Partida Rol por web

Y esa noche llego,

La noche donde volvería a nacer,

La noche donde dejaría de ser una  crisalida en un cuerpo de  humano,

para convertirme  en un ser superior,

donde la humanidad no importaba,

y sólo  vivía bajo el lema de la libertad,

de la sangre, de las normas...

La noche en la que perdi mi humanidad.

Todos fueron llevados a un lugar extraño. Salieron del salón donde se practicaba la cena de sangre, algunos caminaban por sus medios aunque resistiendose, otros como Blanca cargados mientras agonizaban.

El camino hacia el ascensor (que no estaba fuera de servicio como explicaba la nota) se salpicaba de sangre mientras entraban al ascensor...

Entraron al ascensor poco a poco. Darla trataba de resistirse al apreton de brazó de Santano quien la llevaba a la fuerza pero sin mucha violencia. El hombre parecia sonreir...

Margaret Anticona habia perdido las llaves de las esposas  y arrastraba a Natham con todo y silla por el piso, era como una silla de ruedas... mmm... pero "sin ruedas", lo cual hacia un sonido bastante desgradable. El gato iba encima de Natham  maullando.  El asunto no podía ser más... extraño.

Karen por su parte habia sido tomada a la fuerza por un tercero. Jacinto  no la llevaba, sino que iba detrás de ellos  muy molesto por el asesinato de su criado y hablando con "no se quien" por teléfono.

Mientras tanto Eduardo Barajas, con sus brazos bestiales carcaba a Blanca. Su rostro deformado por el impacto de la botella se estaba curando lentamente, con una rapides poco común, pero claro él no era humano.

Detras de ellos iban otros cinco más... mujeres y hombres que estaban realmente desangrandose.

El ascensor  los llevó al tercer sotano, y en ese lugar en vez de existir un parqueadero de automoviles lo que se encontraron  fue con un sector donde el asfalto habia sido levantado y  en un  sector  15 x 18 metros  habia un rectangulo de tierra, y en ella habia tumbas.

Y  fue ahi cuando todo comenzó.

Margaret mira a Nathan quien estaba sentado literalmente en esa silla. Lo arrastra un poco más tratando de ponerlo encima del sector de tierra, pero, la silla se cae, y con la silla Nathan, produto de eso  la misma se rompe, y  Pueden levantar a Nathan quien al ver las tumbas no puede evitar ponerse pálido.

Es por eso que Margaret lo aprieta y le dice:

Los siento querido, planeaba meterte en ese hueco con todo y silla, pero… ¡La rompiste!...!no puedo creer!, con lo caras que están las sillas…

En fin… cambiando de tema…tengo que hacer esto…

Y  realmente de un modo más rápido procede a morder a Nathan, el cual no puede evitar huir  dado que la sensación es de miedo más placer, la ansiedad de su corazón latiendo al ver que iba morir,  hacían que sudara, llorara y se quejara, pero nada se podía hacer, estaba decidido.

Ante el show de Anticona con todo y caída  Pietro Santano aleja a Darla lo que más puede de esa mujer. Y haciendo un gesto de hastío  se acerca a Darla y le dice: “observaste lo suficiente”… ahora te duele, te causara miedo pero luego, luego lo entenderás, te he escogido, algunos de estos desdichados  fueron escogidos por la suerte, tú fuiste escogida por mi hace meses…y sé que me darás alegrías..

Enfrenta la realidad ahora…tu nuevo comienzo

Y al decir eso de manera automática y con cierto respeto la muerde. Paralizándola por completo.

Mientras tanto Jacinto Granados había dejado de hablar por  teléfono, la tercera persona  que llevaba a Karen se aparta y se la entrega.

Bueno, creo que tienes potencial, aunque espero que no me decepciones, eres linda, el tiempo dirá si puedes salir de esta.

Y diciendo esto la muerde al igual que los demás.

Karen con el rostro ensangrentado podía ver como el joven que la hirio de muerte la llevaba en brazos, sus gestos eran iguales a las de una persona muerta. Pensó que lo último que vería sería su amiga.

Mientras tanto Blanca estaba muriendo, la luz se podía observar a través del túnel, y podía sentir la voz de su abuela quien la llamaba, estaba en un lugar de paz, pero de repente algo la trae de vuelta.

