Partida Rol por web

El hombre comienza a reirse, primero poco, luego  carcajea, una y otra vez, ves que no puede controlarse, le salen lágrimas. No parará de reir hasta que se lo ordenes, y el poco puede hacer, notas su mirada de angustia con su risa.

La sigo hasta que al ingresar por la alcantarilla el olor me golpea con una fuerza inusitada, es incluso peor que el problema de agua que había en mi departamento, lo que es evidente ¡esto es una puta alcantarilla maldita sea! arrugo la nariz, antes de cubrírmela, en un acto reflejo, con la mano al terminar de ingresar a ella, observo el lugar con una mirada crítica al tiempo que bajo la mano de la nariz, practicando dejar de aspirar, reclamándome a mi mismo el haberme sorprendido, si ya debería saber que con ella las sorpresas han de ser siempre desagradables, suspiro internamente diciéndome a mi mismo que la cosa empeorar no puede. 

Asiento en gesto de respuesta  tomando nota mental de las palabras que dice, sospechando que son más reales de lo que uno pueda pensar, trucos mentales, pienso, recordando lo que vi cuando me ato a aquella endemoniada silla. 

Al principio habla de esa capacidad pero luego pasa a otra y la miro sorprendido mientrs la sigo, tomando el borde del camino para evitar mojarme con aquellas aguas de dudoso contenido. 

-¿emociones? -pregunto titubeante mirándola -¿puedes hacer que sientan lo que tu quieras? -pregunte lentamente, un poco srprendido por la implicacion de algo así, pero tambien con curiosidad. 

Al principio su risa me dice que lo he hecho bien, pero luego las cosas se salen de control, que alguna vez hayan estado controladas, pero aquel desvarió en su risa me hace darme cuenta de que esto no es algo que pueda hacerse con ligereza, que las ordenes no son algo con lo que se pueda jugar, su mirar angustiado en medio de su risa completa un cuadro que me provoca aun más nervios, por un momento no puedo quitar la vista de él y eso es terrible... 

-Basta - murmure, antes de apretar los labios y desesperada ordenar - detente ya - lo digo con la voz clara, segura, pero apenas tengo control de mi misma, debo hacer un esfuerzo para no salir corriendo de allí... -lo siento -susurro apenas con un asomo de dolor en la voz, antes de pararme rapidamente de allí, no es tanto miedo ni terror, como darme cuenta de lo que he hecho, algo que quizás no habría hecho antes por ningún motivo, es una capacidad que sin duda debe tener usos mucho mas útiles que hacer perder el control y no puedo dejar de reconocer su gran capacidad, pero eso no lo hace mejor. miro a Santo con cierto pesar. 

Bajo la clara enseñanza de Eduardo – que no daba lugar a muchas preguntas -, Blanca intento “fundirse en la tierra” tal y como había hecho el hombre.

Los primeros intentos le fueron infructuosos, convencida internamente como estaba de seguir siendo aún mortal. Sin embargo, en algún momento consiguió su cometido, y no sin asombro finalmente se fundió con la tierra y fue aquel acto el que finalmente propicio su renuncia a la humanidad y su renacimiento a la no vida.

Lo había aceptado, al fin, si había sido arrebatada de la humanidad a la fuerza, se valdría de estos nuevos dones que ahora tenía para ser lo mejor posible en este nuevo lugar que le tocaba estar.

Dicho de otro modo, Blanca se propuso ser la mejor vampiro posible con las herramientas que le habían tocado en suerte.

Un tiempo después, y luego de probar varias veces aquella nueva habilidad, se volvió de frente hacia su mentor al cual le dijo:

¿Dime, por favor, todos los vampiros son iguales, tienen los mismos dones y más importante aún, debo cuidarme de algunos, de todos o por el contrario somos todos hermanos de la noche?

Eso era importante, ¡mucho!, saber en quien confiar y en quien no iba a darle una pauta de cómo moverse en esta sociedad sangrienta y pletórica de violencia.

De repente sientes que se te abren los sentidos,   puedes escuchar  el aire por fuera de la casa y la conversación de dos criados "el amo desea que se coloquen flores blancas, no rosadas, te ganarás una reprimenda, !cambialo ya!", puedes ver un poco más allá, no es microscopico, pero si los poros del piso, y notar las partes oscuras con mucha más claridad, y  el olor, un poco más intenso, puedes oler el perfume de tu siré, el limpiador del piso, la tierra del jardin ... todo.

