejor no pensar en ello. De todas formas, mejor que te lea la mente uno de casa que un extranjero, ¿no?

—Yo seré el primero, aunque no se que vas a encontrar en mi cabeza, no hay mucho de donde sacar —sonrió.

Cerró los ojos y se relajó, recordó su infancia, corriendo por los campos... era el hermano mayor y había tenido que trabajar los huertos con sus padres desde muy joven, además de ir a las vendimias y a las siegas, afortunadamente gracias a eso sus hermanos habían podido ir a la escuela...

... su familia ya estaba bien, solía haber comida para los inviernos... los inviernos eran el mejor momento, podía ir con su arco a cazar (siempre caza menor y nunca en tierras de los nobles), con las pieles y la caza compraba cuerdas, flechas y más arcos... le interesaba Diluca, una chica local, pero Norm no debía pasar su listón y ella se había prometido al final con el hijo del molinero, que desde luego tenía más bienes y una casa de piedra y no de madera...

... Y un día vinieron los reclutadores, y alguien del pueblo tenía que irse, Norm era el único que sabía algo de disparar con el arco y aceptó ir, despidiéndose de sus padres. Todo el mundo sabía que algunos muchachos tenían que ir a los ejércitos del Rey... y Norm era de los más robustos y de los que más posibilidades había que volvieran...

... ¡Prometo mandar parte de mi paga! —había prometido— ¡Y que alguien me escriba las cartas y os las mande!...

Varag resistió el impulso de presentarse voluntario para ir el primero. Si alguno de los candidatos resultaba ser un espia prefería poder estar en plenas facultades para ayudar a reducirlo. No sabia que les iba a hacer el tal Reneau, asi que mejor pasar la prueba cuando todos se hubiesen demostrado dignos.

Iré el último - dijo con sencillez, en un tono lejos de toda confrontacion pero que tampoco daba espacio a la réplica

— Por ahora no se os dará nada. En realidad me sorprendería mucho que tu pasaras el examen. Os dejo con Reneau —. Softy abrió los ojos como platos para enseguida bajar la vista al suelo, ¿Se refería a examen a esa prueba con esos “dones” o a la instrucción que recibirían después? ¿Y por qué no creía que pudiera pasar? ¿Acaso dio una imagen de si… cobarde? ¿Acaso lo había decepcionado?

 — ¿Quien será el primero? —. Softy alzó la vista bruscamente para ver ya ubicado al humano, creyó reconocer sutilmente el acento, a Softy le había sido enseñado simplemente la versión más general de cada idioma, quizás si hubiera sido un viajero trotamundos que se recorrió todo Shaintar seguramente sabría de multitud de acentos y sus localizaciones, pero no era el caso. Aun así el Galean de aquel hombre era sorprendentemente neutro, casi igual al que usaba el instructor contratado para enseñarle… pero creía recordar que su instructor había sido contratado de la capital del reino de Galea.

Parecía ser que Norm sería el primero, y así los demás iban tomando puesto en la sucesión. Quizás era una estupidez estar allí, “mira a los otros” se decía “son guerreros”… quizás debía retirarse de allí, en su viaje un comerciante de Barrinor le había ofrecido un trabajo como asistente o aprendiz, lo más sensato parecía ser volver y dedicarse a una vida de comerciante. Pero había viajado mucho, en esos 20 días de viaje, como mínimo, había invertido el mayor esfuerzo que jamás había hecho… aunque de alguna forma el viaje también había resultado placentero, dejando de lado el hambre y la sed… los baños perfumados y las sabanas de seda de la cama de su amo estaban ya muy lejos y se descubrió extrañándolas luego de 1 año durmiendo en el suelo… pero no podía regresar a esa vida. Si todo ese esfuerzo acabaría en rechazo, según Frank, entonces al menos  debía llegar hasta donde pudiese llegar y tomar la prueba, ¡no se rendiría!

— Parece que mi vida siempre estará atada a las decisiones de un hombre… —. Dijo estas palabras dándose cuenta enseguida que las había pronunciado en voz alta, por lo que rápidamente intentó disiparlas diciendo fuerte y claro: — Si Varag será el último, yo, ehh… iré justo antes que él.