Eduardo con la cara maltratada y  con cierta furia la llevaba en brazos. La levantó hacia si y sin decir nada la mordió.

Blanca comienza a sentir como salen manos del túnel  que la atrapan. La luz se ve lejana, y la voz de su abuela se pierde.

Cuando abre los ojos, solo puede ver a Eduardo dándole de su propia sangre.

Bebió levemente de la misma con mucho placer para luego desmayarse de nuevo.

Sientes como poco a poco vas perdiendo la vida, entre el placer del abrazo y la sensación de que estas muriendo,  tu corazón poco a poco deja de latir, y en ese momento que Pietro se acerca a ti, se corta y te da  de su propia sangre. En ese momento comienza a sentirte extraña, un dolor en todo el cuerpo, una sensación incomoda.

Sientes como poco a poco vas perdiendo la vida, entre el placer del abrazo y la sensación de que estas muriendo,  tu corazón poco a poco deja de latir, y en ese momento que Jacinto se acerca a ti, se corta y te da  de su propia sangre. En ese momento comienza a sentirte extraña, un dolor en todo el cuerpo, una sensación incomoda.

Sientes como poco a poco vas perdiendo la vida, entre el placer del abrazo y la sensación de que estas muriendo,  tu corazón poco a poco deja de latir, y en ese momento que Margaret se acerca a ti, se corta y te da  de su propia sangre. En ese momento comienza a sentirte extraño, un dolor en todo el cuerpo, una sensación incomoda.

Una vez sierras los ojos comienzas a tener unos fuertes dolores corporales, como estas tan debil no puedes despertarte de nuevo, solo sientes el golpe seco de tu cuerpo cayendo al hueco, y la sensación fría de la tierra cayendo en tu rostro.

Una vez todos ustedes fueron secados de sangre, y abrazados, un dolor enorme se apodera de sus cuerpos, por más que quieran no pueden hacer otra cosa que desmayarse.

Fue entonces  que poco a poco todos fueron lanzados a las tumbas. El último en ser lanzado fue Nathan pues "convenientemente" Margaret había encontrado las llaves  de las esposas, y le habia liberado las manos.

Caen el hueco,  un golpe seco se siente, y el frio de la tierra que les caia encima. Los estaban enterrando vivos.

Pasa un tiempo...

Y de repente cada uno de ustedes despierta. No respiran, pero estan vivos bajo tierra, y quieren salir de ahí, !deben salir de ahí!...

Y la única forma es cavando con sus propias manos.

Creía conocer el miedo.

El temor visceral hacia aquel elemento que atormenta la mente a la vez que estruja el alma.

Todos tenemos al menos uno. Un miedo que nos sigue de cerca mordisqueando los bordes de nuestra conciencia. Incansable, atormentador.

Creía conocer el miedo, pero ahora sé que estaba equivocada.

Despierto y estoy aprisionada. Tardo un tiempo en darme cuenta de que he sido enterrada. Enterrada viva por alguna oscura razón.

Intento tomar bocanadas de aire pero solo “aspiro” tierra dentro de mi organismo.

Me desespera, siento que me ahogo, que mi garganta arde con furia.

Pero entonces caigo en la cuenta de una segunda realidad horrorosa.

No respiro.

¡NO-RES-PI-RO!

Aquello es más que lo que mi mente ahora perturbada puede soportar. Me abandono a los instintos más primarios del ser humano. Me abandono a la bestia oscura que todos tenemos.

Cabo, hacia arriba, desgarrándome la piel y partiéndome las uñas.

Cabo, con la sangre seca y la tierra manchando mi cuerpo.

Hacia arriba, y no puedo evitar emular el acto que ahora realizo como un nacimiento de un inocente bebe.

Desde las profundidades de mi madre-sepulcro salgo, gritando con furia, desnuda de mi vida anterior, ciega e inocente a todo.

Vacía y hambrienta.

No – viva.

Anticona tenía el arte de hacer que todo lo que tuviera que ver con ella me inquietara, como si tras el trasfondo de aquella mente ya de por si retorcida, hubiese algo infinitamente peor. Y en cierto modo lo hay, pienso mientras la vida se me pierde como agua entre los dedos, en una sensación tan placentera como aterradora, este modo de morir no me agrada, porque el fondo de mi mente solo puedo ver las tumbas, y aunque trato de resistirme es inútil… 

La sensación de desmayo llega como una bendición para olvidar el lacerante dolor que siento me atormenta. 