Sí - dice ella- imaginate que estas observando una pelea- te sonrie ignorando tu expresión de  asco- es algo verbal, dos personas discuten por...!yo qué sé!...!el agua!... y bueno... digamos que tu quieres que se peleen,  ya existe ese sentimiento de rabia entre ellos, pero tu puedes hacer que ese sentimiento se triplique y generar una gran pelea...- dice ella- o por ejemplo ves alguien triste,  puedes hacer que se sienta mucho más triste y desolado y generar que se lance de un puente y se suicide.

Se rie.

¿no es divertido?

... bueno ya casi estamos llegando.

Al fondo puedes ver una sombra, aunque no sabes bien que es.

El hombre se detiene y sientes a tu sire en la espalda diciendote, lo haces muy bien...- te dice apartandote del hombre que parece confundido, realmente no te ve porque tu siré de repente te ha ocultado y puesto en otro sitio- creo que estas casi preparada..., ¿sabes tu que los vampiros podemos si queremos crear esclavos que nos sirvan?... podemos dominar sus mentes y hasta hacerlos olvidar, pero a veces tenemos enemigos... tu sabes.

Claro que todos son distintos- dice él halandote del brazo y pidiendote que te sientes- todos los vampiros acorde a sus padres son distintos, porque adquieren el poder del clan de su abrazo, tu eres una gangrel, somos unos salvajes,  pero hay otros...¿Tu amiga Karen?... ella es un toreador,  un clan un poco inocuo en mi concepto, son llenos de formalismos, las cosas bellas y el arte,  lo lamento por ella- murmura- su siré en mi concepto es un pendejo, el peor de los pendejos, y la abrazó a ella porqué le tocó, pero eso no quiere decir que ella pueda aprender cosas nuevas... los toreador son hermosos, y utilizan eso para manipular, pero tambien son tan rápido que muchas veces no los ves, y pueden ser muy perceptivos...

Parece contar con los dedos los distintos poderes, aunque no habla en especifico, dice poco a poco generalidades.... simples generalidades.

El otro son los Lasombra, como Darla, que tambien esta en tu equipo, son poderosos, y petulantes... usan las sombras a su favor, no tienen reflejo y nunca lo tendran pero con ellos hay que tener cuidado, pueden dominar mentes...

El desdichado  Malkavian que hay en tu grupo, el chico que era el artista tuvo la peor de las suertes, es un malkavian, y por consiguente estará loco, o se volverá loco, su sire, Margaret es peligrosa, hay que tener cuidado con ella, es fiel a la secta, pero es de cuidado...nunca se sabe lo que puede ser capaz. Los malkavian manipulan las mentes y generan locura en otros...

Estan tambien otros, los tzimisce que  tienen el poder de deformar el cuerpo, tallar hueso y crear monstruos, son muy peligrosos, ten cuidado con ellos, en un ataque de ira pueden deformarte...

Esta información era importante, lo sabrías o lo sufrirías si no escuchas.

Hay otros clanes, los brujah son guerreros, o carne de cañon, pelean muy bien, pero son como nosotros los gangrel los llamados para las batallas, estan los ventrue como nuestro arzobispo, son gente poderosa- murmura- sangre azul, les gusta tener el poder...

Los nosferatu, son los feos, los deformes que viste en la fiesta,  son buenos para ocultarse y para buscar información... por un buen precio, tambien hay otros más, de los cuales te enterarás con la experiencia.

Abrí la boca para hablar pero luego la cerré mientras ella continuaba explicándome acerca de aquel poder, no era divertido si ella lo ponía en esas palabras, pero entendía el mensaje, la idea, moví la cabeza afirmativamente con gesto pensativo a modo de respuesta, divertido no era, pero practico sin duda podía llegar a serlo.

Continúe siguiéndola hasta que vi aquella sombra en las cercanías, al fondo de aquella infernal alcantarilla, miré con duda al frente tratando de divisar que era realmente... miré de reojo a Margareth y luego a la sombra, como preguntando... aunque sin hablar, sin duda lo veria. 

Empiezo a notar como mis sentidos se amplifican, me concentro en ellos y me doy cuenta de que pasan tantas cosas a mi alrededor de las que no era consciente, que me estremezco un poco, frunzo el ceño y miro a Jacinto.
-Vaya... Es alucinante- comento en voz alta lo que es un pensamiento, y realmente es así como me siento, alucinada, incluso un poco incrédula por todo esto que me está pasando.
-Asi que blancas y no rosadas- comento para que vea que lo he escuchando, que mis sentidos están funcionando mejor de lo que yo podía esperar.