. 

. 

.

“despierta Nathan, llegaras tarde” es lo que escucho en mi mente antes de abrir los ojos y encontrarme en una oscuridad tan atosigante que me estremece, en mi interior algo se revuelve desesperadamente al tiempo que mi mente suma dos más dos, recordándolo todo. 

“Pero qué…” mi boca se abre tratando de preguntar que pasa y un montón espeso de tierra, maldita sea ¡tierra! Me entra por ella, también la siento ahora sobre los ojos… rodeándome… Maldita sea… ¡esa vieja loca realmente me ha enterrado vivo!... 

¿Vivo?.... 

Siento desesperación… extiendo las manos hacía arriba sintiendo que es demasiado difícil… trato de crear un espacio libre que libere mis fosas nasales, no respiro… y al intentarlo… caigo en la cuenta de que mi situación es incluso peor, y esa cosa vuelve a revolverse en mi interior “si, aunque lo niegues…” dice y trato de alejarme de ella “Salir  ¡Quiero salir de aquí!”, no puedo seguir aquí… ¡no puedo! 

Mis manos comienzan a rasgar en la tierra desesperadamente mientras siento que debo haber enloquecido, ¡No! ¡No! ¡No! Mi mente grita enloquecida “no puede ser” “no puede ser” no pueden haberme enterrado y no puede ser que no pueda respirar… esto… esta tumba, las malditas tumbas… cavo, cavo desesperadamente, con un terror primitivo en el alma, como si ahora no fuera solamente yo quien está pasándolo mal… algo se revuelve dentro mío… y no puedo evitarlo, tengo que salir de aquí, ¡tengo que salir!. 

Salgo, salgo desesperado, con una expresión enloquecida y al sentir el aire al fin suelto un alarido… no sé si de terror o de triunfo... pero salgo.

Es una sensación agridulce la que siento mientras noto como mi vida se va esfumando de mis manos en los brazos de aquel desconocido que me llevaba hacía lo que parecía nuestro cementerio. 

La mente no me dio para procesar lo que estaba pasando, no entendí muy bien nada de lo que había visto, ni el porque el asesinato atroz de Jorgi fue tan relevante cuando ante mis ojos estaba muriendo muchísima gente y parecían divertirse con ello, no entendía nada, pero ¿ya que importaba? ya nada tenía importancia... Entonces el muchacho que me llevaba en brazos me soltó, y noté como Jacinto se encargaba de mi, me daba a beber algo caliente y con un sabor extraño que no reconocí, pero si que noté como mi cuerpo reaccionaba bien a lo que me estaba dando, era demasiado placentero el sabor, y la sensación de como ese líquido entraba por mi garganta abrasando todo mi cuerpo. 

Entonces mi cuerpo quedó sin fuerzas, y mi mente se quedo en blanco, sentía el frío, el frío de la tierra, y el peso de esta que poco a poco iba tapándome, pero no le dí importancia, en esos momentos no podía, ni si quiera sabía si era real, me encontraba como dormida, como muerta...

Al cabo de un tiempo, no se cuanto tiempo pasaría, desperté, intenté coger aire, pero no había aire, solo había oscuridad, y tampoco necesitaba ese aire, era una sensación muy rara, me sentía mas fuerte, y a la vez sentía que volvía a estar... viva... pero ¿como? me pregunté. 

Toqué a mi alrededor, viendo que estaba enterrada, y empezó a entrarme el pánico, me encontraba en una situación que no entendía, pero solo me quedaba escarbar en la tierra, empecé a clavar mis dedos en la tierra, escarbando, intentando dar con la salida de aquel extraño lugar en el que había despertado. Cada vez sentía mas presión y escarbaba mas rápido...

Una muñeca, me siento como una muñeca mientras estoy siendo arrastrada a lo que pienso será mi muerte, aunque Pietro Santano habla y me habla muy cortésmente, cosa extraña después de todo no creo que las tumbas sean para que yo pueda dormir... no puedo evitar dirigirle una mirada cargada de resentimiento y tambien angustia sin emitir palabra alguna, aunque me encantaría poder suplicarle una última vez que me dejara ir, que por favor no me haga aquello… no soy tan tonta como para saber que ya es muy tarde… doy una mirada de reojo a todo lo que está pasando a mi alrededor, sí, he visto más que suficiente… me tiemblan los labios, no quiero aceptar esto… en verdad no quiero, entonces él vuelve a hacerlo… siento como hunde sus colmillos en mi piel y cierro los ojos… sintiendo como la vida se me va y las ultimas lagrimas salen de mis ojos, pero son solo lágrimas, no tienen un grado de emoción… a menos que sea una resignación completa… mi vida se va para siempre y por unos segundos puedo verlo, el otro lado del velo… y trato de extender la mano hasta él, una acto que tiene más de desesperación que de paz, desearía poder alcanzarlo antes de que ocurra lo que él me ha prometido, pero no soy lo suficientemente rápida y siento, un sabor extraño en la boca, un regusto de sangre y algo más y la desesperación de aferrarme a este mundo me gana, me aferro y bebo, bebo de la sangre maldita que me ofrece…
Entonces llega el dolor, un dolor terrible, que me atraviesa de lado a lado, lo siento en todo el cuerpo, quemándome, dañándome… un dolor lacerante que deseo que termine, aprieto la boca en un acto de respuesta ante ese dolor y la inconsciencia llega a abrazarme…

Lo se antes incluso de que aquel sueño de muerte me abandone, pero no termino de aceptarlo, solo siento el terror primitivo de algo que me suplica que reaccione, pero quiero seguir dormida, volver a hundirme en aquella oscuridad…

Pero no se puede tener todo en esta vida…

La oscuridad me devuelve en algún momento solo para entregarme a una pesadilla… abro los ojos sintiendo sobre mí un peso completo, muevo los dedos siento como algo se desliza por ellos, lo mismo que por todo mi cuerpo aletargado, entre las piernas, brazos, el olor a tierra húmeda me nubla los sentidos, y lo entiendo…

Lo entiendo perfectamente porque lo último que vi, fueron las tumbas… la tierra cayendo sobre mi piel… el terror me atrapa, me atrapa de un modo completo y desesperado y no puedo soportarlo.

Suelto un grito, o un intento puesto que la tierra ingresa por mi boca ahogándolo, al mismo tiempo que mis brazos se mueven desesperados a abrirse paso al aire libre, completamente atrapada por el pánico, por un terror primitivo incapaz de limitarlo… mis dedos y uñas cavan en la tierra desesperados hasta lastimarse a sí mismos mientras busco, de manera desesperada el modo de salir al aire libre, salir de esta maldita pesadilla oscura, cavo hasta que no puedo más, hasta lograr desplomarme sobre el suelo y no poder sentir la tierra a mi alrededor, simplemente lucho por salir de allí… desesperada, asustada… con más terror del que puedo expresar, y con una sed inhumana naciendo en mi…

Mientras cada uno cavaba algo  ocurría. ¿se han puesto a pensar la reacción violenta en la mente humana al darse cuenta que esta bajo tierra y que debe salir?

El cavar poco a poco  y recibir mientras lo hacen más tierra en sus miembros. El peso de la tierra es enorme, y más cuando se compacta, es casi imposible para un humano que respire salir de tal situación, porque si esta vivo, la tierra que caera sobre el lo aplastará y le cortará la respiración.

Y es por eso que ya no están vivos, y también es por eso que están cavando con sus uñas que no están diseñadas para cavar.

Y cada vez que cavan, van perdiendo algo de lo que ustedes fueron.

Las historias de familia, amores pasados, la impresión normal humana se va acabando, no es que dejen tener sentimientos, aunque poco a poco van cambiando, posible sea difícil de entender, pero los lideres del Sabbat lo quisieron así, hace muchos años cuando se dividieron políticamente en sectas. Un  vampiro camarilla tiene mayor posibilidad de conservar su humanidad (si la cuida) que un Sabbat, dado que desde el comienzo les dan esta prueba.

Con cada rasguño en la tierra, cada frustración  cada golpe en la misma  van abandonando lo que fueron, y se van llenando de una rabia enorme..