En silencio y con atención asimile cada retazo de información brindada por mi maestro como una alumna aplicada y dispuesta a aprender.

El conocimiento es poder – o eso decían -, y sin dudas el saber más de esta nueva sociedad me serviría en las noches por venir o al menos eso esperaba.

Cuando Eduardo hubo terminado de hablar, me sobe un poco el brazo del cual me había tomado con rudeza, más como un acto reflejo que por un verdadero dolor, y mientras me sobaba la piel le mire a los ojos y le dije con sinceridad:

Te agradezco lo que me has enseñado, en verdad, quiero aprender de ti todo aquello que quieras decirme pero comprendo que ahora no tenemos mucho tiempo para ello.

Entiendo según tus palabras que debo aprender de todos los tipos de vampiro y no fiarme de ninguno, ¿es así?, le consulte con curiosidad.

Entonces recordé una fracción de sus recientes palabras:

“…Su siré en mi concepto es un pendejo, el peor de los pendejos, y la abrazó a ella porqué le tocó…”

¿Porque me elegiste Eduardo?, le pregunte con mucho interés, se sincero, si puedes, le inquirí, es muy importante saberlo para mí.

Y en verdad lo era. Pues veía en este hombre  alguien que vivía más allá de los sentimentalismos. Era como una fuerza primaria, como un animal salvaje, un depredador letal muy, muy viejo.

A sus ojos, ¿Qué podía ser yo?, ¿una mera cachorra?, ¿una molestia insignificante?, ¿un efímero divertimento?.

O, tal vez, veía en mi algo más, algo que le había llamado la atención.

Necesitaba escucharlo de sus labios.

Necesitaba saber, según sus largos años de vida, que era yo.

Para él.

Miré a Santano cuando dijo que lo hacía bien, eso al menos ayudaba un poco a mi confianza, a traerla de vuelta, entonces volvió a las parte teórica y le preste atención completa, "esclavos" "olvidar" , eso significaba que posiblemente la mente de... aquellos que podían morir aun, entonces... ser como u lienzo en blanco en manos de alguien capaz, posiblemente alguien con mente muy fría.

Le devolví la mirada con cierta paz, ¿cuantos años tendría siendo lo que era? ¿cuantos vampiros habría en el mundo? ¿cuantos otros seres existirían? me imagine vivir eternamente , debía ser mortalmente aburrido si no te dedicabas a algo, y aunque había gente fanática no creía que él lo fuera, lo había pensado antes y ahora volvía a hacerlo, traté de pensar un poco.

Le miré de vuelta, esperando sus palabras.

-¿enemigos?- -pregunte con voz suave, recordando las palabras de kathalho -  ¿te refieres a otros vampiros? o a ¿otras cosas?  -pregunte, desde un punto de vista puramente lógico podía pensar que todo lo de "enemigo" se resumía a poder político (seguía pensando que aunque el sacerdote decía que no, en realidad el sabbat debía tener una función política muy grande y que algunos eran capaces de todo por subir en la pirámide) pero también podía tratarse de algo más grande, como los... em... ante... antidi... "merde"... padres de todos los vampiros, o cosas peores.

Baje los hombros de repente, preguntándome si eso implicaría algún aprendizaje nuevo. 

Te mira y se sonrie... ¿no lo sospechas acaso?

Y luego te mira y dice

Bueno... peleaste hasta el final...- comenta- y eso da buena espina, por lo menos en el sabbat.... además necesito alguien fuerte,  vienen momentos dificiles... la situación no es buena.

Sin que ella logre responderte  se acercan al personaje en la oscuridad, ella no parece tener sin miedo, y es entonces que ves un nosferatu, asqueroso y mal oliente que  esta en la esquina.

Señora...otra vez por acá, ¿desea hablar con Rogelio?

La mujer se torna extremamente coqueta

Hola Lucas,  guapo.... - dice picandole el ojo- No... claro que no...  yo con él no tengo nada que hablar, solo deseo pasar hacia mi casa.

Y... él es Etham... mi chiquillo

Mucho gusto... señor

El hombre responde de manera educada

Eh... esta bien señora... pero, tenga en cuenta que Rogelio me dijo que si volvia por aquí le avisara... además  quiere su gato de vuelta.