Y si alguien lo pregunta, ¿si pueden recuperar humanidad?, bueno, eso depende, depende de que el vampiro desee hacerlo, y para ello debe dejar de hacer daño, pero…el deseo dependerá de cada quien, pero será imposible conseguirla si se sigue alimentando como bestias, es por eso que muchos Sabbat no buscan la humanidad, es más, es lo que menos les interesa.

Entonces, con sus manos sucias rasguñan la tierra, tratan de gritar, se retuercen en dolor, hasta que cada uno percibe aire,   con sus manos van tocando alrededor y notan que la tierra que esta sobre ustedes poco a poco se esta apartando.

Sus rostros totalmente negros por la tierra ven entonces la oscuridad. No están al aire libre, solo es un sótano, si recuerdan eso, aunque tienen un dolor de cabeza enorme y miedo, porque claro,  el miedo es algo que no se pierde, las bestias tienen miedo, hambre, deseo, ira…

Los pensamientos son  difusos, y a pesar que lo deseen, no pueden hablar,  es más, a pesar de que ven que sus compañeros salen a su ritmo de la tierra y que algunos no lo hacen (los cuales quedaran enterrados para siempre, y si llegasen a salir  su cordura sería nula), no tienen especial deseo de atacarles, todos están confundidos, no  hay nadie alrededor, ya no respiran y lo único que piensan es en salir de ahí.

Por un instante me mantuve en aquella posición.

De rodillas en el suelo, encorvando el pecho sobre mis muslos y abrazándome a mí misma.

Casi podía sentir el sonido de mi alma que ya escapa para siempre.

Siseaba, como aire a alta presión, como algo ardiendo puesto al agua, como lo impío ante lo sacro.

Con los ojos cerrados con fuerza, fui consciente del desgarro dentro de mi ser y a continuación, del infinito espacio vacío que mi alma había dejado al irse.

El hueco.

Tan profundo que no tenía fin y sin embargo, no estaba vacío. No lo estaba pues decidí justo en ese momento que allí guardaría todas mis frustraciones, todo mi enojo, la primordial llama de mi venganza y el acerado odio que sentía por aquellos que me habían causado este mal.

Me negaba a esto, yo era Blanca Mengual, una simple muchacha de ciudad con muchos sueños por cumplir aun.

Y lo seguiría siendo, de una forma u otra lo haría.

Sin embargo me vi arrancada de mi abstracción pues el sonido de otros, que como yo habían sido abandonados a su suerte bajo la húmeda tierra, capto mi atención con la fuerza suficiente para hacer que abriese los ojos y, a continuación, me diese la vuelta hacia la fosa.

Vi la tierra removida por mis propias manos y recordé como había reptado desde aquellas profundidades malsanas como una grotesca larva abriéndome mi propio camino hacia arriba.

Desgarrando mi cuerpo en el proceso mientras dejaba trozos de mi vida tras de mí.

El nombre de KAREN vino entonces a mi mente con fuerza y me aboque a la tarea de escarbar aquel impío lecho con las manos desnudas y destrozadas, como un chacal hambriento escarbando la tierra por un resto de carroña.

Ayude a cuantos pude ayudar y no cese en mi empeño hasta que llegue a mi adorada amiga.

Me había prometido escapar de allí, ¡sí!, pero cuando lo hiciese KAREN se iría conmigo.

Después de escarbar tanto, me di cuenta. Me di cuenta de que estaba muerta, de que mi alma había desaparecido y de que no podía respirar, no sentí el dolor en el pecho que habría sentido anteriormente, mi interior había cambiado. 

Miles de imágenes pasaron por mi mente mientras yo seguía escarbando en aquella tumba de arena, cada imagen que veía la sentía como si tuviera que luchar por ello, pero no, lo iba abandonando atrás de mi mientras seguía con mi empeño a salir de ese agujero. La rabia de ver a toda aquella gente sufriendo y los demás aplaudiendo, lleno de irá mi cuerpo, y empecé a escarbar con mas fuerza, mas rápido. "¿Que me estaba pasando? ¿que soy?" me preguntaba casi todo el tiempo, no podía entender que había pasado. 

Fue entonces cuando noté la tierra vibrar encima mía, había alguien ahí, podía notarlo. Quería gritar para pedir ayuda, pero al separar mis labios la tierra entro en mi boca, no podía gritar, pero tampoco me estaba ahogando. Logré sacar la mano fuera, ahí estaba el final del agujero, y me tope con otra mano, no dude en agarrarla para ayudarme a salir de esa tumba en la que me habían enterrado. Para mi sorpresa, era Blanca, ella me estaba ayudando a salir, me estaba sacando de ahí, no dude en abrazarla sin decir ni una palabra, aunque no tardé en deshacer el abrazo, me sentía desorientada en la oscuridad, desorientada y vacía, como si me hubieran arrebatado algo, pero no sabría decir el que. 

Me lleve la mano al pecho y me dí cuenta de que seguía sin respirar, que no lo necesitaba, aún así me obligué a hacerlo, así que cogí aire con fuerza y respiré hondo intentando buscar la respuesta.

-¿Que ha pasado?- pregunté a Blanca, mientras intenté ayudarla a sacar a otras personas que estaban igual que nosotras. 

A cada puñado de tierra, a cada golpe de mis manos tratando de salir había algo que se rompía en mi, como deshaciendo sueños, esperanzas, por mi mente pasaron todas las cosas que me habían importado hasta entonces, mis padres, que se fueron muy pronto con un puñado de tierra, Adler, cuyo recuerdo me atravesó como un gemido de dolor, el chico que me gustaba, los amigos que tenía, las risas, mis esperanzas, mis sueños, mi habitación, Randall, hasta que solo quedo la música y me negué a renunciar a ella, seguí el hilo de notas que había en mi mente y me esforcé porque no se fuera, al mismo tiempo que no dejaba de cavar y perdía algo realmente valioso que había en mi. 

¡Y no quería que se lo llevaran!  Yo no deseaba perder todo aquello, aquello que era  valioso, y tampoco quería ser de nadie, quería mi vida como era... y sentí rabia, ira, miedo, desesperación y otro cumulo de cosas más un odio profundo y extraño que en cualquier otro momento habría sido raro en mi, pero yo estaba muriendo con esa parte que se perdía de mi, con esa parte que en otro momento habría luchado por aferrar con uñas y dientes, como en aquel momento luchaba por salir de esa tumba de tierra... pero no iba a perder, no iba a hacerlo, aunque me costara la vida y la muerte, iba a recuperarme.. iba a hacerlo... cuando supiera que era lo que quería recuperar.  

Salí de la tumba para caer desplomada al suelo, tocando mis dedos la superficie plana del mismo, estaba fuera, al fin… no se me ocurrió pensar en nada, mi mente estaba tan confusa como la superficie de una tormenta, me satisfice un poco en el silencio, sin detener el miedo y la desesperación que sentía, hasta arrodillarme en el suelo, viendo y oyendo como otros salían también de sus tumbas, sin embargo me quede quieta y confusa, perdida… un poco desconfiada. 

La confusión de mi mente es tal que no puedo ubicarme muy bien en el espacio y el tiempo, recuerdo a un hombre, recuerdo sangre y sé que estoy en un sótano y que ese lugar no me agrada, me quedo esperando una reacción que no tengo –un estremecimiento– sé que debe venir, pero no viene y entonces algo se rompe dentro mío, siento algo cálido en mis mejillas y las toco con las manos manchadas de tierra, pero no están… 

Intento aferrar algo de los pensamientos que corren en mi mente pero no puedo y me quedo quieta, entreabro la boca, buscando hablar… pero no logro formar palabras en ese momento, me siento confusa y me tambaleo parándome, pero caigo de rodillas, un grito de frustración sale de mi boca y mi primer pensamiento coherente va  contra los condenados zapatos, entonces abro los ojos completamente… y vuelvo a intentar levantarme, ¿Dónde está el dolor? Me muero de dolor, pero conozco el dolor que causan los zapatos... Así que camino, tambaleándome un poco, pero sin acercarme del todo a los demás, completamente confusa, y un poco apocada… con un montón de preguntas en mi mente, pero guiándome por instinto, sé que deseo algo, algo específico, venganza, la pregunta es… ¿De quién?  ... 

"quiero salir" pensé... si, debía hallar la salida...